El documento describe cómo los lugares inteligentes del futuro podrán satisfacer las necesidades de las personas a través de redes corporales, ropa y accesorios inteligentes, así como mediante edificios dotados de sistemas nerviosos artificiales y dispositivos habitables. Estos sistemas no solo serán sensibles a las necesidades de sus ocupantes, sino que también consumirán los recursos de manera inteligente. Las ciudades del siglo XXI se caracterizarán por ser sistemas de lugares inteligentes interconectados que brindarán servicios receptivos y de