Y amarás al señor tu dios con todo tu corazón iglesia
1. Y AMARÁS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZÓN
Marcos 12:30
Introducción:
Nuestro entorno está lleno de personas, experiencia, recuerdos y cosas que
amamos: Nuestros padres, hijos, esposa o esposo, amigos. En estas fechas millones
de personas se desviven por pasar esta temporada con sus familias o amigos etc.
También amamos actividades como estudios, negocios, trabajos, diversión,
muchos aman la televisión, etc. también muchos amamos nuestra casa o carro o el
dinero o la mascota.
Utilizan toda su vida o gran parte de su vida cultivando, cuidando y disfrutando de
estas cosas o personas o actividades. También tenemos nuestros sueños o deseos
que trabajamos con esfuerzo para alcanzarlos.
Los seres humanos tenemos muchas cosas que amamos y requieren mucho tiempo,
atención y dedicación de cada uno de nosotros. Todas estas cosas ocupan nuestra
mente, nuestro corazón y nuestras fuerzas.
Cuando nos hacemos cristianos, nuevas personas, cosas y actividades entran en
nuestra vida que requieren mucha atención de nuestra parte, esta atención es
requerida no porque nosotros nos lo proponemos sino porque Dios nos lo exige. Nos
pide que dejemos todo lo que amamos en segundo plano, que le demos menos
prioridad. Lo importante, lo primordial, nuestro primera necesidad sueño anhelo
en fin todo nuestro amor debe estar concentrado mayormente en Dios y en todo lo
relacionado con su propósito. Y ese fue el mandamiento dado al pueblo de Israel y
sigue siendo igual para nosotros. Jesús lo ratifico cuando estuvo en la tierra:
Marcos 12:30
1. Lo que hemos amado en nuestra vida.
El amar y dedicar tiempo a mucho de lo nombrado arriba, no está mal, siempre y
cuando no sea lo que ocupe mayormente nuestro ser, nuestra vida, nuestro
corazón. Debemos reconocer que muchas de las cosas que amamos y practicamos
en nuestra vida son del mundo: Televisión, fiestas, costumbres, moda, negocios,
dinero, amistades, etc.
Muchos de nosotros le damos más importancia a la familia carnal, al trabajo, a
nuestra salud e inclusive a nuestra comodidad que ha Dios.
Las enseñanzas de Cristo, fueron duras y radicales, tanto que a muchos cristianos
les cuesta seguir sus instrucciones. Muchas de estas cosas están contra la voluntad
de Dios porque la ponemos por encima de Dios, no porque sean pecaminosas en sí.
Amar a padre y madre más que a Dios,
2. Muchas veces le damos más importancia a nuestra familia carnal que a Dios, y eso
lo demostramos con los hechos. Lucas 14:26 Cuidémonos de no sacrificar el amor
a Dios por el amor a nuestra familia.
Amar las riquezas.
Para hacer riquezas o mantenerlas requiere gran dedicación y se termina
descuidando los asuntos de Dios. Mateo 6:24
Amar al mundo.
Del mundo hemos salido, el mundo, sus costumbres, sus cosas están en nuestro
corazón. Cuando nos hacemos cristianos comienza el reseteo, el borrado de lo que
nos impide servir a Dios correctamente, pero es una lucha ardua, difícil 1 Juan
2:15-17
Los afanes del mundo.
El problema del amor a las cosas del mundo es que produce mucho afán en
nuestras vidas, Filipenses 4:6
Amar más nuestra vida. Amamos más nuestra vida que a Dios. Diversión,
comodidad, descanso, salud, etc. Mateo 16:25-26
2. Amar a Dios sobre todas las cosas.
Corazón y mente se refieren a la parte interna del ser humano. El término alma en
muchos casos se refiere al espíritu, en otras a todo el cuerpo físico en otras a la
vida misma,
a. Con todo tu corazón.
El ser humano fue hecho con sentimientos, los cuales se van formando de acuerdo
a su entorno. La biblia nos enseña que del corazón del hombre sale su verdadera
esencia: el bien, amor, misericordia, bondad, pero en la mayoría de las personas
su corazón sin inclina al mal: malos pensamientos, malos deseos, asesinato, odio,
rencor, malas intenciones, malicia. Mateo 12:35 Mateo 15:19
Debemos limpiar nuestro corazón de todas las cosas que Dios detesta y prohíbe y
llenarlo de amor, bondad, mansedumbre, disposición de obedecer a Dios,
b. Con toda tu mente.
3. Llenar nuestra mente, nuestro intelecto con la voluntad de Dios es manifestar el
amor por Dios. Debemos esforzarnos por conocer la voluntad de Dios y obedecerla.
1 Juan 5:3 1 Juan 2:4-5
c. Con todas tus fuerzas.
La palabra significa con vehemencia, en extremo. Debemos amar a Dios con toda
nuestra capacidad física. Poner nuestras fuerzas, energía y tiempo a disposición
del servicio de Dios. La biblia nos enseña que de que vale nuestra fe si no tenemos
obras que le den vida. La fe sin obras es muerta, inútil. Los primeros cristianos
entendieron y aplicaron esto, dedicaron esfuerzo y tiempo al servicio de Dios,
trabajando por su reino: la iglesia. Hechos 2:41-47
d. Con toda tu alma.
En definitiva amar a Dios con toda tu vida, con todo tu ser. Poner todo por debajo
de Dios. Nuestra prioridad, lo más importante es Dios y su voluntad antes que
nuestra propia vida.
Conclusión:
¿Estás dispuesto a amar a Dios con todo tu corazón, toda tu mente, toda tu alama
y todas tus fuerzas?
Mario Arellano
http://solocristianosenvenezuela.blogspot.com/