2. Explicaré una manera en la cual podríamos
realmente generar un cambio, pues de
acuerdo a lo que he escuchado de las
personas, la mayoría está en desacuerdo
con los candidatos y ninguno les parece
favorable. Mejor conocido como el
derecho al voto nulo.
Exhibo mi descontento con las campañas
políticas y su publicidad que en verdad
generan contaminación visual, lo cual es
perturbador y molesto a mí parecer.
3. Ha iniciado la época electoral al 100 por
ciento, ha iniciado la danza de millones
destinado a buscar el voto del
electorado cada vez más exigente, sin
embargo pocos son los candidatos que
cuentan con propuestas reales y
verdaderas, pocos son los que
realmente están comprometidos, esos
pocos son los que van a llegar a un lugar
en el Congreso de la Unión.
4. Existían 2 candidatos fuertes; Enrique Peña
Nieto que mantenía una costosa campaña de
imagen en los medios y Manlio Fabio Beltrones,
coordinador parlamentario del PRI en el
senado y jefe real del PRI. Por lo cual dentro de
este partido el candidato es Enrique Peña
Nieto, al final aquella campaña sí le funcionó.
PRD. Aquí la lista era más amplia y se constituía
por Marcelo Ebrard, López Obrador (que
nadie imaginó que volviera a ocurrir), Lazara
Cárdenas Batel y Jesús Ortega. Y el ganador
fue López Obrador, “aunque usted no lo
crea”.
5. No obstante, la propaganda electoral
que se hace en México es un “mal
necesario”. Mal, porque genera un
daño irreversible para el medio
ambiente, pero necesario porque
permite a políticos posicionarse ante el
ciudadano.
6. No importa por quien, hay que votar. Como
dijera el gobernador del estado en donde he
habitado la mayoría de mis años, Tlaxcala,
Mariano González Zarur nos encaminamos a la
madre de las elecciones de este año, y los
indecisos serán pieza clave para inclinar la
balanza de un lado o de otro en la contienda
electoral en la medida en que ejerzan su
derecho a votar y no engrosen el porcentaje
de los abstencionistas. La forma de atraerlos es
parte de la operación política de los partidos.
Como dijera el dicho: ¡Quien tenga más saliva,
que trague más pinole!