1. Textos:
La Fabula:
Las fábulas son composiciones literarias breves en las que los personajes casi
siempre son animales que presentan características humanas como el hablar.
Estas historias concluyen con una enseñanza o moraleja de carácter
instructivo, que suele figurar al final del texto.
El zorro y la liebre:
Dijo un día una liebre a un zorro:-- ¿Podrías decirme si realmente es cierto que
tienes muchas ganancias, y por qué te llaman la "ganadora"?
Si quieres saberlo -- contestó el zorro --, te invito a cenar conmigo.
Aceptó la liebre y la siguió; pero al llegar a casa del zorro vio que no había más
cena que la misma liebre. Entonces dijo la liebre:
¡ Al fin comprendo para mi desgracia de donde viene tu nombre: no es de tus
trabajos, sino de tus engaños !
Nunca le pidas lecciones a los tramposos, pues tú mismo serás el tema de la
lección.
La Leyenda:
Una leyenda es una narración tradicional que incluye elementos de ficción, a
menudo sobrenaturales, y se transmite de generación en generación. Se ubica
en un tiempo y lugar que resultan familiares a los miembros de una comunidad,
lo que aporta al relato cierta verosimilitud. En las leyendas que presentan
elementos sobrenaturales, como milagros, presencia de criaturas feéricas o de
ultratumba, etc., estos se presentan como reales, pues forman parte de la
visión del mundo propia de la comunidad en la que se origina la leyenda.
La Pincoya:
Huenchula era la esposa del rey del Mar. Vivía con él desde hacía un año.
2. Acababa de tener una hija, y quería llevarla a casa de sus abuelos, en tierra firme.
Iba recargada, porque además de su bebé traía muchos regalos.
Su esposo, el Millalobo, los enviaba para sus suegros. Era una disculpa por haber
raptado a su hija.
Huenchula tocó a la puerta de la cabaña. Desde que le abrieron, hubo un alboroto de
alegría. Palabras superpuestas a los abrazos. Risas lagrimeadas. Frases interrumpidas.
Los abuelos quisieron conocer a su nieta. Pero estaba cubierta con mantas.
Huenchula les describió cada una de sus gracias. Les hizo escuchar sus ruiditos. No los
dejó verla.
Sobre su hija no podían posarse los ojos de ningún mortal.
Los abuelos entendieron. Esta nieta no era un bebé cualquiera. Era la hija del rey Mar.
Por lo tanto, tenía carácter mágico y la magia tiene leyes estrictas.
Pero cuando su hija salió a buscar los regalos y los dejó solos con la bebé, por un ratito
nomás, los viejitos se tentaron.
Se acercaron a la lapa que servía de cuna de su nieta y levantaron apenas la puntita de
las mantas para espiar. Total, ¿qué podía tener de malo una miradita?
La beba era como el mar en un día de sol. Era un canto a la alegría.
No querían taparla de nuevo, ni sacarla de su vista. En eso regresó Huenchula, vio a su
hija y gritó.
Bajo la mirada de sus abuelos la pequeña se había ido disolviendo, convirtiéndose en
agua clara.
Huenchuela se llevó en la lapa las mantas, y a su bebé de agüita. Se fue llorando a la
orilla.
En el mar volcó despacio lo que traía. Luego se zambulló y nadó entre lágrimas y olas
hasta donde estaba su marido, que la esperaba calmo y profundamente amoroso.
El Millalobo la tranquilizó.
—¿Por qué no miras hacia atrás?
3. Ahí estaba la Pincoya, su hija. El mar la había hecho crecer de golpe.
Era una adolescente de cabellos dorados, con el mismo encanto de un bebé estrenando
el mundo.
Desde entonces, la Pincoya habita el mar, con su apariencia adolescente y bonita.
Es un espíritu benigno.
Cuando una barca de pescadores es atrapada en una tormenta, la que apacigua los
ánimos es la Pincoya.
Cuando hay problemas lejos de la costa, la que ayuda a encontrar el rumbo es la
Pincoya.
Cuando alguien naufraga, lo rescata la Pincoya.
Acompañada de sus dos hermanos, la Sirena y el Pincoy, se asegura de que los
náufragos regresen a sus hogares con vida.
Pero a veces, hasta ellos tres llegan tarde.
Entonces, toman los cuerpos sin vida y los llevan suavemente hasta el Caleuche, el
buque fantasma habitado por los hombres que nunca abandonarán el mar.
Las noches de luna llena, son noches de promesa.
La Pincoya, vestida de algas, baila en la orilla.
Si baila de espaldas al mar, habrá escasez de pesca.
Si baila frente al mar, habrá abundancia de peces y mariscos.
Y si alguien tiene la suerte de verla bailar, esa persona tendrá magia en su vida.
El Mito:
Un mito es un relato tradicional que se refiere a acontecimientos prodigiosos,
protagonizados por seres sobrenaturales o extraordinarios, tales como dioses,
semidioses, héroes, monstruos o personajes fantásticos.
4. Thor el Dios del trueno:
De seguro muchas habrán escuchado hablar de Thor el Dios del trueno, más que todo
por la nueva película en donde aparece una versión heroica de este personaje. Siempre
carga consigo su enorme y poderoso martillo, creado por unos enanos llamados Mjolnir,
con el cual produce truenos.
Si Thor pierde el martillo y lo necesita, este regresa a él mágicamente. También es
conocido que puede duplicar, ya de por si su poderosa fuerza, usando un cinturón
mágico. Su nemesis (mayor enemigo) es la Serpiente del Mundo, que vivía en el océano
que rodeaba la tierra de Midgard.
La historia cuenta que Thor fue enviado una vez para atrapar y derrotar a la
Serpiente del Mundo. Fue entonces disfrazado con un pescador y se subió a un barco
pesquero junto Hymir. Con una carnada logró atraer a la serpiente. Cuando estaba
cargando su martillo para matarla, Hymir cortó la soga y la bestia escapó. Dicen que
representaba al campeón de hombres y dioses, y sin él la tierra de Midgard quedaría
en manos de los malvados.
El Comic:
Secuencia de viñetas o representaciones gráficas que narran una historieta mediante
imágenes y texto que aparece encerrado en un globo o bocadillo.
5. El Poema:
Un poema constituye una composición de carácter literario que se enmarca en el
campo de la poesía. El texto puede estar desarrollado en verso o en prosa; en este
último caso, se habla de prosa poética.
Entre los poemas, se considera que el género más subjetivo es la lírica, ya que el autor
suele aparecer en el interior del texto. El poeta casi siempre se sitúa en el presente y
su vía de expresión más común es el verso corto, donde se pueden apreciar
repeticiones de tipo fónico, semántico y estructuras sintácticas específicas.
Mamita:
Del cielo cayo una rosa,
El viento la elevo,
Y en cada pétalo decía,
Mamita te quiero yo.