Boletin FIESTA II edicion enero 2016.

1. HECHO
Alcohol: Problema y Solución
Cada muerte o lesión ocasionada por un
conductor ebrio se puede prevenir.
Aunque la proporción de los choques
que están relacionados con el alcohol se
han reducido drásticamente, en las
últimas décadas todavía ocurren
demasiados que pueden ser prevenidos.
PROBLEMA
La probabilidad de ocasionar
un choque de tránsito es
mucho mayor cuando ingieres
alguna bebida alcohólica.
SOLUCIÓN
Está en tus manos
CONTENIDO
 Alcohol: Problema y solución
 ¿Cómo el alcohol afecta la
habilidad para conducir?
 El % límite para conducir
 ¿Quiénes mueren a causa de
conductores ebrios?
 ¿Quiénes conducen en estado
de embriaguez?
 FIESTA (Facilitadores,
Instructores En Seguridad,
Tránsito y Alcohol)
 ¿Has sido detenido
conduciendo bajo estado de
embriaguez?
 Consecuencias familiares y
sociales del alcoholismo
 Las Fiestas de la San Se’
 Los motociclistas y el alcohol
¿Cómo el alcohol afecta la
habilidad para conducir?
Después de beber, el cerebro funciona ineficientemente y
hace más lento el funcionamiento del sistema nervioso
central. El alcohol puede reducir la velocidad del tiempo de
reacción de 10% a 30% y reduce la posibilidad de realizar
dos o más tareas al mismo tiempo. Se reduce la capacidad de
ver objetos distantes y la visión nocturna se puede reducir
en un 25%, incrementándose a su vez la “visión doble” lo que
debilita la capacidad de percibir lo que está sucediendo en la
carretera. El alcohol también puede crear una asociación de
exceso de confianza, por lo que las personas están dispuestas
a asumir mayores riesgos.
En la mayoría de los casos los conductores ebrios
salen ilesos o en ciertas ocasiones obtienen lesiones
leves. En la minoría de los casos los que ocasionan el
choque son víctimas fatales. En la mayoría de los
casos quienes mueren son víctimas inocentes.
¿Quiénes mueren a causa de
Conductores ebrios?
El límite legal para conducir
Si tienes 21 años o más y eres intervenido con un contenido
de alcohol en la sangre de 0.08% o más serás arrestado.
Se prohíbe a toda persona entre 18 y 20 años de edad
conducir un vehículo de motor con una concentración de
alcohol en la sangre de 0.02%.
¿Quiénes conducen en estado de
embriaguez?
En Estados Unidos nueve de cada diez casos reportados por
la policía suelen ser hombres. El promedio de edad de estas
personas es de 27 años. En muy pocas ocasiones los que
practican ésta conducta de alto riesgo son mayores de 45
años.
Los choques de tránsito ocasionados por alcohol son
causados por conductores de todas la edades pero las
estadísticas más altas están representadas por hombres
entre las edades de 17 a 34 años, mayormente dentro del
grupo de edad de 20 a 24 años.
Enero 2016

2. ¿Has sido detenido conduciendo bajo
estado de embriaguez? …
Las consecuencias pueden ser graves…
Esto es lo que te puede suceder si eres detenido por
guiar borracho:
 Toda persona que conduzca un vehículo de
motor bajo estado de embriaguez incurrirá en
un delito menos grave.
 Se le expedirá una citación a una vista de
determinación de causa probable para su
arresto y no se le permitirá que continúe
conduciendo; se le requerirá que alguien le
brinde transportación hacia su hogar o se le
transportará hacia el cuartel más cercano
hasta tanto el nivel de alcohol en su sangre
sea menor del mínimo permito por ley.
 Si el nivel de alcohol es mayor de 0.08%
(mínimo permitido por ley) la persona será
sancionada de la siguiente forma:
- Una multa no menor de $300.00 ni menor de
$500.00
- Asistencia compulsoria a un programa de
orientación de la Administración de Servicios de
Salud Mental y Contra la Adicción.
- Posibilidad de suspensión de la licencia de
conducir por un término que no excederá de 30
días.
- Multa no menor de $500.00 ni mayor de $700.00
- Cárcel por un término de 15 a 30 días
- Multa y cárcel (ambas penas)
- Suspensión de licencia de conducir por un
término de 6 meses
- Multa no menor de $700.00 ni mayor de
$1,000.00
- Cárcel por un término no menor de 60 días ni
mayor de 6 meses
- Ambas penas (multa y cárcel)
- Suspensión de la licencia por dos años.
Los Facilitadores Instructores En Seguridad Tránsito y
Alcohol tenemos la responsabilidad de llevar el mensaje
de prevención de alcohol en las carreteras a través de
charlas, juegos, boletines y campañas dinámicas, tanto en
nuestro Recinto, así como dirigidos a la población en
general. Lo anterior también nos ayuda a romper con una
serie de mitos que son parte de nuestro diálogo cotidiano.
Algunos de los mitos que muchas veces escuchamos son:
 Mito: El café, una ducha fría o tomarse un vaso de
leche pueden poner sobria a una persona que ha
tomado demasiado.
Realidad: SOLO EL TIEMPO AYUDA A
CONSEGUIR LA SOBRIEDAD
 Mito: Disfrazar el aliento con chicles, mentas,
papel o monedas ayuda a dar negativo en la
prueba de alcohol.
Realidad: Los instrumentos utilizados en las
pruebas de aliento siempre leen el contenido
real de alcohol en la persona y solamente leen
Alcohol Etílico.
 Mito: La mezcla de diferentes tragos hace que
uno se embriague más rápido.
Realidad: Lo que importa es la cantidad y
velocidad con que se ingiere el alcohol.
 Mito: El alcohol ingerido se elimina a través de la
orina y el sudor.
Realidad: Sólo un porcentaje muy pequeño
(10%) se elimina de esta manera, el resto es
metabolizado por el hígado y convertido en
azúcar.
Cabe destacar que estos mitos y realidades son parte de
nuestra presentación “El alcohol y la gasolina no mezclan”,
la cual brindamos de manera gratuita a escuelas. La
misma es ofrecida por el equipo de estudiantes de FIESTA
II y/o nuestra Auxiliar de Investigación Joeidy L. Flores.
De estar interesado en una de estas charlas puede
comunicarse a fiestaupr@gmail.com o al 787-764-0000,
ext. 2510, 86325 ó 86320. Además nos puede visitar en
nuestra oficina en el segundo piso del Departamento de
Servicios Médicos. Se parte de nuestro equipo y ayúdanos
a llevar nuestro mensaje. Recuerda, ¡Si vas a beber, pasa
la llave!
Valerie Rivera Maldonado
1ra
vez
2da
vez
3ra
vez

3. Marielis Méndez Lozada
El alcoholismo como adicción al consumo de bebidas alcohólicas tiene graves
consecuencias en la salud y en el comportamiento de las personas. Esto se debe a que
el alcohol afecta a nuestra salud, tanto físicamente como psicológicamente, generando
de manera secundaria muchos problemas sociales y familiares.
En este sentido, uno de los síntomas del alcoholismo es el aumento de la hostilidad y la
agresividad. La persona alcohólica cada vez es menos tolerante y menos paciente ante
los estímulos del exterior reaccionando de manera hostíl en situaciones que no puede
controlar. El riesgo de ser una persona violenta aumenta muchísimo debido a estos
factores, generando que la vida social y familiar del enfermo o la enferma se vaya
reduciendo y se convierta en una persona tóxica para las relaciones interpersonales.
Por un lado, las consecuencias sociales del alcoholismo son sumamente importantes
para entender su adicción. Su vida social comienza a girar en torno al consumo de
alcohol. La mayoría de las veces empiezan a necesitar alcohol para socializar o entablar
nuevas relaciones. Además, se utiliza el consumo de alcohol como excusa para
encontrarse con los amigos y amigas de manera que se genera una dependencia para
relacionarse con el exterior. Todo esto se ve agravado por los problemas psicológicos
y de autoestima que genera el alcoholismo.
Por otro lado, las consecuencias del alcoholismo en el entorno familiar también son
muy relevantes. Mientras la familia ve cómo se va degradando la salud y la vida social
de la persona alcohólica, él o ella no son capaces de aceptar que tienen un problema
hasta que llegan a una situación extrema. Los familiares más cercanos puedes pasar
por procesos en los que culpabilizan del enfermo llegando incluso a abandonarlo y
cortar los nexos familiares. Esta es la peor opción si lo que buscamos es que ese familiar
se recupere de la enfermedad que padece.
El entorno social y familiar es el apoyo más importante que tiene una persona adicta
al alcohol y en la mayoría de los casos son la clave para la curación. Es por ello que
nunca es recomendable abandonar al alcohólico o culpabilizarlo por su enfermedad.
Erika Lebrón Laureano
** Estadísticas cortesía de la CST

4. Hace 39 años atrás, el párroco de la
Iglesia de San José, el sacerdote
Madrazo, decidió recoger
donativos para la conservación de
su iglesia con una procesión por la
calle San Sebastián. Esta era una
actividad era de carácter religioso y
veneraba la vida de un hombre que
fue castigado por el régimen
romano por declararse cristiano.
Por quince años el sacerdote
Madrazo organizó este evento,
añadiéndole los cabezudos, según
la tradición española. Los
cabezudos representaban a la reina
Isabel y al rey Fernando. El
sacerdote le pide a don Ricardo
Alegría que no deje morir ésta
tradición, este le encomienda a los
vecinos de la calle San Sebastián la
organización de esta celebración.
Y como los años pasan y la sociedad
evoluciona, cuando esta procesión
cambia de mando, su carácter
religioso varía y se convierte poco a
poco en el encuentro cultural más
importante del año. En él se
manifiestan aspectos de la cultura
puertorriqueña como la música, el
baile, el arte, la literatura, las
artesanías, la gastronomía, además
de la alegría y recreación que
caracterizan a estas festividades.
En estas pasadas Fiestas de la Calle
San Sebastián la municipalidad del
pueblo de San Juan reportó una
cantidad de 700,000 personas en
los cuatro días de celebración. Para
este evento cultural se contó con
transportación colectiva, en unas
165 guaguas que el Municipio
alquiló. El hecho de utilizar la
transportación colectiva es un gran
avance y excelente alternativa ya
que esta festividad ha cambiado su
carácter religioso por uno de fiesta
y “jangueo” en la cual la juventud
consume altas cantidades de
alcohol desmedidamente; el
utilizar transportación colectiva
evita que estas personas
conduzcan bajo los efectos del
alcohol, es como tener un
conductor designado. Esto no quita
que ocurran incidentes de jóvenes
intoxicados, como ocurrió en la
festividad. Según el periódico El
Nuevo Día se reportaron 12 casos
de menores intoxicados por
alcohol, los cuales estaban entre 14
y 17 años.
Esta situación es de mucha
preocupación para nosotros como
proyecto FIESTA, ya que somos
estudiantes instructores en
seguridad del tránsito y alcohol, y
llevamos el mensaje de prevención
junto a la Comisión para la
Seguridad en el Tránsito, los cuales
se dieron cita en la estación del TU
de Sagrado Corazón para exhortar
a los usuarios de transporte
colectivo a pasar la llave y llevar
siempre un conductor designado.
Ahora bien, surge esta
preocupación porque aunque estos
eran menores de edad y quizás no
conducen un vehículo de motor
aún, es lamentable ver como ya
desde una edad temprana estos
están consumiendo altas
cantidades de alcohol. Sabemos
que el alcohol es considerado una
droga, donde sus efectos a nuestro
organismo podrían ser mortales.
Esta situación nos lleva a
reflexionar y reforzar nuestra labor
como educadores pares en las
escuelas con nuestras charlas de
prevención, ya que son
adolescentes quienes se están
convirtiendo en noticias de
primera plana por causa del
alcohol.
Kaira Sáez Pizarro
Los motociclistas y el alcohol
Muchos ignoramos el hecho de que los motociclistas del país forman parte
de las diversas reglamentaciones que tiene el gobierno hacia el uso de las vías
públicas de Puerto Rico. Por tanto, los motociclistas, no están exentos de las
disposiciones de la Ley 22 de Puerto Rico. Esto implica, que de igual forma ningún
motociclista puede conducir su vehículo de motor bajo los efectos del alcohol, pero
la realidad es distinta, ya que según la Comisión para la Seguridad en el Transito
(CST) casi la mitad de los choques en motocicletas están relacionado con el consumo
de bebidas embriagantes.
Ante la crisis económica, los ciudadanos están optando por comprarse
motocicletas en vez de carros, por sus altos precios, causando un crecimiento masivo
de este medio de transporte. Por lo tanto, tenemos que educar y concientizar de igual
forma a los motociclistas sobre las regularizaciones y responsabilidades que tienen
ante la Ley 22 y seguir abogando por la seguridad en nuestras carreras.
Randy Tejada Duarte