The story of Prometeo, Epimeteo and Pandora. In Spanish. La historia de Prometeo, Epimeteo y Pandora. En español,

1. Prometeo, Epimeteo y Pandora

2. Prometeo, era hijo de Jápeto y Asia. Era
hermano de Epimeteo, Atlas y Menecio. No
tenía miedo a ninguno de los dioses, incluído
a Zeus, al que ridiculizó. Prometeo le engañó
realizando un sacrificio a un buey al que
dividió en 2 partes, en una puso la carne y las
vísceras escondidas en el vientre del buey y
en otra puso los huesos cubiertos de grasa.
Dejó entonces que Zeus eligiera la parte que
comerían los dioses. Zeus eligió la parte que
estaba cubierta de grasa, y se puso furioso
cuando se dio cuenta de que había escogido
los huesos. Desde entonces, en los sacrificios,
los humanos quemaban los huesos a Zeus y
la carne se la comían ellos.

4. Zeus, encolerizado por el engaño, privó a los
humanos del fuego, pero Prometeo decidió robarlo y
se lo entregó a los hombres para que pudieran
calentarse.
Para vengarse del segundo engaño de Prometeo,
Zeus mandó a Hefesto que creara una mujer de
arcilla, a la que Zeus dio vida y la hizo llamar
Pandora. Zeus hizo que Pandora fuera entregada a
Epimeteo, el hermano de Prometeo, y que llevara
consigo una caja con todos los males y desgracias
del mundo con las que Zeus quería castigar a los
humanos. Epimeteo se casó con Pandora para evitar
la furia de Zeus otra vez, a pesarde que Prometeo le
advirtió de que no aceptara ningún regalo de los
dioses. Tal y como Zeus había previsto, Pandora
abrió la caja haciendo escapar así todos los males.

6. Tras vengarse así de los humanos, Zeus
también se vengó de Prometeo haciendo que
lo llevaran al Caúcaso, donde fue
encadenado. Zeus, como parte de su castigo,
hizo llevar un águila, para que por el día se
comiera el hígado de Prometeo, que, siendo
inmortal, el hígado volvería a crecerle cada
noche, y al día siguiente, el águila volvería a
comérselo. Este castigo debió de durar
eternamente, pero Heracles pasó por allí y lo
liberó lanzándole una flecha al águila.

8. Realizado por:
Sara C. Villayandre e Irene Sánchez