El documento describe varios proyectos de ciudades para mejorar la biodiversidad urbana, como desenterrar ríos, crear huertos urbanos y parques, y fomentar las zonas verdes. Señala que la Organización Mundial de la Salud recomienda entre 10 y 15 metros cuadrados de zonas verdes por habitante para una mejor calidad de vida. Varios estudios muestran los beneficios de la naturaleza para la salud mental y física de los ciudadanos.
Biodiversidad en la ciudad. Artículo publicado en nuestro último número de Ciudad Sostenible (noviembre 2014)
1. Biodiversidad
Mucho más
que verdear la ciudad
06 iudad y biodiversidad no nece- 07
sariamente son ideas opuestas.
Así lo demuestra el Convenio de
Biodiversidad, que desde 2006
crea foros (Global Partnership on
Cities and Biodiversity) y herra-mientas
(Índice de Singapur de
Diversidad Biológica Urbana) que
desembocaron en la Conferencia
de las Partes de Nagoya (Japón)
de 2010 en la creación del “Plan
de acción sobre gobiernos subna-cionales,
ciudades y otras autori-dades
locales para la diversidad
biológica (2011 2020)”, donde se
anima a los miembros del conve-nio
a aplicarlo en el contexto del
Plan Estratégico para la Diversi-dad
Biológica 2011-2020. Entre
sus objetivos está “identificar, me-jorar
y divulgar instrumentos de
política, directrices y programas
que faciliten la acción local sobre
diversidad biológica”.
La función que realizan elementos
naturales y en buen estado, como
árboles, animales (invertebrados
incluidos) y cauces fluviales en la
regulación del clima se convierte
en esencial en las ciudades, por
la contaminación que deriva de
ellas y por la alta concentración
de personas. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) cifra
entre diez y quince metros cua-drados
de zona verde urbana
por habitante la superficie idónea
para que la vida en las ciudades
sea lo más placentera posible. En
un cruce de datos entre un infor-me
de Eroski Consumer y otro de
la plataforma CAT-MED (Platform
for Sustainable Urban Models) se
obtiene que la media española
está en 11,3 metros cuadrados,
con máximos en Pamplona (26)
y Vitoria (20) y mínimos desta-cables
en Sevilla (5,35), Valencia
(5,64), Málaga (6,33) y Barcelona
(7,67).
La Organización de las Naciones
Unidas para la Alimentación y la
Agricultura (FAO) también aporta
su visión desde el lado de la bio-diversidad
cultivada: “La horticul-tura
urbana y periurbana contri-buye
al suministro de productos
frescos, nutritivos, disponibles du-rante
todo el año, y mejora el ac-ceso
económico de los sectores
Huertos ecológicos, colmenas en
las azoteas, jardines colgantes, ríos
desenterrados, corredores verdes entre
parques, cajas y troncos para facilitar
la reproducción de aves y murciélagos,
eliminación de plantas invasoras… En
una primera lectura pueden parecer
propuestas decorativas, guirnaldas en
un desarrollo urbano sostenible don-de
pesan más las redes inteligentes, la
electrificación del transporte o la efi-ciencia
energética en viviendas y ser-vicios.
Sin embargo, la biodiversidad
urbana, su protección, conservación
y potenciación es trascendental para
que todo lo asociado a lo tecnológico
tenga sentido y futuro.
TEXTO: JAVIER RICO
C
NATURALEZA
URBANA
2. NATURALEZA
URBANA
urbanos pobres a los alimentos
cuando la producción familiar de
fruta y hortalizas reduce sus gastos
en alimentos y los productores ob-tienen
ingresos de la venta”. Piensa
sobre todo la FAO en las negativas
repercusiones de las grandes me-galópolis
de los países en desarro-llo
08 09
de África, América y Asia, con
grandes bolsas de pobreza que
acrecientan la desigualdad y las
enfermedades y amenazan la so-beranía
alimentaria. Todo sin me-noscabo
del desarrollo de huertos
urbanos en ciudades de Europa.
Tanto la OMS como la FAO insisten
también en los efectos terapéuticos
que tiene para la sociedad que la
biodiversidad esté en el centro de
las políticas de mejora de los entor-nos
urbanos. Uno de los estudios
más recientes sobre este tema,
publicado por investigadores de la
Universidad de Exeter (Reino Uni-do)
en el Journal of Environmental
Science & Technology, concluye que
trasladarse a vivir a una zona más
verde no sólo mejora la salud men-tal,
sino que dicha mejora persiste
mucho tiempo después de haberse
trasladado.
“Los vecinos de las zonas menos
verdes de las ciudades, con edificios
más viejos y donde viven princi-palmente
trabajadores manuales
tienen más riesgo de fallecer duran-te
una ola de calor”. Es otra de las
conclusiones recogidas por el portal
de la Agencia SINC producto de la
investigación de científicos catala-nes
liderados por Xavier Basagaña,
investigador del Centro de Investi-gación
en Epidemiología Ambiental
de Barcelona y uno de los autores
del estudio.
José Antonio Corraliza, profesor ti-tular
de Psicología Social y Ambien-tal
en la Universidad Autónoma de
Madrid, es uno de los mayores ex-pertos
en la repercusión de la natu-raleza
sobre la salud. “Comparando
el nivel de estrés de niños expues-tos
a igual frecuencia de situaciones
adversas, aquél que disfrute de un
mayor contacto con áreas verdes
mostrará menos estrés que el que
no tenga la posibilidad de pasar
tiempo en contacto con el mundo
natural”. Es una de las afirmaciones
contenidas en el estudio “La natu-raleza
cercana como moderadora
del estrés infantil”, realizado jun-to
a Silvia Collado, investigadora
postdoctoral en el Departamento
de Psicología Social de la Universitat
Autònoma de Barcelona.
Conocidos los efectos beneficio-sos
de la biodiversidad urbana
sobre la salud, la habitabilidad,
la contaminación y el clima, será
bueno saber qué ciudades y qué
proyectos marcan la dirección a
seguir con sus buenas prácticas,
máxime cuando se prevé que en
2030 las zonas urbanas de la Tie-rra
se tripliquen.
HANNOVER
capital alemana de la
biodiversidad 2011
Ríos reconstruidos respetando su
cauce natural, bosques con certifi-cación
FSC, eliminación del césped
de cultivo intensivo y plantación de
especies autóctonas, extensión de
la agricultura ecológica….Todos
estas iniciativas, más algunos pro-gramas
específicos (el bosque de
los niños, granjas urbanas y el cen-tro
escolar de biología) hicieron a
Hannover acreedora de capital ale-mana
de la biodiversidad en 2011,
un galardón promovido, entre
otras entidades, por la Fundación
Biodiversidad de España, que se
desarrolló durante 2010 y 2011.
Hannover, con más de medio millón
de habitantes es la capital de Baja
Sajonia y la ciudad más verde de
Alemania, con casi la mitad del área
urbana constituida por zonas verdes.
MONTPELLIER
pasillos verdes irrompibles
Esta ciudad de 260.000 habitan-tes
fue designada capital francesa
de la biodiversidad en 2011, entre
otras razones por su bien cuidadas
954 hectáreas de espacios verdes
abiertos al público. Pero principal-mente
se valoró que desde 2008
trabaja en la creación de una guía
destinada a mejorar el urbanismo
mediante la evaluación del impacto
de los proyectos de forma previa a
su realización. La guía ayuda a va-lorar
y a respetar los espacios na-turales
y la biodiversidad existentes
en la ciudad y facilita a arquitectos
y constructores que no “rompan” la
Red Verde (también incluye riberas
de ríos y zonas agrícolas), que tiene
por objetivo conectar dichas áreas.
Se compone de un anillo periférico
de 42 kilómetros de longitud y tra-zados
radiales que llegan hasta el
centro de la ciudad.
VITORIA-GASTEIZ
y el Anillo Verde
“Fotografía de un zorro mero-deando
en el interior del edifi-cio
de Ataria” y “primer vídeo
de una nutria en Salburua”. Es-tas
entradas recientes a la pági-na
web del Anillo Verde de la
capital alavesa, que se podían
unir a la noticia de la presencia
del visón europeo (uno de los
mamíferos europeos más ame-nazados)
en estas zonas, dan muestra de
la trascendencia ambiental que tienen los
seis espacios que conforman está área en
la capital vasca. Armentia, Salburua, Za-dorra,
Olarizu, Alegría y Zabalgana son
ejemplos de restauración y recuperación
del paisaje agroforestal que tradicional-mente
dominó estas tierras y que ahora
sirve para reforzar el esparcimiento salu-dable
de los alaveses y para otorgar una
de las mayores cotas de biodiversidad ur-bana
de la Península. Esta cualidad pesó
en la declaración de Vitoria-Gasteiz como
Capital Verde de Europa en 2012.
SEÚL Y YONKERS
desentierran sus ríos
Algunas ciudades practican el daylighting.
No es ni una modalidad deportiva ni una
terapia curativa, es el término anglosajón
con el que se designa la devolución a su
estado natural de un cauce fluvial previa-mente
enterrado por el pavimentado de
las ciudades. En el caso de Seúl (Corea del
Sur), el río Cheonggyecheon quedó sepul-tado
principalmente por una intrincada red
de carreteras fruto de la expansión de una
ciudad que ha crecido hasta los 10,6 millo-nes
de habitantes. Una impresionante obra
de ingeniería (300 millones de dólares)
desmontó gran parte de las vías para des-ahogar
el cauce y convertirlo en un parque
fluvial. Algo similar ocurrió en Yonkers, en
el Estado de Nueva York (Estados Unidos),
donde el Saw Mill salió a la luz tras años
sepultado por el asfalto. Donde antes pro-liferaban
los coches de un aparcamiento
ahora se ven garzas intentando pescar
los peces que han colonizado el cauce.
Además de su función restauradora de la
biodiversidad, esta renaturalización fluvial
sirve también para luchar contra avenidas
e inundaciones.
La Organización Mundial de la Salud cifra entre diez
y quince metros cuadrados de zona verde urbana
por habitante la superficie idónea para que la vida
en las ciudades sea lo más placentera posible
3. 10 11
Son muchos los proyectos
de ciudades que buscan
una renaturalización; desde
urbes que desentierran sus
ríos hasta las que apuestan
por los huertos urbanos
• www.hannover.de/es
• www.montpellier.fr
• www.vitoria-gasteiz.org/
anilloWeb
• http://daylightyonkers.com/
• www.apiculturaurbana.com/
• www.urbanbees.co.uk/
• http://festivaldelasavescaceres.
gobex.es/
• http://
redhuertosurbanosmadrid.
wordpress.com/
• www.fao.org/ag/agp/
greenercities/pdf/ggc-es.pdf
La biodiversidad
urbana, su protección,
conservación y
potenciación es
trascendental para
que todo lo asociado
a lo tecnológico tenga
sentido y futuro
LONDRES
una colmena
en el tejado
Uno de los ejemplos que ha cons-tatado
la estrecha interconexión
que existe entre la conservación
de la biodiversidad y la supervi-vencia
humana es el declive de las
poblaciones de abejas. El síndrome
de despoblamiento de la colmena
(achacado principalmente al uso
de pesticidas) y, por lo tanto, la
disminución de la polinización por
parte de las abejas amenazan la
producción de entre el 30% y el
60% de los alimentos que consu-mimos,
según la región.
Hay que restañar esta herida eco-lógica
y la ciudad se presta tam-bién
a ello, siendo Londres una
de las urbes modélicas. El portal
apiculturaurbana.com destaca que
“azoteas de edificios, parques, es-cuelas,
jardines, áticos o incluso
lugares tan emblemáticos como
el Palacio de Buckingham, la Tate
Gallery, Fortnum & Mason y
Regent´s Park, entre muchos otros,
son lugares para las abejas”. En el
mapa del portal urbanbees.co.uk
Londres aparece como la ciudad
con más colmenas urbanas (231
puntos localizados en el Gran
Londres). Campañas municipales
como London’s bees need you! sir-ven
para concienciar a los ciudada-nos
de la importancia de las abejas
y promover acciones que contribu-yan
a su supervivencia.
CÁCERES
Festival de las Aves
Extremadura está considerada por los or-nitólogos
como una de las regiones con
mayor calidad y diversidad de aves. Ciu-dades
como Cáceres, Trujillo, Plasencia,
Zafra y Almendralejo no escapan tampoco
a esta consideración e incluso en la prime-ra
se celebra anualmente el Festival de las
Aves, con actividades de todo tipo (mara-tón
ornitológico, teatro, danza, observato-rios,
talleres…). De esta manera, el disfrute
del patrimonio artístico se combina con el
del natural, donde destacan los nidos de
cigüeñas blancas sobre edificios y el vue-lo
constante de los cernícalos. Conscientes
de esta valía, Extremadura es de las pocas
regiones que ha declarado zonas de es-pecial
protección para las aves (ZEPA) en
cascos urbanos para incorporarlas a la Red
Natura 2000. La iglesia de la Purificación
de Almendralejo, el azud de Badajoz y las
colonias de cernícalo primilla de Cáceres,
Trujillo y Zafra están entre las 21 ZEPA que
incluyen núcleos urbanos.
NAIROBI Y
PORTH ELISABETH
los huertos más sociales
En el barrio de Mathare, en Nairobi
(Kenia), los jóvenes con anteceden-tes
por robo se ganan ahora dig-namente
la vida cultivando y ven-diendo
hortalizas a su comunidad.
Los ingresos sirven para pagar sus
estudios en la escuela nocturna.
En Port Elizabeth (Sudáfrica), don-de
gran parte de toda una genera-ción
de madres y padres murió de
sida, se fomentó la implantación de
huertos escolares y parcelas domés-ticas
para familias encabezadas por
huérfanos, en asociación con una
clínica de salud. Las abuelas forma-ron
un círculo social estrecho que
ofrece cuidados y apoyo, y la asis-tencia
a clases aumentó un 25%.
MADRID
red de huertos urbanos
Madrid es la capital europea con más ár-boles
(300.000) y tiene uno de los parques
urbanos más grandes del mundo: la Casa
de Campo. Sin embargo, últimamente co-mienza
a destacar por algo para lo que, apa-rentemente,
no parece diseñada: el cultivo
de huertos. Más de medio centenar están ya
consolidados y la Red de Huertos Urbanos
Comunitarios de Madrid no para de crecer
gracias al trabajo de numerosos colectivos,
entre los que se encuentra la Federación Re-gional
de Asociaciones de Vecinos de Madrid
(FRAVM). Para José Luis Fernández, Kois,
responsable de huertos urbanos de la FRA-VM,
se trata de “dignificar espacios públicos
degradados, como solares abandonados, zo-nas
interbloque, parques deteriorados... para
convertirlos en espacios de convivencia inter-cultural
e intergeneracional”. Añade también
que “lograr todo esto en Madrid, sin apoyo
institucional, sitúa a la sociedad civil como un
actor relevante en la sostenibilidad”.
NATURALEZA
URBANA