1. Los sitios web y su
arquitectura de
información: una
perspectiva textual
por Omar Sosa Tzec
Maestría en Diseño de Información
Teoría del Texto
Profra. Alma Yolanda Castillo
Universidad de las Américas, Puebla
Primavera 2004
1
2. Contenido
Marco Teórico 2
Macroestructuras Semánticas 3
Macroreglas 5
Superestructuras Semánticas 8
Introducción a la Arquitectura de Información Web 14
La Arquitectura de Información Web
y la Virtualización del Texto 18
Macroestructuras Web 23
Superestructuras Semánticas en la
Arquitectura de Información Web 27
Constituyentes Retóricas para la
Arquitectura de Información Web 32
Análisis superestructural de amazon.com 35
Objeto de Estudio 36
Superestructuras Primarias 37
Superestructuras Secundarias 45
Observaciones sistemáticas 48
Implicaciones Macroestructurales 49
Discusión y Conclusiones 50
Discusión 51
Conclusiones 52
Referencias 53
1
4. Macroestructuras Semánticas
De acuerdo a Van Dijk (1980) después de leer o escuchar un dis-
curso, frecuentemente es posible después de leer o escuchar un
discurso señalar el tema o los temas de ese discurso. Para referirse
a tal hecho se emplean vocablos como asunto, idea general, o
locuciones como lo importante o esencial de lo que se dijo (Van Dijk,
1980). Así, para este autor, el tema del discurso (o conversación)
se hará explícito, por lo tanto, en términos de un cierto tipo de es-
tructura semántica. Esto da pie a las macroestructuras semánticas
(Van Dijk, 1980), las cuales son la reconstrucción teórica de nocio-
nes como “tema” o “asunto del discurso”. Según define este autor, el
“tema” o “asunto” corresponde a las relaciones que existen entre las
estructuras semánticas de las oraciones de un discurso y la estruc-
tura semántica. La macroestructura es términos vulgares como
aquello de lo que se puede dar cuenta como el tipo de contenido
global de un discurso. En contraposición, Van Dijk (1980) emplea el
término de microestructura para denotar la estructura local de un
discurso, es decir, la estructura de las oraciones y las relaciones de
conexión y coherencia entre ellas. La coherencia está en función
de una adecuada relación de las oraciones en el orden semánti-
co y aún más, se caracterizan en este caso semántico lineales, las
cuales se atribuyen en aquellos discursos donde las relaciones
semánticas entre oraciones individuales van en secuencia (Van
Dijk, 1980). De acuerdo a Van Dijk (1980), no basta una coherencia
semántica lineal en un discurso, sin que además un discurso se
dice coherente en términos generales sólo si es también cohe-
rente en un nivel más global, y que esta coherencia global se da
en cuanto se pueda asignarle un tema o asunto al discurso. De
forma fácil y según marca este autor, sólo es posible construir una
macroestructura para un discurso, puede decirse que ese discurso
es coherente globalmente.
Un planteamiento básico sobre la concepción de las macroes-
tructuras de acuerdo a Van Dijk es que el significado del todo (i.e.
el discurso) debe especificarse en términos de los significados de
las partes. Lo anterior debe entenderse como el hecho de que el
sentido global de un discurso debe derivarse de los sentidos de las
oraciones del discurso, esto es, de la secuencia proposicional que
subyace en el discurso (Van Dijk, 1980). Aún más, el tema que se
define en un discurso está en términos de proposiciones, donde
una proposición es una oración que posee un valor de juicio de
verdad. Las proposiciones que determinan el tema forman parte
3
5. de la macroestructura de un discurso y de aquí a que se denomi-
nen macroproposiciones.
Por otro lado, siempre se puede establecer un vínculo entre la
microestructura y la macroestructura mediante una relación
particular (entre dos secuencias de proposiciones) lo cual se
denomina como mapeo semántico (Van Dijk, 1980). Este mapeo es
una proyección, con lo cual se establece que es posible encontrar
relaciones (gramático) semánticas entre el espacio de la macroes-
tructura y la microestructura con lo cual es posible derivar el tema
o asunto de un discurso. (Van Dijk, 1980)
La coherencia global del discurso implica una coherencia local del
mismo, es decir, las proposiciones no sólo se conectan lineal-
mente la una con la otra, sino una secuencia de ellas debe estar
relacionada de manera más global, por medio de un “tema común”
(Van Dijk, 1980). Lo interesante es que según señala este autor, un
discurso no tiene un solo tema o asunto sino posiblemente una
secuencia de temas o asuntos, que se expresan en un resumen del
discurso. Esta secuencia de temas o asuntos implica una separa-
ción macroestructural en varios niveles (Van Dijk, 1980) cada uno
derivado del nivel inmediatamente inferior y como ejemplo este
autor (Van Dijk, 1980) menciona: “De hecho, entonces, es posible
tener un tema de párrafo, de una página, o de un capítulo, así
como de un libro entero, según el nivel de ‘globalidad’ que se
escoja para caracterizar el contenido del discurso”.
4
6. Macroreglas
Las macrorreglas derivan las macroestructuras de un discurso,
mediante la reglas adecuadas de proyección semántica aplicadas
sobre las proposiciones que componen las macroestructuras
textuales para vincularlas con las microestructuras textuales y
cuya función en sí es la de transformar la información semántica
(Van Dijk, 1980). Esta transformación puede caracterizarse como
reductiva en cuanto a la información semántica porque reducen
una secuencia de varias proposiciones a unas pocas, o incluso a
una sola (Van Dijk, 1980).
Según determina Van Dijk (1980) las macrorreglas tienen un na-
turaleza organizadora, con lo que expresa: “Al asignar una macro-
proposición a cierto fragmento de un discurso, este fragmento
obtiene cierta unidad; se convierte en un fragmento que puede
distinguirse de otros fragmentos por el hecho de definirse según
un tema especificado por la macroproposición”. En adición el au-
tor comenta que los significados de las respectivas oraciones del
fragmento poseen algo en común ya que en conjunto forman la
base para la macroproposición; además presenta las macrorreglas
según sigue:
1) Supresión. Dada una secuencia de proposiciones, se suprimen
todas aquellas las que no sean presuposiciones de las proposicio-
nes subsiguientes a la secuencia.
2) Generalización. Dada una secuencia de proposiciones, se hace
una proposición que contenga un concepto derivado de los
conceptos de la secuencia de proposiciones, y la proposición así
construida sustituye a la secuencia original.
3) Construcción. Dada una secuencia de proposiciones, se hace
una proposición que denote el mismo hecho denotado por la to-
talidad de la secuencia de proposiciones, y se sustituye la secuen-
cia original por la nueva proposición.
Este autor interpreta la primera macrorregla como el hecho de
que solo deben figurar en la descripción de la macroestructura
aquellas proposiciones que resulten pertinentes, es decir, que des-
empeñan un papel fundamental para la interpretación de las otras
oraciones (Van Dijk, 1980). Además, este autor denomina a toda
aquella proposición suprimible de la macroestructura como de-
5
7. talle del discurso. Otro punto importante que toca Van Dijk (1980)
es que la supresión omite detalles que involucran la intuición al
escuchar o leer el discurso, tal que comenta que dicha intuición
se basa en parte en el conocimiento que se tenga del mundo, del
discurso y de los diversos tipos de discurso.
La generalización por su parte, permite el empleo de nombres
como superconjuntos de varios conjuntos, como puede ser el sus-
tituir enunciativamente los elementos del conjunto (e.g. elefante,
jirafa, león) por una sola denominación (e.g. animales). Mediante la
generalización se permite el empleo de las llamadas expresiones u
oraciones temáticas, con lo cual se puede señalar el resto del frag-
mento del discurso de modo que no es necesario que el lector lo
construya (Van Dijk, 1980). De aquí que un punto claro se que toca
es que una de las condiciones de la generalización es que debe
ser mínima tal que conceptos generales no son tomados en forma
arbitraria sino superconceptos inmediatos (Van Dijk, 1980).
Por último, la macrorregla de la construcción deriva una propo-
sición que implícitamente contiene información abstraída en la
aplicación de la regla, porque esta información forma parte del
conocimiento que se tiene del mundo, por lo que se permite
suprimir únicamente aquellos detalles que pertenezcan a lo con-
vencional en base a un marco de conocimientos (Van Dijk, 1980).
Así, para Van Dijk (1980) una macroestructura es una secuencia de
proposiciones derivadas por medio de macrorreglas, tal que dicha
secuencia debe ser coherente, satisfaciendo las condiciones nor-
males de coherencia lineal lo cual corresponde a los enlaces con-
dicionales entre hechos, relaciones de identidad, u otras relaciones
entre los participantes, etc. Por otro lado, este autor señala que
no existe un orden estricto en la aplicación de las macrorreglas,
sin embargo sería recomendable aplicar primero la construcción
con el fin de establecer el tipo de episodio en ese momento, para
después aplicar la regla de supresión para eliminar aquellos deta-
lles que ya no son pertinentes; posteriormente se podrían juntar
diferentes hechos pertinentes para el resto del discurso como un
todo, aplicando así la regla de generalización. Claramente, y según
señala este mismo autor: “…en la práctica no todo usuario de una
lengua aplicará las reglas de la misma manera”, además indica que
intuitivamente se sabe que cada lector u oyente encontrará im-
portantes o pertinentes algunos aspectos del mismo texto según
6
8. la tarea, los intereses, el conocimiento, los deseos, las normas y
los valores de usuario; los cuales, en conjunto, definen el estado
cognitivo contextual particular al usuario de una lengua en el
momento en que interpreta el texto (Van Dijk, 1980).
7
9. Superestructuras Semánticas
Según Van Dijk (1980) en algún discurso alguna información
puede ser más importante o pertinente que la misma información
en otro discurso tal que se resume en forma diferente de acuerdo
al tipo del discurso mismo. Esto implica una dependencia de la
formación de macroestructuras en el tipo de discurso de forma
que para comprenderla, se debe identificar las propiedades espe-
cíficas que entran en el análisis del discurso. Comenta el autor que
además de las estructuras textuales que corresponden por ejem-
plo a las secuencias de oraciones con una coherente estructura
proposicional subyacente con una macroestructura, existe otra
estructura esquemática la cual denomina como superestructura, la
cual puede caracterizarse como la forma global de un discurso y
las relaciones jerárquicas de sus respectivos fragmentos.
La superestructura se describe en términos de categorías y de
reglas de formación y puede considerarse como algo similar a la
“forma” sintáctica de una oración, tal que dichas reglas determinan
el orden en que las mencionadas categorías aparecen (Van Dijk,
1980).
De acuerdo a Van Dijk (1983) la manera más sencilla de ilustrar
las superestructuras es hacerlo a través de una narración, ya que
es un texto que posee un tema global, pero que a su vez tiene la
característica global de ser identificado como una “narración”. Esto
implica que a pesar de que una narración pueda tener diferentes
temáticas las cuales los diferencian entre sí, poseen diferentes
tipos de construcción (Van Dijk, 1983). Bajo este ejemplo, el autor
añade que una estructura narrativa es una superestructura,
independientemente del contenido (i.e. la macroestructura) de la
narración. Así para Van Dijk (1983), una superestructura es “un tipo
de forma del texto, cuyo objeto, el tema, es decir, la macroestruc-
tura, es el contenido del texto”. Con lo anterior indica que se debe
comunicar el mismo suceso en diferentes “formas textuales” según
el contexto comunicativo.
Al igual que con las estructuras retóricas de una narración (y gene-
ral de cualquier texto), se hace un lado la gramática y la lingüística
para el estudio de las superestructuras. Por otro lado, las superes-
tructuras y las macroestructuras semánticas tienen una propiedad
en común de acuerdo a Van Dijk (1983), planteando que no se
definen con relación a oraciones o secuencias aisladas de un texto,
8
10. sino para el texto en su conjunto o para determinados fragmentos
de este. Con ambos comentarios, se establece entonces que las
superestructuras se encuentran primariamente en un nivel global
del texto, las cuales determinan su orden o coordinación en este
sentido (Van Dijk, 1983). De esta forma Van Dijk (1983) indica que
la propia superestructura debe componerse de determinadas
unidades de una categoría determinada que están vinculadas con
esas partes del texto previamente ordenadas; por lo tanto, para
este autor la superestructura es una especia de esquema al que el
texto se adapta, con lo cual categoriza al texto como esquema de
producción, y aún más, permite la identificación de dicha catego-
ría al lector u oyente como esquema de interpretación.
Debido a que las superestructuras existen independientemente
del contenido y de la ayuda de la gramática lingüística, se estable-
ce que existen reglas implícitas en los que se basa la construcción
de las superestructuras y que además la dominación de dichas
reglas está en función de la capacidad lingüística y comunicativa
general, con lo cual, se supone que existe al menos una serie de
superestructuras de carácter convencional tal que la mayoría de
los hablantes de una comunidad lingüística las conoce o reco-
noce (Van Dijk, 1983). El reconocimiento del esquema abstrac-
to inherente en las superestructuras indica que éstas pueden
manifestarse en diferentes sistemas semióticos (Van Dijk, 1983). La
formulación de las superestructuras está relacionada con estos
sistemas semióticos, el cual funciona como un procedimiento
análogo a la gramática y a la lógica lo cual deriva de acuerdo a Van
Dijk (1983) en:
1) Una serie de categorías para las diferentes superestructuras y
2) Una serie de reglas mediante las que pueden combinarse las ca-
tegorías entre sí, las cuales son reglas de transformación mediante
las cuales puede determinarse como desviarse de una estructura
básica.
Según comenta Van Dijk (1983) la aproximación formal antes men-
cionada es provisional en muchos sentidos. Lo anterior debido a
que “en primer lugar hay que subrayar que la formación explícita
de la teoría sólo puede realizarse adecuadamente sobre la base
de observaciones sistemáticas. Incluso una gramática moderna se
fundamente en una tradición de un estudio de la lengua de casi
9
11. dos mil años”. De esta formalización surge la problemática de falta
de una semántica que aportase el “contenido” o “significado”, la
“referencia” o la “función” de las estructuras (Van Dijk, 1983).
La manifestación de las superestructuras de acuerdo a Van Dijk
(1983) posee ciertas limitaciones o regularizaciones que van más
allá de la gramática y las cuales corresponden a otro sistema
que determina la estructura de los textos, como por ejemplo
un sistema métrico o un sistema que se basa en la teoría de la
versificación, de modo que la regularidad mencionada, indica, no
puede ser en absoluto algo casual. El sistema mencionado permite
entonces a los hablantes conocer las superestructuras y aplicarlas
adecuadamente, tal que éste es capaz de producir e interpretar
textos de acuerdo a este sistema (Van Dijk, 1983). De esta forma
este autor determina que los hablantes al conocer un sistema de
reglas en forma implícita, las cuales aplican al hablar, el sistema
mencionado posee además una base psicológica en forma de
reglas o procesos, categorías, entre otros, todas de aspecto cog-
nitivos. Con lo anterior Van Dijk (1983) añade que “en una teoría
más abstracta se asigna determinada superestructura como un
todo a un texto en virtud de determinadas reglas de producción,
por lo que queda fuera de toda consideración aquellas estrategias
concretas que un hablante emplea para una construcción lo más
eficaz posible de una representación de superestructuras” y con-
cluye que “con todo, una teoría del texto rigurosa también debe
ser cognitivamente relevante en el sentido de que como mínimo
una parte de sus categorías y reglas debe ser parte integrante de
una teoría cognitiva más amplia, si realmente quiere tomarse en
serio la utilización real de la lengua”.
Un detalle importante que Van Dijk (1983) también menciona, es
que no existe la posibilidad de que existan textos que sean reco-
nocidos por razones semánticas, pragmáticas o retóricas, tal que
no apenas posean, o si acaso ninguna, superestructura conven-
cionalmente; tales casos los ejemplifica en situaciones de poemas,
noticias de prensa o en algún spot publicitario de televisión. En
adición, plantea que existen textos cuyas formas están institu-
cionalmente establecidas o fijadas, como pueden ser los ritos
religiosos o leyes, entre otras. De aquí que se refuerce el hecho de
que análisis superestructural de los textos debe llevarse a cabo
mediante la observación y la descripción sistemáticas.
10
12. Las superestructuras se pueden dividir en varios tipos. La primera
división considera como base aquellas estructuras que compo-
nen un sistema primario para las superestructuras como lo es la
lengua natural. También se puede plantear una división formal
de las superestructuras la cual se realiza de acuerdo según el
tipo de categorías, reglas y otras limitaciones (internas) de los
diferentes sistemas. Por último podría plantearse la división de las
superestructuras de acuerdo a las funciones o los efectos sociales o
pragmáticos (Van Dijk, 1983).
Por su parte, Van Dijk (1983) también cuestiona sobre la existencia
de una base común en las superestructuras y de lo cual deduce
que para encontrar dicha base común no queda más remedio que
tener presente que los esquemas muy probablemente no arbitra-
rios y que están en estrecha relación con los aspectos semánticos
y pragmáticos de los textos y de la comunicación. De lo anterior,
el autor afirma que para conocer la temática de un texto hay
que mencionar en primar lugar una serie de objetos, personas o
circunstancias sobre lo que se quiere decir algo. Además comenta
que en algunos contextos estos objetos, personas o circunstancias
pueden ser ya conocidos por el oyente o lector. Así, se deduce que
la estructura funcional más general de los textos es aquella que
puede diferenciar entre condición y consecuencia (Van Dijk, 1983).
Entre las estructuras bien definidas por Van Dijk (1983) se encuen-
tran las narrativas, las argumentativas y el tratado científico, con las
cuales, se establece la explicación particular para un entendimien-
to inductivo de las superestructuras. Con respecto a las estructuras
narrativas, este autor las considera como formas básicas muy
importantes para la comunicación textual, comentando que con
este tipo de textos (narrativos) se hace referencia a narraciones
que se producen en la comunicación cotidiana con respecto a
una línea de tiempo. En adición por parte del autor, el segundo
tipo de superestructuras, las argumentativas, considera que son las
más usadas tanto en la filosofía como en la teoría de la lógica son
la argumentación y la demostración.
Con respecto a las estructuras narrativas, se tiene que su primera
característica fundamental consiste en que este texto se refiere
ante todo a acciones de personas, de manera que las descripcio-
nes de circunstancias, objetos u otros suceso quedan claramente
subordinadas. Lo anterior brinda una diferencia sistemática de
11
13. este tipo de texto ante cualquier otro. A su vez, un texto narrativo
posee la característica semántica de explicar uno suceso o accio-
nes que en cierta manera resultan interesantes, por lo que debe
poseer como mínimo, referentes a un suceso o una acción que
cumplan con el criterio de interés(Van Dijk, 1983).
A partir de lo anterior se va construyendo la categorización inhe-
rente a los textos narrativos; si se convencionalización el criterio
mencionado, se establece la primera categoría denominada la
complicación, la cual se expresa en una secuencia de acciones ante
las cuales se obtiene una reacción. Esta última ostenta el carácter
de dilución ante la complicación, estableciendo la categoría deno-
minada resolución, la cual puede ser positiva o negativa, es decir,
de éxito o fracaso o bien, que la narración acaba “bien” o “mal”. En
conjunto, la complicación y la resolución conforman el núcleo de
un texto narrativo cotidiano, lo cual se denomina suceso. Por su
parte, cada suceso tiene lugar en una situación determinada, en
un lugar determinado, a una hora determinada y en determinadas
circunstancias. A la especificación de tales circunstancias se le
denomina marco. Luego, el marco y el suceso conforman lo que se
llama episodio. De aquí, la serie de episodios que constituyen un
texto narrativo, recibe el nombre de trama. Cuando los narradores
además de reproducir los sucesos, realizan también aportaciones
de su reacción mental, su opinión o valoración, se obtiene enton-
ces la categoría de la evaluación. Junto con la trama, la evaluación
forma parte de la verdadera historia. Por último, muchos textos
narrativos poseen también un anuncio y un epílogo. Como se pue-
de observar, las categorías permiten toda una esquematización
interna de la superestructura subyacente en un texto narrativo, y
aún más, pueden ser utilizadas para determinar reglas de forma-
ción para esta estructura, con lo cual se hace un planteamiento
más formal de la construcción de la misma (Van Dijk, 1983).
Así como hay también todo un conjunto de categorías para las
estructuras narrativas, las estructuras argumentativas también
poseen las suyas. El esquema básico de las últimas corresponde
a par hipótesis-conclusión. La categoría de hipótesis puede seguir
dividiéndose aún más. Aparte de las dos formas básicas, se hacen
inclusiones de otras categorías como lo son el argumento o bien,
la bien colocada conclusión (Van Dijk, 1983).
12
14. Por su parte, los tratados científicos presentan una variante
especial de las superestructuras argumentativas en las cuales se
añaden las categorías denominadas plateo del problema y solución,
las cuales también puede dividirse más profundamente (Van Dijk,
1983).
Ya considerando otros tipos de texto, Van Dijk (1983) se pregunta
si realmente todos los textos o tipos de texto poseen una estruc-
tura global y característica. Considera que ésta es una cuestión
empírica y cuya contestación tan solo podrá darse a través de
observaciones sistemáticas y de un análisis de un gran número de
tipos de texto de una determinada sociedad o cultura, a lo cual
menciona que en base a reflexiones sencillas, se puede considerar
que una superestructura debe existir necesariamente en cada
texto, como ocurre también con las macroestructuras en un texto
coherente.
Finalmente, Van Dijk (1983) especifica que existen algunas dife-
rencias entre macro y superestructuras, donde las primeras son
indispensables para que se produzcan conexiones lineales entre
oraciones y para la compresión del tema de un texto, mientras
que las segundas, tienen un comportamiento de estructuras
sintácticas dentro de un contexto determinado debido a que se
basan en reglas convencionales y no necesariamente todo tipo
de texto posible tiene que estar convencionalizado por fuerza en
el nivel de las superestructuras. En conclusión, deduce que “las
superestructuras no son una característica necesaria de los textos
y que para una división global del texto también puede servir el
orden de las macroestructuras”.
13
15. Sección Dos
Introducción a la
Arquitectura de
Información Web
14
16. El término Arquitecto de Información fue introducido por Richard
Saulwurman (1996) para definir una nueva disciplina que se refiere
a los profesionales cuyo propósito es tomar información compleja
y conducirla a cierta audiencia en forma tan simple como sea
posible. En forma explícita Saulwurman (1996) define al Arquitecto
de Información como: “1) El individuo que organiza patrones inhe-
rentes en datos, haciendo claro lo complejo. 2) Un individuo que
crea la estructura o mapa de información la cual permite a otros
encontrar sus propios caminos al conocimiento. 3) La ocupación
profesional emergente del siglo 21 que se ocupa de las necesida-
des de la era enfocada en la claridad, entendimiento humano, y la
ciencia de la organización de información.”
La World Wide Web (WWW) o simplemente la Web es un sub-
conjunto de una red mundial de computadoras denominada
Internet, el cual está compuesto de elementos hipermediales. Por
hipermedia (Sosa-Tzec, 2001) se entiende como el conjunto de
aplicaciones (i.e. programas de computadora para uso específico)
que son producto de la combinación de hipertexto (i.e. texto
virtual que posee ligas) y multimedios (e.g. la generación de so-
nidos y gráficos por computadora). Por “ligas” se refiere a aquellos
elementos dentro de un hipertexto que indican posibles flujos de
lectura (no lineal) usualmente presentados en forma textual clá-
sica (i.e. palabras o pequeñas frases) u otra forma (e.g. imágenes),
los cuales inducen a la actividad denominada en este contexto
como “navegación”. Las ligas suelen denominarse también como
hipervínculos. Los elementos hipermediales de la Web son las tan
nombradas páginas web, los cuales son documentos virtuales con
una estructura de navegación hipertextual y contenido multime-
dial. A una colección de páginas web entre las cuales se puede
establecer una clara relación de contenido para ser identificadas
como una unidad se le denomina sitio web, comúnmente referido
tan sólo como sitio.
Ciertamente, con el advenimiento de la Web, el papel de los
arquitectos de información resulta relevante. En la construcción
profesional de sitios, el arquitecto de información tiene la respon-
sabilidad de llevar a cabo todo el proceso tal que se cumplan los
requerimientos del cliente (i.e. alguna empresa, persona u organi-
zación) o negocio, pero que al mismo tiempo cumpla su objetivo
como elemento de comunicación exitoso con el usuario (i.e. el
individuo que navega el sitio). Este proceso, la arquitectura de
15
17. información, toma nuevas definiciones en este campo de la Web;
de acuerdo a Rosenfeld et al. (2002), define como: “1) La combina-
ción de la organización, etiquetación y esquemas de navegación
dentro de un sistema de información. 2) El diseño estructural de
un espacio de información para facilitar el cumplimiento de tareas
y acceso intuitivo a contenido. 3) El arte y ciencia de estructurar y
clasificar sitios web e intranets1 para ayudar a la gente a ayudar y
manejar información. 4) Una disciplina emergente y comunidad
de practicantes enfocada en llevar a cabo principios de diseño
y arquitectura al contexto digital.” En términos no tan formales,
Shiple (2005) se refiere la arquitectura de información como el
fundamento para un gran diseño web y que es el plano en el cual
se basa la construcción de todos los elementos de un sitio web.
La arquitectura de información para la Web casi siempre está aso-
ciada a la construcción de grandes sitios, es decir, sitios con gran
contenido y que requieren de una estructura navegacional sólida
para tener éxito. Sin embargo, la arquitectura de información web
se puede aplicar a cualquier construcción de sitios web o incluso
en páginas individuales.
Todo proceso de arquitectura de información web tiene ciertos
pasos comunes (Van Dijck, 2003; Shiple, 2005) que son:
1) La identificación de las metas del negocio.
2) La identificación de las metas del sitio.
3) La identificación de los usuarios potenciales, su categorización
y análisis de requerimientos.
4) Determinación de contenido y funcionalidad.
5) Elaboración de esquemas organizacionales, categorización y
etiquetación para determinar la estructura navegacional.
6) Diseño de interfaz de usuario con “marcos de alambre” y elabo-
ración de layout final.
Estos pasos con su correspondientes métodos permiten la
construcción y evaluación gradual de un sitio tomando en cuenta
1. Redes vía Web
16
18. las metas del negocio y necesidades de los diferentes tipos de
usuarios categorizados. Así, el cliente llega a solicitar al arquitecto
de información web la construcción de un sitio considerando en
cuenta las metas de su negocio, pero al ser un sitio web una enti-
dad “viva” dentro de la WWW, es necesario que tenga sus propias
metas tal que determinen cuáles serían los factores de éxito para
ser frecuentemente navegable por parte los usuarios. De aquí, se
discute con el cliente acerca de los perfiles que podrían tener los
usuarios que navegarían el sitio a construir, se categorizar en gran-
des grupos y usualmente se realizan ejercicios como la construc-
ción de escenarios y casos de uso del sitio (Shiple, 2005; Van Dijck,
2003). Todo aquello que el cliente cree que debe ir como conteni-
do del sitio y todo aquello que el arquitecto de información web
considera también considera como contenido potencial a partir
de las metas del sitio, se considera como información en crudo, tal
que el arquitecto de información estructura, categoriza y etiqueta
cada una de las categorías como solución óptima; en este mo-
mento también determina cuáles serían las necesidades funciona-
les del sitio (e.g. de programación). El paso anterior se deriva en la
construcción del denominado mapa del sitio. A partir del mapa y
del contenido para cada categoría etiquetada, se procede a bos-
quejar la forma del contenido, lo cual corresponde a los marcos de
alambre. De aquí se realiza un paso de evaluación, probablemente
iterativo, con usuarios potenciales para determinar la eficacia de
la estructura navegacional expresada en el mapa. Cuando se ha
pasado esta etapa, se procede a diseñar el layout del sitio, lo cual
corresponde a construir el sitio en forma ya en la computadora,
y con lo cual se pueden realizar pruebas sobre la facilidad de uso
por parte de las personas para cumplir exitosamente las tareas
que atañen a la navegación del sitio, lo cual se denomina pruebas
de usabilidad (Sosa-Tzec, 2001; Van Dijck, 2003). Después de estas
pruebas se procede a una posible reestructuración del contenido
y se afinan aspectos de presentación (e.g. diseño gráfico para la
interfaz de usuario).
17
19. Sección Tres
La Arquitectura de
Información Web y
la Virtualización
del Texto
18
20. Los sitios web, aún siendo simplemente páginas, corresponden
a un tipo de texto, el denominado por Lévy (1998) como texto
virtual. Sin embargo, este autor solo se comenta tan solo del
hipertexto más allá de considerar cualquier tipo de sitio web o
simplemente una página, los cuales claramente son entidades
hipermediales en un sentido generalizado. Lo anterior marca el
hecho de que todo sitio o página web es una entidad hipermedial,
pero no necesariamente al revés. En lo que sí se puede afirmar
sobre los hipertextos, y en general sobre cualquier hipermedio, es
que constituyen una matriz de textos potenciales, de los cuales
sólo algunos se realizarán como resultado de la interacción con
un usuario (Lévy, 1998). Con esto se explica que el usuario realiza
al final de cuentas una “lectura” especial en estos tipos de textos,
la cual en ningún motivo debe considerarse aleatoria aunque sí
arbitraria. De acuerdo a Lévy (1998), “entre tal o cual texto posible
de la combinatoria y el texto real no existe ninguna diferencia en
pantalla. La mayoría de los programas son máquinas para visuali-
zar (realizar) mensajes (textos, imágenes, etc.) a partir de un dispo-
sitivo computarizado que determina un universo de posibilidades”.
La mencionada maquinaria, es lo que en la jerga se denomina
como un web browser (o visor web) llamado simplemente browser.
En adición “este universo puede ser inmenso o puede invocar
procedimientos aleatorios. Tampoco está enteramente precon-
tenido ni es calculable”. Lo anterior reafirma el comentario sobre
la arbitrariedad en la navegación y con lo cual debe considerarse
plenamente que el usuario no lee los textos hipermediales en
forma individual, sino que realiza la lectura necesaria de uno o
quizá varios textos de acuerdo al propósito de navegación, lo cual
corresponde a la denominada tarea o meta por parte del usuario.
De acuerdo a Lévy (1998) “si se define un hipertexto como un
espacio de recorrido de lecturas posibles, un texto es una lectura
particular de hipertexto. El navegador participa, por lo tanto, en
la redacción o, al menos, en la edición del texto que lee ya que es
quien determina su organización final”.
Lévy (1998) comenta que el lector de pantalla es más activo que el
lector sobre papel. Tal afirmación puede ser parcialmente refutada
y es válida en el contexto hipermedial pero no necesariamente
sobre todo texto virtual, ya que adelantándose a las secciones an-
teriores, en los textos virtuales existen estructuras que determinan
el ritmo de lectura por parte del usuario dependiendo de la cate-
19
21. goría (en el sentido similar establecido por Van Dijk anteriormen-
te); la lectura en papel puede ser tan dinámica como la estructura
del texto lo permita, sino considérese el caso de leer en pantalla
un documento de texto plano (i.e. oraciones escritas presentadas
en forma secuencial) que debe ser leído en “orden” no se compara
con el grado de actividad de lectura con respecto a un diccionario,
donde el lector realiza también una lectura no lineal con tal de
cumplir su tarea (i.e. buscar la definición de términos dentro de
éste). Tal hecho lo ratifica comentando que un texto lineal clásico,
aún siendo digitalizado, no se leerá como un verdadero hipertexto
(Lévy, 1998).
También comenta Lévy (1998) que la computadora es un opera-
dor de potencialización de la información ya que a partir de una
existencias de datos iniciales, de un modelo o de un metatexto, un
programa puede calcular un número indefinido de expresiones
visibles, audibles o tangibles diferentes, en función de la situación
o de la demanda de los usuarios. Ciertamente se comparte la idea
de este autor sobre la importancia de la generación de réplicas
“virtuales” a petición de los usuarios de una entidad “original” que
también resulta virtual y que se instancia en la pantalla de cada
usuario al momento de realizar la lectura tal que dicha entidad
requiera de ser presentada. Sin embargo, se piensa que no es
correcto denominar a tal entidad “original” como el metatexto
porque no lo es por sí mismo, el concepto de metatexto debe
estar involucrado con un nivel abstracto por encima del texto
hipermedial, y por lo tanto, el metatexto está más relacionado
con la conceptualización de algún hipertexto hipermedial per se,
de acuerdo a sus estructuras semánticas inherentes y que están
en función generalizada con las mencionadas metas o necesida-
des del negocio y de los usuarios. Es decir, existe el conjunto de
entidades hipermediales, pero además de ser posible establecer
diferentes tipos de estos, existe una concepción generalizada y
abstracta del fondo constituyente al tipo que pertenece (dentro
de los hipermedios) y eso, el metatexto, es el patrón implícito que
el arquitecto de información puede determinar en cada proyec-
to de construcción de sitios web, para luego determinar cómo
proceder a un adecuado arreglo y orden de dichas estructuras
semánticas implícitas en el modelo.
Para Lévy (1998) “la hipertextualización es el movimiento inverso
a la lectura, en el sentido que produce, a partir de un texto inicial,
20
22. una reserva textual de instrumentos de composición gracias a los
cuales el navegador podrá proyectar una multitud de otros textos”.
Y así, “el texto se transforma en un problemática textual. Per una
vez más, sólo existe una problemática al considerar aparejamien-
tos humanos-máquinas y no únicamente procesos informáticos.
Entonces, se puede hablar de virtualización y no solo de poten-
cialización. En efecto el hipertexto no se deduce lógicamente del
texto fuente”. Lo anterior no es más que una consecuencia directa
de la naturaleza tecnológica en la que fue diseñada la distribución
globalizada de los hipermedios, y además, es claro que como
cualquier texto, un proceso comunicativo le da razón de ser; por
lo tanto, no existe sentido ajeno alguno a una posible desconsi-
deración del lado humano involucrado con la construcción de
entidades hipermediales, y por ende de sitios web. El arquitecto
de información ciertamente debe poseer la capacidad de identi-
ficar dicho aspecto humano en el proceso de arquitectura, lo cual
deriva de su experiencia como constructor de este tipo de textos
y usualmente apoyado en un trabajo en equipo donde existen
miembros especializados en el ámbito de interacción humano-
computadora (HCI por sus siglas en inglés).
Lévy (1998) plantea que existe una relación mayor con el progra-
ma de lectura y de navegación que con la pantalla. Inmerso en
el contexto de la arquitectura de información tal afirmación no
resulta trivial y también se deriva del proceso de construcción;
aspectos como funciones de búsqueda o de personalización son
identificadas en las metas o necesidades de los usuarios y poste-
riores etapas de la arquitectura las toman en cuenta y determinan
su máxima implementación según las limitaciones tecnológicas o
presupuestales.
Además, Lévy (1998) comenta que la escritura y la lectura cambian
roles en el sentido que el usuario al realizar un recorrido van con-
formando la “redacción” de su texto, el arquitecto de información
no está involucrado con tal acción. La tarea fundamental del arqui-
tecto es limitada al dominio correspondiente al sitio que le toca
construir, sin embargo, posee gran importancia en la medida que
permita al lector a construir la lectura en forma adecuada, porque
no basta con la colocación de entidades hipermediales sino que
es necesario que en forma parcial, tanto como el usuario desee
tomar durante la navegación, la estructuración sea semántica-
mente adecuada. Sin esta adecuada estructuración por parte del
21
23. arquitecto de información, el contenido de algún sitio web puede
resultar tedioso o frustrante con respecto a la tarea a desempe-
ñar por parte del usuario, y por ende, muy probablemente será
descartado como parte del texto que éste va “redactando” durante
su navegación en la Web.
Aunque el hecho planteado por Lévy (1998) sobre la adición de
elementos a la Web determina una estructura subjetiva a partir
de un punto de vista, ciertamente el arquitecto de información
brinda la posibilidad de construir textos hipermediales de forma
profesional, fungiendo como una especie de nuevo “escribano”
tanto la Web o dependiendo de su especialidad arquitectónica
sobre el desarrollo de aplicaciones hipermediales en general.
22
25. Un sitio web como se ha dicho es un texto el cual puede tomarse
en analogía con un discurso con el arquitecto de información
como orador o bien, como una estructura narrativa con el arqui-
tecto como narrador. De igual manera que con estos textos, un
sitio web es identificado como tal por parte de los usuarios de
manera convencional. Ya que se ha mencionado que todo sitio
web es un hipermedio pero no al revés, podría pensarse que
la primera característica asociada a los sitios es por su forma de
visualizarse, esto es, a través de un browser. Sin embargo la tecno-
logía actual permite visualizar aplicaciones como las denominadas
aplicaciones (e.g. un programa de punto de venta) también en
un web browser. Entonces podría pensarse que los sitios web
corresponden a hipertextos en un sentido puro, pero tal hecho no
puede ser posible porque en la actualidad existen sitios web que
tienen funciones adicionales que permiten el manejo dinámico de
datos y otros elementos que también hacen que funcionen como
aplicaciones. En este último caso, un usuario no hace distinción
entre un programa de computadora convencional (i.e. una aplica-
ción) y un sitio web, y para propósitos enmarcados en este artículo
resulta indistinto. De cualquier forma un usuario sí reconoce un
sitio web en primera instancia por ser visualizado en un browser en
conjunción con los elementos convencionales hipertextuales que
lo caracterizan.
Ahora bien, existen diferentes tipos de sitios web según ciertas
“temáticas”. En la práctica estas temáticas están en función de las
necesidades del sitio, por lo que es posible dividir los sitios web,
que por sí solos constituyen una macroestructura generalizada,
en varios tipos de macroestructuras particulares. Dichas particu-
laridades permiten a los usuarios identificar por ejemplo sitios
web académicos, comerciales, personales, etc. Esto constituyen
macroestructuras subyacentes a la generalizada y con las cuales se
define el “tema” o “asunto” del sitio.
La microestructura del sitio se puede considerar como la estructu-
ra del contenido per se del sitio. Es decir, en la estructura inherente
en el contenido tal y como sucede en las oraciones de posible tex-
to en un sitio o en la adecuada relación semántica de la imágenes
o sonidos dentro de éste.
Como en todo texto, la coherencia global de un sitio también
depende de la asignación efectiva de un tema o asunto; además,
24
26. el aspecto interesante de la coherencia como resultado de una
arquitectura de información web, es que un sitio es coherente
globalmente desde el punto de vista del usuario con respecto
a los elementos de contenido, lo cual se relaciona más con los
elementos constituyentes de la interfaz de usuario, aunque implí-
citamente también juega un papel importante la estructuración
navegacional, aunque ésta última por sí sola está más relacionada
con la superestructura. Del hecho anterior se puede determinar
que para los sitios web también se presenta un mapeo de incrus-
tación (embedding en inglés) porque la microestructura de alguna
forma tiene explícita la superestructura subyacente, a través de
elementos que representan la categorización de la información y
que permiten la navegación del sitio (i.e. las ligas relacionadas con
la estructura navegacional).
Las macroproposiciones juegan un papel más fuerte en el caso de
los sitios web. No basta con establecer juicios de verdad sobre la
temática del sitio, sino que además implican aspectos inherentes
al texto. Por ejemplo, en el caso de un portal de compras vía Web,
no basta que las macroproposiciones establezcan la macroestruc-
tura para entender que se trata de un sitio de compras, sino que
además deben provocar en el usuario un sentido de confianza
para saber que las compras serían seguras, o bien, un sentido de
calidad en los servicios ofrecidos; en ambos casos, este factor de-
termina si el lector procede o no a continuar con la lectura del tex-
to y así cumplir satisfactoriamente su tarea. Lo anterior claramente
no sucede en otro tipo de textos, en el caso de una narración, el
lector o usuario sabe que se trata de una estructura narrativa, sin
embargo, no es necesario que la macroestructura le brinde índices
de confiabilidad sobre el tema, tan solo basta con identificar que
se está leyendo o escuchando una narración. Lo anterior determi-
na de alguna forma que el arquitecto de información debe consi-
derar como líder de un proyecto de construcción de un sitio web,
que los mapeos semánticos en el sentido planteado por Van Dijk
(1980) estén presenten y sean los adecuados. Tal hecho es cuando
se involucran posibles miembros del equipo de trabajo que estén
relacionados tanto con la percepción del lector como pueden ser
especialistas de contenido (e.g. psicólogos o diseñadores gráficos)
o incluso aquellos con aspectos de funcionalidad (e.g. programa-
dores) para reafirmar la coherencia de algún sitio (e.g. un portal de
compras “confiable”).
25
27. El tema se deriva también en los sitios web a partir de macrorre-
glas aplicadas durante el proceso de arquitectura de información.
En este caso las macrorreglas también fungen como elementos re-
ductivos de las información semántica. De lo anterior se comenta
que las macrorreglas permiten durante la construcción arquitec-
tónica el poder conducir a los usuarios la información semántica
necesaria para que exista la coherencia. Tal conducción provoca a
los lectores de este tipo de textos a tomar los fragmentos de infor-
mación que le son útiles para la realización de sus tareas y poder
así, establecer este tipo de lectura “activa” marcada por Lévy (1998)
y que conlleva a una redacción personal del texto, más allá de la
navegación de un solo sitio para cumplir dichas tareas.
Las tres reglas señaladas por Van Dijk (1980) también son emplea-
das en la arquitectura de información web. La supresión clara-
mente involucra con la categorización de la información cruda
antes mencionada con el diseño de contenido. La generalización
también está muy ligada con el proceso de etiquetación de la
información estructurada. Para un sitio web, la supresión y genera-
lización van de la mano con una adecuada regla de construcción,
notándose en hechos tales como una estructura navegacional
congruentemente con los demás elementos de contenido mos-
trada en formas de hipervínculos textuales o por otros medios
(i.e. imágenes), el número necesario de elementos visuales como
íconos, fotografías o ilustraciones, o bien, la adecuada selección de
sonidos como medio de apoyo para la interacción
En este contexto, sin duda la capacidad de identificar la macroes-
tructura por parte del usuario está en función de su experiencia
como usuario de sitios web, es decir, su eficacia en la interpreta-
ción del texto. Similarmente, los aspectos determinados como
importantes o pertinentes mencionados por Van Dijk (1980)
dependen de la frecuencia del usuario de interactuar con este
tipo de textos en base a una tarea específica por cumplir, así como
también de sus intereses, deseos, valores, etc.
26
28. Sección Cinco
Superestructuras
Semánticas en la
Arquitectura de
Información Web
27
29. De igual forma que sucede con los textos escritos, en los sitios
web y en general en los hipermedios, existe algún tipo de estruc-
tura esquemática que se encuentra subyacente a la macroestruc-
tura previamente identificada. Del proceso de arquitectura de
información como construcción profesional de sitios, se espera
entonces que esta estructura esquemática esté también inmersa
de algún modo dentro de éstos. La estructura esquemática debe
entonces ser consecuencia de la participación del arquitecto de
información como orador, hablante o narrador desde el punto de
vista de los textos. En efecto, el arquitecto de información al tener
que tomar las necesidades o metas tanto del cliente como del
usuario para después realizar una esquematización del contenido
(i.e. la información que irá en el sitio), esto implica que además de
la macroestructura relacionada con un sitio se puede determinar
el tipo de estructura jerárquica asociada.
Al igual que determina Van Dijk (1983), se está hablando entonces
que los sitios web poseen una superestructura. Sin embargo, en
el caso de los sitios web sucede algo interesante, la identificación
de al menos dos tipos de superestructuras bien delimitadas. La pri-
mera de ellas, la cual se denomina como superestructura primaria,
corresponde a la relación jerarquizada de la información, ya que
no solo basta que el usuario identifique el tema que corresponde
al sitio que navega (i.e. la macroestructura) sino que debe existir
un punto de partida navegacional. Lo anterior se concretiza
cuando el arquitecto de información categoriza y etiqueta los
bloques informativos que darán pauta al usuario para realizar su
lectura que, aunque resulte arbitraria, le permitan ir creando un
mapa mental sobre la conformación de dichos bloques. Por otro
lado, para cada bloque informativo, el cual se presenta usual-
mente como una sola página web, aunque pueden ser más, se
observa que tiene su propio esquema asociado al contenido. Este
esquema permite al usuario conformar una lectura congruente
del texto; dentro del mismo contenido no puede presentarse al
usuario información no jerarquizada porque rechaza los principios
arquitectónicos que lo sustentan. Dicho esquema constituye la
superestructura secundaria. Se presenta entonces como un hecho
que ambas superestructuras deben manifestarse en forma natural
al usuario, es decir, un sitio con una buena arquitectura debe ser
tal que el usuario no identifique explícitamente las relaciones
jerárquicas de contenido y cuya consecuencia es una asociación
mental del contenido inherente entre los diferentes textos que
28
30. correspondan a una misma macroestructura; en palabras de Van
Dijk (1983), la “forma del texto” debe ser acorde a su “tema”.
Para un mismo tema de este tipo de textos, es claro que la super-
estructura primaria brinda las categorías de orden de la infor-
mación contenida, y también es un hecho que cada “narrador”,
haciendo analogía con la ejemplificación de la narrativa para el
entendimiento de las superestructuras con Van Dijk (1983), “nom-
bra” las categorías según sus restricciones contextuales (i.e. metas
y necesidades del negocio y usuario). Pero para un tema dado,
existe entonces un espacio de categorías posibles asociadas, las
metacategorías, por lo que cualquier instancia de un sitio web bajo
un mismo tema es consecuencia primero de un mapeo estructural
de información que induce del espacio de las metacategorías una
relación jerárquica abstracta y luego un segundo mapeo de etique-
tación al espacio de unidades semánticas relevantes a los elemen-
tos de dicha relación. Tales unidades semánticas corresponden
usualmente a palabras u oraciones, pero debido a la naturaleza de
los hipermedios, pueden corresponder a imágenes icónicas, soni-
dos, etc. El mapeo estructural es claramente una función inyectiva
más no suprayectiva, por lo tanto nunca podrá ser un isomorfismo
ya que los puntos del espacio de elementos que pueden ser rela-
cionados jerárquicamente para un sitio web de un tema específico
es más “grande”. En el caso del mapeo de etiquetación se tiene
además que el espacio de unidades semánticas no es único y que
está de alguna forma relacionado con el contexto (lo más genera-
lizado posible) en el cual quedará inmerso el sitio; este es el caso
de la selección de idioma, ya que un sitio para gente de Latino-
américa no se sentirá cómodo con encontrar todas las categorías
en inglés, sin embargo, debido a que la Web es un medio global,
se presentan ciertas “convenciones” como emplear el idioma inglés
para abarcar un mayor mercado o bien, la selección de ciertas
imágenes para representaciones icónicas, como sucede en el caso
de utilizar la iconización de un “carrito de compras” en todos los
sitios de compras vía Web para darle a entender al usuario que
ahí verá la información de los artículos que está comprando o el
típico uso de la iconización de una “casa” para indicarle que dicha
categoría lo “llevará” a la página inicial del sitio. Lo anterior marca el
hecho de que en los sitios web las superestructuras también están
en función de la capacidad lingüística y comunicativa general tal y
como señala Van Dijk (1983) para otros tipos de textos y que efec-
tivamente existen varios sistemas semióticos en los cuales puede
29
31. realizarse el reconocimiento de las superestructuras primaria y
secundaria. Entonces, el arquitecto de información tiene la respon-
sabilidad de entender las reglas establecidas en los sistemas en
los que el sitio web va a “vivir” y entender también el comporta-
miento cognitivo de los usuarios para apoyarlos en su capacidad
de “redacción” particular en el sentido planteado por Lévy (1998).
Ciertamente el arquitecto de información logra tal cometido, en
conjunto con posibles miembros especializados de su equipo de
trabajo, mediante la tan mencionada observación sistemática que
Van Dijk (1983) menciona.
Las superestructuras primarias cumplen una función primaria:
el cumplimiento exitoso de las tareas del usuario dentro de un
sitio web. Sin embargo, la manera de llevar a cabo tal cometido
dada la capacidad del medio, implica que no se presente una
sola manera. El pragmatismo inherente al medio conduce a más
de una posible instancia de la superestructura primaria para un
sitio web. La abstracción de la superestructura primaria resulta
entonces en una hiperestructura de un sitio web, mediante la
cual, independientemente de la forma personal de navegación
del usuario, establece una coherencia implícita de esta acción. La
hiperestructura es consecuencia directa del establecimiento de los
perfiles, y por ende del comportamiento posible, de los diferentes
tipos de usuario considerados como la audiencia para un sitio web
dentro del proceso de arquitectura de información. Así, más que
considerar que la sociedad (local) influye en la construcción de las
superestructuras primarias de un sitio, se determina que el factor
relevante es la cultura navegacional por parte de los usuarios.
Por su parte, la superestructura secundaria al estar más relaciona-
da con la esquematización de contenido dada una categoría de
la superestructura primaria, involucra aspectos comparativos de la
utilización de elementos hipermediales con aquellos presentes en
otros tipos de texto. Por ejemplo, cuando un usuario visita un sitio
de compras vía Web, se esperaría que gran parte del contenido, en
particular el referente al despliegue de productos, sea congruente
con la forma en la que los usuarios leen la versión análoga del sitio
(i.e. catálogos de venta). Aunque los hipermedios brindan nuevas
posibilidades en el diseño de contenido, no puede considerarse,
quizá por sentido común, el romper con los paradigmas culturales
de lectura de lectura ya que podrían provocar un efecto negativo
en los usuarios sobre el entendimiento del texto. Tales cambios
30
32. de diseño de información también está relacionados con el índice
cultural de la audiencia y sin duda, ésta se verá influenciada
conforme pase el tiempo y la utilización de este medio resulte
cotidiana y generalmente comprendido en cuanto a sus posibili-
dades mediático-narrativas.
Así, en el caso de los productos de la arquitectura de información
se presenta una nueva realidad de coherencia, la cual ya no puede
ser considerada lineal en nivel global debido al hecho de que los
usuarios realizan la “redacción” del texto que quedará constituido
en sus mentes al visitar uno o varios sitios para una sola tarea es-
pecífica y que además, con el paso del tiempo las superestructuras
secundarias irán evolucionando para satisfacer el cumplimiento de
dicha tarea.
31
33. Sección Seis
Constituyentes
Retóricas para la
Arquitectura de
Información Web
32
34. El usuario desde el punto de la arquitectura de información es un
sujeto “abstracto” con la capacidad de relacionar los contenidos
web gracias a su macroestructura y las superestructuras primaria
y secundaria subyacentes. Esta capacidad se relaciona con el
carácter persuasivo de los sitios web cuyo fin es una adecuada na-
vegación en los mismos, lo cual conlleva a hechos tales como una
formación de opinión como sucede al navegar un sitio de alguna
organización no gubernamental (e.g. sitio de una comunidad
ambientalista) o el consumo de algún servicio que solía hacerse
físicamente (e.g. sitio de un banco). Los usuarios no solo entienden
la macroestructura, sino que la superestructura va formando en
ellos un guía mental sobre su comportamiento en la navegación
ante otros sitios web similares o en el cumplimiento de tareas bien
determinadas.
El carácter persuasivo sí está relacionado en gran medida con las
superestructuras de los sitios web; esto es, la retórica está invo-
lucrada con la arquitectura de información para la elaboración
de ambas superestructuras. Como se sabe, la retórica tiene tres
modos de persuasión: la ética, la lógica y la emoción (Ehses, 1986).
En este punto, se compara el enfoque retórico en el diseño plan-
teado por Ehses (1986) con la elaboración de las superestructuras.
Para este autor, en el diseño se aplica la retórica tal que la ética
está relacionada con las características propias del diseñador en
su forma de trabajo y por ende en el producto final; la lógica solo
está involucrada con lo que podría denominarse la información
en crudo y la emoción se atribuye a todos los elementos que el
diseñador pueda utilizar para provocar sentimientos en el usuario
durante la interacción del producto.
Así, durante el proceso de arquitectura de información se presenta
un nuevo tipo de mapeo, este mapeo ya sea de la superestruc-
tura primaria o de la secundaria hacia algún modo persuasivo
de la retórica tal que en cada uno es posible asignar un valor de
persuasión. Cuando el arquitecto de información determina la
superestructura primaria y secundaria en sus formas básicas (i.e.
de representación meramente textual) entonces el mapeo se
hace hacia el espacio de la lógica, en el sentido retórico planteado
anteriormente. En esta situación los valores asociados a la ética
son de carácter relacionado con la habilidad del arquitecto de
información para determinar la relación jerárquica en bloques in-
formativos y aquel asociado a la emoción resulta nulo. De acuerdo
33
35. a lo comentado sobre la selección de unidades semánticas que
puedan utilizarse para concretizar ambas superestructuras que no
sean formas textuales clásicas (i.e. palabras u oraciones), el arqui-
tecto de información puede emplear el uso de imágenes icónicas
o como sucede en muchos casos, establecer la estructura primaria
en forma metafórica. Con lo anterior el valor ético aumenta
mucho más y para consideraciones en la “forma” encontrada en el
producto final, el valor de la emoción tiene cierto incremento. Pos-
teriormente, cuando se determina qué elementos acompañarán
a las superestructuras primaria y secundaria tal que homogenicen
la identidad del sitio en su macroestructura, se realizan conside-
raciones de diseño de interfaz de usuario tal que la selección de
elementos sean semánticamente adecuados al contexto en el que
será inmerso el sitio según las necesidades y metas del negocio y
usuario; es decir, en el diseño de interfaz se incluirán consideracio-
nes sobre la selección gráfica que induzcan al usuario a perma-
necer en el sitio o mejor aún, a regresar en una próxima visita. Se
tiene entonces, que el valor emotivo asociado al sitio incrementa
de acuerdo a dichas consideraciones.
La adecuada superestructuración primaria no solo eleva los
valores lógicos y éticos, sino que aleja el sitio web de los textos
escritos y causa un reacción positiva mínima de agrado al usuario
por la utilización de la Web, generando un valor emotivo débil. Lo
anterior indica que una superestructura primaria carente equivale
prácticamente a una lectura lineal y que no aprovecha el medio
de acuerdo a lo mencionado por Lévy (1998). Así, el carácter per-
suasivo de este tipo de textos siempre está presente en relación
a los tres modos de la retórica. La elevación de los valores éticos y
emotivos se determina en función de la superestructura secunda-
ria en gran medida. En cualquiera de los tres casos, el arquitecto
de información considera siempre el o los sistemas semióticos
relacionados con el sitio web en construcción en forma implícita
y además también se condicionan por la cultura navegacional de
los usuarios tal que dicha asignación de valores resulte siempre
como apoyo al cumplimiento de sus tareas en forma exitosa.
34
36. Sección Siete
Análisis
superestructural
de amazon.com
35
37. Objeto de Estudio
El objeto de estudio corresponde a un sitio de compras vía Web
denominado amazon.com y cuya dirección es www.amazon.com.
Este sitio es sin duda uno de los más conocidos a nivel mundial y
desde su inicio ha manejado una fuerte arquitectura de informa-
ción, teniendo por consecuencia que prácticamente otros sitios
con la misma macroestructura no rechacen el modelo superes-
tructural fijado en él.
36
38. Superestructuras Primarias
Amazon.com posee una hiperestructura relacionada con el tipo
de productos que vende. Esto es, el usuario realiza la navegación
en función del objeto deseado, aunque presenta más de una
superestructura primaria para tal fin.
La superestructura primaria que es la más identificable en
amazon.com es una categorización en dos niveles. En el primer
nivel se presentan las categorías del tipo de producto y en el
segundo nivel se presenta la variedad relacionada a éste.
Además, como se presenta de facto en la mayoría de las super-
estructuras primarias en la Web, es necesaria la incursión de la
categoría “Página de Inicio”.
Sitio (Portal) de Compras
Página de Inicio Tipo de Producto
Subdivisión del tipo
Esquema estructural básico de la superestructura
primaria de un sitio de compras vía Web.
37
39. En toda la superestructura primaria básica de amazon.com
existe un reforzamiento cognitivo para el usuario mediante una
codificación por color para cada tipo de producto. Esto implica
una elevación de valor ético y emotivo. Así, cuando se tiene un
número considerable de bloques informativos, como sucede para
las instancias de la categoría “tipo de producto”, en la arquitec-
tura de información se toman desiciones sobre cuáles serían las
formas en las que el usuario pudiera identificar la superestructura
primaria básica en paralelo a la selección de etiquetas con las que
se nombran dichas instancias.. En el caso de amazon.com puede
considerarse está codificación por color como un índice remático
asociado a la superestructura primaria básica.
Instancias de la superestructura primaria básica y
su respectiva codificación por color.
38
40. La codificación por color propicia además la abstracción de la
hiperestructura y una congruencia con la superestructura secun-
daria.
En la figura de abajo puede observarse que el color azul asociado
a la sección de celulares de la categoría “tipo de producto” no solo
se utiliza en título, sino que se colorean los encabezados de los
recuadros ubicados en la columna izquierda. Estos recuadros son
la alternativa a la superestructura primaria básica; es decir, el usua-
rio puede identificar una relación jerarquizada equivalente dentro
del mismo sitio. Así, dentro de la hiperestructura se obtiene que
este azul particular implica a la sección de celulares. Similarmente
sucede con otras secciones dentro del sitio.
Entidades remáticas
Presentación de la superestructura
primaria básica.
Título de sección.
Presentación de superestructuras
primarias opcionales.
39
41. Superestructura primaria muy abstracta.
La interfaz de búsqueda requiere de una
concepción previa de una factible hiperes-
tructura por parte del usuario.
En amazon.com se puede observar otra pre-
sentación de una superestructura primaria
con respecto a los productos. En este caso
la categoría que subdivide al tipo tiene un
mayor número de instancias y aún más, se
muestra una subdivisión más especificando
aspectos particulares sobre los artículos,
en este caso por su función, distintivo de
fabricación y medio al que aplica.
Las demás superestructuras primarias en amazon.com repre-
sentan un tipo de navegación secundaria en conjunto con otras
fijas dentro del esquema global como las que se muestran en las
siguientes páginas. Las categorías pertinentes permiten al usuario
a navegar mediante otro camino aparentemente, aunque puede
accederse al mismo producto.
En amazon.com dependiendo de la sección que se visite, se le pre-
senta al usuario las superestructuras primarias equivalentes, lo cual
brinda flexibilidad en la “redacción” del texto que va conformando
el usuario en el sentido planteado por Lévy (1998). De esta forma,
la lectura de textos de la Web se refuerza no lineal en su totalidad
cuando existe un gran trabajo arquitectónico.
40
42. También está como parte del mismo nivel un tipo de categori-
zación particular a este tipo de sitios Web, los cuales soportan la
eficacia de la navegación y permiten construir al usuario un mo-
delo cognitivo que lo ponga en un contexto de consumo similar
a las compras “físicas”. Estas categorías en amazon.com corres-
ponden al “carro de compras”, la “lista de deseos” y la “caja dorada”.
Por ejemplo, la categoría carro de compras se refiere a la lista de
objetos seleccionados para comprar durante la navegación, con lo
cual el interpretante relaciona el contenido semántico de ésta con
ir llenando un carrito de productos que desea como sucede en los
supermercados.
Sitio (Portal) de Compras
Selección de
Sitio (Portal) de Compras
Productos
Tipo de Producto
Lista de Deseos
Subdivisión del tipo Carro de Compras
Página de Inicio Dinero virtual
para consumo
Categorías adicionales que usualmente se en-
cuentran en los sitios de compras vía Web.
41
43. Similar sucede con el caso de la categoría “ayuda”, se muestran
indicaciones “usables” para guiar al usuario inexperto en el proceso
de compras; y aún más, esto deriva un reforzamiento positivo y
emotivo, cuyo representante sustituye a situaciones donde uno se
encuentra en un supermercado o tienda departamental y solicita
ayuda a personas sobre cómo, cuáles y dónde tomar los produc-
tos que desean.
Sitio (Portal) de Compras
Selección de Pro-
Sitio (Portal) de Compras ductos
Tipo de Producto
Lista de Deseos
Subdivisión del tipo Carro de Compras
Dinero virtual
Página de Inicio
para consumo
Ayuda
La categoría “ayuda” en amazon.com también tiene
más de una representación en el contenido.
42
44. En este tipo de sitios se incorporan otras categorías relacionadas
con aspectos culturales y corporativos. En el primer caso, se inclu-
ye la categoría “nacionalidad” mediante la cual, el usuario puede
navegar los amazon.com de otras partes del mundo. En cuanto
a la segunda, se tienen categorías como “empresa”, manifestada
en una sección tipo boletines de prensa, otra de reclutamiento
de personal y una dedicada a personas que desean invertir en la
compañía, y la categoría “aspectos legales” cuyas secciones corres-
ponden a términos de uso del sitio para los usuarios y aspectos de
conservación de la privacidad de información personal manejada.
Sitio (Portal) de Compras
Selección de Pro-
Sitio (Portal) de Compras Ayuda ductos
Tipo de Producto
Lista de Deseos
Subdivisión del tipo Carro de Compras
Dinero virtual
Página de Inicio
Corporativo para consumo
Cultural
Existen usuarios, como los inversionistas, que
necesitan identificar otro tipo de superestructura
dentro del sitio. O bien, encontrar una categoría
que le pemita realizar una mejor lectura del texto
como sucede cuando un usuario no se identifica
con la nacionalidad expresada en el contenido.
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45. Gracias al medio, es posible pemitir la “redacción” del texto para
el dominio restringido del sitio. Es decir, el usuario puede cons-
truir, dada la hiperestructura y superestructura secundaria como
elemento esquemático de contenido fijo, su propia forma del
texto. Esto se presenta en amazon.com, y en muchos sitios web,
a través de funciones de personalización, mediante las cuales, el
usuario puede ir acomodando fragmentos de contenido referen-
tes a la categoría “tipo de producto”, incluso las subdivisiones de
tipo, para construir una relación jerárquica única. Esto implica una
superestructura primaria que no puede ser considerada parte de
la básica al no estar relacionada directamente con la navegación
del sitio para compra de productos, sino que el usuario identifica
un esquema paralelo dentro del mismo sitio y que tiene que ver
con facilidades de diseño de contenido dado su perfil.
En amazon.com se le presenta al usuario esta personalización en
diferentes presentaciones, similar a como sucede con la superes-
tructura primaria básica.
Sitio (Portal) de Compras
Personalización
Como parte de la superestructura primaria
básica también se incorpora funciones de perso-
nalización para este tipo de sitios web.
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46. Así como en el caso anterior, se observa que existen como parte
de las superestructuras primarias que no corresponden a la básica,
categorías de evaluación per se, ya que utilizan etiquetas donde
parece presentarse un juicio de valor sobre el texto por parte una
persona “detrás” del sitio. Esto se observa en categorías tales como
las secciones “selección del editor” o “artículos presentados”, entre
otras. Con las anteriores el usuario puede identificar una relación
jerárquica paralela al esquema navegacional dado por la superes-
tructura primaria básica.
Ejemplos de incorporación de evaluacio-
nes como parte superestructural primaria
propia de amazon.com. La congruencia
esquemática de contenido se debe a la
superestructura secundaria.
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47. Superestructuras Secundarias
En amazon.com, como en otros sitios similares, la macroestructura
secundaria determina las relaciones jerárquicas de contenido. Esto
es, convenciones sobre las categorías que están asociadas a la
información que ve el usuario dentro del sitio dada una instancia
de la superestructura primaria. Por ejemplo, en amazon.com,
independiente de si ha decidido navegarse la sección de libros
o discos de música, ambas de la categoría “tipo de producto”, el
usuario identifica una jerarquización de contenido congruente. Y
aún más, encuentra que esta jerarquización se instancia en cada
“trozo” informativo provenientes de la misma categoría (de la
superestructura secundaria).
Para entender lo anterior es más facil comenzar con la explicación
del último enunciado. Si se navega una la sección de libros, para
cada instancia de la categoría “libro”, la cual pertenece a la super-
estructura secundaria, su esquematización es siempre la misma,
es decir, las subcategorías que la componen se presentan siempre
en el mismo orden: primero la fotografía (categoría “imagen de
producto”), luego el título (categoría “nombre del producto”), a lo
cual podría seguirle el precio (categoría “precio”), etc. Y regresando
a un nivel más alto, se observa que cualquier instancia de la cate-
goría “productos de catálogo” como lo pueden ser ya sea los libros
o discos de música entre otros, tendrán subyacente una superes-
tructura secundaria similar.
Instancias de las categorías que están El contenido es una instancia de la
asociadas a cada “trozo” de información categoría “producto de catálogo”
como superestructura secundaria.
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48. Dentro de amazon.com se pueden encontrar una gran varie-
dad de superestructuras secundarias, incluso en aquellas super
estructuras primarias que no corresponden a la básica. Este hecho
permite al usuario a realizar su tarea existosamente y a no sufrir de
frustación durante la lectura del texto.
Instancias de las categorías que utilizan una
misma superestructura secundaria aún cuando co-
rresponden a superestructura primaria. Obsérvese
que existe una variante que en uno se presenta el
precio y en el otro caso se omite, esto indica que
la superestructura secundaria de alguna forma
puede generalizarse en abstracto y por tanto, estar
considerada implícitamente en la hiperestructura.
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49. Observaciones sistemáticas
Como arquitecto de información es posible que se requiera obser-
var sitios similares al que se va a construir. Esto pone al arquitecto
en un papel de lector tal que sí debe estar conciente de identificar
las superestructuras. A continuación se presentan dos pantallas
completas correspondiente al esquema navegacional dado por
la superestructura primaria básica. Nótese similaridades en todas
gracias a un buen manejo de superestructuras secundarias.
Página de Inicio. Página de libros.
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50. Implicaciones Macroestructurales
Lo interesante de amazon.com ha sido su evolución arquitec-
tónica con respecto al tiempo para satisfacer a su audiencia y
debido al incremento de información que maneja dentro de su
sitio. Como consecuencia, muchos de los sitios de compras vía
Web, independientes de su nacionalidad e idioma, presentan una
superestructura tal que pemite al usuario establecer una relación
de equivalencia e identificar correctamente la macroestructura
inherente, es decir, existe una congruencia entre esta variedad de
sitios con el mismo tema.
El sitio de Barnes and Noble (www.bn.com) también de
nacionalidad estadounidense.
El sitio de Es más compras (www.esmas.com) de naciona-
lidad mexicana, también sigue con la estructuración dada
dada por amazon.com
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52. Discusión
Ciertamente la teoría planteada por Van Dijk (1980, 1983) es
importante en la medida que plantea un entendimiento mejor
de los textos indpendiente de los lugares donde esté se realice
(i.e. hable o escriba y escuche o lea). Los sitios web y en general
cualquier hipermedio, constituyen un tipo muy particular de
textos debido al medio en el que se encuentran inmerso, que es la
Web, y las “inovaciones narrativas” de ésta. Y así como sucede con
una narración, un tratado científico o incluso un discurso, los sitios
web poseen las mismas características generales que se pueden
encontrar en todos los textos.
Por otro lado, la arquitectura de información juega un papel en
la construcción de este nuevo tipo de textos con tal de sacar la
mayor ventaja para el cliente y su negocio y por otro lado, que
el usuario como oyente o lector, cumpla satisfactoriamente el
cometido por el que interactúa con el texto. Mientras la Web siga
satisfaciendo esta necesidad comunicativa, entonces los textos
virtuales permanecerán y más aún, evolucionarán creando en
nosotros nuevos modelos de construcciones textuales. Lo anterior
ya se nota en el hecho de que el arquitecto juega un papel impor-
tante como profesionista capaz de estructurar la información dado
el medio y así, con los cambios venideros y el gran incremento de
sitios web, será necesario que vaya modificando su capacidad de
analizar y entender los diferentes sistemas semióticos involucrados
con los nuevos medios. Hasta el momento es posible encontrar
similitud en cuanto a que existen macroestructuras y superes-
tructuras en los sitios web, pero no se puede afirmar que la Web
misma birnde nuevas posiblidades que ya no apliquen a los tipos
de textos similares como lo pueden ser los textos escritos.
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53. Conclusiones
El arquitecto de información es un nuevo tipo de orador o es-
critor con la capacidad de entender cuál es la forma correcta de
construcción de los textos hipermediales pertenecientes a una
macroestructura y encontrar las relaciones jerárquicas para éstos.
La arquitectura de información considera no solo un tipo de su-
perestructura en sus textos, la cual corresponde al esquema nave-
gacional, sino que el mismo contenido debe estar esquematizado
tal que los “trozos” de información sean coherentes y que ambas
superestructuraciones respalden la coherencia macroestructural.
Existe una relación directa entre los resultados parciales de la
arquitectura de información y cada uno de los modos apelativos
de la retórica.
Del análisis estructural de amazon.com se concluye que ha sido el
principal partícipe del establecimiento de las reglas del lenguaje
de textos relacionados con compras vías web, observándose que
los sitios considerados “importantes” siguen su misma superes-
tructuración y otras consideraciones de forma en el texto como lo
son el uso de codificació por color para establecer un paralelismo
remático a la superestructura primaria o bien, la selección de la
superestructura secundaria para ciertas partes de contenido que
corresponden a la misma categoría entre los diversos sitios.
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55. Ehses, Hanno. Design and Rhetoric: An Analysis of Theatre Posters.
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Objetos web de estudio
Amazon.com
www.amazon.com
Barnes and Noble
www.bn.com
Es más Compras
www.esmas.com
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