1. SEVEN.7.
Sophie, existen 7 puertas…Las cuales tendrás que pasar para poder llegar a tu
mente…Todo lo que piensas estará ahí sea real o irreal…Explicable o
inexplicable…Solo tienes que aceptar el reto y ellos te estarán esperando, por
favor, no los defraudes. Pero no te ilusiones, cariño. Para pasar estas puertas
todos tus sentidos deben estar funcionando cada uno dando lo mejor de sí mismo.
Una recomendación: Las segundas oportunidades no existen aquí…esto no es un
simple sueño, querida… Lo siento pero tú decides…
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Me desperté intrigada por mi sueño poco cuerdo aunque no me sorprende ya que
la locura es parte de mí también. Me senté mientras lentamente parpadeaba para
aclarar mi vista y en frente mío se encontraba una elegante puerta de madera.
En mi lado un sobre el cual abrí, y decía: “Para aceptar el reto solo tienes que
tocar la perilla”. Debe ser un sueño más…Un sueño absurdo el cual me ilusionara
y me hará sentir como si estuviera en la realidad.
Me pare y empecé a caminar en dirección a donde se encontraba aquella cosa de
madera. Cuando di el séptimo paso toque la perilla y al instante hubo un terrible
viento de arena; cubrí mi cabeza con mis manos y pegue mis rodillas a mi pecho
de manera protectora.
El viento paro e inconscientemente fui quitando las manos despacio de mi cara y
abrí mis ojos de golpe.
Estaba en un desierto, genial.
Di media vuelta para encontrarme con la puerta nuevamente…Esta estaba a unos
cuantos metros de mí y al frente de ella se encontraba un guerrero de madera. A
mi lado apareció una mochila, fui deslizando el cierre para ver lo que
contenía….Una nota… La cogí y suspire, esta decía: “¡Me encantas! ¡No sabes lo
feliz que estoy de tenerte en el reto!…Te estarás preguntando: ¿Cómo podre
pasar a la siguiente puerta?... Imagínate como podrías pasar y de esta mochila
saldrá lo que has imaginado... ¡Por favor piensa bien, princesa! ¡Quiero que sigas
conmigo hasta el final!”
-Odio que me digan princesa-rodé mis ojos.
Antes de que tirara la nota revise por el otro lado: “No ruedes los ojos, princesa”.
Tire la nota y rodé mis ojos de nuevo.
2. Mire al guerrero de madera… ¡Exacto! ¡Madera! mi subconsciente grito.
Madera + Termitas = No más madera.
Metí mi mano en la mochila y ahí se encontraba un envase de vidrio con termitas.
Esto me empezó a gustar.
Salí corriendo hasta la cosa de madera y le tire todos aquellos insectos. El
empezó a moverse y sacudirse dejándome el paso libre para llegar a la puerta.
La abrí, entre y la cerré.
Quise devolverme cuando vi dos escorpiones gigantes y venenosos impidiendo
pasar la segunda. Me llene de valor y me quede quieta sin miedo a aquellos dos
monstruos. Después de unos minutos en mi rostro se formó una sonrisa, eso
significaba que ya estaba lista.
Saque de la mochila lo que había imaginado, me puse la máscara y les tire la
bomba. Ellos empezaron a tambalearse y la tierra a temblar… La normalidad
volvió cuando estos dos cayeron.
Caminé a la tercera.
Oh no…Retrocedí cuando mis ojos visualizaron a la bestia que estaba
bloqueándome la entrada a la cuarta. Y no hablo justamente de tu mamá
enojada….Trague en seco y empecé a pensar, después de unos 5 minutos, ¡se
me ocurrió!
Abrí la mochila y me sorprendí cuando no vi nada en ella. La gire boca abajo y la
empecé a sacudir. Cayó un pequeño punto negro y junto a él una linterna, la cogí.
El punto empezó a volverse más y más grande. Vi que era profundo así que
agarre mi mochila y me tire en él, caí en tierra; con corazón en mano prendí la
linterna ya que todo estaba oscuro y por si no están enterados ¡odio la oscuridad!
Pero este no era momento para sentir temor así que seguí caminando por el túnel.
Cuando vi la luz del sol me apresure y salí del túnel, ya había llegado al otro lado.
Me sacudí mi ropa quitándome toda la arena. Mis ojos se dirigieron a adelante y la
cuarta puerta estaba sola sin nada ni nadie. Sabía que algo ocultaba esta soledad.
Así que me quede en mi posición y empecé a buscar notas del anónimo. Aquí
esta: “¡Que inteligente eres, princesa! Una música te adormecerá y caerás en un
sueño infinito. No funcionara taparte tus oídos ya que seguirás escuchando la
melodía…Por favor no desperdicies tu imaginación. Sé que odias que te digan
<<princesa>> pero yo lo amo…Así que… ¡Cuídate, princesa!”
-Cada vez te odio más…-gruñí y rodé mis ojos.
3. Me quede pensando unos 10 minutos, no podía haber ningún fallo en mi plan. ¡Ya
lo tengo! Saque una pequeña esfera de mi mochila la puse en el piso y esta creció
un poco más grande que yo…Había una pequeña puerta por la cual entre, agarre
mi morral y saque una máscara de oxígeno la cual coloque en mi cara. Cerré la
puerta y empecé a rodar. Una persona cuerda y aburrida estaría asustada e iría
lento…Pero como no estoy cuerda empecé a rodar rápido y a reírme, me gustaba
la forma divertida de hacer esto. Golpee la puerta unas 7 veces y esta se abrió.
¡Wow! Fue lo primero que dije al ver “El árbol gigante con ramas puntiagudas e
indestructible”… O eso era lo que decía el cartel adherido a él.
Me demore unos 15 minutos pensando en una manera de no morir. ¡Ya la tengo!
De mi bolso saque el teletransportador lo puse a funcionar y en unos segundos me
encontraba en la sexta.
No había nada.
Agarre el papel blanco y leí: “¡Es invisible, princesa! Y cuando abras encontraras
un hermoso agujero negro. Por favor piensa bien. Me encariñe contigo.”
Después de media hora empecé a tirar pintura poco a poco hasta que se quedó
pegada a algo. ¡La encontré! Saque la granada y abrí la puerta quede impactada
pero tire aquella cosa y el agujero negro se autodestruyo.
Le séptima, por fin.
En esta un rebaño de cabras riéndose a carcajadas me esperaba. Su risa era tan
contagiosa que no pude evitar la mía…Mire las situación y aquellas cabras me
impedían el paso…
Y en el piso se encontraba una letra cursiva que me informaba: “Si quieres pasar
estas tienes que hacer llorar”
No tuve que sacar nada de mi mochila. Simplemente conté chistes y estas no
pudieron más y conmigo lloraron de la risa. Me dejaron el paso libre.
Mi mano tembló hasta que llego a la perilla…Lo había logrado…Gire a la derecha
y empuje despacio.
Absolutamente todos mis pensamientos y sueños se encontraban ahí…Entendí
que esto no era un “simple sueño”…El papel blanco estaba bajo mis pies:” ¡Oh, no
sabes cómo me siento de que hayas podido pasar todas las pruebas, princesa!
4. Como recompensa puedes llevarte una cosa de ahí. ¡UNA! Obviamente si quieres
regresar a tu hogar porque si no…Puedes quedarte aquí conmigo no me
molestaría…”
¡Esta es la parte más difícil! Elegir una cosa entre tus sueños y pensamientos…
-¡Me llevo mi varita mágica!-grite como niña de 4 años.
-¿De verdad? ¡Estás loca, princesa!-se escuchó la voz de anónimo.
-Pero no es cualquier varita mágica, es la que he imaginado toda mi vida no tiene
límites ni restricciones, desconoce la muerte y lo imposible… ¡Ah! y es
indestructible-dije orgullosa de la capacidad de mi mente.
-¡Eres muy aburrida! ¡Deberías llevarme a mí, princesa!... ¿No me extrañaras?-dijo
anónimo y mi respuesta fue rodar mis ojos.
Cogí mi varita mágica y todo se oscureció… Aparecí en mi cuarto con mi varita en
mano…Y como de costumbre estaba el pedazo de papel a mi lado: “¡Te extrañare,
princesa!..¿Pero quién dijo que no te volveré a ver?”
CONTINUARA…
-Sofía Sánchez Saldarriaga