2. DEFINICIÓN
La fe (del latín fides) es
la seguridad o confianza en
una persona, cosa, deidad,
opinión, doctrinas o
enseñanzas de
una religión. También puede
definirse como
la creencia que no está
sustentada
en pruebas, además de la
seguridad producto en algún
grado de una promesa.
3. ¿Qué es la fe?
El mundo de hoy muchas veces cuestiona a las personas que tienen fe. Se les
considera ingenuas, ilógicas, supersticiosas. Parecería que para tantos hombres y
mujeres de nuestro tiempo resulta difícil creer en algo o alguien sin poder verlo
con los propios ojos y tocarlo con las propias manos.
Creer y confiar en la palabra de otra persona es, sin embargo, algo natural y
cotidiano; ni siquiera el más convencido ateo podría considerarse un incrédulo
absoluto, pues cada vez que adquiere un producto o un alimento confía en las
personas que lo han elaborado. Tal vez no creerá en Dios, pero en lo cotidiano
"creerá" en muchísimas cosas y personas sin estar constantemente analizando las
razones para hacerlo. Por ejemplo, cuantas veces creemos, sin cuestionar, lo que
dicen los noticieros, las películas o los diarios. Más aún, le creemos a las personas
que amamos, o a quienes les reconocemos cierta autoridad, sin tener que estar
verificando constantemente lo que nos dicen. Sería realmente imposible vivir si
dudásemos de todo lo que se nos dice hasta que sea demostrado. El mundo, es un
sentido, se paralizaría.
4. FE: DON DE DIOS Y ACTO HUMANO
La disposición natural de las
personas para creer y confiar
encuentra una seguridad y una
certeza muy grande en la
virtud teologal de la fe, porque
es confiar en Dios, quien nunca
nos falla ni nos abandona, que
ni se engaña ni nos puede
engañar.
6. Cruzar el umbral de la puerta de la fe, sin embargo, no basta.
Como hemos visto, el don de la fe implica una respuesta continua
para cultivar ese don, ya que sin la fe no crece, se va enfriando y
va desapareciendo. La fe, como señala San Agustín, «se fortalece
creyendo». La vida de oración, recurrir a los sacramentos como
son la Confesión y la Eucaristía, estudiar los contenidos de la fe
con el Catecismo, acudir a sacerdotes y personas con experiencia,
visitar iglesias y santuarios, son medios a nuestro alcance para
caminar y crecer en vida de fe. Pero por encima de todo ello
necesitamos pedir al Señor el don de la fe, que nos ayude a
fortalecerla y acrecentarla.
Una de las grandes riquezas y ayudas de la fe cristiana es que
caminamos juntos como una sola familia. Ningún crisitano avanza
solo por el sendero de la fe. Como miembros de la Iglesia, nos
apoyamos unos a otros y recibimos de Ella las gracias y auxilios
que necesitamos "hasta que lleguemos todos a la unidad de la fe y
del conocimiento pleno del Hijo de Dios, al estado de hombre
perfecto, a la madurez de la plenitud de Cristo (Ef 4,13). Juntos
nos vamos perfeccionando. Por eso cuando decimos "creo" estamos
diciendo al mismo tiempo "creemos".
7. Fe en Dios
Uno de los trabajos principales
de Dios es crear personas. Él
las hace para reemplazar a las
que mueren, para que hayan
suficientes personas para
cuidar de las cosas en la
tierra. Él no hace adultos, sólo
bebés. Yo pienso que es
porque son más pequeños y
más fáciles de hacer. De esta
manera no tiene que perder
Su valioso tiempo
enseñándoles a hablar y a
caminar. Les puede dejar eso
a las madres y a los padres.
8. No se vive sin la fe. La fe es el
conocimiento del significado
de la vida humana. La fe es la
fuerza de la vida. Si el
hombre vive es porque cree
en algo.