En la parábola del sembrador está el sembrador, la semilla y el terreno, y el sembrador coloca la buena semilla, pero depende del terreno si es bueno o no para dar fruto, por eso es la necesidad de enfocarnos en limpiar el terreno para que sea bueno y así poder dar fruto en abundancia.
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1. Jesús Nueva Alianza
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Enfocándonos en
preparar la tierra
09 de diciembre del 2023
Marcos 4:20 Y estos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyen la palabra y la
reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta, y a ciento por uno.
En la parábola del sembrador se mencionan diferentes cosas, pero podríamos indicar tres muy
relevantes, el sembrador, la semilla y la tierra, pero el énfasis que está indicando Jesús no es
tanto en el sembrador o en la semilla, sino en la tierra.
Porque en todos los casos se indica que el
sembrador deja caer la semilla, pero que depende
del tipo de tierra en la que cae, será el indicativo de
dar o no dar fruto.
Entonces, si queremos dar fruto, debemos preparar
la tierra, es decir, preparar nuestro corazón para
recibir la palabra.
Y en la parábola nos enseña que el sembrador sale a
sembrar, es decir, que el sembrador está activo, por
eso dice la escritura que Dios habiendo hablado
(palabra) de muchas formas y de muchas maneras,
y que la semilla es la palabra de Dios.
Hebreos 1:1 Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los
padres por los profetas,
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Por lo tanto, Dios, siendo el sembrador de la buena semilla, siempre está buscando sembrar,
porque el que siembra con abundancia, con abundancia segará, y también Dios busca que nos
preparemos para que esta semilla colocada en nosotros dé fruto.
2 Corintios 9:6 LBLA Pero esto digo: Él que siembra escasamente, escasamente también
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segará; y el que siembra abundantemente, abundantemente también segará.
Sabiendo esto el enemigo, sabe que es necesario estropear la tierra, nuestro corazón, para que
cuando venga el sembrador con la buena semilla, no demos fruto.
Por esta razón debemos velar y orar, limpiar nuestro corazón, sabiendo que el sembrador vendrá
a sembrar, y si tenemos un corazón preparado, entonces tendremos buena tierra y podremos
dar fruto.
Mateo 26:41 Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está
dispuesto, pero la carne es débil.
Y en la escritura podemos ver como Dios nos da un ejemplo, sobre esto, ya que Dios, sabiendo
que hay que preparar el terreno, envío a Juan el bautista, antes que a Jesús, porque Juan el
bautista se iba a encargar de limpiar el terreno, para que cuando Jesús viniera, es decir, cuando
el sembrador Jesús viniera a sembrar la palabra, tuviera un terreno limpio, una buena tierra para
que diera fruto.
Lucas 1:17 E irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones
de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un
pueblo bien dispuesto.
Entendiendo esto, debemos dedicarnos a Dios a través de la oración y el ministerio de la
palabra, para preparar nuestro corazón, ya que la oración y la palabra santifican, sabiendo que el
sembrador vendrá a sembrar.
1 Timoteo 4:5 porque por la palabra de Dios y por la oración es santificado.
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La Biblia de las Américas