Este documento resume varios temas relacionados con el poder y la corrupción a nivel global e histórico. Describe cómo Gran Bretaña impulsó el comercio de opio con China, y cómo Suiza se convirtió en un refugio para dictadores y criminales durante la Segunda Guerra Mundial. También habla sobre los vínculos entre el Vaticano, el Banco Ambrosiano y la mafia italiana, y cómo los políticos usan el discurso de la honestidad pero siguen robando. Finalmente, critica cómo el poder global y la especul
1. TRABAJOS PRÁCTICOS COMO TRIUNFAR EN LA VIDA Y GANAR AMIGOSINTEGRANTES:Evelyn AbataMa. Belén CerveraMa. José Cuesta Andrea Gómez
2. El PODER IMPERIAL La gran dinastía real fue el principal exportador de opio a China este control británico se prohibió la entrada de esta droga, pero al saber Inglaterra perdería su principal fuente de dinero comenzó la conocida guerra de opio.
3. EL PODER DEL SECRETO En la segunda guerra mundial Suiza paso a ser una gran potencia financiera aunque no participo en la guerra si en el negocio de la guerra vendiendo sus servicios a muy buen precio a la Alemania nazi .
7. El Poder Político La fórmula perfecta de cada político es hablar de honestidad. El pueblo está harto de mentiras…Sería más fácil decir: “He robado y seguiré robando en grande” No se necesita ser un experto para saber que los discursos políticos solo cobran vida en época de campañas electorales para después quedar en el olvido.
8. PODER DE LOS SECUESTRADORESEl delito esta duramente castigado por todos los códigos penales, pero a nadie se le ocurriría mandar preso al gran capital financiero que tiene de rehenes a muchos países del mundo.
10. EL PODER GLOBALITARIO Las exportaciones Latinoamérica no llegan a cinco por ciento cada vez más las exportaciones mundiales y las africanas para poder pagar de alguna manera lo prestamos que son un eternidad.
17. Caminar es un peligro y respirar es una hazaña en las grandes ciudades del mundo al revés. El mundo al revés nos entrena para ver al prójimo como una amenaza y no como una promesa, nos reduce a la soledad y nos consuela con drogas químicas y con amigos cibernéticos. Estamos condenados a morirnos de hambre, a morirnos de miedo o a morirnos de aburrimiento, si es que alguna bala perdida no nos abrevia la existencia. ¿Será esta libertad, la libertad de elegir entre esas desdichas amenazadas, nuestra única libertad posible? El mundo al revés nos enseña a padecer la realidad en lugar de cambiarla, a olvidar el pasado en lugar de escucharlo y a aceptar el futuro en lugar de imaginarlo: así practica el crimen, y así lo recomienda.