Los recién nacidos reciben anticuerpos de su madre a través de la leche materna en las primeras horas y deben ser alimentados si son rechazados. Más adelante, se les da vacunas cada seis semanas durante tres meses y dosis de refuerzo cada seis meses. El destete es crucial y los corderos necesitan agua limpia, heno, grano y hierba para alimentarse.