Este poema ofrece consejos a una amiga angustiada sobre un amor no correspondido. Primero, le dice que no se arrepienta de haber amado aunque no haya sido valorado. Luego, le aconseja seguir sus deseos y no arrepentirse de nada siempre que sus intenciones sean para su propia felicidad. Finalmente, le dice que para saber lo que verdaderamente desea debe amarse a sí misma primero y dejar que su libertad decida.