3. Ser Nazareno es una cuestión
espiritual y
personal, es el deseo que nace en el
interior de las personas que quieren
transformar su
vida tomando como ejemplo las
enseñanzas dejadas por el maestro y
señor Jesucristo.
6. DECÁLOGO DEL NAZARENO
Revestirse y salir de nazareno es "reviste de Jesucristo”.
Acudir a misa, puntual y anónimamente.
Estimar y venerar su "túnica sagrada”.
Experimentar la MISERICORDIA DIVINA, por el perdón de sus pecados.
Ser servidor de Dios y de sus hermanos.
Ser sensible a las necesidades espirituales y materiales de sus hermanos.
Mantener coherencia entre su fe cristiana y su vida personal, familiar, profesional
y social.
Debe ser nazareno y apóstol de Cristo, todo el año.
Ser consiente de la importancia de MARÍA como madre.
Vivir la Estación de Penitencia como glorificación de Cristo al Padre, en CLAVE
PASCUAL. La Estación de Penitencia no es el final, sino el peregrinaje
necesario, para alcanzar nuestra “RESURRECCIÓN CON CRISTO”.
11. LA LECTIO DIVINA
Es la lectura de la Sagrada
Escritura de un modo no
académico, sino espiritual, lo
que nos permitirá “conocer a
Jesús de un modo cada vez
más personal, escuchándolo,
viviendo con él, estando con él,
siendo sus amigos, en una
comunión de pensamiento que
“no es algo meramente
intelectual, sino también una
comunión de sentimientos y de
voluntad, y por tanto también
del obrar”.
12. Cómo orar con la Palabra de Dios
La lectura orante de la Palabra, más que una reflexión, es una experiencia de encuentro personal
e íntimo con Dios, que te ama y sale a tu encuentro. Estos pasos te van llevando al mismo
interior de la Palabra.
1. Invoca… al Espíritu Santo. Pídele que te ilumine y te abra a la comprensión de la Palabra y que
te anime a la respuesta con tu vida.
2. Lee… muy despacio el texto bíblico. Vuelve a leerlo. Lee también algún comentario que te
ayude a conocer mejor el sentido del texto. Dale tiempo al Señor y escucha el mensaje que Él
quiere darte en esta Palabra.
3. Medita… qué te dice la Palabra que has leído lentamente. Una vez que hayas captado el
sentido del texto, entonces puedes hacerte esta pregunta: ¿qué me dice esta Palabra?.
4. Ora… respóndele al Señor que te ha dado su mensaje en la Palabra meditada. Tu actitud sea la
de la Virgen María: Hágase en mí según tu Palabra.
5. Contempla… quédate impresionado, fascinado, en silencio, en calma. Déjate animar por el
ardor de la Palabra, como quien recibe el calor del sol.
6. Actúa…. Haciendo un compromiso que brote de este encuentro con el Señor. Es el salto a la
vida. Animado e invadido por la Palabra, regresa a la vida con otra actitud.
13. LA EXSALTACION DE LA SANTA CRUZ
(TRIUNFO DE LA SANTA CRUZ)
En ella se conmemora la Cruz en la que fue crucificado Jesucristo
14. La cruz, con el Hijo del Hombre es el nuevo árbol de la Sabiduría. Jesucristo,
«ofreciéndose libremente a la pasión» de la Cruz, ha abierto el sentido y el
destino de nuestro vivir: subir con Él a la Santa Cruz para abrir los brazos y el
corazón al Don de Dios, en un intercambio admirable. También aquí nos conviene
escuchar la voz del Padre desde el cielo: «Éste es mi Hijo..., en quien me he
complacido» (Mc 1,11). Encontrarnos crucificados con Jesús y resucitar con Él:
¡he aquí el porqué de todo! ¡Hay esperanza, hay sentido, hay eternidad, hay
vida!
15. LA SANTISIMA
TRINIDAD
Dios es un ser único que existe como tres personas distintas: el
Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
21. DOGMAS MARIANOS
Con relación a la Virgen, los dogmas de FE definidos por la Iglesia a lo largo de la historia
son cuatro:
LA MATERNIDAD DIVINA DE MARÍA
María es verdadera Madre, ya que ella fue participe activo de la formación de la naturaleza humana
de Cristo, de la misma manera en la que todas las madres contribuyen a la formación del fruto de
sus entrañas. María es verdadera Madre porque Jesús es verdadero Hombre.
LA VIRGINIDAD PERPETUA DE LA MADRE DE DIOS
"El nacimiento de Nuestro Señor, que no disminuyó la integridad virginal de su madre sino que la santificó“
LA INMACULAD CONCEPCIÓN
Cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no nos referimos a la concepción de Jesús quién,
claro está, también fue concebido sin pecado. El dogma declara que María quedó preservada de toda carencia
de gracia santificante desde que fue concebida en el vientre de su madre Santa Ana. Es decir María es la "llena
de gracia" desde su concepción.
22. LA ASUNCIÓN A LOS CIELOS
El dogma de la Asunción se refiere a que la
Madre de Dios, luego de su vida terrena fue
elevada en cuerpo y alma a la gloria
celestial.
Este Dogma fue proclamado por el Papa
Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la
Constitución Munificentisimus Deus:
"La Asunción de la Santísima Virgen
constituye una participación singular en la
Resurrección de su Hijo y una anticipación
de la resurrección de los demás cristianos"
La importancia de la Asunción para
nosotros, hombres y mujeres de comienzos
del Tercer Milenio de la Era Cristiana, radica
en la relación que hay entre la Resurrección
de Cristo y la nuestra. La presencia de
María, mujer de nuestra raza, ser humano
como nosotros, quien se halla en cuerpo y
alma ya glorificada en el Cielo, es eso: una
anticipación de nuestra propia resurrección.