3. Oh Espíritu Santo, Amor del Padre, y del Hijo, Inspírame siempre lo que debo pensar, lo que debo decir, cómo debo decirlo, lo que debo callar, cómo debo actuar, lo que debo hacer, para gloria de Dios, bien de las almas y mi propia Santificación. Espíritu Santo, Dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar. Dame acierto al empezar, dirección al progresar, y perfección al acabar. Amén. ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
4. CANCIÓN: MARÍA MADRE BUENA Tantas cosas en la vida nos ofrecen plenitud y no son más que mentiras que desgastan la inquietud. Tú has llenado mi existencia al quererme de verdad; Yo quisiera, Madre buena, amarte más. En silencio escuchabas la palabra de Jesús, y la hacías pan de vida meditando en tu interior. La semilla que ha caído ya germina y está en flor; con el corazón en fiesta cantaré. Ave, María (4x)
5. Desde que yo era muy niño has estado junto a mí; y guiado de tu mano, aprendí a decir sí. Al calor de la esperanza, nunca se enfrió mi fe; y en la noche más oscura, fuiste luz. No me dejes, Madre mía, ven conmigo al caminar; quiero compartir mi vida y crear fraternidad Muchas cosas en nosotros son el fruto de tu amor. La plegaria más sencilla cantaré Ave, María (4x)
6. HISTORIA DEL ROSARIO Desde el principio de la Iglesia, los cristianos rezaban los salmos como lo hacen los judíos. Mas tarde, en muchos de los monasterios se rezaban los 150 salmos cada día. Los laicos devotos no podían rezar tanto, pero querían, según sus posibilidades, imitar a los monjes. Ya en el siglo IX había en Irlanda la costumbre de hacer nudos en un cordel para contar, en vez de los salmos, las Ave Marías. Los misioneros de Irlanda mas tarde propagaron la costumbre en Europa y hubieron varios desarrollos con el tiempo.
7. La Madre de Dios, en persona, le enseñó a Santo Domingo a rezar el rosario en el año 1208 y le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe. La misión de los dominicos, predicar para llevar almas a Cristo, encontró grandes dificultades pero la Virgen vino a su auxilio. Estando en Fangeaux una noche, en oración, tiene una revelación donde, según la tradición, la Virgen le revela el Rosario como arma poderosa para ganar almas. Esta tradición está respaldada por numerosos documentos pontificios.
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9. ¿Qué es el Rosario? El Rosario es el resumen del Evangelio. Es como un Credo en forma de meditación de todo el misterio de nuestra salvación. El Rosario tiene un alma y un cuerpo: - el cuerpo del Rosario son las oraciones : el Padrenuestro. la oración mas bella del Cristianismo; el Ave María, la mas bella de las oraciones a María; el Gloria, que es la fórmula principal que usa la Iglesia para dar gloria a la Trinidad. - el alma del Rosario, es la meditación de los principales misterios de la vida de Jesus y de María.
10. Podemos fijarnos que las oraciones del Rosario, tanto el Padre Nuestro, como el Ave María, son oraciones Bíblicas. El Padre Nuestro es la oración que Jesús mismo nos enseño. El Ave María está formada por las palabras del Ángel Gabriel ( Dios te salve, María, llena eres de gracia ) y de las palabras de Isabel, la prima de María ( Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre .) La segunda parte del Ave María es una oración a María intercesora. Vemos en la boda de Caná, que María, sí, intercede ante su Hijo por las necesidades de su pueblo.
11. Meditaremos en las palabras de la oración, “Dios te Salve, María” con la siguiente canción.
12. CANCIÓN: AVE MARIA Ave, María (4x) Dios te salve María llena eres de gracia; el Señor es contigo. Bendita entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. (2x) Ave, María (4x) Santa María, Madre de Dios ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora, de nuestra muerte. Amén. (2x)
13. Los misterios se dividen en cuatro grupos: La Anunciación La Visitación El Nacimiento La Presentación Jesús Perdido Los gozosos recogen la vida íntima de Jesús y de María durante la vida oculta y nos enseñan a santificar principalmente los goces del hogar cristiano. Se rezan los lunes y sábados.
14. La Agonía en el La Flagelación La Coronación Jesús Carga su Cruz La Crucifixión Huerto de Espinas Los dolorosos recogen las principales escenas de la Pasión y Muerte de Jesús y nos enseñan a santificar los dolores inevitables de nuestra vida, los de las enfermedades y los ocasionados por ser fieles a Dios y a los demás. Se rezan los martes y viernes.
15. Los gloriosos nos recuerdan los triunfos gloriosos de Jesús y de María, y nos hablan del Cielo, lugar de nuestro destino final. Se rezan los miércoles y domingos. La Resurrección La Ascensión Venida del Espíritu La Asunción La Coronación
16. Los luminosos nos hacen meditar en la vida pública de Jesús; nos revelan el rostro de Dios y anuncian el evangelio del Reino. Se rezan los jueves. El Bautismo La Boda de Caná Anuncia el Reino Transfiguración Eucaristía
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19. A continuación, rezaremos todos juntos, con mucha devoción, y meditando en las palabras, una oración a María, Madre de Dios, y madre de todos nosotros, pidiéndole que , como buen madre, nos acompaña siempre, enseñándonos a seguirle a Jesús, a escoger siempre el camino recto.
20. MARÍA MADRE María: Hoy te queremos invocar con el nombre más bonito; queremos llamarte MADRE. Queremos pedirte que estés cerca de nosotros. Que cuides nuestro crecimiento como cuidaste el de Jesús. Queremos acordarnos de ti y sentirte cerca en nuestros momentos difíciles; y también, en los momentos fáciles y gozosos. Ojalá sepamos quererte como te quería Jesús. Ojalá sepamos imitarte en decirle sí a Dios. Ojalá elijamos en todo momento lo que es bueno y sincero, como elegiste tú. ¡Santa María, Madre de Jesús y Madre Nuestra, ruega por nosotros!
21. CANCIÓN: JUNTO A TI MARÍA Junto a ti, María como un niño quiero estar. Tómame en tus brazos, guíame en mi caminar. Quiero que me eduques, que me enseñes a rezar, hazme transparente, lléname de paz. MADRE, MADRE MADRE, MADRE (2x) Gracias, Madre mía, por llevarnos a Jesús; haznos mas humildes, tan sencillos como tú. Gracias, Madre mía, por abrir tu corazón, porque nos congregas y nos das tu amor. MADRE, MADRE MADRE, MADRE (2x)