1. LA ACTUAL
DIFICULTAD
PARA SER
BUENOS PADRES

2. Durante el
noviazgo,
todo suele
ir sobre
ruedas

3. Ya padres, contemplamos con ilusión,
el horizonte familiar
que se abre ante nosotros

4. Con el tiempo, los
hijos nacen, crecen
y llegan
a la adolescencia.

5. Empieza una etapa difícil para los padres y para
los hijos y, mucho más, en la sociedad actual

6. La sociedad ha cambiado mucho : Antes, había autoritarismo en
los padres y temor en los hijos.
Ahora, hay debilidad en los padres y prepotemcia en los hijos.

7. Antes éramos regañados por nuestros padres
y ahora somos regañadoss por nuestros hijos

8. Ahora somos los padres los que tenemos que
complacer a nuestros hijos para ganárnoslos.

9. Nos pesan los
abusos del
pasado,
queremos ser
más
comprensivos,
pero sin caer en
la debilidad y la
inseguridad.

10. Todo
adolescente
necesita la
seguridad de su
hogar,
fundamentada
en el diálogo,
la autoridad,
la confianza
y el amor.

11. Ahora, los hijos esperan que los padres
respetemos sus ideas, sus gustos, sus formas de
actuar y de vivir…

12. …y que paguemos sus gustos y
caprichos.

13. Los padres
tenemos que
asumir el
reto de la
adaptación a
los nuevos
tiempos.

14. Es la hora de desterrar el
autoritarismo,
e iniciar la senda del diálogo….

15. Así evitaremos
que nuestros
hijos caigan en
el descontrol y
en el hastío de
esta sociedad
que camina a la
deriva.

16. Los adolescentes
sufren y necesitan
comprensión de
sus padres para
adquirir su
identidad
e iniciar
su
propio camino.

17. Fomentemos el diálogo sincero que no
merme la autoridad y aumente la
confianza.

18. Desvanecidas las fronteras jerárquicas, habrá más
amistad, más confianza y mayor y más sano respeto.

19. Un buen
consejo:
Hijo, la vida es
un camino
por recorrer;
debes
recorrerlo tú,
yo
te ayudaré con
mi ejemplo y
mis consejos

20. Así como el sembrador esparce sus
semillas…

21. …cuida las
pequeñas
plantas…

22. …las riega y abona para que
crezcan y den su fruto.

23. Así los padres hacemos con nuestros hijos:
+ Sembramos en ellos los valores y
creencias de nuestra familia.
+ Les damos nuestras raíces.
+Vigilamos, con amor, su crecimiento.
+Regamos, con dulzura, sus días.
+Velamos, con impaciencia, sus noches.
+ Les damos todo y nos damos del todo, sin
esperar casi nada, sólo un poco de
cariño.
Y confiamos que el mañana amanezca cuajado,
tal vez, de una buena cosecha nacida de las
simientes sembradas.
Si no llega esa cosecha, nos queda la
tranquilidad de haber hecho una buena
siembra.

24. Ningún sacrificio es
demasiado grande si
consigue que los padres
se sientan orgullosos de
sus hijos y éstos
de
sus padres.
Jejisánchez