1. Nuestra postura como equipo ante el caso que se expone en
la página 128 del libro de ética es que el caso de Rubén es
como el de muchos alcohólicos de todas partes. Comienzan
tomando con sus amigos, les agrada el estado en el que se
encuentran al tomar, se sienten más seguros consigo mismos
y llegan al punto que lo hacen diario y no pueden dejarlo.
Aparte de que no es algo sano que beban alcohol tan seguido,
es mucho peor conducir en estado de ebriedad, porque en
ese caso se abre la posibilidad de que hayan más afectados
en caso de un choque de autos. Tanto como pueden chocar
con otro vehículo, como que pueden atropellar a una persona
y ocasionar la muerte de otros y de él mismo.
En su caso, no hubo ningún tipo de accidente, pero el simple
hecho de que esté conduciendo en ese estado, ya es un
delito. Hicieron bien al llevarlo al Ministerio Público, ya que así
aprendió su lección y puede reflexionar al respecto.
El caso de su amigo Rodrigo fue mucho peor, ya que él murió
a causa de lo mismo que hizo Rubén. Eso lo hará reflexionar
aún más y el escuchar muchas historias con las consecuencias
del alcoholismo en el grupo de Alcohólicos Anónimos lo
ayudará a dejar este vicio.
Así que nuestra opinión es no se debe perdonar este acto y
haya o no habido un accidente, mientras se sorprenda a un
conductor ebrio, debe ser sancionado. Mientras las
autoridades no sean corruptas y hagan bien su trabajo,
muchas personas evitaran conducir en ese estado.
2. Fuentes:
- El Alcoholismo en la juventud de Robert
North y Richard Orange, editorial Pax
México, 1995
- Convivir con el alcoholismo de Eduardo Brik,
editorial Panamericana
- http://www.youtube.com/watch?v=nDd5rtovIDY