TRATADO EL MAESTRO SILENCIOSO "EL CREADOR" No. 201
1. El Creador
¿Nunca te has puesto a pensar en qué
consiste tu vida? ¿Por qué estás aquí en la
tierra? ¿Por qué tu cuerpo es así como te ves?
¿Qué hay dentro de ti?
Quiero decirte apreciado lector que en la
Biblia, la Palabra de Dios, consigues las
respuestas a todas esas preguntas. Sólo tienes que
leer la Biblia con fe e interés.
En el primer libro de la Biblia, llamado
Génesis, encontramos la creación del hombre;
Dios hizo al hombre a su imagen y semejanza.
Ahora bien, el diseño del cuerpo humano, su red
de nervios, vasos sanguíneos, etc., todo fue obra
de Dios, un Dios poderoso y amoroso que pensó
en todo. Nuestro cuerpo está equipado con dos
controles que manejan nuestro equilibrio para
mantenernos vivos. Uno de ellos funciona cuando
estamos conscientes; el otro se hace cargo cuando
estamos inconscientes. ¿Se imaginan qué
inteligente nuestro Dios y Creador que hizo un
cuerpo que funciona aun cuando nuestra mente no
está consciente? Un cuerpo que es capaz de generar un ejército de defensas ante todo agente que
intenta dañarlo; un cuerpo con un corazón que late más de 30 millones de veces al año filtrando
80 cc. de sangre por latido ( un buche de agua aproximadamente); un cuerpo que es capaz de
producir unos 18 kilos de piel inerte a lo largo de su vida; un cuerpo que tiene 2 riñones que
filtran toda la sangre del cuerpo cada 5 minutos; un cuerpo que tiene un cerebro que envía
mensajes que pueden alcanzar los 290 Km/h... Eso llamo yo ser un Dios grande, poderoso,
inteligente, ¿no crees?
Pero no es sólo lo que hay físicamente en nuestro cuerpo lo que lo hace toda una obra de
arte, es algo invisible que Dios colocó dentro de nuestro cuerpo cuya existencia se deja ver y
sentir en cada momento de nuestra vida. Es esa parte de nosotros que busca a su Dios y Creador,
que no se conforma con lo que pueda lograr en este mundo. ¿Alguna vez has sentido que aun
teniendo todo lo material que deseas y necesitas no eres feliz? ¿Te falta algo que tu bienestar
económico no te da? Ese algo se llama alma, ella sólo estará satisfecha cuando estés en
comunión con Dios. El Rey David escribió un Salmo en el cual exclama: Mi alma tiene sed de
Dios, del Dios vivo. Salmo 42:2. Si hay algo dentro de ti que no se queda quieto y te hace
reflexionar sobre lo que no se ve, párate y hazle caso, es tu alma que está buscando a Dios. Jesús
dijo: Busca primero el Reino de Dios y su justicia y todo lo demás te será añadido. Mateo 6:33.
También el Apóstol Pablo escribió: Buscad las cosas de arriba, no las de la tierra. Buscad las
cosas que no se ven, pues ellas son eternas. Colosenses 3:1; 2 Corintios 4:18.
¿Pero para qué nos creó Dios? En el libro de Isaías aparece la respuesta, fuimos creados
para habitar la tierra y para alabanza de Dios. Isaías 45:18; 43:21. Pero aquí está el problema, el
pecado ha hecho separación entre Dios y nosotros, nuestras vidas no alaban a Dios y el pecado
nos ha hecho esclavos del mal. En el libro de Miqueas 6:8, encontramos la siguiente pregunta.
¿Qué quiere Jehová tu Dios de ti? Sólo hacer justicia, amar misericordia y humillarte ante tu
Dios.
Así que Dios nos quiere para que le seamos un pueblo diferente, con un estilo de vida
2. diferente. Esto está tan claro en la Biblia que en cierta ocasión Jesús le dijo a un judío llamado
Nicodemo que para ver el reino de Dios había que nacer de nuevo. ¿Qué tal? Jesús les estaba
diciendo que el ser humano debía cambiar, pero cambiar de dentro hacia fuera, cambiar la
condición de pecador que nos aleja de Dios. Para eso vino Jesús, para darnos una vida
abundante, una vida de libertad, una vida llena de su amor. La Palabra de Dios nos dice "y me
buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón" Jeremías 29:13.
Hoy quiero dejar contigo este mensaje, eres una criatura de Dios pero de allí a ser lo que
Dios quiere que seas hay un buen trecho. Examínate ahora mismo y contéstate las preguntas de
este mensaje. Tú eres el único que sabe las respuestas. Pero sí te digo, que si no tienes una vida
como Dios quiere, en este momento puedes tomar la decisión de aceptar a Cristo como tu
Salvador personal, como aquel que vino a libertarte del pecado. Recuerda que fue Jesús quien
vino del cielo para pagar por tus pecados en la cruz. Allí. Jesús derribó la pared que nos separaba
de Dios y canceló la paga de nuestro pecado que era la muerte. Dios dice: Así que, arrepentíos y
convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del
Señor tiempos de refrigerio. Hechos 3:19. Conviértete a Cristo y te aseguro que tu vida se
transformará y tendrá significado, una razón para vivir y lo que es mejor una razón para morir.
Dios nos dice: Como lo dijo el apóstol Pablo que no sabía qué elegir, si quedarse en la tierra para
llevar a otros para Cristo o morir y estar con Cristo que es mucho mejor.
Ing. María Elena Martínez de Matos