Los dioses Inti y Coprakam crearon el mundo y a los animales, pero varios intentos de crear humanos fallaron. Finalmente, usando maíz crearon a cuatro hombres y mujeres que podían pensar, hablar y adorar a los dioses. Estos primeros humanos vivían agradecidos por la vida y adoraban a los dioses al anochecer con bailes, canciones y oraciones.
TALLER DE DEMOCRACIA Y GOBIERNO ESCOLAR-COMPETENCIAS N°3.docx
Cuento
1. La Infancia de la Humanidad
Personajes:
Dioses: INTI (Dios del sol) y COPRAKAM (Dios de los terremotos y montañas).
Filósofos: Kant, Shopenhauer, Marx y Nietzshe
Si nos remontamos más allá de las fronteras de nuestra imaginación llegando hasta el principio de la
historia de la humanidad y nos adentramos en esas cavernas oscuras, tenebrosas, donde, mediante
una pequeña luz, podemos leer las paredes de piedra caliza y ver los trazos plásticos, plasmados en
ocres y rojos, en los que descubrimos animales y hombres enmascarados enfrentándolos con sus lanzas
de punta de piedra, veremos escrita la primera narración hecha en el planeta, aún antes de que las
palabras se articularan con mediana claridad, el más antiguo y maravilloso cuento que ha escrito el
hombre.
Todo estaba en suspenso, en silencio, todo inmóvil, callado…. Los dioses Inti (Dios del sol) y Coprakam
(Dios de los terremotos y montañas) se juntaron a crear el mundo, que el agua se retire y que surjan las
montañas y la tierra, hicieron a todos los animales desde los más grandes como el mamut, toro, oso y
el diente de sable hasta lo más pequeños como el antílope, aves y peces. Inmediatamente después de
crearlos les ordenaron como debían hablar, caminar, reproducirse y habitar según su especie, pero se
percataron que dichos animales no podían pronunciar sus nombres y muchos menos adorarlos.
De pronto, al Dios Inti se le ocurrió: ¡ha ya se, hagamos hombres de barro!, con arcilla y la técnica de
sustracción esculpieron la escultura de un hombre, cuando vieron que estos hombres se quedaron
inmóviles los dioses deshicieron su obra. Entonces Coprakam dijo: hagamos ahora unos hombres de
dibujo, estos hombres aprendieron a comunicarse y a registrar las historias presentes y pasadas de sus
pueblos pero no tenían alma ni entendimiento y mucho menos se acordaban de sus creadores.
Entonces Coprankan dijo estos hombres tampoco nos adoran, enviare un terremoto que los destruirá,
así los hombres dibujados desaparecieron y los descendientes que lograron sobrevivir se encuentran
en las cuevas de Altamira (España) y en la cueva de Lascaux (Francia). En el último intento, optaron por
la arquitectura y el tallado sobre madera y piedra pero encontraron con seres insensibles que se
comían unos a otros, hasta que un día ellos mismos se extinguieron.
Dios INTI DIOS COPRAKAM
Cuevas de Nueva Zeanda Xochitecatl Hombre de Piedra
2. Al ver que nada sucedió, Inti dijo: hemos fallado tantas veces porque estos hombres carecen de lo que
nuestros filósofos ancestrales (Kant, Shopenhauer, Marx y Nietzshe) nos ha aconsejado al emprender
nuestra obra. En tanto, Coprakam le responde: ah ya se, debemos crearlos con la estética sublime que
propone Kant que es la del poner la estética en la obra bien sea pintura, escultura, dibujo o
arquitectura, además crear nuestra obra por voluntad propia (shopenhauer) y con la libertad para que
la producción sea creativa (Karl Marx). De igual modo, Inti le responde como diría el sabio Nietzshe
“Ignorar lo previo y crear libremente en experiencia y procesos”.
Cuando faltaba poco para que saliera el sol, los animales le llevaron a los dioses mazorcas de diferentes
tamaños, amarillas y blancas a los dioses y con ellas hicieron la carne, sangre y huesos de los hombres,
de este modo crearon a 4 hombres que vieron, oyeron, hablaron y caminaron; eran hombres buenos,
hermosos e inteligentes que podían pensar en lo macro y en lo micro. Mientras los hombres dormían
los Dioses crearon a las mujeres para que los hombres poblaran el mundo.
Estos hombres y mujeres, si adoraban a Dios ya que al caer la noche rogaban con bailes, sacrificios,
canciones y oraciones que amaneciera para emprender lo planificado para el nuevo día. Además, eran
agradecidos por los alimentos, el sol, la vida y la salud de cada ser viviente y del universo.
Cueva de Altamira - Esoaña Cueva de Lascaux - Francia
Kant Nietsche Karl Marx Shoppenhauer
Fragmentos de Hombres de maíz,
Miguel Ángel Asturias