La sociedad romana estaba dividida entre hombres libres y no libres. Los hombres libres incluían patricios, clientes, plebeyos y libertos, mientras que los hombres no libres eran esclavos que carecían de derechos y dependían completamente de sus amos. Los plebeyos fueron conquistando derechos a lo largo de la República hasta tener los mismos derechos que los patricios a inicios del siglo III a.C.