1. EL MISTERIO DE LAS 7 PUERTAS
Era un día completamente normal que ya había terminado, entonces decidí irme a dormir.
Cansada y totalmente agotada, caí repentinamente en un sueño profundo. Horas después me
levanté satisfecha porque sentía que había descansado y dormido como nunca; al sentarme sentí
un resplandor muy fuerte en mis ojos obligándome a abrirlos con dificultad.
Me sentíaextrañay a la vezcuriosa porsaber dónde me encontraba.Me puse de pie muyrápidoy
al observarme encontrabarodeadade muchaarenayunsol intensoapuntandoamisojos;asustada
y creyendo que era una broma de mis pesados hermanos, grité muy fuerte y dije: -“¡Llévenme a
casa, no estoypara sus bromas hoy!”.Nadie respondióami llamadoentoncesme asusté aúnmás,
viendoenloque pasabaempecé a caminarhacia todoslados,hice estodurante aproximadamente
20 minutos y después de un rato me cansé y dije: -“Creo que mejor espero, de algún modo me
deben ayudar”, al pensar me senté y miré a mi alrededor deseando tener algo con que
comunicarme, entonces me puse a observar y me di cuenta de que no había detalladotodo como
debía, sentí un vacío y suspiré porque no me lo creía, pues según recordaba lo que había visto en
algúnmomentoenTV estabaeneldesierto.Instantáneamente laúnicareacciónque tuvefuellorar,
puesme encontrabaenunlugarcompletamentedesconocidoparamí;lloré durante untiempoque
para mí parecían horas totalmente inusuales y pasajeras.
Sentía que todo se desvanecía ante mí, el sol se ocultaba, el ambiente se ponía más frío y yo me
encontrabamuytensayempezabaapensar que yanose tratabade unabroma,sinode algomucho
más serio.Me sentía inútil,solae incapazde haceralgo,entoncesunpoco desconcertadadebidoa
lo me estabaocurriendolloré con más fuerza y me recosté en la fría arena; el fresco vientomovía
miscabellosde unladoaotroyenunafracciónde segundome quedédormidaynosupe nadamás.
Estando recostadasentí algo que parecían dedospor todo mi cuerpoy algo que me movilizabade
unladoaotro,despuésde unratocaíenalgomuyincómodoydecidiendoabrirlosojosmedi cuenta
de que me encontraba tirada en un montón de piedras irregulares que me causaban un poco de
dolor, miré a mi alrededor y pequeños seres con orejas grandes, cuatro dedos encada una de sus
extrañas manos, narices ganchudas y ojos grandes; vi que se alejaban dejándome en presencia de
un serque parecía un diospor sushermososvestidos,lasjoyasque llevabapuestayel presuntuoso
trono en el que estaba sentado. Lo miré desconcertada y un poco asustada y él me devolvió una
amable sonrisa que mostraba comprensión; no quise decir y tampoco preguntar nada y esperé a
que de subocabienesculpidasalieraalgunapalabraque mepudieraexplicarloqueestaba pasando;
porel contrarioloúnicoque dijofue: -¿Te hanlastimadomiselfos?,pensandoendecirleque estaba
un poco adolorida negué con mi cabeza y este sonrió.
Hizoun gestoparaque me sentaraa suladoy para mi impresiónme hizounlugarensumajestuoso
trono,honradaya la vezinsegurame puse de pieyme dirigíhacíaél sentándomeasulado.Susurró
unas palabras en mi oído dándome un par de opciones, sin pensarlo escogí la segunda.
Aquel serunpocodecepcionadome entregóunabolsa,se pusode pie yél mismose hizopasopara
abrir una gigantescapuertapara que yo saliera;se despidióconunaamarga sonrisaen su rostro y
diciéndome adiós sin ninguna esperanza cerró aquella puerta y desapareció de mi vista. Me
2. encontrabanuevamente enel desierto,solaya la deriva,perosegúnlas instruccionesque me dio
aquel ser tenía una idea de que hacer.
Me diodosopciones.Laprimeraylaque noté que queríaque fuese mi decisiónfue queme quedara
con él y fuese su esposa por la eternidad y a cambio tendría todo lo que él como dios me podía
ofrecer; la segunda y claramente la opción que escogí, fue que tendría la oportunidad de volver a
casa con la condición de enfrentarme a unas pruebas, rápidamente me explicó de que se trataba,
me entregó la bolsa y me marché.
Me colgué la bolsaenel cuellopasándolapormi hombroizquierdoyemprendími viaje.Cansaday
sedienta después de caminar horas y horas según me parecía, a lo lejos vi un destello y decidí ir
hacia el lugar donde se reflejaba.
Para mi sorpresa era un gigantesco grupo de termitas, entonces me eché a correr y ellas me
siguieronmuyrápido.Asustadaymuyagitadade lejosvi algogigantede madera yacercándome un
poco más –aun corriendo- me di cuentaque era una puerta;recordandomi misiónseguícorriendo
enaquelladirecciónpero,algomuchomásgrande que la puertase interpusoenmi camino,eraun
gigante horrorosoytotalmentedesnudo.Enlaparte inferiorde suabdomenteníatrespalabrasque
parecían talladas a fuego y decía: Astuto, hábil y rápido – Dentro de mi pensé: -y además feo; -
inmediatamente pensé que aquellas debían ser sus habilidades, fue ahí cuando el temor me
gobernó por completo. Recordandoque las termitas aún me seguían me asusté mucho más, pero
entonces se me ocurrió la idea de guiar a las termitas hacía aquel gigante y la puerta.
Convencida de que podría llegar a funcionar corrí desenfrenadamente mirando la puerta y el
gigante;estandojustoen frente del gigante este me hizo un gestode desprecioe imposiciónysin
pensarlo pasé por debajo de sus enormespiernasdejando atrás una parte de las termitas que no
habían logrado pasar por las piernas del gigante; continué corriendo y volteé un poco la mirada
hacia atrás observando que al parecer el gigante ya se había olvidado de mí, porque hacía
movimientos muy graciosostratando de evitar las termitas que no habían logrado pasar entre sus
piernas, recordando que una multitud de estas todavía me perseguía, me apresuré a correr más y
avancé hacia lapuerta,al estarjustoenfrente estiré mi brazoyempujé lapuertahaciéndome pasa
lo más rápido posible para que las termitas que estaban a tan solo unos metros atrás de mi o
lograran pasar, entré con rapidez y cerré justo a tiempo para que ninguna de esta lograra entrar.
Por unmomentome alegré de mi suerte,peroinmediatamente aquellaemocióndesapareció,pues
frente a mí vi a dos gigantescos escorpiones grandes y con caparazones aparentemente duros e
indestructibles,justoahíme di cuentade que eranmuyastutos,yaque losdos corrían hacia mí con
gran agilidadcuandotansoloestábamosaunkilómetrode distancia,entoncesme preocupé ytraté
de encontrar unasoluciónlosmásrápido posible;loúnicoque pasópor mi mente fue esconderme
debajo de la tierra, rápidamente escavé y me introduje en la tierra dejando fuera mi parte de mi
rostro para respirar y ver a las escorpiones. Levanté un poco la vista y los observé claramente
confundidos en un solo lugar, por un momento me tranquilicé y esta tranquilidad que hacía una
horas no había sentido desapareció al escuchar las enormes patas de los escorpiones penetrando
enlaarena;estabaperdidatansolohabíalogradollegarhastalasegundapuertae ibaaserdevorada
porunpar de gigantescosescorpiones,cerré losojosyde unmomentoaotrodejaronde escucharse
losaquellosestruendososruidos,al alzarla vistauna vez más vi que los escorpionesyanoestaban
y fue justo en ese momento cuando recordé que mi mejor amigo me había regalado un reloj de
3. hipnosis que siempre llevaba en mi bolsillo ya que esta me gustaba mucho, inmediatamente lo
saqué de este y traté de recordar la hipnosis para personas que había estado ensayandosemanas
atrás y que solo había funcionado tres veces de la infinidad que lo había intentado, la recordé y
totalmente insegura de si funcionaría o no en los escorpiones, salí de la arena con cuidado y
percatándome de que la bolsaque me había regaladoaquel sertodavía estuvieraconmigo.Salíde
la arenay recogiendounpocode esperanzame dirigíhacia losescorpionesque se encontrabanen
la puerta vigilando suspicazmente y encontrándome a tan solo unos 30 de metros de distancia
alargué mi manoy puse mi reloj enfrente de ellose inmediatamente dije lahipnosis,vi comoestos
se acercaban a mí y de un momentoa otro se quedaronparalizadosante mí, entoncescomprendí
que había funcionado.Recordandoque debíadecirlesque hacerleshablé firmemente ylesordené
que se quedaranenese lugar quietosyque no se movieranhastaque yo se los ordenase,al versu
reacción que obviamente fue de obediencia salí corriendo hacia la puerta que parecía ser normal,
al llegar a ella alargué mi brazo y giré la perilla para entrar y dejando atrás la segunda puerta.