Este documento resume las características generales del arte hispanomusulmán, con un enfoque en la arquitectura de mezquitas y palacios. Describe los tipos principales de mezquitas, incluyendo la mezquita hipóstila como la Mezquita de Córdoba. También cubre elementos arquitectónicos comunes como arcos, bóvedas y decoración. Finalmente, brinda detalles sobre palacios y el arte mudéjar.
1. TEMA 8. EL ARTE HISPANOMUSULMÁN: CARACTERÍSTICAS GENERALES. LA
MEZQUITA Y EL PALACIO. EL ARTE MUDÉJAR EN CASTILLA Y LEÓN.
INTRODUCCIÓN
Se denomina arte hispanomusulmán, a las manifestaciones artísticas desarrolladas en Al-
Ándalus por los musulmanes, desde el año 711 hasta el 1492. Además, el arte hispanomusulmán
quedaría integrado dentro de otro apartado más amplio: el arte islámico, que engloba la producción
artística de todos aquellos países en los que se profesa la religión islámica.
El surgimiento de la civilización islámica o musulmana tiene su origen en el impulso de la
nueva religión predicada por Mahoma (571-632) y su capacidad de unificar los pueblos nómadas del
interior de la Península Arábiga con los habitantes de las ciudades costeras del Yemen y la franja litoral
del Mar Rojo. En La Meca comienza la predicación de la nueva fe que reúne principios cristianos y
judíos, junto a ancestrales prácticas de las tribus árabes.
Las revelaciones de Alá se recogen en el Corán, compendio de todos los preceptos musulmanes.
A la muerte del profeta, el estado teocrático por él fundado se extendió rápidamente por toda Arabia,
Siria, Mesopotamia, Persia, India, Egipto, Norte de África y la Península Ibérica. En su expansión los
musulmanes adoptan, asimilan y nacionalizan las formas artísticas de las tierras conquistadas con restos
de arte romano, bizantino, persa, visigodo, etc., hasta conseguir un arte genuinamente musulmán. Será
por tanto, un arte sincrético, uniendo elementos de distintos lugares y regiones, y, por lo tanto, no será
la unidad estilística una de sus constantes, sino por el contrario, la variedad, aunque existan notas
comunes, como la tendencia anicónica (que carece de decoración figurada) que determinará la casi
ausencia de pintura y escultura.
Bajo las dinastías Omeya (661-750) y Abbasí (750-1258), la cultura islámica quedó definida en
sus principales aspectos religiosos y artísticos.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
a) Se trata de un arte esencialmente monárquico, al servicio del poder. Los edificios más
importantes son la mezquita y el palacio.
b) Es un arte anónimo, se hace alusión al que financia la obra y casi nunca a los artistas (con
excepción de ciertas obras de eboraria)
c) La arquitectura islámica es una síntesis de elementos bizantinos, cristianos, coptos, etc. los
edificios suelen tener poca altura y es constante la sensación de armonía con el paisaje.
- Los materiales preferidos son el ladrillo, el mampuesto (que no se dejaba visto sino que
se recubre con una capa de yeso) la madera, y el yeso; mientras que la piedra se usa en
menor medida.
- Los soportes son las columnas y los pilares (muchos son reaprovechados) También
encontramos columnas con capiteles que imitan a los clásicos. Hasta el siglo XIV no se
crea un soporte específicamente musulmán.
- Los monumentos islámicos suelen inscribirse en volúmenes cúbicos en los que
despuntan las cúpulas.
- Las cubiertas son de madera y abovedadas. Las bóvedas utilizadas son de diversos tipos:
o Bóvedas de crucería con la peculiaridad de que los nervios no se cruzan en el
centro sino que dejan un espacio cuadrado o de varias figuras poligonales
(bóveda de crucería califal)
o Bóvedas de cañón.
2. o Bóvedas gallonadas.
o Bóvedas caladas.
- Se usa una gran variedad de arcos:
o Arco de medio punto peraltado
o Arco de herradura de medio punto
o Arco de herradura apuntado
o Arcos entrecruzados
o Arcos polilobulados
o Arco aquillado (de cuatro centros)
o Arco mixtilíneo.
o Arco de mocárabes.
o Arco angrelado, con tardos festoneado.
- Desde Córdoba se extiende en uso de dovelas que alternan el color (rojo y blanco) o la
superficie decorada y lisa.
d) Se presta una gran atención a la decoración interior de los edificios que se caracteriza por el
gusto por la exuberancia y la variedad. Las fachadas exteriores ofrecen una sorprendente
simplicidad que sólo se abandona en portadas y recubrimientos de cúpulas. Se excluyen los
temas animados siendo los más importantes:
- Los temas vegetales, se trata de pequeñas hojas, especialmente el ataurique, inspirado en
la hoja de acanto aunque más estilizada.
- La decoración epigráfica, aquí distinguimos la cúfica de trazos alargados y angulosos y
la nesjí, de trazos redondeados.
- Los geométricos, este tipo de elementos decorativos no suelen ordenarse alrededor de un
punto central, sino que se forman seriaciones infinitas, son muy comunes los dibujos de
lazo (lacería)
- Los paños de Sebka, se trata de una retícula de rombos, de trazos mixtilíneos y
lobulados que recubre las superficies enmascarándolas. Se les podía añadir cerámica
vidriada.
- Uno de los elementos decorativos más típicos son los mocárabes o mukarnas, son
prismas que penden de una superficie y se estrechan hacia la parte inferior, parecen
estalactitas o ramilletes de ellas.
e) La decoración figurada es muy escasa. Existen muy pocos restos en escultura y pintura,
restringida por motivos religiosos. Se tolera en alfombras y almohadones, a veces aparecen en
palacios y objetos de carácter profano como arquetas, pilas y fuentes (Palacio de Qusayr Amra).
f) La escultura y la pintura no disfrutaron de un gran desarrollo, pero si lo tuvieron las artes
suntuarias, ya que los musulmanes fueron unos expertos en el trabajo del marfil, la cerámica o
cristal de roca.
- Son muy apreciadas las miniaturas que se emplean para iluminar libros científicos o de
cuentos, siendo Persia el centro de mayor fuerza creadora.
- La cerámica es muy característica, sobresalen las piezas de barro cocido vitrificado que
poseen un peculiar brillo metálico.
LA MEZQUITA EN EL ARTE HISPANO MUSULMÁN
La mezquita es el edificio más importante: lugar de oración y de reunión de la comunidad
musulmana. Carece de la idea simbólica de Iglesia como casa de Dios. En Al-Ándalus encontramos los
siguientes tipos de mezquitas.
3. LA MEZQUITA DE TIPO HIPÓSTILO
Su estructura deriva de la casa de Mahoma en Medina. Surge en el siglo VII durante la época
Omeya. Sus partes fundamentales son:
1. El patio o sahn, a cielo descubierto, como queriendo evocar la extensión del desierto, rodeado
de arquerías. En el centro se sitúa la fuente para las abluciones (sabil) que suele estar cubierta
con un templete. En uno de los lados se sitúa la torre o alminar o minarete, que puede tener
diversas plantas: cuadrada, octogonal o circular, desde lo alto el almuédano llamaba a la
oración.
2. La gran sala de oración o haram, dividida en numerosas naves que se orientan paralela o
perpendicularmente hacia el muro de la qibla, que da al Este, es decir, en dirección a La Meca.
El mihrab es un nicho que se abre generalmente en el centro de la qibla. Ante el mihrab se sitúa
la maxura, un recinto habitualmente cercado por estar destinado al califa o al imán. Junto a la
maxura se situaba el mimbar o púlpito de madera o piedra.
3. Los principales ejemplos son la mezquita de Córdoba y la desaparecida mezquita de Sevilla
La mezquita de Córdoba. Es la obra cumbre del arte califal, representa la fusión de -los elementos
islámicos y los procedentes de la tradición romana y visigoda. Abd al-Rahman I mandó construir la
mezquita sobre la antigua iglesia visigoda de San Vicente, de la que se reaprovecharon los fustes de las
columnas, que a su vez podrían ser de origen romano.
Toda la obra está limitada por un muro que, a modo de muralla y sin fachada principal, rodea todo el
recinto. En él, sobresalen numerosos
Toda la obra está limitada por un muro de 178x125 metros que, a modo de muralla y sin fachada
principal, rodea todo el recinto. En él sobresalen numerosos contrafuertes terminados en merlones y 19
puertas que dan acceso al interior. Las puertas presentan una tipología de tres cuerpos, uno central de
apertura y dos laterales ciegos, decorados con arcos de herradura, arcos lobulados y celosías. En el
muro occidental se levanta el alminar.
La mezquita es de tipo hipóstilo. Tiene dos partes bien diferenciadas: el haram y el sahn. La mezquita
tenía once naves perpendiculares al muro de la quibla. Los fustes y capitales corintios de granito, jaspe
o mármol se reutilizaron de anteriores edificios romanos y visigodos. Para conseguir un espacio
luminoso se colocan sobre las columnas y los arcos de herradura, pilares cruciformes de ladrillo que
sujetan arcos de medio punto y elevan considerablemente la cubierta de madera (11,5 metros). Para
pasar del capitel al pilar más ancho se colocan modillones de rollos.
Con Abd Al-Rahman II (siglo IX) se realizaron algunas remodelaciones, así la sala de oración se
amplía hacia el Sur en ocho tramos, para lo cual se tira el muro de la quibla y se construye otro.
Además se realizaron nuevos capiteles y se decoraron profusamente algunas puertas, como la Puerta de
San Esteban.
Abd Al-Rahman III amplió el patio y levantó un alminar (reformado en el siglo XVI) que tenía un
zócalo liso, un cuerpo de ventanas geminadas y trigeminadas y otro cuerpo de menor dimensión
rematado con cúpula. Su planta es cuadrada.
4. Al-Hakem II (siglo X) amplía de nuevo la mezquita hacia el Sur doce tramos más, tirando de nuevo el
muro de la quibla y construyendo otro doble, con cinco dependencias para el sabat (o paso del califa
desde el alcázar) y otras cinco para el tesoro. Se construye la maxura y el actual mihrab:
o La maxura: es el espacio cuadrangular que aparece delante del mihrab, está delimitado
por arcos polilobulados con doble función: ornamental y constructiva, porque funcionan
como entibo. Se cubrió con una bella cúpula en la que se abren ventanas. Los nervios de
la cúpula no se cruzan en el centro, dejando espacio para una cúpula gallonado. De una
planta cuadrada se pasa a un octógono por medio de trompas.
o El mihrab: el arco de la fachada del mihrab es de herradura y está enmarcado por un
doble alfiz, y en la parte superior un friso de arcos ciegos lobulados. El interior está
decorado con arquerías ciegas lobuladas, su planta es poligonal y se cubre con una
pequeña cúpula en forma de venera (concha) que crea el efecto de bóveda gallonada. A
los lados del mihrab,dos fachadas que dan al sabat (que permitía el acceso directo desde
el palacio a la maxura) y a la cámara del tesoro.
En la decoración destacan los mosaicos, que recubren y decoran toda esta zona del mihrab y la cúpula
de la maxura, señalando que nos encontramos en un lugar de especial importancia dentro de la
mezquita. Estos mosaicos, con exuberantes decoraciones vegetales y epigráficas, fueron realizados por
artistas bizantinos traídos a Córdoba para este fin. A esto hay que sumar las placas de mármol que
recubrían algunas superficies.
Almanzor (finales del siglo X) hizo la última ampliación hacia el Este, añadiendo ocho naves, con lo
que el mihrab se quedó descentrado.
LA MEZQUITA DE SEVILLA (1172-1182) Fue realizada por los almohades y destruida para hacer la
catedral gótica. Sólo se conserva el Patio de los Naranjos y el alminar (la Giralda), que es un ejemplo
de torre con rampas de acceso a la terraza que van rodeando el cuerpo central cuadrado. Es de ladrillo.
El cuerpo superior es renacentista. Los muros están minuciosamente decorados con paños de sebka,
decoración menuda de rombos.
LA MEZQUITA DE NUEVE CRUJÍAS O QUINCUNCE: se trata de pequeñas mezquitas de planta
central, cuadrada, con cuatro pilares o columnas centrales que daban lugar a nueve espacios interiores o
crujías. No tenían patio y se situaban en los barrios. Un ejemplo es la mezquita de Bad-el-Mardum de
Toledo (999). Desde el siglo XII se convirtió en iglesia cristiana con el nombre de El Cristo de la Luz.
Tiene planta central, quincunce, casi cuadra con cuatro columnas que sustentan los arcos de herradura.
El espacio queda dividido en nueve cuadrados que se cubren con cúpulas. Para su construcción se
emplearon elementos reaprovechados procedentes de edificios romanos y visigodos.
PEQUEÑAS MEZQUITAS U ORATORIOS. Señalar, por último, en relación a las tipologías de
mezquitas, que en los palacios es frecuente la existencia de oratorios, pequeñas mezquitas de uso
privado para los gobernantes.
EL PALACIO EN EL ARTE HISPANO-MUSULMÁN
Los palacios son el lugar de residencia de los gobernantes, que recibían el título de emir o califa; allí
vivían con sus familiares y la corte.
5. Los palacios recibieron una gran influencia oriental: estaban amurallados y no tenían una planificación
determinada: su característica principal es su aparente desorden constructivo, donde se yuxtaponen las
diversas estancias en torno a uno o varios patios. Los patios eran de diversos tamaños y formas,
generalmente abiertos, desde los cuales se accedía a las distintas habitaciones.
En el patio existe generalmente un estanque o alberca, ligado al concepto del jardín coránico, en el que
se refleja el cielo y el edificio y se escucha el rumor del agua que discurre por las canalizaciones y las
fuentes.
Los jardines con exuberante decoración y los manantiales y estanques de agua son aspectos
fundamentales de todos los palacios musulmanes: el agua ejercía una función sonora y refrescante muy
importante y las plantas aromáticas, como el mirto, nos remiten al paraíso coránico. Se trataba de crear
un universo particular en el que se integra la naturaleza con la arquitectura y en el que se persigue el
goce de los sentidos.
En la parte más reservada del palacio se halla el harén, lugar en el que se concentraban las mujeres, y
donde no tenían acceso los hombres (a excepción de los eunucos). Otras estancias destacables son la
sala del trono, los baños y pequeños oratorios para la oración.
A veces, estos palacios se convertían en pequeñas ciudades donde habitaban funcionarios, artesanos,
soldados, etc. Es el caso del palacio de Medina Al-Zahara en Córdoba o la Alhambra de Granada.
Cuando destaca su carácter defensivo se denomina alcazaba o alcázar. El muro se reforzaba cada cierto
tramo con torres de sección semicircular o cuadrangular, rematadas con merlones. La puerta de ingreso
era doble con rastrillo, sobre la puerta se construía un matacán con finalidad defensiva y la entrada con
frecuencia era en acodo. Se entraba directamente a un patio desde donde se accedía al resto de las
dependencias: cuadras, graneros, viviendas de soldados, criadas, artesanos, etc.
EL PALACIO DE MEDINA AL ZAHARA. (936-976) Periodo califal. La falta de orden se puede
relacionar con el mundo oriental. Fue mandado constuir por Abd Al-Rahmán III en las proximidades de
Córdoba para la favorita de ese nombre. “La ciudad de Zahara” o “la ciudad brillante”. Tuvo una
existencia efímera, ya que fue abandonada tras las revueltas civiles de los años 1009 y 1010, lo que la
convirtió en cantera tanto para los musulmanes como para los cristianos.
Según las crónicas se describe con una deslumbrante riqueza. Respondía al concepto oriental de palacio
concebido como una ciudad; tenía planta rectangular y estaba rodeada de murallas con torres
rectangulares y varias entradas en acodo. Estaba distribuido en tres terrazas para adaptarse al terreno: la
inferior ocupada por la población trabajadora y la mezquita; la media, era la zona de recreo, con
jardines y fuentes; y en la parte alta, el alcázar, donde destacaban el Salón del Trono y la Sala de
Audiencias.
LA ALHAMBRA DE GRANADA. (siglos XIII-XV) Periodo nazarí. Fue realizada durante el reinado de
Yusuf I. Es un conjunto de edificios formado por la fortaleza o alcazaba y los palacios. Está amurallada
con 23 torres y con varios accesos difíciles. Los materiales son pobres, pero se embellecen con el
empleo del yeso policromado. Se distinguen varias partes:
o El Partal, formado por un pórtico de cinco arcos, delante del cual se construyó una
alberca que refleja el edificio. A través de él llegamos a:
6. o La Torre de las Damas
o El Mexuar o Sala de Audiencias, con el Patio Dorado que da paso al Cuarto Dorado.
o La Torre de Comares, decorada con zócalos cerámicos de variado diseño, yeserías
planas pintadas y cubierta de madera decorada también con yeso polícromo.
o La Sala de la Barca, llamada así por su similitud con el cascarón invertido de un navío.
o El Patio de los Arrayanes o de la Alberca, formado por un gran estanque rodeado por
setos de arrayanes.
La zona privada y residencial del palacio se organiza en torno a otro gran conjunto, los Palacios
Nazaríes, en los que destacan:
o El Patio de los leones: que recibe su nombre de los leones que sujetan la fuente. El patio
es rectangular con dos andenes que se cortan perpendicularmente, situándose en medio
la fuente. Tiene pórticos en sus cuatro lados, formados por columnas de mármol de
delgados fustes que sostienen arcos peraltados de mocárabes.
o La Sala de los Reyes se destinaba a los banquetes de verano; en ella se conservan
pinturas realizadas durante el siglo XIV en las que, posiblemente, se haya querido
representar a los reyes nazaríes.
o La Sala de las Dos Hermanas, tiene planta cuadrada, aunque a medida que crece en
altura se convierte en octogonal. Llama la atención la cúpula octogonal de mocárabes
que se alza sobre una base de ventanas. El suelo es de mármol y las parecen combinan
alicatado y yeserías.
o La Sala de los Abencerrajes también cubierta con una cúpula de mocárabes, en este
caso, de base estrellada. Se utilizaba para la celebración de fiestas durante el invierno.
Otro complejo próximo a la Alhambra es el Generalife, una residencia exenta del palacio real, y de la
que destacan sus jardines y huertos, el juego del agua y las flores. Está construido en dos terrazas con
dos patios, el Patio de la Acequia con una bella escalera de agua rodeada de vegetación; y el patio de
los Cipreses.
El conjunto de la Alhambra se completa con la construcción de un palacio renacentista edificado por
Pedro Machuca para el emperador Carlos V.
Otros palacios importantes son: la aljafería de Zaragoza, el alcázar de Sevilla (donde destaca el Patio
del Yeso), el alcázar de Málaga o la alcazaba de Almería.
EL ARTE MUDÉJAR EN CASTILLA Y LEÓN
El mudéjar es un estilo que se desarrolló única y exclusivamente en España. Los mudéjares eran los
musulmanes que permanecían en las tierras conquistas por los cristianos. Conservaban su religión y su
lengua, pero tenían un estatus social inferior a los cristianos. La palabra mudéjar procede del árabe
mudayyan, que significa sometido, y expresa la situación en la que vivían.
Las manifestaciones del arte mudéjar son, principalmente arquitectónicas. Como materiales empleaban
el ladrillo, el yeso y la madera. Las cubiertas son de madera decoradas con lacería. La decoración es
abundante.
7. Cronológicamente el arte mudéjar abarca desde el siglo XI al XV y su evolución se divide en dos
etapas claramente diferenciadas por la influencia del arte cristiano:
• Románico-mudéjar (ssXI-XII)
• Gótico-mudéjar (ssXIII-XV)
En Castilla y León predomina el llamado Románico-mudéjar. Desarrollado entre los siglos XI y XII
sobre edificios de trazo románico. Se usó el ladrillo como material constructivo, lo que ha hecho que
este estilo también se conozca como “románico del ladrillo”. Otra característica es la escasa
ornamentación exterior, cuya decoración se limita a arcos ciegos, doblados y distinta decoración de los
ladrillos. Destacan los siguientes ejemplos:
o La Iglesia de San Tirso (Sahagún, León). Sobre ella existen referencias documentales
en los años 1123 y 1126, momento en que su construcción estaría iniciada y posiblemente
finalizada. Está realizada en ladrillo y piedra. Considerada como el prototipo de otras obras
realizadas en Sahagún y su entorno, el templo posee planta basilical con tres naves separadas por
arcos de medio punto sobre pilares. La cabecera posee tres ábsides semicirculares que se abren a las
naves por medio de arcos de herradura doblados y están cubiertos con bóvedas de medio cañón y de
horno. En el exterior se observa como el ábside central se inicia en estilo románico y en piedra
hasta una altura de tres metros. Mientras los dos ábsides laterales y el resto del edificio están
realizados en ladrillo con decoración de dobles arcos sobre cintas, repisas, rectángulos en
disposición vertical que acogen arcos de medio punto y arquerías ciegas. Destaca su torre elevada
en el centro de la cabecera. Posee tres cuerpos: el primero, con ventanas geminadas con columna y
capitel de piedra; el segundo, con galería de arcos de medio punto soportada por juegos de dobles
columnas de piedra y, en el cuerpo superior, se abren siete arcos de medio punto de ladrillo.
o La Iglesia de San Lorenzo (Sahagún, León) Las primeras referencias del templo data
de 1110, aunque la iglesia actual data del siglo XIII. Construida en ladrillo, posee una planta
basilical de tres naves separadas por pilares que sujetaban arcos apuntados. La cubierta original era
de madera (actualmente son bóvedas de yeso) La cabecera está formada por tres ábsides
semicirculares, el central más ancho y profundo y se cubre con bóveda de cañón apuntada; los
laterales se cubren con bóvedas de cuarto de esfera. En el exterior, los ábsides se decoran con
recuadros, frisos de esquinillas, arquerías ciegas y cornisas en ladrillo con canecillos. La torre se
levanta sobre el tramo recto del ábside, próximo a la cabecera. Ésta es de planta cuadrada y anchura
decreciente. Posee cuatro cuerpos de diferentes alturas. Los cuerpos intermedios poseen series de
cuatro ventanas, mientras que el último posee cinco. Además, los arcos del tercer piso son
apuntados.
o La Iglesia del convento de San Francisco o de La Peregrina: (Sahagún, León) la
iglesia tiene planta de cruz latina y una sola nave de cinco tramos, con crucero saliente y ábside con
un tramo recto y presbiterio semicircular. Posee tres capillas laterales, destacando la capilla
funeraria de Don Diego Gómez de Sandoval, decoraba por yeserías mudéjares que conservan en
parte una rica policromía.
o La Lugareja, en Arévalo.