2. Dios siempre está.
• El fundamento de todo hijo de Dios es confiar
en Dios en medio de cualquier circunstancia
Sal 40:1.
• Las reacciones emocionales ante las
dificultades deben ser momentáneas y no
deben modificar nuestra confianza
3. Dios siempre está.
• Dios siempre actúa en el momento exacto,
nunca se olvida ni se retrasa Sal 40:2-3.
• Muchas veces no sabremos el porque nos
pasan situaciones complicadas.
• Y cuando no sabemos los porque, nos queda
esperar que Dios nos sostendrá.
4. Dios siempre está.
Dios nos muestra propósitos
de las circunstancias:
Afirmar
nuestras vidas
en la fe.
Cantar a Dios
en medio de
las
circunstancias.
Fortalecer a
otros que
necesiten
ayuda.
5. Dios siempre está.
Las
estabilidad de
la vida esta
determina en
quien
confiamos Sal
40:4
Confiar en Dios trae
satisfacción plena.
Confiar en el hombre trae
frustraciones.
Confiar en
ídolos trae dolor.
6. Dios siempre está.
Nunca olvidemos de las
incontables bondades de Dios
para con cada uno de
nosotros Sal 40:5.
Testificar de ellas es una
modo de ser agradecido.
7. Confianza igual a obediencia.
• Los rituales cristianos carecen de valor si no
nacen de la actitud correcta Sal 40:6-8.
• Dios nos hace ver que lo que más le importa es
que seamos obedientes a Su voluntad, con la
actitud que nace del corazón agradecido.
8. Confianza igual a obediencia.
Las bendiciones de
Dios nos llevan, de
modo natural, a
testificar de las
bondades de Dios
Sal 40:9-10.
No podemos ni
debemos callar las
misericordias que
Dios ha hecho con
nosotros.
9. Confianza igual a obediencia.
• Una realidad de todo hijo de Dios, depender
de la gracia y bondad divina Sal 40:11.
• Solo Dios puede sostener la vida de una
persona en toda circunstancia por la que
tengan que pasar.
10. Confianza no libra de problemas.
• Algunas adversidades son el resultados de
nuestras decisiones no adecuadas Sal 40:12.
• ¿Qué hacer en estas situaciones? Clamar a
Dios por Su ayuda Sal 42:13
11. Confianza no libra de problemas.
Dios tratara con las
adversidades y el adversario
que se levantan, de modo
injusto, contra uno Sal 40:13-15
12. Confianza da seguridad.
• Dios recompensa a quienes, en medio de las
dificultades, confían en Su voluntad Sal 40:16-
17.
• El es Libertador y quien sostiene nuestras
vidas
Sal 40:1 DHH Puse mi esperanza en el Señor, y él se inclinó para escuchar mis gritos
Sal 40:2-3 DHH me salvó de la fosa mortal, me libró de hundirme en el pantano. Afirmó mis pies sobre una roca; dio firmeza a mis pisadas. 3 (4) Hizo brotar de mis labios un nuevo canto, un canto de alabanza a nuestro Dios. Muchos, al ver esto, se sintieron conmovidos y pusieron su confianza en el Señor
Sal 40:2-3 DHH me salvó de la fosa mortal, me libró de hundirme en el pantano. Afirmó mis pies sobre una roca; dio firmeza a mis pisadas. 3 (4) Hizo brotar de mis labios un nuevo canto, un canto de alabanza a nuestro Dios. Muchos, al ver esto, se sintieron conmovidos y pusieron su confianza en el Señor
Sal 40:4 DHH ¡Feliz el hombre que confía en el Señor y no busca a los insolentes ni a los que adoran a dioses falsos!
Sal 40:5 DHH Señor y Dios mío, muchas son las maravillas que tú has hecho y las consideraciones que nos tienes. ¡Nada es comparable a ti! Quisiera anunciarlas, hablar de ellas, pero son más de las que puedo contar
Sal 40:6-8 DHH Tú no te complaces en los sacrificios ni en las ofrendas de cereales; tampoco has pedido holocaustos ni ofrendas para quitar el pecado. En cambio, me has abierto los oídos. 7 (8) Por eso he dicho: Aquí estoy, tal como el libro dice de mí. 8 (9) A mí me agrada hacer tu voluntad, Dios mío; ¡llevo tu enseñanza en el corazón!
Sal 40:9-10 DHH En presencia de tu pueblo numeroso he dado a conocer lo que es justo. ¡Tú bien sabes, Señor, que no he guardado silencio! 10 (11) No me he quedado callado acerca de tu justicia; he hablado de tu fidelidad y salvación. Jamás he ocultado tu amor y tu verdad ante tu pueblo numeroso.
Sal 40:11 DHH Y tú, Señor, ¡no me niegues tu ternura! ¡Que siempre me protejan tu amor y tu fidelidad!
Sal 40:12 DHH Pues me han pasado tantas desgracias que ni siquiera las puedo contar. Me han atrapado mis propias maldades; ¡hasta he perdido la vista! Son más que los pelos de mi cabeza, y hasta el ánimo he perdido.
Sal 42:13 DHH Señor, por favor, ¡ven a librarme! Señor, ¡ven pronto en mi ayuda!
Sal 40:13-15 DHH Señor, por favor, ¡ven a librarme! Señor, ¡ven pronto en mi ayuda! 14 (15) ¡Que sean puestos en completo ridículo los que tratan de acabar con mi vida! ¡Que huyan en forma vergonzosa los que quieren hacerme daño! 15 (16) ¡Que huyan avergonzados los que se burlan de mí!
Sal 40:17-17 DHH Pero que todos los que te buscan se llenen de alegría; que cuantos desean tu salvación digan siempre: «¡El Señor es grande!» 17 (18) Y a mí, que estoy pobre y afligido, no me olvides, Señor. Tú eres quien me ayuda y me liberta; ¡no te tardes, Dios mío!
Sal 40:17-17 DHH Pero que todos los que te buscan se llenen de alegría; que cuantos desean tu salvación digan siempre: «¡El Señor es grande!» 17 (18) Y a mí, que estoy pobre y afligido, no me olvides, Señor. Tú eres quien me ayuda y me liberta; ¡no te tardes, Dios mío!