1. POP 3
La expresión inglesa Post Office Protocol, que puede traducirse como Protocolo
de Oficina Postal y que suele mencionarse por sus siglas POP, se utiliza en el
ámbito de la informática. Se trata de un protocolo empleado por los clientes de
correo electrónico para recibir y descargar los mensajes que se encuentran
alojados en un servidor de tipo remoto.
POP3
Debido a que las dos primeras versiones del protocolo quedaron obsoletas con
el paso del tiempo, hoy se lo suele indicar simplemente como POP3. Gracias al
POP3, un usuario puede descargar el correo electrónico en su computadora
(ordenador) y leerlo más adelante, sin la necesidad de estar conectado a
Internet. Esta característica del protocolo era muy importante cuando la mayoría
de las conexiones se concretaban a través de la línea telefónica (dial up) y eran
lentas.
En concreto, dos son las características que definen al POP3 y que más se
alaban del mismo: que para revisar las cuentas de correo apuesta por hacer uso
de programas como Thunderbird y Outlook y que al pedir el email, el servidor
descarga toda la información en lo que es el disco duro que tiene el ordenador.
Lo habitual que, a través del POP3, la persona acceda a su correo y lo descargue
en su computadora, borrándolo de este modo del servidor. Otros protocolos,
como el IMAP, funcionan generalmente de manera distinta (almacenando los
mensajes en el servidor aún cuando ya hayan sido descargados). El POP3, de
todos modos, permite conservar los correos en el servidor remoto, aunque por
cuestiones técnicas resulta algo incómodo.
Tanto IMAP como POP3 son, por tanto, protocolos de Internet estándar para
correo electrónico que dan la posibilidad de disfrutar de ese servicio para poder
sacarle el mayor
partido posible:
-IMAP, en concreto y además de lo ya expuesto, se identifica porque permite
acceder a varios clientes a un mismo buzón. Eso permite además que se facilite
el acceso posterior a los mensajes del correo que estén disponibles en el
pertinente servidor mediante el correo web.
2. -Y POP3, por su parte, lo que hace es directamente descargar los mensajes y
luego eliminarlos del servidor.
Además de lo expuesto hay que decir que mientras que este último protocolo es
el que más se utiliza a nivel personal, el anterior, el IMAP, se convierte en el
preferido de las empresas. Y es que no sólo facilita la organización de los
mensajes sino también su consulta e incluso la realización de copias.
Es importante destacar que el POP3 sólo permite recibir los mensajes, y no
enviarlos. Cuando la persona desea enviar un correo, lo habitual es que el cliente
que elija apele al SMTP (Simple Mail Transfer Protocol). Esto quiere decir que,
al configurar una cuenta de correo electrónico en un cliente como Outlook
Express, por ejemplo, se le indicará al programa que utilice el POP3 para la
recepción de mensajes y el SMTP para el envío.
Es importante saber que la propuesta SMTP se convierte en una herramienta de
gran utilidad para poder mejorar la seguridad del servicio de correo electrónico
así como su eficacia y funcionalidad. En concreto, gracias a la misma se evita
que una cuenta pueda ser vulnerada y utilizada con fines “delictivos”.