El libro El Arte de la Guerra de Sun Tzu describe las enseñanzas del general chino Sun Tzu sobre la estrategia militar. El libro explica que para triunfar en la guerra es mejor someter al enemigo sin luchar, mediante tácticas de engaño y aprovechamiento del terreno y recursos. Además, se debe conocer al enemigo, planificar cuidadosamente las acciones y no dejarse llevar por las emociones.

1. SUN TZU. EL ARTE DE LA GUERRA
Sun Tzu fué un general chino que vivió alrededor del siglo V antes de Cristo. El Arte de la Guerra es un libro
de estrategia militar, cuyas enseñanzas son extrapolables a la resolución de conflictos de índole diversa, y que
actualmente ha encontrado aplicación en diversas actividades como la diplomacia o el mundo de los negocios.
La filosofía de Sun Tzu sobre la guerra se basa en dos principios:
Someter al enemigo sin luchar y que el Arte de la Guerra se basa en el engaño.
C A P I T U L O I. Sobre la evaluación
Sun Tzu dice que la guerra es de vital importancia para el Estado; es forzoso manejarla bien. Hay que
evaluarla en términos de cinco factores fundamentales :
La doctrina, ( aquello que hace que el pueblo siga a su gobernante ), el tiempo, el terreno, el mando ( que ha
de tener como cualidades: sabiduría, sinceridad, benevolencia, coraje y disciplina ) y la disciplina
( comprendida como la organización del ejército y la regulación de las rutas de suministro y material militar ).
Para conocer al vencedor hay que preguntarse por tanto :
¿Qué dirigente es más sabio y capaz?
¿Qué comandante posee el mayor talento?
¿Qué ejército obtiene ventajas del terreno?
¿En qué ejército se siguen mejor las instrucciones ?
¿Qué tropas son más fuertes?
¿Qué ejército tiene oficiales y tropas mejor entrenadas?
¿Qué ejército administra recompensas y castigos de forma más justa?
El arte de la guerra se basa en el engaño, hay que poner cebos para atraer al enemigo y golpearle por sorpresa
cuando está desordenado o sin preparar, evitándole cuando es más fuerte.
C A P I T U L O II. Sobre la iniciación de las acciones
“Nunca es beneficioso para un país dejar que una operación militar se prolongue por mucho tiempo”. El
ejército se cansará y los suministros se agotarán. Las guerras deben durar poco, aunque se estén ganando.
Toma los suministros de armas de tu propio país, pero quita los alimentos al enemigo.
Cuando se transportan las provisiones muy lejos, la gente se arruina a causa del alto costo del transporte. En
los mercados cercanos al ejército, los precios de las mercancías aumentan. Por tanto, las largas campañas
militares constituyen una lacra para el país que agota los recursos y acaba arruinándolo.
El dirigente debe respetar este hecho y ser sobrio y austero en sus gastos públicos.
“Donde hay grandes recompensas hay hombres valientes”. No recompenses a todo el mundo, ofrece una
recompensa a un soldado para animar a todos los demás.
Los soldados prisioneros deben ser bien tratados, para conseguir que en el futuro luchen para ti.
C A P I T U L O III. Sobre las proposiciones de la victoria y la derrota
Es mejor conservar a un enemigo intacto que destruirlo, “los que consiguen que se rindan los ejércitos
enemigos sin luchar son los mejores maestros del Arte de la Guerra”.
Nunca se debe atacar por cólera y con prisas, hay que planificar y coordinar el plan, tómate tu tiempo.
Deshaz los planes de los enemigos, estropea sus alianzas, córtale los suministros o bloquea su camino.
Mediante estas tácticas podrás vencer sin necesidad de luchar.
Si tus fuerzas son iguales en número, lucha si te es posible. Si tus fuerzas son inferiores, evita un
enfrentamiento abierto; la prudencia y la firmeza de un pequeño número de personas pueden llegar a cansar y
dominar ejércitos mayores, pero si un pequeño ejército no hace una valoración adecuada de su poder será
conquistado.
Triunfan aquellos que:
Saben cuándo luchar y cuándo no.
Saben cuándo utilizar muchas o pocas tropas.
Tienen tropas unidas por un mismo objetivo.
Se enfrentan con preparativos a enemigos desprevenidos.
Tienen generales competentes y no limitados por sus gobiernos civiles.
“Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro”

2. C A P I T U L O IV. Sobre la medida en la disposición de los medios
“Conócete a ti mismo y aguarda hasta conocer al enemigo y descubrir su vulnerabilidad”.
Mientras no hayas observado vulnerabilidades en el orden de batalla de los adversarios, oculta tu propia
formación de ataque, y prepárate para defenderte. Cuando los adversarios tienen órdenes de batalla
vulnerables, es el momento de atacar.
El autor afirma que si eres capaz de ver lo sutil y de darte cuenta de lo oculto, irrumpiendo antes del orden de
batalla, la victoria así obtenida es un victoria fácil. En consecuencia, las victorias son debidas a haberse
situado previamente en posición de poder ganar con seguridad y no pasar por alto las condiciones que hacen a
su adversario proclive a la derrota.
C A P I T U L O V. Sobre la firmeza
“La fuerza es la energía acumulada o la que se percibe”. Los buenos estrategas son capaces de vencer al
enemigo creando una percepción favorable de ellos, ganando la batalla sin necesidad de luchar. “Cuando un
ejército tiene la fuerza del ímpetu (percepción), incluso el tímido se vuelve valiente”.
Entiende la Organización como al hecho de gobernar sobre muchas personas como si fueran pocas
dividiéndolas en grupos o sectores.
Induce a los adversarios a atacarte en tu territorio y no compitas en lo que son mejores.
Cuando se entabla una batalla de manera directa, ataca por sorpresa.
Finge desorden para convencer a tus adversarios, finge cobardía para conocer su estrategia, finge debilidad
para inducir la arrogancia en tus enemigos ( para que te subestimen ).
Escoge a los mejores soldados y despliégalos adecuadamente. Asigna a los soldados por sus capacidades y
encomendales responsabilidades adecuadas, “el valiente puede luchar, el cuidadoso puede hacer de centinela,
y el inteligente puede estudiar, analizar y comunicar”.
C A P I T U L O VI. Sobre lo lleno y lo vacío
Los que se anticipan y llegan primero al campo de batalla están en posición descansada. “Los buenos
guerreros hacen que los adversarios vengan a ellos, y de ningún modo se dejan atraer fuera de su fortaleza”.
Ataca inesperadamente, haciendo que los adversarios se agoten corriendo. Arrasa sus campos y corta sus vías
de aprovisionamiento. Ataca donde menos se lo esperen, haciendo que tengan que acudir al rescate. Ataca
donde no haya posibilidad de defensa, defiende donde no haya posibilidad de ataque.
Sé sutil, silencioso, hasta el punto de no tener forma definida que pueda ser descubierta.
Las situaciones militares se basan en la velocidad.
Cuando los adversarios llegan para atacarte, no luchas con ellos, confúndelos. Induce al enemigo a efectuar
una formación mientras tú no mantienes una formación definida. Como tu formación no está a la vista, el
adversario dividirá seguramente sus fuerzas, y podrás concentrar tus tropas contra grupos menores.
No han de conocer dónde piensas librar la batalla, cuando las tropas están de guardia en muchos lugares, están
forzosamente desperdigadas en pequeñas unidades. Cuantas más defensas induces a adoptar a tu enemigo,
más debilitado quedará. Si los adversarios no saben el lugar y la fecha de la batalla, siempre podrás evitarla.
Haz tu valoración sobre el enemigo para averiguar sus planes. Pruébalos para averiguar sus movimientos
generales, sus puntos fuertes y sus puntos débiles. Luego descansa.
La victoria en la guerra no es repetitiva, sino que se adapta. El autor llama genio a aquel que tiene la
capacidad de obtener la victoria cambiando y adaptándose según el enemigo.
C A P I T U L O VII. Sobre el enfrentamiento directo e indirecto
“La dificultad de la lucha armada es hacer cercanas las distancias largas y convertir los problemas en
ventajas”. Mientras que das la apariencia de estar muy lejos, empieza tu camino y llega antes que el enemigo.
Haz que su ruta sea larga, cánsale para que llegue agotado a la batalla mientras lo esperas cómodamente.
Un ejército perece si no está equipado, si no tiene provisiones o si no tiene dinero.
Conoce cada detalle de la condición del terreno.
Evita que el enemigo conozca tu posición y moviliza tu ejército sólo cuando haya la posibilidad de obtener
una ventaja. Divide y combina sus tropas para confundir al adversario y observar cómo reacciona.
Actúa sólo después de haber hecho una estimación.
“Unifica a los soldados, así el valiente no puede actuar solo, ni el tímido puede retirarse solo”. Esta es según
el autor la regla general del empleo de un grupo.
Utiliza muchas señales para confundir al enemigo y hacerle temer tu poder militar y así desmoralizarle.

3. Evita la confrontación contra formaciones de combate bien ordenadas y no ataques grandes batallones, ni
tropas expertas.
No persigas a los enemigos cuando finjan una retirada.
No detengas a ningún ejército que esté en camino a su país. Bajo estas circunstancias, un adversario luchará
hasta la muerte.
Deja siempre una salida a un ejército rodeado para que no luche hasta la muerte, atácale cuando salga.
C A P I T U L O VIII. Sobre los nueve cambios
Cuando te halles en un terreno cerrado, prepara alguna estrategia y muévete rápido, no permanezcas mucho
tiempo allí. Cuando te halles en un terreno mortal, lucha.
“Hay rutas que no debes usar, ejércitos que no han de ser atacados, ciudades que no deben ser rodeadas,
terrenos sobre los que no se debe combatir, y órdenes de gobernantes civiles que no deben ser obedecidas”.
Los generales deben conocer las variables posibles para aprovecharse del terreno.
Cansa a los enemigos manteniéndolos ocupados. Pero al autor afirma que antes de atacar tienes que realizar tu
propia labor : “desarrolla un ejército fuerte, un pueblo próspero, una sociedad armoniosa y una manera
ordenada de vivir”. La norma general de las operaciones militares consiste en no contar con que el enemigo
no acuda, sino prepararte en tener los medios para enfrentarte a él cuando lo haga.
Según Sun Tzu, los buenos generales se comprometen hasta la muerte, pero no se aferran a la esperanza de
sobrevivir; actúan de en forma racional y realista, sin dejarse llevar por las emociones. Cuando ven una buena
oportunidad, la aprovechan rápidamente, en caso contrario se mantienen a la defensiva. Actúan siempre según
una estrategia.
C A P I T U L O IX. Sobre la distribución de los medios
Las maniobras militares son el resultado de la estrategia, determinan la movilidad y efectividad de las tropas.
Así por ejemplo, cuando combatas en una montaña ataca desde arriba hacia abajo; evita que el agua divida tus
fuerzas, no te enfrentes a los enemigos dentro del agua, es conveniente dejar que pasen la mitad de sus tropas
y en ese momento dividirlas y atacarlas.
En una llanura, toma posiciones desde las que sea fácil maniobrar.
Siempre que un terreno presente barrancos infranqueables, lugares cerrados, riesgos... debes abandonarlo
rápidamente y no acercarte a él.
Cuando el enemigo está cerca, pero permanece en calma, quiere decir que se halla en una posición fuerte.
Cuando está lejos pero intenta provocar hostilidades, quiere que avances. Si la mitad de sus tropas avanza y la
otra mitad retrocede, es que el enemigo piensa atraerte a una trampa.
Si los emisarios del enemigo pronuncian palabras humildes mientras que éste incrementa sus preparativos de
guerra, esto quiere decir que va a avanzar. Cuando se pronuncian palabras altisonantes y se avanza
ostentosamente, es señal de que el enemigo se va a retirar. Si los emisarios llegan pidiendo la paz sin firmar
un tratado, significa que están tramando algún complot.
Si el enemigo ve una ventaja pero no la aprovecha, es que está cansado.
Si el enemigo otorga numerosas recompensas es para contentar a los soldados y evitar que se rebelen. Si
ordena muchos castigos es porque las tropas están agotadas y no pueden cumplir las órdenes.
El enemigo que actúa aisladamente, que carece de estrategia y que toma a la ligera a sus adversarios,
inevitablemente acabará siendo derrotado.
Si tu plan no contiene una estrategia de retirada caerás prisionero.
Si se castiga a los soldados antes de haber conseguido que sean leales al mando, no obedecerán. Tampoco
podrán ser empleados si no se lleva a cabo ningún castigo y se relaja la disciplina. Dirígelos con humanidad y
unifícalos de manera estricta y firme.
Las órdenes deben darse de manera clara, sencilla y consecuente para que las tropas las aceptan y las
entienden. También deben ser justas y razonables.
C A P I T U L O X. Sobre la topología
Cuando el terreno sea accesible, sé el primero en establecer tu posición, eligiendo las alturas y una posición
que sea adecuada para transportar los suministros.
Cuando estés en un terreno difícil de salir, estarás limitado.
Cuando es un terreno desfavorable para ambos bandos, se dice que es un terreno neutro, retírate, induciendo a
salir a las tropas enemigas para atacarlas.
En un terreno estrecho, debes ocuparlo totalmente y esperar al adversario. Si él llega antes, no lo persigas si
bloquea los desfiladeros.

4. En terreno accidentado, debes ocupar sus puntos altos y esperar al adversario. Si éste los ha ocupado antes,
retírate y no lo persigas.
En un terreno abierto, es difícil inducir al enemigo a combatir de manera desventajosa.
Según Sun Tzu, hay seis maneras de ser derrotado : no calibrar el número de fuerzas; la ausencia de un
sistema claro de recompensas y castigos; la insuficiencia de entrenamiento; la pasión irracional; la ineficacia
de la ley del orden; y el no seleccionar a los mejores soldados.
La configuración del terreno puede ser un apoyo para el ejército; los jefes militares, deben calibrar al
adversario y calcular los riesgos y las distancias.
Por lo tanto, cuando las leyes de la guerra señalan una victoria segura es apropiado entablar batalla, incluso si
el gobierno ha dada órdenes de no atacar. Avanzar o retirarse desobedeciendo al gobierno se hace en
beneficio de la población y del propio gobierno.
“Cuando te conoces a ti mismo y conoces a los demás, la victoria no es un peligro”.
C A P I T U L O XI. Sobre las nueve clases de terreno
El autor describe nueve clases de terreno. Terreno de dispersión, ligero, clave, de comunicación, de
intersección, difícil, desfavorable, cercado y mortal. Sun Tzu detalla cada uno de ellos y da unas
recomendaciones sobre las acciones militares a desarrollar, destacando el que el llama “terreno mortal”, que
es aquel en el que sólo puedes sobrevivir luchando con rapidez. Afirma que si las tropas caen en un terreno
mortal, todo el mundo luchará de manera espontánea por sobrevivir.
Para aprovecharte de los errores de los adversarios actúa con rapidez, si dudas perderás la ventaja.
Si obtienes la ventaja del terreno, puedes vencer a los adversarios, incluso con tropas ligeras y débiles.
El general debe ser tranquilo, reservado, justo y metódico. Sus planes son absolutamente secretos.
Si puedes averiguar los planes de tus adversarios, aprovéchate del terreno y haz maniobrar al enemigo de
manera que se encuentre indefenso.
Maneja las tropas como si fueran una sola persona. Motívalas con recompensas, pero no les comentes los
perjuicios posibles. Las tropas deben seguirte sin saber a donde van, también debes engañarlos a ellos.
Colócalos en una situación de posible exterminio, y entonces lucharán para vivir.
La tarea de una operación militar es fingir acomodarse a las intenciones del enemigo. El día en que se declara
la guerra, cierra las fronteras, rompe los salvoconductos e impide el paso de emisarios para evitar que el
enemigo pueda obtener información. Los asuntos se deciden en secreto desde que se comienza a planificar la
estrategia desde el cuartel general.
Entérate primero de lo que pretende el enemigo, y después anticípate a él. Mantén la disciplina y adáptate al
enemigo para determinar el resultado de la guerra.
C A P I T U L O XII. Sobre el arte de atacar por el fuego
Existen cinco clases de ataques mediante el fuego: quemar a las personas , quemar los suministros, quemar el
equipo, quemar los almacenes y quemar las armas.
En general, el fuego se utiliza para sembrar la confusión en el enemigo y así poder atacarle. También es
necesario saber cómo impedir que los demás te ataquen.
Recompensa a los que han hecho méritos.
No movilices a tus tropas cuando no haya ventajas que obtener, ni luches cuando no existe peligro. No vale la
pena movilizar un ejército por razones insignificantes: “Las armas sólo deben utilizarse cuando no existe otro
remedio”.
C A P I T U L O XIII. Sobre la concordia y la discordia
Una Operación militar significa un gran esfuerzo para el pueblo, no economices para conocer la situación de
tu adversario. La información sólo puede obtenerse mediante el uso de espías, el espionaje es esencial e
imprescindible para las operaciones militares.
Existen cinco clases de espías : los espías nativos, que se contratan entre los habitantes de una localidad. Los
espías internos, que se sobornan entre los funcionarios enemigos. Los agentes dobles, que se contratan entre
los espías enemigos. Los espías liquidables, que transmiten falsos datos a los espías enemigos. Los espías
flotantes, que vuelven para traer sus informes.
Debes conocer los talentos del enemigo para poder enfrentarte a él según sus capacidades.
Utiliza a los más inteligentes para el espionaje.

5. OPINIÓN PERSONAL :
En mi opinión personal, el Arte de la Guerra es un libro cuyas enseñanzas militares, a pesar
de tener más de 2.000 años de antigüedad, pueden ser hoy en día, debido a su extremo
pragmatismo, de gran utilidad en el campo de la resolución de conflictos. Además, puede
ser de aplicación en otros aspectos como el liderazgo, las estrategias de negociación o
incluso las relaciones personales. Basta por ejemplo, con cambiar en las citas del libro las
palabras ejército por empresa, o armamento por recursos, para obtener un sinfín de frases
aplicables al mundo de los negocios.
Del libro se pueden sacar un gran número de conclusiones o enseñanzas, entre las cuales, a mí me han gustado
especialmente las siguientes :
- En el capítulo I, “Sobre la Evaluación”, se indica en resumen, que antes de iniciar un conflicto hay que
evaluar y planificar, tranquila y adecuadamente todas las características y posibilidades, tanto del rival, como
las tuyas propias. Es decir, antes de iniciar un conflicto, negociación o proyecto, evalúa bien si vas a poder
sacarlo adelante, y si no vas a poder, no lo inicies.
Esto me recuerda especialmente ( he trabajado en empresas constructoras y promotoras ) a algunos conflictos
surgidos entre constructoras y promotoras, por peticiones económicas imposibles por parte de la constructora,
que había firmado un contrato poco favorable, por no estudiar y planificar suficientemente el Proyecto.
En este mismo capítulo y posteriores, hace alusiones continuas a que la guerra se basa en el engaño, “en poner
cebos para atraer al enemigo”, lo que sin lugar a duda se utiliza también en el mundo empresarial.
- En el capítulo II el autor afirma que “donde hay grandes recompensas hay hombres valientes”, y que, “no
recompenses a todo el mundo, no habrá suficiente, ofrece una recompensa a un soldado para animar a los
demás”, lo que me ha recordado a los sistemas de incentivos económica del personal en las empresas.
- En el capítulo III afirma, “es mejor conservar a un enemigo intacto que destruirlo. Los que consiguen que se
rindan impotentes los ejércitos ajenos sin luchar son los mejores maestros del Arte de la Guerra”. Entiendo
que esto puede ser de aplicación al mundo actual de los negocios, lo interesante para una empresa debe ser
conquistar un mercado, pero sin destruirlo mediante prácticas agresivas como bajadas de precios
desproporcionadas, que acaben con la competencia, pero que puedan también acabar destruyendo el mercado.
- En el capítulo IV indica que hay que atacar cuando el enemigo descubre su vulnerabilidad, es decir, hay que
aprovechar las debilidades de tu adversario, lo que es claramente extrapolable al mundo empresarial, por
ejemplo, intentar absorber una empresa o su cuota de mercado cuando ésta presenta problemas financieros, de
desorganización....Añade posteriormente que las victorias son debidas a haberse situado previamente en
posición de poder ganar con seguridad y no pasar por alto las condiciones que hacen a su adversario proclive
a la derrota, es decir, a una buena planificación y estrategia.
- En el capítulo V afirma : “Escoge a la mejor gente y despliégalos adecuadamente. Asigna a los soldados por
sus capacidades y encomendarle responsabilidades adecuadas. El valiente puede luchar, el cuidadoso puede
hacer de centinela, y el inteligente puede estudiar, analizar y comunicar”, lo que me recuerda a la necesidad
de distribuir adecuadamente el personal dentro de una empresa u organización, así como lo arriesgado que
puede suponer para una entidad o empresa no ponerse en manos de profesionales ( caso de las Cajas de
Ahorro ).
- En el capítulo VII afirma que no hay que atacar a un enemigo desesperado porque luchará hasta la muerte.
Esto me recuerda a cuando alguna empresa constructora que trabaja para nosotros presenta durante la
ejecución de la obra problemas económicos, cosa bastante habitual hoy en día. En esas circunstancias,
procuramos como propiedad, pagarles puntualmente y no presionarle excesivamente con los precios para
evitar la caída de la empresa y que nuestra obra se quede a mitad de ejecución e inmersa en un problema
judicial ( concurso acreedores ).
- En el capítulo VIII afirma que antes de atacar debes realizar tu propia labor : “desarrolla un ejército fuerte,
un pueblo próspero, una sociedad armoniosa y una manera ordenada de vivir". Es decir, hay que estar
suficientemente preparado antes de iniciar cualquier conflicto, lo que entiendo es de aplicación al mundo

6. empresarial, por ejemplo, no tendría sentido que una empresa sin estar consolidada suficientemente se lanzase
a la conquista de nuevos mercados.
En el mismo capítulo VIII indica que los generales deben actuar de forma racional y realista, sin dejarse llevar
por las emociones. Cuando ven una oportunidad deben aprovecharla rápidamente. Entiendo que estas
cualidades son similares a las que deben poseer los directivos de cualquier empresa actual.
- En el capítulo IX el autor indica que las órdenes deben darse de manera clara, sencilla y consecuente para
que las tropas las aceptan y las entienden, lo que en mi opinión es extrapolable a como deben darse las
instrucciones en cualquier empresa u organización actual para evitar confusiones.
En este mismo capítulo habla sobre los emisarios del enemigo y como prever los movimientos de éste, lo cual
entiendo que es de aplicación a las estrategias de negociación, así por ejemplo dice :
“Cuando el enemigo está cerca, pero permanece en calma, quiere decir que se halla en una posición fuerte”,
“si los emisarios del enemigo pronuncian palabras humildes mientras que éste incrementa sus preparativos de
guerra, esto quiere decir que va a avanzar”, o “Si los emisarios llegan pidiendo la paz sin firmar un tratado,
significa que están tramando algún complot”.
También me parece especialmente interesante cuando dice en este mismo capítulo : “Si tu plan no contiene
una estrategia de retirada caerás prisionero”, es decir, antes de iniciar un conflicto o negociación,..hay que
tener planificado una solución o plan alternativo por si los acontecimientos no se desarrollan según lo
esperado.
- En el capítulo XI afirma que hay que manejar las tropas como si fueran una sola persona, motivarlas con
recompensas, pero sin comentarles los perjuicios posibles, las tropas deben seguirte sin saber a donde van. En
mi opinión, esta táctica se sigue utilizando hoy en día por los directivos de las empresas con respecto al
personal, se les anima, se les motiva, se les incentiva, se intenta que trabajen unidos como un grupo, pero no
siempre se les dice cual es la verdadera situación de la empresa o se les desvela todas las estrategias de la
misma. Posteriormente también indica, que si se castiga a los soldados antes de haber conseguido que sean
leales al mando, no obedecerán, tampoco podrán ser empleados si no se lleva a cabo ningún castigo y se relaja
la disciplina, “dirígelos con humanidad y unifícalos de manera estricta y firme”. Es decir, hay que ser flexible
tratando al personal, favorecer su motivación y conciencia de grupo, pero evitando la falta de disciplina.
- En el capítulo XII, indica que no vale la pena movilizar un ejército por razones insignificantes como por
ejemplo la ira o la cólera, las armas sólo deben utilizarse cuando no existe otro remedio. Es decir, no se debe
iniciar un conflicto por motivos personales, hay demasiado en juego. Esto me recuerda a numerosos
problemas surgidos en determinadas obras simplemente, por la mala relación personal existente entre Jefe de
Obra ( constructora ) y Dirección Facultativa ( promotora ), que resultó al final perjudicial para todos.
- En el capítulo XIII se definen las clases de espionaje y se habla de su importancia para la guerra. Que decir
tiene que “espiar” a la competencia, sus productos, sus estrategias y prácticas, presenta hoy en día la misma
importancia para el mundo empresarial.
En cuanto a aplicaciones concretas, en primer lugar, y siguiendo los consejos del libro, voy a intentar mejorar
la planificación y evaluación de los Proyectos que realice o dirija, con tiempo suficiente, con el objetivo de
detectar a tiempo las dificultades específicas del Proyecto e introducir las medidas correctoras con suficiente
antelación. Es una práctica muy habitual, con las prisas del Promotor, no estudiar, ni redactar, con suficiente
grado de detalle los Proyectos, lo que se traduce durante la ejecución de la obra en retrasos, paralizaciones y
desviaciones de presupuesto.
En segundo lugar, voy a intentar en el trato con el personal de empresas constructoras y redactores de
proyectos, ceñir el trato a lo estrictamente profesional, evitando así en todo momento la aparición de posibles
conflictos motivados por cuestiones personales que deben ser evitados.
En tercer lugar, en las próximas negociaciones que se produzcan con empresas constructoras o de otro tipo,
intentaré prepararlas con suficiente antelación, planificando la misma en la medida de lo posible, estudiando
los puntos fuertes y débiles de las dos partes, así como las posibles estrategias a seguir durante la misma
según esta se vaya desarrollando.
En cuarto lugar, me esforzaré en transmitir instrucciones que sean claras, concisas y fácilmente entendibles
por el personal, para evitar errores de comunicación y agilizar el trabajo.
En quinto lugar, intentaré seguir el consejo del libro en lo referente al trato flexible con el personal :
mantenerlo motivado y trabajando en equipo, pero evitando excesos de confianza que puedan llegar a
traducirse en una falta de rigor en el trabajo.

7. Por último, intentaré mejorar la confidencialidad de algunas informaciones u objetivos estratégicos de la
empresa, por ejemplo, el interés de la promotora por comprar un solar en una determinada zona, debe
mantenerse en secreto para evitar la afluencia de especuladores inmobiliarios.