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(“cerebro”) funcionando mediante
una red dinámica de circuitos de
retroalimentación conformada por
materiales inteligentes, sensores y
esquemas automatizados que, uni-
dos, funcionarán como un sistema
nervioso sintético y altamente sen-
sible. La estructura del edificio será
altamente adaptativa y el espacio y
la forma serán manipuladas en fun-
ción de la hora del día o el grupo de
usuarios que estén para activarlo.
Estos edificios presentarán un di-
seño en constante evolución con
componentes dinámicos, inteligen-
tes y reactivos preparados para inte-
ractuar con los usuarios y el entor-
no. Energía, iluminación y fachada
se fusionarán a estas estructuras
inteligentes conformando un siste-
ma destinado a dar forma a nuevos
tipos de experiencia urbana.
Flexibles e inteligentes
En esta nueva era, los avances en
la construcción incluirán sistemas
prefabricados y modulares movidos
y montados por robots programa-
dos para instalar, detectar, reparar y
actualizar cada componente. Cada
espacio, tecnología o fachada podrá
ser manipulado y modificado muy
rápidamente en función de factores
como la densidad de habitantes u
otras señales del contexto o am-
biente. Los materiales presentarán
un diseño inteligente, formulado
con compuestos de alto rendi-
miento reciclados y renovables, y
ofrecerán funciones como la auto-
reparación o purificación del aire
circundante.
La continua capacidad de adapta-
ción del edificio será posible gracias
a un enfoque de diseño multidisci-
plinar ajustado a las necesidades de
cada capa del edificio. Mientras que
la primera capa estará formada por
la estructura permanente (diseñada
para tener un alto grado de dura-
bilidad y permanencia pero con la
capacidad suficiente para adaptarse
a la gran variedad de usos y fun-
ciones durante los distintos ciclos
de vida del edificio), la segunda
Los edificios del futuro funcionarán como
un “organismo vivo” con un sistema nervioso
y sensores de intercambio de datos
capa se adaptará a las necesida-
des de ocupación específicas, con
elementos cuya esperanza de vida
no superará los 10 ó 20 años. Esta
segunda capa incluirá desde la fa-
chada principal y el equipamiento
de los muros a acabados o instala-
ciones mecánicas en el suelo. Final-
mente, la tercera capa, de evolución
más rápida, incluirá sistemas tecno-
lógicos preparados para adaptarse a
los constantes cambios.
Generadoras de recursos
Integrada en una red de infraes-
tructura inteligente, la vivienda ur-
bana del futuro recogerá informa-
ción y reaccionará en función de las
señales del contexto. Componentes
tales como superficies fotovoltaicas
o fachadas con algas productoras
de bio-combustible permitirán la
producción y almacenamiento in
situ de la energía y su retransmi-
sión. Aerogeneradores modificados
para tal fin podrán producir agua
potable a partir del aire húmedo.
Los sistemas de agua estarán op-
timizados para su reciclaje y re-
utilización, así como para filtrar
las superficies de aire y eliminar
los contaminantes ambientales.
Las zonas verdes y espacios li-
bres se convertirán en elementos
esenciales en los edificios de gran
altura, ofreciendo distintos nive-
les de biodiversidad destinados a
fomentar la interacción entre ha-
bitantes, plantas, aves e insectos.
Sistemas de protección contra
el viento se ensamblarán e inte-
grarán perfectamente al edificio,
minimizando así el efecto de los
microclimas adversos. Incluso se
prevé que esta tecnología pueda
Para el año 2050 se estima
que la población humana
habrá alcanzado los 9.000
millones de habitantes,
75% de los cuales vivirán en ciudades.
La explosión demográfica, el cambio
climático, la escasez de recursos, el
aumento de los costes energéticos y
la amenaza de futuros desastres hu-
manos o naturales son algunos de los
problemas a los que se enfrentan hoy
los planificadores del mañana.
En la medida en que las grandes ur-
bes alcancen su límite, la extensión
de las redes de transporte y el control
demográfico ya no serán una solu-
ción eficaz. Solo un cambio en el es-
tilo de vida urbano permitirá generar
soluciones adecuadas a los entornos
urbanos densos. ¿Cómo funcionarán
entonces las ciudades del futuro?
2050 marcará el inicio de una ge-
neración de adultos “digitalmente
nativos”; es decir, aquellos nacidos y
criados alrededor de dispositivos in-
teligentes y grandes avances tecno-
lógicos que redefinirán la manera de
interactuar y relacionarse con el entor-
no. Estos adultos vivirán en ciudades
en donde todo podrá ser manipulado
en tiempo real y en donde todos los
componentes del tejido social forma-
ran parte de un único sistema inteli-
gente, con infraestructuras, comunica-
ciones y redes sociales perfectamente
entrelazadas e integradas a través de
prácticas de diseño sostenible.
La tecnología estará centrada en la
producción de soluciones únicas
adaptadas a las necesidades individua-
les durante todas las fases del proceso
de diseño y construcción, y con la ca-
pacidad para conocer las preferencias
personales y responder así a las ca-
racterísticas específicas y composición
genética de cada usuario individual. La
ciudad y los habitantes del futuro esta-
rán, en definitiva, en constante interac-
ción, evolucionando y reaccionando
en función del entorno y los contextos
emergentes.
Los edificios del futuro perseguirán
esta cualidad esencial, funcionando
como un “organismo vivo”, con un
sistema nervioso y sensores de inter-
cambio de datos a partir de un centro
Edificiosvivos
paravivirmejor
Membranas
que convierten el
dióxido de carbono
en oxígeno
Pintura en las fachadas capaz de
generar energía solar fotovoltaica
Sistemas inteligentes
de construcción que se
adaptan a las condiciones
climáticas locales.
Sensores para la
monitorización
y el desarrollo
medioambiental
Muelle y centro
para bicicletas
plegables y
compartidas
Sistemas de
producción local de
energía renovable.
Sistema de reciclaje
con sensores para la
obtención de datos
en tiempo real
Fachadas adaptables
a las condiciones
climáticas locales
Sistema de ventanas
que facilitan la
ventilación natural
Sistema integrado de
transporte para la movilidad
exterior
Pasarela para
peatones que
conecta el edificio con
otras construcciones
y equipamientos de la
ciudadSistema de coches
compartidos
para promover la
movilidad sostenible
Integración de los
sistemas del edificio
con las redes generales
de la ciudad a través
de redes inteligentes
Sistema integrado
de movilidad
conectado al resto
de la ciudad.
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pacidad de crear un entorno expre-
samente adaptado a las condiciones
específicas de cada habitante, del
medio ambiente y de la ciudad. El
edificio supervisará desde la reflec-
tividad, la absorción y balance de
calor hasta las necesidades más es-
pecíficas como la iluminación o las
preferencias acústicas. Elementos
tales como sensores o tecnología
OLED posibilitarán iluminar toda la
superficie del edificio creando una
fuente de luz más uniforme.
En la era ecológica, los edificios no
sólo crearán espacios, sino que tam-
bién moldearán el entorno que en
el que habitaremos. Funcionando
como parte integral del ecosistema
aprovechar el viento para gene-
rar energía eléctrica.
Integración en la ciudad
El edificio del futuro también ayuda-
rá a optimizar todos los elementos
necesarios para el funcionamiento
de una ciudad; desde la produc-
ción, almacenamiento y consumo
de alimentos a la distribución de
energía y agua. Frente a la amenaza
mundial de escasez de recursos, fal-
ta de espacio y cambio climático, la
creación de sistemas de producción
de alimentos y de zonas verdes
alternativas se convertirá en un re-
quisito fundamental del diseño ur-
banístico. Construir hacia arriba en
lugar del urbanismo expansivo me-
diante técnicas de cultivo verticales
y sistemas agrícolas urbanos como
la hidroponía pasarán a formar par-
te del paisaje urbano cotidiano. Mu-
chos productos se fabricarán in situ,
evitando así el transporte desde fá-
bricas. La vivienda del futuro estará,
en definitiva, totalmente integrada
al tejido urbano, desempeñando
un papel vital en la esfera pública y
proporcionando un escenario para
que los habitantes vivan, exploren
e interactúen.
Entorno adaptado
La ciudad del 2050 contará con
redes de realimentación altamen-
te sensibles y e intuitivas, autorre-
gulables en función del contexto
y necesidades específicas de cada
edificio, pero en concordancia con
la infraestructura circundante.
Utilizando los datos obtenidos de
factores tales como el consumo
de energía, el transporte, el clima
o las necesidades de ocupación,
estos edificios serán capaces de to-
mar decisiones inteligentes para el
óptimo uso de los recursos. Como
resultado, cada edificio tendrá la ca-
urbano, los edificios promoverán
una gestión medioambiental más
responsable y eficiente, contribuyen-
do activamente a cubrir las necesida-
des específicas de cada usuario, así
como los requerimientos más am-
plios de la ciudad. Mediante la pro-
ducción de alimentos y la energía, y
proporcionando aire y agua limpios,
estos edificios pasarán de ser de-
pósitos pasivos, para convertirse en
organismos adaptativos y sensibles,
viviendo y respirando para dar for-
ma a las ciudades del mañana.
• www.arup.com
En la era ecológica, los edificios no sólo crearán
espacios, sino que también moldearán el entorno
que en el que habitaremos
En la última edición de la Expo-
sición Internacional de la Cons-
trucción (IBA) en Hamburgo el
mundo entero fue testigo de la
inauguración oficial de la primera
casa con fachada de algas.
Conocida como “SolarLeaf”, esta
fachada biorreactiva a gran escala
está formada por paneles rellenos
de microalgas que se cultivan a base
de luz, agua, nutrientes y dióxido de
carbono que alimentan el sistema.
Esta fachada, ha sido específicamente
diseñada para revestir a la casa BIQ,
un proyecto de vivienda residencial
construido en el marco de la mencio-
nada exposición alemana.
Con más de 200 metros cuadrados
de fotobiorreactores integrados, esta
innovadora casa obtiene de las mi-
croalgas fuentes de energía renova-
ble en forma de calor y biomasa. El
potencial de esta tecnología no solo
se limita a la producción de ener-
gía. El sistema también integra otras
SolarLeaf
El futuro
que ya existe
Edificios vivos
para vivir mejor
funcionalidades como el sombreado
dinámico, el aislamiento térmico y la
reducción del ruido.
Las microalgas utilizadas en las facha-
das son cultivadas en biorreactores
de vidrio de panel plano de 2,5 m
por 0,7 m. En total, se instalaron 129
paneles en la parte sureste y suroeste
de este edificio de cuatro pisos. El
corazón del sistema es un centro de
gestión de energía totalmente auto-
matizado donde se recolectan las
algas y el calor solar en un ciclo
cerrado que almacena este calor
y lo utiliza para generar agua
caliente.
Este novedoso sistema es el resul-
tado de tres años de investigación
y desarrollo llevado a cabo por Colt
Internacional basado en un concepto
de bio-reactor desarrollado por SSC
Ltd y diseñado por Arup. El proyecto
contó con el apoyo financiero del
centro de investigación del gobierno
alemán, “ZukunftBau”.
La evolución de las algas en esta
fachada jugará un papel decisivo a la
hora de determinar el potencial de
esta tecnología, cuyo principal objetivo
no es solo proporcionar sombra y
energías renovables en el edificio
sino convertirse en una nueva fuente
viable de producción de energía soste-
nible capaz de transformar el entorno
urbano.
Sistema urbano de
producción agrícola
que utiliza agua
reciclada del sistema de
aguas grises del edificio
Estructuras
construidas pensando
en su durabilidad y
adaptabilidad
Equipamientos
construidos con
materiales renovables
como la madera
Superficies construidas
con materiales que
permiten la recuperación
de calor
Sistema modular de piezas
constructivas que permiten
la renovación, el arreglo y el
mantenimiento
Estructuras
ensambladas y
mantenidas con
robots automáticos
Sistemas
propios de
producción de
energía