El viejo labrador le dice a sus tres hijos antes de morir que heredarán su tierra, la cual contiene un tesoro escondido. Les pide que remuevan toda la tierra para encontrarlo. Después de cosechar y cavar por meses sin éxito, deciden sembrar cultivos mientras siguen buscando. Al final se dan cuenta de que los cultivos que crecieron son el verdadero tesoro que heredaron.
2. Cuando el viejo labrador estaba por morir
mando traer a sus tres hijos .
Con mucho esfuerzo agregó:
Estoy muy viejo , pronto
moriré y les diré un
secreto: heredaran esta
tierra que ha pasado de
generación en
generación y que ahora
les toca a ustedes
trabajarla.
Contiene un tesoro .
No se donde se
encuentra, pero con
un poco de trabajo
lo hallarán.
3. Dijeron los hijos: Respondió el anciano:
Nunca nos
habías
hablado de
eso…
Esperaba este
momento…cuand
o terminen de
cosechar
removeran y no
dejaran pedazo
alguno de tierra
sin remover
4. A los pocos días, el viejo labrador murió y
sus hijos esperaron la cosecha.
Cuando los campos estuvieron maduros
comenzó la siega y los hijos trabajaron con
más empeño que nunca para terminar de
una vez y buscar el tesoro.
5. Realmente no les gustaba mucho trabajar,
pero eran bastante ambiciosos.
Cuando terminó la cosecha,
inmediatamente se pusieron a cavar.
Durante varios meses trabajaron todos los
días con gran entusiasmo.
6. A cada golpe de azadón les parecía que iba
a parecer el tesoro y así siguieron
removiendo la tierra.
Cuando les faltaba un poquito para
terminar comentaron:
--¿Qué te
parece si
sembramo
s un poco?
-- Sí, así,
mientras
seguimos
buscando crecerá
el trigo.
--Podemos
sembrar frijol,
maíz y girasol…de
todo.
--¡Me
parece
buena
idea!
7. De esta manera, mientras uno sembraba el
otro seguía removiendo la tierra, hasta que
solo faltaba una pequeña porción:
Era verdad, removieron y no había nada.
En tanto el trigo, el frijol, el maíz y el
girasol habían crecido.
-
-Queda solamente
este pedazo de
tierra y no creo
que haya algún
tesoro.
8. De la tierra tan removida y trabajada
habían salido espigas y mazorcas que
parecían de oro;
Las flores rojas y blancas del frijol brillaban
como piedras preciosas bajo la luz del sol y
los girasoles eran brillantes y enormes
como las monedas que guardaban los
ladrones en su cofre.
9. Comentó uno de los hermanos:
Terminó la frase otro de los hermanos:
--¡Mira el
campo! No
parece el
mismo de
antes. Parece
un…
--¡Parece un
tesoro!
--¡Sí, un
enorme
tesoro!