El Protocolo de Kioto es un acuerdo internacional de 1997 en el que países industrializados se comprometieron a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 5% entre 2008-2012 respecto a 1990. El objetivo es reducir seis gases como el CO2 y el metano. Cada país tiene metas individuales, y la UE se comprometió a una reducción del 5,2%. El protocolo entró en vigor en 2005 con la ratificación de Rusia.