1. La Escritura
Anteriormente la escritura era como algo primordial para el niño a pesar de que el
maestro era conductista y el niño no tenía la posibilidad de opinar y dar sus propias
ideas se lograba la consolidación más rápido en este proceso. Sin embargo es difícil
en la actualidad definir por qué los estudiantes han deformado
la escritura,
particularmente pienso que se debe a los avances tecnológicos que con el uso
inadecuado han deformado la escritura.
La escritura ha de convertirse en práctica reguladora de la comunicación, pues
sólo así puede instaurarse la interlocución académica y científica, y abrirse el camino
hacia la generación de nuevo conocimiento. Es fundamental propiciar condiciones para
que se asuma la escritura como un compromiso ineludible con el saber, sin caer en la
información enciclopedista..
Sin la escritura, el pensamiento escolarizado no pensaría ni podría pensar cómo
lo hace, no sólo cuando está ocupado en escribir, sino incluso normalmente cuando
articula sus pensamientos de manera oral. Más que cualquier otra invención particular,
la escritura ha transformado la conciencia humana.
Según Walter J. Ong. Escribir es, de alguna manera, poner afuera nuestro
pensamiento. La escritura expone nuestro yo. Cuando escribimos logramos asistir a
una puesta en escena de nuestra subjetividad. Gracias a la escritura, hacemos
permanentes actos de reconocimiento, de agnición. Nos convertimos en actores y
espectadores de nuestra propia obra.
Sin embargo la persona que intenta la enseñanza de escritura debe tener
conocimiento de cómo lograr que el estudiante se apropie de estos procesos. He allí el
propósito de reflexión que ha originado esta argumentación. Con relación a ello, existen
diversas teorías del aprendizaje que pueden explicar la adquisición y desarrollo de
habilidades. Corrientes psicológicas que dan luces acerca de cómo el niño adquiere,
desde su realidad, el conocimiento de la escritura. Entre los autores se destaca, Piaget,
que planteó la teoría constructivista del aprendizaje, su investigación señaló que es él
niño aprendiz quién desarrolla su propio conocimiento. Desde esta perspectiva escribir
permiten un conocimiento de mundo, desde las experiencias previas en la memoria,
hasta la consolidación de nuevos esquemas. El aprendizaje tiene su fundamento en el
contexto de cada individuo y en este punto coincide el conductismo, pues entre sus
postulados se puede deducir que la conducta es el resultado de la realidad en la que el
niño crece.