2. Vosotros, pues, sed perfectos como es
perfecto vuestro Padre del Cielo.
Mateo 5, 48
Jesucristo
3. “He aquí la esclava del Señor,
hágase en mí según tu Voluntad”.
Lucas 1, 38
María
4. Esta es la voluntad de Dios:
vuestra santificación.
San Pablo (1 Tes 4,3; Ef 1,4)
5. Los que enseñen a otros la
santidad brillarán como
estrellas por toda la eternidad.
Profeta Daniel
6. “La vocación del cristiano es la santidad,
en todo momento de la vida.
En la primavera de la juventud,
en la plenitud del verano, en la edad
madura,
y después también en el otoño
y en el invierno de la vejez,
y por último, en la hora de la muerte".
Papa Juan Pablo II
7. "La santidad no consiste en tal o cual
práctica,
sino en una disposición del corazón (del
alma) que nos hace humildes y pequeños en
los brazos de Dios, conscientes de nuestra
nada y confiados hasta la audacia en la
bondad del Padre."
Santa Teresa de Lisieux
8. "Recuerda que la perfección consiste en
conformar la vida y las acciones
totalmente a las virtudes sagradas del
Corazón de Jesús, especialmente su
paciencia, su mansedumbre, su humildad y
su caridad.
Como resultado, nuestra vida interior y
exterior llega a ser una imagen viva de
El".
Santa Margarita
9. "Es el amor lo que da precio a
todas nuestras obras;
no es por la grandeza y
multiplicidad de nuestras obras
por lo que agradamos a Dios, sino
por el amor con que las hacemos".
San Francisco de Sales
11. Quiero ser santa, pero no a
medias, sino completamente.
Santa Teresita del Niño Jesús
12. En lugar de desanimarme, me
he dicho a mí misma:
Dios no puede inspirar deseos
irrealizables; por lo tanto, a
pesar de mi pequeñez, puedo
aspirar a la santidad.
Santa Teresita de Lisieux
13. Un gran deseo de ser santo, es
el primer peldaño para llegar a
serlo; y al deseo se ha de unir
una firme resolución.
San Alfonso María de Ligorio
17. La aventura de la santidad
comienza con un «sí» a Dios.
Juan Pablo II
18. Los santos no son personas que
nunca han cometido errores o
pecados,
sino quienes se arrepienten
y se reconcilian.
Benedicto XVI
19. Todo cristiano debe ser un
verdadero cristiano, un perfecto
cristiano.
¿Y cómo se llama la vida
perfecta de un cristiano?
Se llama “santidad”.
Por ello, todo cristiano debe ser
santo. Pablo VI
20. Siento el deseo, la necesidad de
hacerme santo; nunca me hubiera
imaginado yo que pudiese llegar a
serlo con tanta facilidad;
pero ahora que he visto que se puede
lograrlo estando alegre, quiero
absolutamente hacerme santo.
Santo Domingo Savio
21. La santidad es muy sencilla,
dejarse confiada y amorosamente en
brazos de Dios, queriendo y haciendo lo
que creemos que Él quiere.
Los santos fueron santos,
porque quisieron, con inmenso querer,
ser fieles.
Madre Maravillas de Jesús
22. La santidad no es un privilegio
para algunos, sino una
obligación para todos, "para
usted y para mí".
Santa Madre Teresa de Calcuta
23. No eres más santo porque te
alaben,
ni más vil porque te desprecien.
Tomás de Kempis
24. “Dios no manda cosas imposibles,
sino que, al mandar,
te enseña a que hagas cuanto
puedes,
y a que pidas lo que no puedes".
San Agustin
25. "Un cristiano fiel, iluminado por
los rayos de la gracia al igual que
un cristal,
deberá iluminar a los demás con
sus palabras y acciones,
con la luz del buen ejemplo".
San Antonio de Padua
26. "No entones las alabanzas divinas
solo con la voz, acompaña también la
voz con las obras.
Si cantas solo con la voz,
por fuerza tendrás al fin que callar;
canta con la vida para no callar
jamás."
San Agustin
27. Entonces para poder cumplir con éste llamado
Divino,
digamos que sí queremos ser Santos,
porque queremos ser fieles al Amor,
Porque queremos ser verdaderos hijos de nuestro
Padre,
porque queremos sentir la paz y la alegría de Jesús
en nuestros corazones,
Porque lo amamos y comprendemos que ésa es la
manera de poder llegar a estar a su lado.
28. Que Dios te llene de bendiciones.
Y que permanezcamos unidos en el amor a
Jesús.