2. Pueden ser definidas en dos sentidos:
Las tecnologías tradicionales de la comunicación,
constituidas principalmente por la radio, la televisión y
la telefonía convencional.
Las tecnologías modernas de la información caracterizadas por la
digitalización de las tecnologías de registros de contenidos como la
informática de las comunicaciones, telemática y de las interfaces.
3. La influencia de las TIC en relación a la educación y
la sociedad del conocimiento, es bastante significativa y alcanza
gran relevancia, ya que la educación, la investigación científica y el
desarrollo son la base de la sociedad del conocimiento, por lo que la
educación es un componente indispensable para una adecuada
apropiación de las tecnologías necesarias para una sociedad de
información democrática.
4. El objetivo es atender las zonas y áreas que presentan los más bajos
niveles educativos y las más altas del analfabetismo, que según el
Censo 2005, 45 mil 934 caldenses se encuentran en las condiciones
anteriores.
Los Secretarios de Educación, Directores de Núcleo, Directivos
Docentes y organizaciones comunitarias deben concretar los
maestros tutores, animarlos para el proceso que se iniciará y definir
los establecimientos o instituciones donde se puede implementar el
programa.
Para su desarrollo, los docentes contarán con materiales, estrategias
metodológicas y recursos necesarios para atender este grupo
poblacional.
5. En relación a los estándares internacionales de educación, competencias
laborales y acceso a las Tecnologías de la Información (Tics), tanto
Colombia como el resto de Latinoamérica se encuentran rezagados.
Situación que se traduce en condiciones desfavorables para las
empresas locales a la hora de competir a escala global, según explica el
Foro Económico Mundial (FEM) en su Reporte Global en Tecnología de
la Información.
El informe destaca las marcadas diferencias entre Asia y Latinoamérica.
Mientras que en Corea del Sur cerca del 104% de la población cuenta
con un título de educación superior, en Colombia esa cifra no llega al
40%. De forma similar, mientras que casi la totalidad de los surcoreanos
tienen acceso a la Internet desde sus hogares, menos de uno de cada
cinco colombianos cuentan con tal servicio.