2. Situación
Navarra limita al norte con Francia, a lo
largo de 163 kilómetros. Al sur, linda con
La Rioja y Zaragoza; al este, con Huesca y
Zaragoza, y al oeste, con Gipuzkoa y
Araba/Álava.
Navarra ocupa un territorio de 10.421 km2
y está formada por cuatro zonas:
los Pirineos, la Cuenca de Pamplona, la Zona
Media y la Ribera.
La población supera los 620.000 habitantes,
de los que prácticamente la mitad viven en
la capital, Pamplona, y en los grandes
municipios de su entorno. Otras ciudades
son Tudela, segunda localidad de Navarra y
capital de la Ribera, y Estella-Lizarra,
Sangüesa y Tafalla, en la Zona Media.
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4. Los Pirineos: bosques, montañas y valles
La Cuenca de Pamplona: historia, tranquilidad… y fiesta
Al Norte de Navarra se elevan los Pirineos, una zona
montañosa transitada desde hace siglos por
guerreros, pastores, peregrinos, reyes, héroes y
contrabandistas. Los Pirineos forman un paisaje de
altas cumbres y hondos valles, bosques umbríos y
luminosos prados alpinos, desfiladeros y cañadas.
La cadena pirenaica declina suavemente de este a
oeste. Desde la muga de Aragón hasta la cornisa
cantábrica, el clima continental se vuelve atlántico y
el paisaje se transforma. De los imponentes escarpes
del macizo de Larra y las grandes extensiones de
hayedo-abetal de la selva de Irati, pasando por la
Colegiata de Orreaga/Roncesvalles, el paisaje se va
dulcificando a medida que se acerca al valle de
Baztan-Bidasoa y a las imponentes mesetas de
Aralar, Urbasa y Andía.
Pamplona es el centro político, administrativo,
económico y cultural de Navarra. Marcada por los
Sanfermines y el Camino de Santiago, la antigua
ciudad amurallada se extiende hoy sobre la cuenca
del río Arga y forma con los municipios colindantes
un continuo urbano que alberga a un cuarto de
millón de habitantes.
Además del atractivo del centro histórico, el viajero
encuentra en Pamplona una ciudad dinámica, muy
variada urbanísticamente, de arquitectura moderna
en su mayor parte y restaurada en los viejos burgos,
con un comercio diverso y activo, amplias zonas
verdes y numerosos lugares de encuentro.
Pirineos.
Pamplona, Ciudadela
y Baluarte.
2
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 2
5. La Zona Media: pueblos, castillos y monasterios
La Ribera: paisajes y huertas del Ebro
La Zona Media es historia. Reyes, abades, fortalezas,
castillos, palacios: aquí se deslizan los siglos entre el
viento, las nubes, suaves colinas, campos de viñas y
cereal, y la tierra. La Zona Media cuenta con varias
comarcas diferenciadas, atravesadas de este a oeste
por el Camino de Santiago: la Comarca de Sangüesa
o Baja Montaña, la parte central de Olite y la
Valdorba, y Tierra Estella.
En la Zona Media existen numerosas localidades que,
gracias a su enorme importancia durante la historia
del viejo Reyno de Navarra, han dejado la huella de
su origen medieval: villas, pueblos y lugares
levantados con carácter defensivo, que conservan
fortificaciones, robustas iglesias románicas y góticas,
palacios y casas blasonadas.
Artajona.
La Ribera es alegre, abierta, un territorio de llanuras
con una tradición hortícola que viene de los árabes,
con sotos como los del Ebro, poblados de álamos,
sauces y chopos. Los productos de la huerta
conforman la base de una gastronomía única en el
mundo. La región también acoge uno de los espacios
más interesantes de la geografía peninsular: el
parque natural del desierto de las Bardenas Reales,
declarado por la UNESCO Reserva Natural de la
Biosfera en el año 2000, que cuenta con una
extensión de más de 41.500 hectáreas.
La capital de la Ribera, Tudela, recuerda su fundación
árabe en el siglo IX y la comunidad judía de poetas,
filósofos y viajeros, con su hermosa catedral de los
siglos XII a XVIII erigida sobre una antigua mezquita.
En localidades riberas como Corella se encuentran
joyas de la arquitectura barroca y renacentista.
3
Bardenas Reales.
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 3
7. Dónde se encuentra
Pamplona/Iruña —que de ambas formas puede denominarse—
es la capital de Navarra. Se alza más o menos en el centro geo-
gráfico de la Comunidad Foral, sobre una plataforma que se eleva
sobre el río Arga y en medio de una zona plana enmarcada por
montañas. Es, precisamente, lo que se conoce como la Cuenca de
Pamplona.
5
Nuestra Señora de Eunate
La Cuenca de Pamplona
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 5
8. I Finalmente, Pamplona se encuentra en la línea de ferrocarril Madrid-Irún, está conectada
por autobús con las principales capitales españolas y tiene un aeropuerto —Noáin—.
Cómo llegar
6
I Pamplona es centro de
comunicaciones de
Navarra y está unida
con Donostia/
San Sebastián (al N.) y
Vitoria/Gasteiz (al O.) a
través de sendas
autovías y con Tudela
(al S.) mediante la
N-121 y la autopista
A-15, que enlazan
Navarra con Zaragoza.
Además, una estupenda
red de carreteras la
comunican con Francia
a través de Irún (por los
túneles del antes difícil
puerto de Belate), y por
los pasos de
Dantxarinea, en el
Baztan, Eugi y
Luzaide/Valcarlos. Al E.,
la A-21 y la N-240 la
une a Jaca y Huesca y,
al O., la A-12, la Autovía
del Camino lo hace con
Logroño a través de
Estella-Lizarra.
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 6
9. Pamplona/Iruña
Historia de la ciudad
Allá por el año 75 a. de C. el general romano Pompeyo, en
guerra con Sertorio, estableció un campamento militar es-
tratégico en un poblado vascón llamado Iruña o Uruna.
Fue el germen de la ciudad romana que tomaría su nom-
bre, Pompaelo.
A partir de entonces, la pequeña ciudad romana siguió la
suerte del Imperio hasta su conquista por
los godos, quienes establecieron un
obispado y gobernaron la ciudad, por
medio de los obispos, hasta la inva-
sión árabe. Tras la capitulación de la
ciudad en el 716, las cosas siguen igual
hasta el 778, año en el que Carlomagno,
de vuelta de Zaragoza sin haberla podi-
do conquistar a los musulmanes, des-
truye las murallas de Pamplona. Poco
después la retaguardia de su ejército fue destrozada en el
desfiladero de Roncesvalles, según los juglares galos por
los árabes y según el cronista Eguinardo y los historiado-
res navarros por los vascones, en venganza por la des-
trucción de su ciudad.
En aquella época nace el nuevo reino de Pamplona bajo las
dinastías cristiana Iñiga y la musulmana Banu Qasi. La
época dorada del Reino de Pamplona surgió con Sancho
III el Mayor, de la dinastía Ximena, conocido en las cróni-
cas árabes como "el señor de los vascos" quien reunió ba-
jo su corona todos los reinos hispanos y que ejercía gran
influencia sobre los reinos de Castilla, León y Aquitania.
No obstante, Pamplona apenas había rebasado el períme-
tro de la ciudad romana.
La ciudad medieval
El reino de Pamplona pasa a denominarse reino de Na-
varra en el reinado de Sancho VI el Sabio en el siglo XII.
La expansión de la ciudad comienza con el auge de las
peregrinaciones a Santiago y el nombramiento de un
monje de Santa Fe de Conques, Pedro de Roda, como
obispo de Pamplona (1083-1110). Éste colocó a gentes
francas en los puestos de responsabilidad, adoptó la re-
Vidriera representando a
Sancho VII el Fuerte
Mosaico romano
Arqueta de Leire. Pieza de
marfil hispano-arabe (1004)
7
Busto de Pompaelo
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 7
10. gla de San Agustín para la comunidad
de canónigos, a la que transfirió to-
dos los derechos sobre la ciudad, y
comenzó la catedral románica en
1097. Pero, sobre todo, concedió fue-
ros y privilegios a quienes habían ve-
nido con él a Iruña.
Así nació el burgo de San Cernin, po-
blado por comerciantes y artesanos
francos, con la estructura actual de
dos trapecios irregulares separados
por una gran calle recta, la Rúa de los
Cambios, hoy calle Mayor. Al sureste,
frente a la Navarrería, alzaron la igle-
sia de San Saturnino o San Cernin y,
al otro extremo, junto al Portal de San
Llorente, la iglesia de San Lorenzo.
Con los francos llegaron otros extran-
jeros, que se instalaron fuera de la
Navarrería, al oriente del burgo de
San Cernin. Inicialmente era el Burgo
Nuevo, pero luego adopta el nombre
de Población de San Nicolás. Llegaba
hasta el actual paseo de Sarasate y
hasta la plaza del Castillo.
Las diferencias de origen, jurisdic-
ción, fueros y privilegios, etc. propi-
ciaron una fuerte rivalidad entre los
burgos, que se amurallan fuertemen-
te y se enzarzan en riñas, pleitos e in-
cluso guerras entre ellos.
8
El Privilegio de la Unión
o la unificación de los
burgos
En 1319, el obispo Arnalt de Barba-
zán (1313-1355) cedió el señorío de
la ciudad a Felipe II el Luengo, a la
sazón rey de Francia y de Navarra.
Precisamente durante su obispado
se construyeron distintas depen-
dencias catedralicias, como el
claustro, la capilla de su nombre, el
refectorio... en estilo gótico. La ca-
tedral seguía siendo románica, pero
en 1390 el hundimiento de parte de
su techumbre obligó al Cabildo a
instar a su rey, Carlos III el Noble, la
construcción de una nueva. El 27 de
mayo de 1394 se colocó la primera
piedra de la nueva catedral por Lan-
celot, hijo natural de Carlos III.
Casco antiguo de Pamplona. En primer
témino las torres de San Cernin y,
al fondo, la Catedral
Iglesia de San Lorenzo
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 8
11. Agramonteses y beaumonteses
Carlos III el Noble expidió por primera
vez el título de Príncipe de Viana a su
nieto Carlos. Sin embargo Carlos, Prín-
cipe de Viana hijo de Blanca de Navarra
y Juan II de Aragón no pudo coronarse
Rey de Navarra tras la muerte de su
madre, como por ley correspondía, ya
que Juan II lo impidió, incluso llegó a
encarcelar a Carlos en la localidad de
Poblet (Barcelona) donde murió en
1461. Con esta pelea por el Reino de
Navarra comenzó una guerra civil entre
dos principales linajes navarros: agra-
monteses y beaumonteses. Los agra-
monteses apoyaron a Juan II, y los be-
aumonteses, apoyaron a Carlos Prínci-
pe de Viana. Durante ese período Juan
II fue el rey efectivo de Navarra hasta
su muerte en 1479.
Fernando, conocido como el Católico o
el Farsario, rey de Aragón e hijo de
Juan II de Aragón, casado en segundas
nupcias con Juana Enríquez se casa
con Isabel II Reina de Castilla. Fernan-
do el Católico se alía con la corona in-
glesa y se enemista con la francesa.
Los Reyes navarros siguen los pasos a
los franceses y Fernando, bajo la excu-
sa de una bula papal
en 1512, envía a sus
tropas dirigidas por
el Duque de Alba a
conquistar Navarra.
Pamplona se fortifica
Después de la conquista, el hundimien-
to de la estructura medieval, supuso el
afianzamiento de Pamplona como capi-
tal del reino y sede de sus principales
instituciones: Cancillería, Real Consejo,
Cortes y Diputación. Se levantó un nue-
vo castillo, se construyeron los baluar-
tes del Redín y del Labrit y los portales
de Francia y de la Rochapea y, en 1571,
se comenzó la construcción de la
Ciudadela, mientras se unificaban y re-
novaban las murallas.
En el siglo XVIII se renueva la ciudad
en el aspecto urbanístico: red de al-
cantarillado, cloacas, traída de aguas,
fuentes y alumbrado público, cemen-
terio, nuevas casas de vecindario, pa-
lacios barrocos, etc. A finales de siglo
se tiró la fachada románica de la cate-
dral y se levantó una nueva en estilo
neoclásico, según diseño de
Ventura Rodríguez.
La Cuenca de Pamplona · Pamplona
9
Aunque desde 1319 el señorío de
la ciudad correspondía a la juris-
dicción real, Pamplona caminaba
con roces, litigios y desavenen-
cias propias de tres villas inde-
pendientes y amuralladas —la
ciudad de la Navarrería, el burgo
de San Cernin y la población de
San Nicolás—, pero lindantes
unas con otras. Hasta que en
1423, a raíz del agravio recibido el
año anterior por el rey en la pre-
sentación a la ciudad de su nieto y
heredero el Príncipe de Viana, el
rey Carlos III decidió unificar las
tres jurisdicciones en una sola. Es
el llamado Privilegio de la Unión,
por el que se eliminaron las mura-
llas internas y las tres jurisdiccio-
nes se unieron “en una sola uni-
versidad, un concejo y una comu-
nidad indivisible”.
La unidad urbanística iría llegan-
do poco a poco. Primero fue el re-
cinto amurallado, que se unió en
aquellos puntos en que estaba se-
parado, y luego se acometió la
construcción de un edificio para
el gobierno de la ciudad. El actual
edificio del Ayuntamiento es el su-
cesor de la Jurería levantada en el
foso, en el punto estratégico don-
de confluían las tres villas.
Murallas de Pamplona
Cañón del siglo XIX, en la Ciudadela
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 9
12. El XIX fue un siglo de guerras
—Independencia, Realista y Carlis-
tas— pero la ciudad siguió evolucio-
nando: en 1840 se levantó el Teatro
Principal, que en 1903 pasaría a lla-
marse Teatro Gayarre, y, entre 1843
y 1847, el palacio de la Diputación
Foral. En 1860 llegó a Pamplona el
ferrocarril.
Hacia la Pamplona moderna
Con la creación del “Primer Ensan-
che” en los glacis de la Ciudadela, en
1888, nace la Pamplona moderna,
que se desarrollará en el siglo XX al
romper el corsé amurallado, con la
demolición de los portales y murallas
de San Nicolás y Taconera y la aper-
tura del espacio ciudadano mediante
la creación del “Segundo Ensanche”,
aprobado en 1915. Se trataba de una
nueva ciudad de 890.000 m2
y 96
manzanas ordenadas en cuadrículas
y articuladas en torno a los dos ejes
formados por la carretera a Francia
—actual avenida de la Baja Nava-
rra— y por la nueva avenida de Car-
los III. Comenzado a finales de 1920,
este Ensanche se terminó, tras el pa-
rón de la guerra civil, con la inaugu-
ración en 1950 del monumento a los
Caídos, que cierra por el sureste la
avenida de Carlos III.
Poco a poco, la ciudad se fue expan-
diendo —sin mucho orden— por
nuevos barrios, como el de la Chan-
trea, u otros antiguos de dedicación
semiagrícola, como la Milagrosa, San
Pedro, la Rochapea y San Jorge.
También fue absorbido por Pamplo-
na, en 1953, Echavacoiz, otro barrio
obrero levantado en terrenos de la
Cendea de Cizur.
En el siglo XIX, Pamplona y Navarra
en general sufren muchos aconteci-
mientos, como la ocupación france-
10
Avenida Carlos III
Universidad Pública de Navarra
La Cuenca de Pamplona · Pamplona
Archivo Real
Catedral
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 10
13. sa por parte de las tropas de Napole-
ón, y poco más tarde, por derechos
dinásticos, surgen las llamadas gue-
rras carlistas entre los que defendían
como rey a Carlos María Isidro, her-
mano de Fernando VII, rey del mo-
mento, y los liberales defensores del
reinado de Isabel de Borbón, hija de
este último. Los primeros defendían
los fueros y los segundos eran parti-
darios de su supresión. En 1841, con
la victoria de los liberales, Navarra
pasa de ser reino a provincia, y las
fronteras que se encontraban en
La Rioja y Aragón desaparecen y se
ubican en los Pirineos.
Entretanto, las previsiones de creci-
miento continuado exigen la creación
de suelo urbano inmediato. Así nace
el “Tercer Ensanche”, los barrios de
San Juan e Iturrama, que después se
continuarían en los de Ermitagaña y
Mendebaldea, y el de Azpilagaña, en-
tre Iturrama y la Milagrosa. Más tar-
de se incorporarían Mendillorri y
Buztintxuri. Ahora Pamplona cuenta
con más de 200.000 habitantes. Por
el sur, en torno al valle del Sadar, se
ha creado un cinturón de servicios:
Universidad Pública, UNED, Estadio
del Reyno de Navarra, Universidad
de Navarra y, ya en la meseta, la Clí-
nica Universidad de Navarra con el
CIMA (Centro de Investigación Médi-
ca Aplicada), el Hospital de Navarra y
el Hospital Virgen del Camino.
Paseos por Pamplona
Un paseo básico para conocer la ciu-
dad comienza ante la fachada barro-
ca del Ayuntamiento, en pleno casco
antiguo. Tomaremos, por la derecha,
la calle Mercaderes, para seguir por
Curia hacia la catedral, imponente
en su gran fachada neoclásica, pero
maravillosa en su interior y claustro
gótico francés. Una vez vista, por la
plazuela de San José, al oeste, nos
dirigimos hacia el baluarte del Re-
dín, para contemplar desde un bal-
cón sobre las murallas el portal de
Francia o de Zumalacárregui. O si lo
deseamos, después de descansar en
11
La Milagrosa
La Cuenca de Pamplona · Pamplona
El Caballo Blanco Capilla de San Fermín
Ayuntamiento
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 11
14. I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I I
III
1er
Ensanche
1go
Zabalgunea
Casco Antiguo
Alde Zaharra
AP-15
N-121
Rochapea
Arrotxapea
San Jorge
Sanduzelai
ntxuri
MUELLE
Puente
Cuatrovientos
ABAURREA ALTA
ENAMORADOS
JUSLARROCHA
PARQUE
DE LOS
ENAMORADOS
ESTACIÓN
FERROCARRIL
AV. MARCELO CELAYETA
BERNARDINOTIRAPU
JOAQUÍNBEUNZA
Arantzadi
ORCOYEN
Corralillos
DR.FLEMING
ENAMORADOS
ISABA
PLAZA
SANCHO
ABARCA
Puente
Oblatas
RÍOARGA
PARQUE
DEL RUNA
Arantzadi
Puente de
San Pedro
ERROTAZAR
Puente de
la Rochapea
CUESTA DE
SANJORGE
CURIA
CARMEN
NAVARRERÍA
JARAUTA
ESLAVAPASEO DE RONDA
RECOLETAS
SANLORENZO
Anaitasuna
CUESTA DE LA REINA
VIRGEN DEL RÍO
GRÚA
Depósito de vehículos
2 DE MAYO
PARQUE LARRAINA
CALLE
DESCALZOS
AVENIDA
DE
SAN
JORGE
AVENIDA
DE
GUIPÚZCOA
JARAUTA
SANTO
DOMINGO
A
rga
OCHAGAVÍA
EZCAROZ
Puente
del Vergel
CALDERERÍABAJADA
DE
JAVIER
COMPAÑÍA
DORMITALERÍAMERCED
Rinc—n
del Caballo
Blanco
MERCADO
PLAZA
CONSISTORIAL
Puente de
la Magdalena
Arga
MUSEO
DIOCESANO
MAGDALENA
Chantrea
Txantrea
Magdalena
Club Nataci—n
C. OLASO
P. M
ADOZ VALL
VALLE
AVENIDA DE LA BAJA NAVARRA
PLAZA
CONDE DE
RODEZNO
PARQUE DE
LA MEDIA LUNA
ITURRALDE
Y
SUIT
ARALAR
OLITE
M
ONJARDÍN
AOIZ
M
EDIA
LUNA
GORRITI
Estadio
Larrabide
BAJADA DE LABRIT
TEJERÍA
SAN
AGUSTÍN
PLAZA DE
TOROS
OLITE
CASTILLO
DE
M
AYA
PLAZA DE
LA CRUZ
SAN
FERM
ÍN
AVENIDA DE GALICIA
SANGÜESA
SANGÜESA
PLAZA
BLANCA DE
NAVARRA
PAULINO
FRANCISCO
BERGAM
ÍN
NAVARRO
VILLOSLADA
ARALAR
CORTES
DE
NAVARRA
AOIZ
LEYRE
TAFALLA
AV.
CARLOS
III
OLITE
AM
AYA
GONZÁLEZ
T
ABLAS
AOIZ
M
EDIA
LUNA
Teatro
Gayarre
ENT-Escuela
Navarra de Teatro
PLAZA
DE LAS
MERINDADESAM
AYA
TAFALLA
AV.
CARLOS
III
GORRITI
TEOBALDOS
SANJUANBOSCO
RÍO
EGA
PARQUE
TOMÁS
CABALLERO
PARQUE
JOSƒ VILA
C.D.
Oberena
Club de Tenis
Casa de la
Misericordia
PLAZA
DE
LA PAZ
RONCESVALLESPLAZA DEL
VÍNCULO
RÍOALTZANIA
J.MAYA
BEOBIDE
D. ZABALZA RÍO URROBI
M. DE FALLA
RÍO UREDERRA
BLAS
DE
L
ASERNA
BARDENAS
REALES
PICO DE ORI
MONTEMENDAUR
LAKARTXELA
LARRABIDE
SANTA MARTA
GOROABE
J. LARREGLA
J. GAZTAMBIDE
GOROABE
PARQUE
ARROSADIA
RÍO
ZIDACOS
RÍO
ELORZ
M.DEFALLA
C.D.
Tiempo
Libre
BUENAVENTURA ÍÑIGUEZ
JULIÁN
GAYARRE
JULIÁN GAYARRE
PLAZA
DE LOS
FUEROS
PASEO DE SARASATE
CIUDADELA
AVENIDA DEL EJÉRCITO PLAZA
PRÍNCIPE
DE VIANA
YANGÜASYMIRANDA
AVENIDADEZARAGOZAAV.DESANIGNACIO
ESQUÍROZ
SERAFÍN
OLAVE
PADRE
CALATAYUD
ARRIETA
TUDELA
ESTELLA
LEYRE
GUELBENZU
AVENIDA SANCHO EL FUER
TE
ERLETOKIETA
ABEJERAS
VUELTA
DEL
CASTILLO
CALLEDETAJONAR
GUELBENZU
Estaci—n
Autobuses
ABEJERAS
SANGÜESA
RENFE
Auditorio
Baluarte
Milagrosa
BLASDELASERNA
SEBASTIAN
ALBERO
SAN GREGORIO
SAN FRANCISCO
SAN ANTÓN
SAN
MIGUEL
CHINCHILLA
SANDOVAL
PADRE MORET
RÍOIRATI
PZA.
RECOLETAS
Policía
Nacional
PLAZA DE
SAN FRANCISCO PLAZA DEL
CASTILLO
ESTAFETA
CONDE OLIVETO
NAVAS DE TOLOSA
TACONERA
NUEVA
SANCHO
ELMAYOR
SAN
NICOLÁS
NUEVA
Arrosadia
AzpilagañaN-121
AP-15
Noáin
ALFONSO EL BATALLADOR
RONDAAZPILAGAÑA
RÍO
ALTZANIA
LUISMORONDOMIGUELASTRÁIN
RÍO QUEILESPLAZA
MANUEL
TURRILLAS
CATALUÑA
PEDRO ARANAZ
PARQUE
DE LUIS
MORONDO
Iturrama
larrea
SANCHO RAMÍREZ
ACELLA
LARIOJA
PEDRO I
PEDRO
I
PLAZA DE
FELIX
HUARTE
PINTOR
CRISPÍN
PINTOR
BASIANO
P. CIGA
P.ASENJO
SANCHO EL FUERTE
FUENTE
DEL
HIERRO
Hospital
n del Camino
AVENIDA
DE
PÍO
XII
PARQUE YAMAGUCHI
AVENIDA
DE
NAVARRA
Universidad
de Navarra
ITURRAMA
IÑIGO
ARISTA
ITU
RRAM
A
IRUNLARREA
AVENIDA
DE
PÍO
XII
AVENIDA
DE
BARAÑÁIN
AVENIDA
DE
NAVARRA
ESQUÍROZ
FUENTEDELHIERRO
A Cizur Menor
MALÓNDECHAIDE
FCO.DEALESÓN
varra
San Juan
Donibaneña
M
ARTÍN
AZPILCUETA
TRAV.MºDE
VELATE
UE DE LA VAGUADA DE SAN JUAN
LA RIOJA
n
S.ALBERTO
MAGNO
CALLE
BIURDANA
MºDEEUNATE
VIRGENDELPUY
PASEO DE SANDUA
ARISTI
SANTA VICENTA MARÍA
SANDUZELAI
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EL IRATI
DR. SALVA
MºDE
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PLAZA DE
EUROPA
AVENIDA DE
AVENIDA
DE
PÍO
XII
AVENIDA
DE
BARAÑAIN
AVENIDA
DE
BAYONA
AVENIDA DE SANCHO EL FUERTE
PARQUE DE
LA BIURDANA
Mº DE VELATE
MONASTERIO
DE
IRACHE
MONASTERIO
DE
URDAX
MARÍA
LARRAONA
Mº DE LA OLIVA
MITAGAÑA
MONASTERIO
DE FITERO
Mº DE LA OLIVA
Mº DE
URDAX
AVENID
LUMBIER
LARRASOAÑA
LAKUNTZA
SAN
ROQUE
HNOS.IMAZ
CUESTADELAREINA
MºDEZILBETI
AVENIDA DE BAYONA
PARQUE DE
LA TACONERA
PLAZA DE
JUAN XXIII
PARQUE DE
ANTONIUTTI
2º Ensanche
2. Zabalgunea
A-21
CALLE DEL FERROCARRIL
SANTA LUCÍA
RAIMUNDO LANAS
RÍO ARGA
ARBIZU
JUSLARROCHA
CIMA
GARCÍA XIMÉNEZ
PLAZA
FELISA
MUNÁRRIZ
EO SANTA LUCÍA
MERCAD
ERES
PASEODEANELIER
Cl’nica
Universidad
de Navarra
NA-240-A AP-15
CATALUÑA
AV.JUAN
P
ZAPAT
ERÍA
MAYOR
CURTIDORES
RONDADELOBISPO
BARBAZÁN
COMEDIAS
POZO
BLANCO
AVENIDADEZARAGOZA
CABALLERO
MAÑUETA
Policía
Foral
Policía
Municipal
Guardia
Civil
CRUZ DE BARKAZIO
MERCADO
MERCADO
MERCADO
24H
Universidad Pœblica
de Navarra
12
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 12
15. la recreación medieval del mesón del
Caballo Blanco, recorrer el paseo de
Ronda hasta llegar a la plaza de San-
ta María la Real, donde se halla el edi-
ficio barroco del Palacio Arzobispal.
Tras cruzar la pasarela junto al Fron-
tón Labrit se llega al Centro de Inter-
pretación de las Fortificaciones,
ubicado en el Baluarte de San Barto-
lomé.
En el portal de Francia termina la ca-
lle del Carmen, que se encuentra con
la de Navarrería en una plazuela irre-
gular presidida por la fachada barro-
ca del palacio del Marqués de Roza-
lejo y una de las fuentes de Paret in-
auguradas para la primera traída de
aguas a la ciudad en la segunda mi-
tad del siglo XVIII. Vueltos a la con-
fluencia de las calles Navarrería, Ma-
ñueta, Curia, Calderería y Mercade-
res, camino del Ayuntamiento nos to-
paremos, primero, con la más taurina
de las calles pamplonesas, la de Es-
tafeta, el tramo más conocido de los
encierros sanfermineros, y, segundo,
con la cuesta de Chapitela, que lleva a
la plaza del Castillo.
Otra vez en el Ayuntamiento, a su iz-
quierda comienza el burgo de San
Cernin, el patrón a quien está dedi-
cada la iglesia gótica, de torres forti-
ficadas en otros tiempos. Si encon-
tramos cerrada su puerta principal,
quizá consigamos entrar por la late-
ral de la calle Ansoleaga, que lleva a
la capilla de la Virgen del Camino,
barroca y levantada en los terrenos
del antiguo claustro de San Cernin o
San Saturnino.
En la bifurcación de las calles Mayor,
Campana y Jarauta, una inscripción
en el suelo indica el pozo donde, se-
gún la tradición, San Saturnino bauti-
zó a los primeros cristianos de Pam-
plona. Aquí se encuentra también el
Palacio del Condestable, edificio re-
habilitado, donde se puede visitar el
Museo Pablo Sarasate, con recuer-
dos del genial violinista y compositor.
La calle Mayor llega llega hasta la
iglesia de San Lorenzo, donde se en-
cuentra la capilla de San Fermín, y la
plaza de Recoletas, frente a los jardi-
nes de la Taconera. Antes podremos
admirar la magnífica fachada del pa-
lacio barroco de Ezpeleta.
Si, en vez de por la calle Mayor, se-
guimos por la de Ansoleaga hacia la
plazuela de San Francisco, pasare-
mos por la Cámara de Comptos, el
único edificio gótico civil de la ciudad
que hoy sigue cumpliendo la misma
finalidad para la que fue construido
en el Medievo. Flanquean la plaza dos
edificios monumentales: las escue-
las municipales de San Francisco,
precedidas de una escultura dedicada
al santo de Asís y el edificio moder-
nista de La Agrícola, sede de la Bi-
blioteca General.
13
Palacio Arzobispal Biblioteca Municipal San Lorenzo
La Cuenca de Pamplona · Pamplona
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 13
16. Otra posibilidad es adentrarnos por la
calle Jarauta, al menos para bajar, en
el comienzo de la calle de los Descal-
zos, hacia el Museo de Navarra que
cuenta con una fachada barroca per-
teneciente al antiguo Hospital. Mere-
ce la pena visitarlo por su magnífica
colección de mosaicos y restos ro-
manos, por sus pinturas murales gó-
ticas y por la arqueta hispano-árabe
de marfil y el cuadro del marqués de
San Adrián, de Francisco de Goya. Es
asimismo sede de exposiciones tem-
porales emblemáticas.
Desde el Museo, dejando a la izquier-
da la sede de la consejería de Educa-
ción y el edificio recién restaurado
por Rafael Moneo del Palacio Real,
hoy sede del Archivo Real y General
de Navarra, bajamos hacia la iglesia
de los Dominicos y su fachada ba-
rroca. Enfrente se encuentran las tra-
seras del Ayuntamiento y, a un lado,
el coqueto mercado de Santo Do-
mingo, remozado no hace mucho.
Queda por recorrer el último de los
burgos que conformaban la Pamplo-
na antigua: el de San Nicolás, situado
al E. del de San Cernin. Recorrere-
mos primero su borde exterior su-
biendo por la calle Chapitela hasta la
plaza del Castillo. Es una típica pla-
za con soportales, plagada de terra-
zas llenas de vida con el buen tiempo.
Enfrente se abre una gran avenida, la
de Carlos III, que empieza con el pa-
lacio neoclásico de la Diputación Fo-
ral, sede del Gobierno de Navarra.
Siguiendo los soportales, aquí llama-
dos “porches”, se entra a un precioso
boulevard presidido por la estatua del
monumento a los Fueros de Nava-
rra, levantada por suscripción popu-
lar en 1903 como manifestación de la
decisión de mantener el espíritu de
las leyes privativas del reino frente a
los intentos del ministro de Hacienda
Gamazo. Es la llamada "Gamazada",
que tuvo lugar entre los años 1893 y
1895. El boulevard o paseo de Sara-
14
Monumento a los Fueros en el Paseo
de Sarasate y, al fondo, el Palacio de
la Diputación Foral
El Portal de San Nicolás en los jardines de la Taconera
La Cuenca de Pamplona · Pamplona
Museo de Navarra
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 14
17. sate une el casco antiguo de la ciu-
dad con la nueva Pamplona creada
por el “Segundo Ensanche”. En el
centro de su lado derecho se alza la
iglesia de San Nicolás, única que
mantiene importantes restos románi-
cos y de transición. El paseo de Sara-
sate se cierra con el edificio ecléctico
de la antigua Audiencia, hoy sede del
Parlamento de Navarra, uno de los
varios ejemplares que aún se conser-
van del “Primer Ensanche” de la ciu-
dad. El eje del burgo era y es la calle
Zapatería, que conserva edificios se-
ñoriales, entre los que destaca el
palacio de Guenduláin, cuya fachada
da a la plazuela del Consejo, donde
se halla otra de las fuentes de Paret
coronada por un angelical Neptuno
con su tridente. Está cerca de la antes
citada de San Francisco. También
destacan los palacios urbanos diecio-
chescos de los números 40 y 50.
Cerca del paseo de Sarasate, detrás
del Parlamento de Navarra, se levanta
el Palacio de Congresos y Auditorio
de Navarra Baluarte, un icono de la
cultura musical y teatral debido al lau-
reado arquitecto Francisco Mangado.
La avenida de Carlos III, que parte de
la plaza del Castillo, es una calle co-
mercial, en la que, además del palacio
de la Diputación, se encuentran edifi-
cios emblemáticos como el Teatro Ga-
yarre, o interesantes arquitectónica-
mente como el de la Caja de Ahorros
de Navarra. En ella puede admirarse el
monumento al rey Carlos III, en don-
de nace la avenida, y el monumento al
Encierro, en la intersección con la ave-
nida de Roncesvalles, y recorrer la pla-
za de las Merindades —circular y con
una fuente ajardinada en el centro— y,
cerrando la avenida por el E., la plaza
Conde de Rodezno y el monumento a
los Caídos, ya citado.
Pero el eje más importante de la ciu-
dad, que la cruza de norte a sur es el
constituido por la avenida de la Baja
Navarra, que continúa en la del Ejér-
cito y la avenida de Bayona. Ésta, fi-
nalmente, une el barrio de San Juan
con el de San Jorge, por un lado, y
con el de Ermitagaña-Mendebaldea y
el municipio de Barañáin, por otro.
El paso de la vieja Iruña a la Pamplo-
na más moderna se hace a través de
la franja verde que forman los jardi-
nes de la Taconera y los parques de
la Ciudadela y de la Vuelta del Cas-
tillo. El primero, el más antiguo, es el
típico parque romántico de amplios
paseos y coquetos rincones. En él se
encuentran los restos del antiguo
portal de San Nicolás y, entre otros,
el monumento al tenor navarro Julián
Gayarre. El parque es además un ver-
dadero jardín botánico y sus fosos se
han transformado en un pequeño
zoo, en el que viven gamos, pavos re-
ales, patos y cisnes.
Otro parque antiguo, también
romántico, es el de la Media Luna,
que se extiende desde la plaza de
Toros, primero por el Baluarte de San
Bartolomé, que alberga el Centro de
Interpretación de las Fortificaciones,
y luego, bordeando el acantilado
margoso sobre el río Arga, hasta el
edificio del Seminario. En él se
encuentra los monumentos a Pablo
Sarasate y a Juan Huarte de San Juan
y distintas pérgolas y estanques.
15
Palacio de Congresos Baluarte
La Cuenca de Pamplona · Pamplona
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 15
18. De concepción más moderna, a base
de prados de hierba y arbolado, son
los de Biurdana, al borde del barrio
de San Juan, sobre el Arga, la Vagua-
da, como terminación de la avenida
de Sancho el Fuerte hacia el NO., el
magnífico campus ajardinado de la
Universidad de Navarra y los novísi-
mos de Yamaguchi —debido al her-
manamiento de esta ciudad japonesa
con Pamplona—, que acoge en uno
de sus límites, cerca del jardín crea-
do al estilo de Oriente, al Planetario,
y el del nuevo barrio pamplonés de
Mendillorri, planteado alrededor de
un lago y un hermoso palacio torrea-
do del siglo XVII. Muy popular y con-
currido es el Parque fluvial del Ar-
ga, una senda a la vera del río que re-
corre la ciudad siguiendo su curso
meandriforme.
II La catedral de Pamplona
La fachada de la catedral, neoclásica
con grandes columnas coronadas
por un frontón triangular y sendas to-
rres a los lados, es un poco decep-
cionante, pues augura un interior frío
y monumental. Nada más lejos de la
realidad: el interior es gótico, de tres
naves y una girola que rodea al coro
y al altar mayor. La última restaura-
ción le ha aportado luminosidad y le
ha devuelto su policromía original en
algunas columnas, en las claves y en
el ábside.
La preside la imagen románica cha-
peada de plata de Santa María la Real
y detrás una bella sillería renacentista
de 1539. El espacio del coro y altar
mayor se cierra con tres bellos ejem-
plares de rejería gótica. Delante, el
sepulcro de Carlos III el Noble y su
esposa doña Leonor de Trastamara,
una preciosa obra gótica de Jehan de
Lome, causa admiración a quienes
tienen la suerte de contemplarlo.
De entre las capillas laterales desta-
can los magníficos retablos góticos
del Cristo de Caparroso, en la segun-
da capilla de la nave izquierda, el de
Santo Tomás o de Caparroso, en el
último espacio de la girola, junto a la
puerta de la sacristía de los canóni-
gos, y el de la capilla de San Juan
Evangelista, la primera después de la
puerta del claustro. Hay otros reta-
blos interesantes de los siglos XVII y
XVIII y un bellísimo Cristo atribuido al
escultor Anchieta.
El claustro es una maravilla del góti-
co francés y está considerado el me-
jor del siglo XIV. Tiene varias puertas
de gran belleza —la del Amparo y la
Preciosa—, algunos sepulcros góti-
cos interesantes y una capilla, la del
obispo Barbazán, con una magnífica
bóveda estrellada, una preciosa talla
gótica de la Virgen del Consuelo y la
estatua yacente del obispo titular.
Otra de las puertas da entrada al re-
fectorio, donde se ha instalado el Mu-
seo Diocesano, que también hay que
visitar, tanto por el continente —una
gran sala cubierta por seis tramos de
VISITAS PARA RECORDAR
16
La Cuenca de Pamplona · Pamplona
Parque fluvial del Arga y, en la parte
superior, el Archivo Real de Navarra
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:54 Página 16
19. crucería y la cocina, ejemplar excep-
cional del gótico—, como por su
contenido, basado en preciosas tallas
románicas, góticas, renacentistas y
barrocas, pinturas y obras de orfe-
brería —éstas en la cillería— de los
siglos XII al XIX.
II La Ciudadela
Comenzada en 1571 para sustituir al
nuevo castillo de Fernando el Católi-
co, anticuado ante la eficacia de la ar-
tillería, la Ciudadela se construyó en
tiempos de Felipe II, bajo la dirección
del virrey Vespasiano Gonzaga y Co-
lonna a imitación de la de Amberes.
Es una fortificación de forma penta-
gonal y cinco baluartes en los ángu-
los en forma de punta de flecha, a la
que, en 1685, se le añadieron las me-
dias lunas y contraguardias de la
Vuelta del Castillo, inspiradas en los
sistemas de Vauban. En 1966 fue ce-
dida a la ciudad por el Ejérci-
to y en 1973 fue declarada
Monumento Nacional. Se
conserva casi en su totali-
dad y sólo le faltan dos ba-
luartes que se derribaron a
finales del siglo XIX para posibilitar el
primer ensanche de la ciudad. En la
actualidad, la Ciudadela y su espacio
circundante —la Vuelta del Castillo—
es uno de los parques más queridos
y visitados por los pamploneses y
sus dependencias interiores se utili-
zan a lo largo del año para diversas
actividades culturales.
II La plaza del Castillo
Es el corazón de la ciudad o como al-
gunos la han llamado cariñosamente:
el “cuarto de estar” de Pamplona.
Era, más o menos, la “plaza de ar-
mas” del antiguo castillo construido a
comienzos del siglo XIV por el rey Luis
Hutin. Pero con la edificación de otro
nuevo en sus cercanías, quedó con-
vertido en un espacio vacío, denomi-
nado "plaza del castillo viejo", al que
daban las traseras de los tres burgos
de la población medieval. Dicho espa-
cio se utilizaba para celebrar algunos
festejos como torneos medievales, la
popular tarasca o las concurridas co-
rridas de toros.
La plaza comenzó a construirse en
1651 con la edificación de una nueva
casa de toriles, el actual
nº 37, y su urbanización
no quedó terminada has-
ta el siglo XVIII. En 1786
se instaló el alumbrado
con faroles de aceite y
dos años después, en su
centro, una fuente, dise-
ñada por el pintor Luis
Paret, rematada por la
estatua de la Abundancia, a la que
pronto se le puso el mote de “la Mari
Blanca”, que hoy se encuentra en la
Taconera, pues desde 1910 la susti-
tuye un quiosco, primero de madera
y, desde 1943, el actual de piedra.
Hasta 1844, la plaza del Castillo era el
lugar donde se celebraban las corri-
das de toros.
La plaza, de 18.548 m2
, está rodeada
de soportales sobre los que se alzan
las viviendas, en su mayor parte del
siglo XVIII, y abierta al N. a la calle
Chapitela y al S. a la calle Espoz y Mi-
na, a la avenida de Carlos III y al pa-
seo de Sarasate. Además, unas esca-
leras la comunican con las calles Es-
tafeta, al E. y Comedias, al O., y un
pasadizo —el de la Jacoba— con las
calles Pozoblanco y Zapatería. Es
una plaza soleada y bulliciosa que
con el buen tiempo acoge en sus
aceras amplias terrazas de bares y
cafeterías, que le confieren el aspec-
to antes citado de “cuarto de estar”
de la ciudad.
La Cuenca de Pamplona · Pamplona
Escultura de Oteiza,
en la Ciudadela
17
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:55 Página 17
20. En torno a la ciudad
San Cristóbal
El monte Ezkaba —más conocido en
el siglo XX como San Cristóbal por el
fuerte militar que corona su cima—
está omnipresente en todas las vistas
desde el borde de la ciudad que se
asoman al río Arga. Pero es un monte
escasamente aprovechado para las
posibilidades que puede ofrecer. No
obstante, y a pesar del mal estado de
la carretera que desde Artica lleva
hasta su cima, es muy interesante pa-
ra hacerse una idea cabal del empla-
zamiento de la ciudad presidiendo la
llamada Cuenca de Pamplona. Desde
aquí se observa una amplia panorámi-
ca de la Cuenca, cerrada al O. por las
sierras de Alaitz y el Perdón; al NO. se
abre el pasillo de Añézcar, con las sie-
rras de Andia y Aralar al fondo; al lado
contrario a Pamplona, se extienden
los valles de Juslapeña y Ezcabarte,
con los montes pirenaicos como telón
de fondo, y, al E., el valle de Egüés,
con las sierras de Izaga y Leire, al fi-
nal. Además del interés paisajístico,
San Cristóbal es objetivo deportivo
para senderistas, ciclistas de montaña
y practicantes de parapente, y punto
de interés histórico y arqueológico, ya
que en su cima se construyó en el si-
glo XIX un gran fuerte militar, ahora
abandonado, rodeado de fosos y cu-
yas galerías subterráneas se extien-
den por toda su cumbre.
Parque eólico del Perdón
Enfrente a San Cristóbal, un poco
más lejos, pero mucho más accesible
para los automovilistas, se alza la sie-
rra del Perdón, que cierra la Cuenca
por el sur. Las vistas hacia uno y otro
lado son magníficas y las posibilida-
des para senderistas, ciclistas y prac-
ticantes de parapente iguales que en
San Cristóbal, pero con mejores ac-
cesos. Un atractivo añadido es la ins-
talación reciente de decenas de moli-
nos eólicos que recorren la cumbre.
Se accede a través de la autovía del
Camino que conduce a Estella, hasta
tomar la salida a Astráin y subir el
puerto del Perdón para tomar el des-
vío indicado en lo alto del puerto.
Desde el Perdón, se contempla la sie-
rra de Sarvil o de Echauri y los mon-
tes que rodean el valle de Ollo. Por su
situación al sur de la capital, ofrece
una panorámica excepcional de los
montes lejanos: puerto de Erro, Adi y
Ortzanzurieta. Pero también resulta
un buen mirador sobre el valle de Val-
dizarbe. El telón de fondo jacobeo
son Montejurra y Monjardín con su
fortaleza, y, más allá, la sierra de
Aguilar.
18
La comarca
de Pamplona
Molinos eólicos en el Perdón
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:55 Página 18
21. Este itinerario es fundamentalmente
paisajístico y transcurre por valles re-
coletos en los que predominan los
pueblos pequeños de hermosas ca-
sonas y la Navarra forestal y ganade-
ra. Salimos de Pamplona por la
N-121-A, camino de Francia por Irún-
Behovia, siguiendo el curso del río
Ultzama. Pronto nos sorprende la be-
lla estampa de Sorauren, con su
puente medieval, su iglesia y sus ca-
sas-torre de piedra, típicas de la
Cuenca. En Ostiz, con una calle cen-
tral digna de verse por su casonas se-
ñoriales, tomamos el desvío a la iz-
quierda que nos introduce en el valle
de Odieta. Ciáurriz se alza sobre el río
Ultzama, con su caserío alrededor de
una bella iglesia gótica. Y, así, entre
un bello robledal y las praderas del
Club de Golf Ultzama, llegamos hasta
el cruce de Gerendiain y torcemos a
la izquierda. Justo ahí se encuentra la
entrada al Área Natural Recreativa
del robledal de Orgi.
En el próximo cruce, volvemos a tor-
cer a la izquierda para subir hasta
Guelbenzu, pueblo sobre los valles de
Odieta, Ultzama y Juslapeña, y magní-
fico mirador del valle de Ultzama. El
pueblo tiene también alguna casa so-
lariega con fachada impresionante.
19
1. RECORRIDOS INOLVIDABLES
Al norte de la Cuenca
Robledal de Orgi
La Comarca de Pamplona · Al norte de la Cuenca
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:55 Página 19
22. Abajo del puerto, a la izquierda, se asoma otro pueblecito, Gascue, con
su iglesia en lo alto. Algo más adelante tomamos la desviación a la de-
recha, que por el valle de Atez, entre bosque, prados y bellos pueblos,
nos llevará hasta Muskitz y, luego, por Cía y Gulina, hasta el cruce con
la N-240-A, de vuelta hacia Pamplona.
Si queremos contemplar dos hermosas iglesias, con elegantes atrios
porticados de ventanales góticos, hay que visitar Larumbe y, algo más
adelante, tomando el desvío al comienzo de Erice de Iza, Ochovi. Este
último conserva, además, un bello palacio de cabo de armería con dos
torres.
Otra posibilidad, al salir de Gulina, es acercarnos hasta Irurtzun para,
desde el mismo pueblo, tomar la desviación que cruza la
vía del ferrocarril en Izurdiaga, atravesar, después de Erroz,
el desfiladero de Oskia y torcer en el próximo cruce a la de-
recha hacia el precioso valle de Ollo, rodeado por el circo
de montañas que forman la sierra de Sarvil, la de Andia y
San Donato y los montes Txurregi y Gaztelu. En el valle
merece la pena visitar Arteta, con el Museo Etnográfico
formado por el escultor José Ulibarrena, las salinas y el
nacedero de las aguas, que, junto con el pantano de Eugi,
abastece de agua potable a la comarca de Pamplona.
Nacedero de Arteta
Desde Ulzurrun nos dirigimos hacia el
angosto cañón en donde está situado el
nacedero de Arteta. La caminata es breve y
comienza en un paisaje abierto, cuya belleza
en otoño es incomparable. Una carreterita nos
conduce hasta las instalaciones del nacedero,
donde encontramos una casona restaurada
que contiene una pequeña muestra de los
usos y utilidades del agua. Enseguida estamos
sobre una caída vertiginosa y potente del agua
sobrante del nacedero que discurre entre
aguerridos árboles que escalan la garganta.
El manantial propiamente dicho está protegido
por unas bóvedas oscuras, que guardan el
preciado tesoro. El marco es precioso. La
vuelta podemos
hacerla por el
lado contrario
hasta Arteta,
pasando por unas
viejas salinas.
20
La Comarca de Pamplona · Al norte de la Cuenca
Valle de Ultzama
L
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:55 Página 20
23. Este itinerario transcurre por espacios más abiertos, aunque también
rodeados de montañas. En él tiene ya bastante importancia el aspecto
monumental. Salimos de Pamplona por la carretera comarcal que va a
Estella por el valle de Echauri. En Arazuri llama la atención su castillo bien
conservado de cuatro torres en sus esquinas. Enseguida está Ororbia,
cuya iglesia gótica, con un retablo de pinturas y esculturas de comienzos
del XVI, merece una visita. A la salida, al otro lado del puente sobre el Arga
hay un bello crucero de 1540. Seguimos hasta Etxauri, con sobrias y
bellas casas-torre medievales y enfilamos el puerto hasta el mirador que
hay en lo alto. La sierra de Sarvil, más conocida por los navarros de la
zona como Peñas de Etxauri, es una de las que cierra la Cuenca de
Pamplona por el este. La salva una sinuosa carretera y en lo alto del
puerto existe un mirador desde el que se contempla un amplio paisaje.
21
2. RECORRIDOS INOLVIDABLES
Al sur de la Cuenca
Peñas de Etxauri
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:55 Página 21
24. A los pies, el fértil valle de Etxauri y el
río Arga serpenteando por la llanura; a
la izquierda el impresionante farallón
rocoso de la sierra, aprovechado
como escuela de escalada; a la
derecha el espinazo de la sierra del
Perdón, con los molinos eólicos
clavados en su lomo; y enfrente, a lo
lejos, la conurbación de Pamplona
con su telón de fondo de los montes
prepirenaicos y pirenaicos.
Pero nuestro paseo sigue por el valle
hacia Belascoáin y Puente la Reina.
Antes de llegar a Artaza, en el cruce
hacia Guirguillano y Puente, hay una
ermita gótica que podemos visitar.
Pasado Puente la Reina, en el cruce
donde se levanta el monumento al
Peregrino, torcemos a la derecha pa-
ra recorrer el valle de Valdizarbe, por
donde transcurre el camino jacobeo
que viene de Somport. Algunos kiló-
metros después se presenta, como
una aparición, una de las más bellas
iglesias románicas, Santa María de
Eunate. También románica y con
una portada, idéntica, pero especu-
lar, es la iglesia del pueblo cercano
de Olcoz, que también cuenta con
hermosa torre medieval.
Aunque la hemos citado en otro de
los itinerarios, la encantadora iglesia
de Eunate tiene su lugar más adecua-
do al hablar del Camino de Santiago,
pues era una de las iglesias-faro que
salpicaban la ruta para guiar y acoger
a los peregrinos. Su singularidad es-
tá en la forma octogonal y su miste-
rio y encanto, en su claustro de ar-
quería exenta que la rodea totalmen-
te, en su interior sorprendente con
cúpula nervada de influencias moris-
cas y en la decoración de la portada,
ábside y capiteles del claustro, llena
de caras misteriosas y animales
monstruosos. El lugar es adecuado
para la contemplación y el reposo.
En el cruce del Carrascal tomamos la
N-121, dirección Pamplona. Des-
pués de atravesar Campanas y divi-
sar las ruinas del castillo de Tiebas,
torcemos a la derecha para recorrer
los pies de la sierra de Alaitz y tomar
la N-240 hacia Monreal. Si hubiéra-
mos seguido hacia Pamplona con-
templaríamos la ordenada arquitectu-
ra del acueducto de Noáin, construi-
Santa María de Eunate
22
La Comarca de Pamplona · Al sur de la Cuenca
Monumento al PeregrinoPórtico de la iglesia de Olcoz
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:55 Página 22
25. do a finales del siglo XVIII por Ventura
Rodríguez para conducir el agua del
manantial de Subiza a Pamplona.
Volviendo hasta el cruce anterior, reto-
maremos la carretera comarcal que re-
corre el valle de Unciti. A la derecha,
muy cerca del cruce que indica direc-
ción Lumbier, se encuentra Artáiz, con
una de las más hermosas y decoradas
iglesias del románico rural navarro.
Regresando de nuevo atrás, la carretera
desemboca en Urroz, villa que merece la
pena visitar por su caserío bien conser-
vado, con hermosa y amplia plaza de ca-
rácter medieval y una iglesia gótica con
trazas de fortaleza e interior sobrio y
elegante.
Desde Urroz, 19 km nos volverán a de-
jar en Pamplona a través de los valles
de Lizoáin y Egüés, salpicados de pue-
blecitos a derecha e izquierda que se
acomodan a los pies de la montaña.
Muchos merecen su visita, pero al me-
nos recomendamos recorrer Elcano, en
cuya iglesia podemos contemplar un
bello retablo de pinturas renacentistas,
y Alzuza con el Museo Jorge Oteiza.
También Huarte tiene una iglesia de her-
moso retablo de pinturas y esculturas y
una preciosa talla gótica de alabastro de
la Virgen. Aquí se puede visitar el Centro
de Arte Contemporáneo.
La Comarca de Pamplona · Al sur de la Cuenca
Vuelo desde la Higa de Monreal
Acueducto de Noáin
Centro de Arte Contemporaneo, Huarte
Iglesia de Artáiz
23
Museo Jorge Oteiza
En el camino de Aoiz, a escasos
kilómetros de Huarte, se levanta
en el pueblo de Alzuza el Museo
Jorge Oteiza, una estructura
sorprendente debida al arquitecto
Javier Sainz de Oiza, amigo del
escultor. Se trata de una singular
y magnífica envoltura para el
legado, no menos singular y
magnífico, que Jorge Oteiza dejó
a Navarra.
Cuenca de Pamplona (4-2013)_v6 26/4/13 13:55 Página 23
26. Iglesia de San Miguel en Cizur Menor
II El Camino de Santiago
Por su interés monumental y religioso es éste un itinerario específico,
aunque no carece de atractivo paisajístico. De norte a sur podemos co-
menzarlo en Irotz, a la salida del valle de Esteribar a la Cuenca.
En Irotz hay un puente románico y, en su iglesia, un retablo de expresi-
vas pinturas del siglo XVI. Es curioso pero en este valle abundan los re-
tablos pintados que enriquecen las pequeñas iglesias rurales.
Después de Zabaldika, que conserva su iglesia románica de comienzos
del siglo XIII, el Camino va por la orilla derecha de la carretera y el río
VISITAS PARA RECORDAR
La Comarca de Pamplona · Al sur de la Cuenca
II Valle de Etxauri
Se halla al oeste de Pamplona, y lo atra-
viesa el río Arga, poco después de haber
recibido a su afluente el Arakil, formando
un sin fin de meandros que, al final, se
deshacen para atravesar las gargantas de
Belascoáin a Puente la Reina. Es un lugar
privilegiado, pues el sol lo acaricia desde
su nacimiento hasta su ocaso, dando lugar
a un microclima que permite cultivos me-
diterráneos como cereales, viñas, algún
resto de olivo y frutales, entre los que des-
tacan los cerezos que han hecho famoso al
valle. Sobre él se extiende un bosque de
encinas y quejigos, coronados en su ver-
tiente norte por un frente de escarpes ro-
cosos, meta de muchos deportistas que
quieren disfrutar con los riesgos de la es-
calada. Los pueblos, excepto el de Etxauri
que se extiende sobre el río, en el centro
del valle, son pequeños y se acomodan en
los bordes al pie de las montañas.
Vista de Pamplona desde Etxauri
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27. para hacer su entrada en Pamplona
por Arre —otra bella iglesia de mag-
nífico retablo de pinturas del XVI— y
la iglesia y antiguo hospital de la Tri-
nidad de Arre, ya en el linde con Vi-
llava. La Trinidad se halla en un pa-
raje espectacular, en la orilla de un
puente medieval, desde el que se
contempla el bello ábside románico
de la iglesia y las aguas del Ultzama
despeñándose por unas grandes ro-
cas salpicadas de espuma que hacen
las delicias de pintores y fotógrafos.
Pasado Pamplona, camino de Estella-
Lizarra por la autovía del Camino,
merece la pena detenerse en el casco
antiguo de Zizur Mayor y visitar la
iglesia gótica de San Andrés, con uno
de los más bellos retablos de pintura
y escultura del siglo XVI. Continuando
por la carretera interior, podremos
ver también las iglesias románicas de
Gazólaz y Sagüés, con bellos atrios
porticados, y continuar por Astráin al
redil de la autovía.
El Camino, llamado francés, salva el
puerto del Perdón y se lanza al en-
cuentro con el otro Camino, el de
Somport, en Puente la Reina. Deja
atrás poblaciones de tantas resonan-
cias jacobeas como Legarda, Muru-
zábal y Obanos, y entra en Puente
por la iglesia del Santo Sepulcro,
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La Comarca de Pamplona · Al sur de la Cuenca
Monumento al Peregrino en el Perdón
Trinidad de Arre
Puente de la Magdalena en Pamplona
Iglesia de Gazólaz
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28. cerca de donde se encuentra el alber-
gue de peregrinos. La iglesia es una
fundación templaria que luego pasó a
la orden sanjuanista o de los Caballe-
ros Hospitalarios del Santo Sepulcro;
de ahí su nombre. Tiene uno de los
Cristos crucificados góticos más im-
presionantes y una bella talla románi-
ca de la Virgen con el Niño.
Desde aquí, cruzando la carretera, en-
filamos la rúa Mayor, flanqueada por
edificios señoriales que dan idea de la
importancia de la población. La calle
se abre en el amplio pórtico de la igle-
sia de Santa María, con una gran por-
tada románica; en su interior podemos
contemplar la esbelta figura de un
Santiago peregrino románico. Hacia la
mitad, la calle se abre de nuevo, esta
vez a la izquierda, para dar espacio a la
plaza de los Fueros, porticada, y don-
de se halla el edificio consistorial.
El puente, defendido por una puerta
de muralla, es un magnífico monu-
mento, muy peraltado y con seis
grandes ojos, sobre todo el central.
Hay además callejas interesantes y
casas blasonadas, otra iglesia, la de
San Pedro, y un agradable paseo pa-
ralelo a la carretera al que daba la an-
tigua muralla. Aunque disfrazada por
las construcciones posteriores, toda-
vía pueden verse varios torreones
medievales entre el caserío.
Los caminos jacobeos se convierten
en uno solo en Puente la Reina, po-
blación fundada en el siglo XII a la ve-
ra del Camino, allí donde la esposa de
Sancho el Mayor, en el siglo XI, man-
dó levantar un puente sobre el ya
caudaloso río Arga. La calle Mayor,
auténtica rúa de peregrinos, tiene la
misión de conducirnos hasta el mag-
nífico puente románico, al que se ac-
cede traspasando una puerta de mu-
ralla. De su fundación medieval dan
fe un ramillete de iglesias y conven-
tos, el puente —majestuoso en su re-
flejo sobre el río— y los restos de
murallas y torreones que aún asoman
a la carretera. Recomendamos enca-
recidamente hacer un alto y disfrutar
del ambiente de esta villa jacobea.
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Puente La Reina
La Comarca de Pamplona · Al sur de la Cuenca
Iglesia de Santiago en Puente la Reina
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29. 27
Folclore y tradiciones
Unas fiestas universales
Los Sanfermines
Son las fiestas patronales de Pamplona/Iruña, que se celebran del 6 al
14 de julio. Desde que Ernest Hemingway se enamoró de ellas y las
inmortalizó en 1926 en su libro “Fiesta” (The Sun Also Rises), a
Pamplona se la identifica con los Sanfermines en el mundo entero.
Aunque su origen es religioso —la
conmemoración de la fiesta de San
Fermín, el primer obispo de Pam-
plona que había sido bautizado jun-
to con su familia por San Saturni-
no—, su elemento más característi-
co es el famoso “encierro” de toros
que tiene lugar todos los días a las
8 de la mañana. Consiste en una ca-
rrera de unos 800 m en la que los
mozos corren delante de los asta-
dos que se van a lidiar ese día, des-
de los “corralillos” hasta la plaza de
Toros. El magnetismo que el acto
contiene lo hace difícilmente olvida-
ble para quien ha participado o sim-
plemente lo ha contemplado.
Por supuesto que los Sanfermines no se limitan al encierro: son nue-
ve días esperados todo el año por los pamplonicas de todas las eda-
des, en los que la norma es divertirse, bien siguiendo en todo o en par-
te el programa de festejos o bien montándose la fiesta según el propio
saber y entender.
El Chupinazo
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30. 28
Una tradición medieval
San Guillén y Santa Felicia
Sobre Obanos y Puente la Reina se halla la
ermita de Nuestra Señora de Arnotegui,
donde según la tradición se retiró del mun-
do el joven duque aquitano Guillén, arre-
pentido de haber matado a su hermana Fe-
licia, que había abandonado la vida munda-
na para dedicarse al cuidado de los peregri-
nos a Santiago en Labiano. Guillén llegó
también a ser santo y su cabeza recubierta
de plata se conserva en la ermita de Arno-
tegui. Aquí tiene lugar, el domingo siguien-
te al de Pascua, una hermosa y concurrida
romería en la que se bendice el vino pasán-
dolo por la cabeza-reliquia de San Guillén.
Con los episodios de
esta tradición se re-
memora cada dos
años en la plaza del
pueblo el misterio
de Obanos, declara-
do Fiesta de Interés
Turístico Nacional.
El programa oficial se vende en todos los quioscos de prensa y apa-
rece todos los días en la prensa local. Sus puntos fuertes, inaltera-
bles, son: el chupinazo que da comienzo a las fiestas el día 6; las Vís-
peras cantadas en la capilla del santo el mismo día; la procesión del
7; la procesión de la Octava, el 14; y, del 7 al 14, las dianas de gai-
teros y banda municipal de mú-
sica, los encierros y corridas, el
recorrido de la comparsa de gi-
gantes y kilikis, la salida de las
peñas de la plaza de Toros, y la
quema de fuegos artificiales a
la noche. Pero sobre todo, la
fiesta en la calle, mantenida por
bandas de música, grupos de
txistularis, fanfarres y “peñas”
o cuadrillas de mozos, que con
sus pancartas al viento bailan y
brincan sin cesar.
Folclore y Tradiciones
Comparsa de Gigantes
Procesión de San Fermín
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31. 29
El sabor
de la mesa
El cordero de la Cuenca
Aunque la gastronomía de Pamplona se enriquece con todos los
productos de Navarra, hemos elegido el cordero, por ser un
producto de la cocina tradicional, muy típico en los mercados de la
ciudad y en todos los restaurantes de Pamplona y su
comarca. No resulta difícil, andando por el campo,
tropezarse con rebaños de ovejas que aprovechan las
hierbas comunales de los distintos pueblos.
Hay muchas formas de comer el cordero, animal del
que se aprovecha todo, hasta la cabeza y las vísceras
—los riquísimos menudicos—. Suele comerse
guisado —el cordero al chilindrón y el campestre
calderete—, con verduras —la menestra de
cordero— y sobre todo asado, bien al horno (hay
costumbre de hacerlo en los hornos de las
panaderías) o a la brasa, si puede ser de sarmientos.
De todas las maneras es sabrosísimo, pero el calderete —un guiso
a base de cordero con patatas, pimientos, tomate y cebolla— y las
costillas al sarmiento son el plato típico de comidas y meriendas
de fiestas, romerías y excursiones campestres.
El relleno
Un embutido humilde, a
base de arroz, huevos, ce-
bolla, azafrán, sebo fresco
de cordero, tocino fresco
de cerdo y perejil. Se trata
de un plato popular toma-
do como aperitivo en comidas de mayor fundamento.
Cordero al chilindrón
Las verduras de la Magdalena
Las huertas de la capital —como las del barrio de la Magdalena— aprovechan las tierras generosas
nutridas por el pequeño río Arga para producir exquisitas verduras con las que preparar ensaladas y
platos ligeros que compensan la contundencia de los segundos platos de la Cuenca, a base de carnes de
cordero y vacuno, de caza… y de la tripicallería tan codiciada por los amantes de la mesa popular, sencilla
y de sabores verdaderos.
Los caramelos
de café con leche
Un dulce muy popular en Pamplona y
que conviene llevarse como recuerdo
laminero son los caramelos de café con
leche. Su consistencia hace que sean
duraderos en el paladar y de una exquisitez que
nos deja rotundamente satisfechos.
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32. Navarra muestra todo
su esplendor a lo
largo del año, con sus
cuatro estaciones intensas y diferenciadas. En pri-
mavera se muestra pletórica y nos invita al paseo y
a la contemplación del despertar de los verdes. En
verano manda el rojo de las fiestas y de San Fermín:
es tiempo de celebraciones y de amigos, de puertas
abiertas. El otoño viste sus tierras con todos los tonos
de ocres: se respira quietud. El invierno de Navarra
invita a pisar nieve virgen, a acercarse a una chimenea
y escuchar el silencio. Navarra es armonía de colores
en la naturaleza.
EL REYNO
DE LAS CUATRO
ESTACIONESEl Reyno de Navarra
es diverso, histórico,
natural. Es un lugar
tranquilo que merece
ser conocido a fondo. Los Pirineos, con sus bosques,
montañas y valles. La Cuenca de Pamplona, un lugar
de historia, tranquilidad… y fiesta. La Zona Media,
sus pueblos, castillos y monasterios. La Ribera, con
los característicos paisajes y huertas del Ebro. Des-
cubra Navarra; le caerá bien, querrá seguir conocién-
dola.
DESCUBRIR
NAVARRA
Navarra es la puerta
del Camino de San-
tiago, con Roncesva-
lles como hito his-
tórico, y es también cruce de caminos, que confluyen
en Puente la Reina para seguir en un único andar.
Pero existen en Navarra otras huellas de la historia,
como las antiguas vías romanas o la Cañada Real,
último vestigio de la trashumancia presente aún en
las Bardenas Reales. Caminos de tierra, de agua, de
hierro… Huellas de la historia que merecen ser
seguidas.
CAMINOS
DE LA HISTORIA
Navarra expresa sus
tradiciones desde la
música y la danza,
donde la popular jota
se alterna con bailes que vienen de antaño, como la
“makildantza”, el “zortziko”, la “ezpatadantza” y los
paloteados. Otras celebraciones, ligadas a la tradición
religiosa, nos invitan a romerías camino de ermitas
y santuarios, como las populares “javieradas” o el
Misterio de Obanos. Leyendas, folclore, historia viva,
tradiciones que se han mantenido en cada rincón
del viejo Reyno.
TIERRA
DE TRADICIONES
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33. “La Fiesta” de todas
las fiestas, los San-
fermines, han llevado
el nombre de Navarra
y de Pamplona a todos los rincones del mundo. Pero
durante todo el año, multitud de fiestas salpican la
geografía navarra: carnavales ancestrales, como los
de Lantz, Ituren o Zubieta, procesiones, toros y
deportes rurales comparten las calles y plazas. Porque
en Navarra las fiestas no son para mirar, son para
vivir.
AMBIENTE
DE FIESTA
La tradición no se
aparca aquí en los
museos; está en la
forma de ser de sus
gentes, en su modo de vivir, en la convivencia de sus
dos idiomas seculares, en el deporte rural y las
danzas, en la naturalidad y el desprendimiento con
que se afronta aquí la vida o la fiesta.
GENTE
AUTÉNTICA
En Navarra, como en
pocos lugares, se ha
sabido conservar la
tradición culinaria que
hace de la comida un acontecimiento social. Charlar
y compartir alrededor de una mesa sus sabores
auténticos, sus vinos, sus licores y postres caseros.
Los cocineros navarros y sus establecimientos, de
prestigio internacional, son sinónimo de calidad, de
variedad y de innovación.
EL REYNO DE LA
BUENA MESA
Navarra es una de las
comunidades autó-
nomas con mejores
indicadores de cali-
dad de vida de España.
La importancia de sus universidades, el reconocido
prestigio de su sistema hospitalario y el respeto por
el medio ambiente han convertido a Navarra en un
referente internacional.
DONDE SE ESTÁ
BIEN
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34. Oficinas de Turismo:
PAMPLONA
Avda. de Roncesvalles, 4 • 31002 PAMPLONA
tel. 848 420 420 • fax 848 424 630
oit.pamplona@navarra.es
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