La sífilis es una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria llamada espiroqueta que puede afectar todo el cuerpo. Se transmite principalmente a través del contacto sexual y de una madre embarazada a su bebé. Se diagnostica examinando muestras bajo un microscopio o mediante análisis de sangre para detectar anticuerpos. En sus primeras etapas se cura fácilmente con una inyección de penicilina u otros antibióticos.