La Corte Suprema de Justifica amparó la indemnización por daño moral (entendido cono el dolor, angustia, aflicción física o espiritual que sufre la victima del evento dañoso), al considerar que "(...) el hecho mismo de ser despedido sin causa justa produce sufrimiento en el demandante, quien puede ver un posible deterioro de su imagen ante familiares, amigos y la sociedad en general; (...)". Disponiendo que corresponde fija prudencialmente el monto indemnizatorio por concepto de daño moral.