Este poema celebra la belleza y la cultura de la región española de La Mancha. Describe sus paisajes, tradiciones, comidas típicas como las morcillas y quesos, y recuerda personajes literarios como Don Quijote y Sancho Panza. El poeta expresa su deseo de cantar sobre las maravillas de esta tierra ancha y sus viñedos que producen un aroma tan rico como las rosas.