El documento describe diferentes tipos de riesgos asociados con el mantenimiento de equipos de cómputo, incluyendo riesgos físicos (como ruido y luminosidad), químicos (polvos y humos), ergonómicos (posturas y fuerza), biológicos (bacterias y virus), psicosociales (estrés laboral y falta de comunicación), e inseguridad (caídas, cortocircuitos e incendios).