Cuadradito quiere jugar con sus amigos redondos dentro de la casa grande, pero no puede entrar debido a su forma cuadrada. Intenta varias formas de cambiar su forma sin éxito y se entristece. Sus amigos redondos planean durante mucho tiempo hasta darse cuenta que no es Cuadradito quien debe cambiar, sino la puerta redonda. Recortan cuatro esquinas pequeñas de la puerta para que Cuadradito pueda entrar y jugar con todos.