1. Español mexicano
El español mexicano (o español de México) es la variedad de dialectos y sociolectos del
idioma español hablada en el territorio mexicano. También sobresale el dialecto del
español propio de la península de Yucatán, conocido como español yucateco. México
posee el mayor número de hablantes de español, llegando a sobrepasar el doble de
hablantes que en cualquier país del mundo. El español es hablado por poco más del 97 %
de la población, en la mayoría de los casos como lengua materna y en otros como
segunda lengua.1
Descripción
Históricamente, la evolución del español mexicano coincide con el desarrollo del idioma
español en el Perú, Sevilla, Madrid, Bogotá y las grandes urbes estandarizantes de la
época. La Ciudad de México fue durante siglos el centro de uno de los dos grandes
virreinatos de la América colonial, el virreinato de la Nueva España, el cual se expandía
desde el suroeste de Canadá, pasando por el centro de lo que son ahora los Estados
Unidos, en el norte, hasta Costa Rica, en el sur. Como resultado del prominente papel de
la Ciudad de México en la administración colonial al norte del ecuador, esta se convirtió
en uno de los centros hispanohablantes más importantes fuera de España.
Consecuentemente, como Lima dentro de la Audiencia de Lima y las otras grandes
ciudades, la Ciudad de México tendió históricamente a ejercer un efecto estandarizador
dentro de su propia esfera de influencia lingüística, la región central del país, un estado de
cosas que se refleja en la lluvia de encomios al patrón de habla mexicana dada por los
comentaristas de los siglos XVII y XVIII. Sin embargo, en México como en otros países de
habla hispana, existen distintas variaciones y acentos con igual peso e importancia
lingüística.
El hispanista sueco Bertil Malmberg apunta que en el español de México las vocales
tienden a perder fuerza, mientras que las consonantes son siempre pronunciadas.
Malmberg explica ello por la influencia del complicado sistema de consonantes de la
lengua náhuatl a través de los hablantes bilingües y la toponimia de la región.
2. El Español Mexicano. La diferencia entre el español mexicano y el español castellano es similar a cómo ha
evolucionado el inglés entre Inglaterra y EE.UU.
La diferencia entre el español mexicano y el español hablado en España es similar a
cómo ha evolucionado el idioma inglés entre Inglaterra y Estados Unidos. El español llegó
a América como la lengua de los conquistadores españoles cuando España impuso su
corona en el Nuevo Mundo, presencia que en el caso de México se prolongó más de 300
años. También hay que señalar que el español que se habla hoy en día en México no es
un lenguaje homogéneo, dado que las influencias indígenas han impactado y
transformado el idioma en gran medida. Por ejemplo, el español que se habla en la
península de Yucatán es diferente en pronunciación y vocabulario gracias a la influencia
la lengua de los mayas. Otras diferencias que se pueden encontrar dentro del país
pueden escucharse a lo largo de la frontera con Guatemala, donde está presente el voseo
(usar el pronombre vos en lugar de tú) influenciado por el español centroamericano. Hoy
en día, el español de México es también el dialecto español más generalizado y aceptado
en los Estados Unidos, con la excepción de ciertas áreas en las que prevalece el cubano,
dominicano o puertorriqueño.
El español de México se caracteriza por su tono característicamente "cantarín", que es un
rasgo que queda por influencia del maya, el náhuatl y de las lenguas zapotecas. Esto
significa que la tonalidad juega un papel importante en la comunicación hablada, junto con
la prolongación de los sonidos de las vocales y el fortalecimiento de los sonidos de las
consonantes. Hay sonidos empleados en el español de México que no son muy comunes
en español castellano como las consonantes africadas (por ejemplo los sonidos que se
representan con /tl/ y /tz/) que se pueden encontrar en palabras como chipotle o quetzal.
También hay consonantes fricativas ([ʃ] y [x]) que se utilizan sobre todo con palabras de
origen indígena, pero que también se pueden escuchar en castellano como Xavier ([ʃ] y
México ([x]).
El uso de la segunda persona del pronombre plural (informal) vosotros no se utiliza en
México, donde el pronombre ustedes (formal e informalmente) se utiliza exclusivamente.
Otra diferencia interesante entre el mexicano y español castellano es el uso generalizado
del diminutivo incluso cuando no hay que señalar diferencia física alguna. Esto se logra
mediante la sustitución de la vocal final de algunas palabras por -ito o -ita (papá ð papito;
mamá ð mamita). El diminuto también se forma añadiendo -cito/a o -ecita/o al final de las
palabras, dependiendo de cómo se construya esta. Otras formas del diminutivo que se
pueden encontrar son: -illo/a, -ico/a, -ucho/a, -ín/-ina, -uelo/a, -ete/a y -uco/a. Pero tenga
cuidado al utilizar estos últimos diminutivos ya que algunos de ellos pueden ser
considerados como despectivos. A pesar de que los diminutivos se utilizan también en el
español castellano, su uso está más extendido en el español de México en todo el
espectro social y generalmente implican afecto.
Otra característica que diferencia la forma mexicana del español castellano es el uso de
Por en lugar de Durante para indicar la duración de un lapso de tiempo. En México lo más
probable sería escuchar algo como Hay problemas cuando un político va a la cárcel por
diez años por robar, mientras que en España se oye "... durante diez años ..." Hay
3. también diferencias gramaticales más complejas, pero de lo que el oyente se da cuenta
de inmediato es de las diferencias en el vocabulario, que es probablemente la mayor
diferencia que atrae la atención. Algunas de las palabras que son típicamente mexicanas
son Güey (tipo), Güero (persona caucásica), Pinche (ayudante de cocina o un adjetivo
mucho más vulgar), Popote (pajita) y Chavo (niño).
Otra diferencia notable es la evolución más lenta de las palabras en el español de México,
que se puede observar claramente en las parejas anteojos/gafas, carro/coche,
boleto/billete, alberca/piscina y ¿Mande?/¿Dígame? En todas ellas, el primer vocablo es
el más arcaico, que se usa en México, mientras que el segundo se prefiere en España.
También hay expresiones que se utilizan en México que ya no se utilizan en España como
se me hace (me parece o creo) o ¿Qué tanto ...? (¿Cuánto ...?). El origen de estos
arcaísmos no está del todo claro y se han realizado numerosos estudios sobre la forma en
que han ocurrido. Hay teorías que se basan en la idea de que el cambio es más rápido
desde el centro hacia el exterior (España a América) que si se empieza en la periferia
(México). Otra idea es que el español que llegó a América era andaluz y canario en
origen, dialectos que son muy similares en el uso y la pronunciación al español de México,
y que desde entonces ha evolucionado junto con el resto del castellano español, mientras
que el español de México ha conservado estas características más intensa y
profundamente. Cualquiera que sea la razón de esta particularidad, es una diferencia
interesante para el hablante de español.
Quienes escuchen el español mexicano oirán un acento que es muy similar al que se
habla en las Islas Canarias de España pero con un cierto vocabulario y estructuras que
son claramente mexicanas. Esta variante lingüística del español es la que se escucha por
todo México y es la aceptada en la mayor parte de los Estados Unidos con un total de 104
millones de hablantes en México y un gran porcentaje de los 35 millones de
hispanohablantes en los EE.UU.