2. Cabe destacar que las ventajas del aprendizaje
colaborativo se ubican en dos áreas: la cognitiva
y la socioafectiva. Si bien, en sus inicios, muchas
investigaciones reportaron sólo ventajas
socioafectivas como la mejora de las relaciones
sociales, aumento de la tolerancia, de la
integración y cohesión grupal y del control
individual derivadas de la interacción social,
recientes estudios encuentran beneficios en el
dominio cognitivo. MacConnel(1994) propone:
3. Promueve el proceso enseñanza-aprendizaje, el
cual es concebido como un proceso activo,
producto de la interrelación del aprendiz con el
medio que lo rodea (Sánchez,1999)
Presenta la posibilidad de realizar procesos en
paralelo en función de la división del equipo en
comisiones o subgrupos, que permiten aligerar
la presentación de la solución, producto u
opinión según la situación para la cual trabajan
(Hernández Arias,A)
4. El trabajo colaborativo incrementa:
• 1. "el aprendizaje de cada uno debido a que se
enriquece la experiencia de aprender,
• 2. la motivación por el trabajo individual y grupal,
• 3. el compromiso de cada uno con todos, la
cercanía y la apertura,
• 4. las relaciones interpersonales,
• 5. la satisfacción por el propio trabajo,
• 6. las habilidades sociales, interacción y
comunicación efectivas y
• 7. la seguridad en sí mismo, la autoestima y la
integración grupal.
5. Estos son algunos de los beneficios que proporciona a los
participantes el aprendizaje colaborativo:
• Proporciona oportunidades para aprender a "ponerse en el
lugar de otros" y genera empatía hacia los compañeros. No
sólo se aprenden conceptos, sino también actitudes y valores.
• Proporciona oportunidades de éxito a todos los participantes,
por lo que mejora el rendimiento y la autoestima que, a su
vez, repercute en una mayor seguridad y compromiso con el
grupo.
• Permite reducir estereotipos y prejuicios entre distintos
grupos socioculturales, ya que los compañeros son percibidos
como fuente de aprendizaje y no como competidores para
alcanzarlo.
• Mejora la motivación y las actitudes hacia la materia de
estudio, hacia la figura del tutor y hacia la función de la
institución formativa.