1. Origen del gentilicio otomí
Como ocurre con la mayor parte de los etnónimos empleados para referirse a los
pueblos indígenas de México, el término otomí no es nativo del pueblo al que hace
referencia. Otomí es un término de origen náhuatl que deriva de otómitl,4 palabra que en
la lengua de los antiguos mexicas quiere decir quien camina con flechas,5 aunque
autores como Wigberto Jiménez Moreno lo hayan traducido como flechador de
pája3habido un resurgimiento del empleo de los nombres nativos, especialmente en el
valle del Mezquital, Querétaro y el noroeste del estado de México; territorios cow
Territorio étnico
Territorio ocupado en la actualidad por los pueblos otomíes.
El territorio étnico6 de los otomíes ha sido históricamente el centro de México. Desde la
época precolombina, los pueblos de habla otomangueana han habitado esa región y se
les considera como pueblos nativos de las tierras altas mexicanas. De acuerdo con el
cálculo de Duverger, es posible que los pueblos otomangueanos se hayan encontrado en
Mesoamérica por lo menos desde el inicio del proceso de sedentarización, el cual tuvo
lugar en el octavo milenio antes de la era cristiana.7 La ocupación otomangue del centro
de México remite entonces al hecho de que las cadenas lingüísticas entre las lenguas
otomangueanas se hallen más o menos intactas, de modo que los miembros
lingüísticamente más cercanos de la familia se encuentre también próximos en el
sentido espacial. La primera fractura del grupo otomangueano ocurrió al separarse las
lenguas orientales de las lenguas occidentales. El brazo occidental está compuesto por
dos grandes ramas: los pueblos de habla tlapaneco-mangueana y los de habla oto-pame.
Entre estos últimos se encuentran los otomíes, asentados en el Altiplano Central
mexicano junto con el resto de los pueblos que forman parte de la misma rama
otomangueana —mazahuas, matlatzincas, tlahuicas, chichimecas jonaces y pames—.8
Los otomíes en la actualidad ocupan un territorio fragmentado que se extiende por los
estados de México, Hidalgo, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Tlaxcala, Puebla y
Veracruz. Todos estos estados se encuentran en el corazón de la República Mexicana y
concentran la mayor parte de la población del país. De acuerdo con los espacios con
mayores concentraciones de población otomí, este pueblo puede agruparse en cuatro
vertientes: el Valle del Mezquital, la Sierra Madre Oriental, el Semidesierto queretano y
el norte del estado de México. Aislados de estos grandes grupos que concentran
alrededor del 80% del total de miembros de este pueblo indígena se encuentran los
otomíes de Zitácuaro (Michoacán), los de Tierra Blanca (Guanajuato) y los que aún
quedan en Ixtenco (Tlaxcala). Por el territorio en el que se encuentran, los otomíes
viven en una intensa relación con las grandes metrópolis como la Zona Metropolitana
de la Ciudad de México, la ciudad de Puebla, Toluca y Santiago de Querétaro, sitios a
donde muchos de ellos han tenido que emigrar en busca de mejores oportunidades de
trabajo.
2. Vestimenta
La vestimenta tradicional del grupo Otomí del Estado de México, para la mujer consiste
en un chincuete o enredo de lana o de manta muy amplio y largo de color blanco, azul
marino o negro, con líneas verdes, anaranjadas y amarillas; y una blusa de manta o de
popelina de color blanco, manga corta con bordados de flores. Es característico de la
Otras cosas
Desde los años ancestrales se viene impulsado la producción de artesanías de los
pueblos hñähñus entre los cuales se hace alusión a los tapetes de lana, los cuales son
fabricados especialmente por las mujeres Otomíes del municipio de Temoaya. Los
molcajetes y metates de piedra negra se elaboran en San Pedro de los Matates de
Acambay, en la comunidad de Pueblo Nuevo del mismo municipio se hacen bolsas de
paja de trigo, sombreros, canastas y sillas de tule. En algunas localidades de Toluca se
hacen piezas de alfarería, ayates de fibra de maguey, mientras que en Otzolotepec se
producen fajas, manteles y servilletas tejidas a mano. En Xonacatlán sobresalen los
textiles elaborados en telares de cintura.
Escritura de los otomies
De los estudios realizados sobre La escritura de esta lengua se extiende en una amplia
parte de la República Mexicana por los estados de Hidalgo, Veracruz, México, Puebla,
Querétaro, Tlaxcala y Guanajuato, debido a la extensión y a la existencia de múltiples
variantes dialectales la enseñanza que impartían los profesores bilingües del
Departamento de Educación Indígena era a través de alfabetos diferentes de región a
región se tiene conocimiento de que han existido reuniones en talleres interestatales
entre los docentes bilingües representantes de la Academia y de la población hñähñu,
pertenecientes a las distintas regiones y variantes dialectales de los estados de:
Guanajuato, Hidalgo, Estado de México, Puebla, Querétaro, Tlaxcala, Michoacán y
Veracruz, con la finalidad de normalizar la escritura Otomí éstas se han realizado en los
siguientes lugares: el primero realizado en la comunidad de Agua de Carrizo, San
Pablito, Pahuatlán, Puebla, en agosto de 2002; el segundo se llevo a cabo en la
comunidad de Bomintza, Tolimán, Querétaro, en abril de 2003; el tercero en la
comunidad de Tzicatlán, Texcatepec, Veracruz, en agosto de 2004, el cuarto taller se
realizó en la comunidad de Pueblo Nuevo, Acambay, Estado de México, en abril de
2005 y el quinto taller se llevo a cabo en la comunidad de Ixtololoya, Pantepec, Puebla,
los días 2 al 4 de agosto de 2006. El sexto taller en Ixmiquilpan, Hidalgo, junio de 2007;
y el último taller se ha realizado en Cieneguillas, Tierra Blanca, Guanajuato en julio de
2008. En cada taller se obtuvieron resultados para contribuir al proceso de
sistematización de reglas gramaticales y normalización de alfabetos el documento donde
se sintetizan estos avances se denomina Njaua nt’ot’i rä hñähñu, contiene descripciones
y reglas de uso del alfabeto, explicaciones ortográficas, nociones gramaticales sobre la
lengua otomí y se anexan los acuerdos para el uso del alfabeto. Uno de los acuerdos
importantes plasmados en este documento es el de promover el uso de éste alfabeto con
la finalidad de que sea apropiado por los hablantes y los procesos de lectura y escritura
en otomí se realicen continuamente. Estas reuniones han tenido el respaldo de las
3. autoridades civiles, estatales y educativas (Dirección General de Educación), lo cual
permite que la estandarización del alfabeto tenga una mayor difusión. Otro de los
acuerdos plasmados en este documento se resumen en que las grafías propuestas en los
talleres anteriores se aplicarán para las producciones escritas en otomí y en las
didácticas de enseñanza aprendizaje de la lengua; que los participantes mostrarán
materiales para incrementar el acervo escrito en la lengua otomí. Los resultados en el
uso de éste alfabeto se evaluarán dentro de 3 o 4 años, según lo decidan los participantes
en el taller. Es importante anotar que los traductores de la versión otomí de la
Constitución Política del Estado Libre y Soberano, han participado activamente en estos
encuentros interestatales para la consolidación y normalización del alfabeto hñähñu, la
traducción en la lengua otomí se escribe de acuerdo con el alfabeto normalizado
producto de las reuniones antes citadas