La Sostenibilidad Corporativa. Administración Ambiental
El conejo, la luna y la muerte (02)
1. El conejo, la luna y la muerte
en la cosmogonía
mesoamericana
Presentación e investigación:
Óscar Pech
1
2. El simbolismo en Mesoamérica
• Para entender estos elementos en las culturas
mesoamericanas, primero debemos tener siempre en cuenta que
en la antigua Mesoamérica la ideología dotaba al arte, y a casi
todas las cosas, de un profundo simbolismo religioso. Para los
pueblos de Mesoamérica, el mundo era un libro cargado de
simbolismos, que ellos debían aprender a leer.
2
4. El culto a la luna
• Si bien el sol y la luna fueron adorados en
casi todas las culturas, en Mesoamérica
la luna tuvo una adoración
particular, por los aspectos simbólicos
que presenta por naturaleza:
4
5. Los ciclos de la luna
• La luna inspira ciclos recurrentes de
nacimiento, crecimiento, plenitud, d
ecaimiento y muerte, por ello se le
asocia con fenómenos de la
naturaleza que siguen leyes
semejantes como la lluvia, la vida
de las plantas, la menstruación y —
por consiguiente— la fertilidad y la
reproducción.
5
6. Los ciclos de la luna
• Ese mismo ciclo continuo y perenne la
relaciona con el tiempo y el destino, así como
con la regeneración periódica.
• Para los antiguos mesoamericanos, cuando el
sol (símbolo de vida) desaparecía en el
horizonte, se hundía en el mundo de los
muertos, en la oscuridad, para luego resucitar
al siguiente día. Por ello la luna se asocia a ritos
de iniciación relacionados con el
renacimiento. 6
7. La luna y lo líquido
• Casi universalmente se la relaciona con lo líquido, lo
húmedo y lo oscuro porque afecta las mareas y la
savia; por ello, en muchos grupos indígenas o
mestizos de México —al igual que en otras partes del
mundo— se tiene la costumbre de cortar el pelo o las
plantas en determinada fase de la luna. Entre
muchos pueblos se cree que es dadora directa del
agua.
7
9. La luna en los códices
• La luna por lo general es representada
sobre un marco de noche oscura, como
una especie de vasija cortada en forma
transversal y normalmente llena de algún
líquido. La vasija parece ser una enorme
jícara o jarro, que en su interior casi
siempre contiene ya la figura de un
conejo, o la de un cuchillo de sacrificio
(los sacrificios a los dioses de la noche
siempre se hacían bajo la luna llena).
9
10. Los dioses lunares
• No hay un dios de la luna: son
muchos, de ambos sexos y de
muchas edades. Con todo, no
era infrecuente que los
diferentes dioses lunares fueran
representados como
ancianos, porque son los que
decrecen; los que —como la
luna en cuarto menguante— se
van acercando a la muerte.
10
11. La luna en los códices
• Cuando es representada por diosas
ancianas, éstas usualmente tienen
una vasija en las manos, y son
representadas en actitud de estar
vertiendo su preciado líquido (la
lluvia-pulque) sobre la tierra. Llevan
una serpiente acuática sobre su
cabeza, que representa el trueno
(una serpiente luminosa en el cielo),
que anuncia la lluvia.
11
13. La perspectiva azteca
• La cosmogonía azteca está plasmada en
la Piedra del sol, a través de una serie de
círculos concéntricos. El círculo exterior
está constituido por dos serpientes que
representan el día y la noche, y cuyo
cascabel se encuentra en la parte
superior. Sus fauces chocan en la parte
inferior. De las fauces de dichas serpientes
emergen el sol y la luna. Ambos tienen la
lengua de fuera, como señal de que
están sedientos de sangre humana.
13
14. La perspectiva azteca
• Para los mexicas se habían
dado previamente cuatro
creaciones, cuatro soles.
Cada uno de ellos recibe su
nombre de acuerdo a la
manera en que se extinguió
la humanidad en él.
14
15. La noche es otra El día es una
serpiente, de serpiente de
cuyas fauces cuyas fauces
emerge la luna emerge el sol
15
16. La luna era Coyolxauhqui El sol era Huitzilopochtli
• Ambos son opuestos y se enfrentan. A Coyolxauhqui la apoyan los
400 surianos, ó 400 conejos. Nótese que la luna y los conejos
están, de alguna manera, unidos. Huitzilopochtli derrota a
Coyolxauhqui, su hermana, y arroja su cuerpo a una cancha de 16
17. • El juego de pelota representa el cielo nocturno. Un lugar donde se existe antes que la
humanidad fuera creada. Un lugar en donde se entabla una lucha entre el sol y la luna; una
lucha en los cielos entre el bien y el mal, antes que la humanidad existiese
17
18. Teotihuacan
• Para esta cultura nahua,
mucho más antigua que
la azteca, quienes se
transforman en el origen
del sol y la luna son,
respectivamente, los
dioses Nanahuatzin (el
humilde, el lleno de
llagas) y el orgulloso y
rico, pero cobarde
Tecuciztécatl.
18
19. El dios arrogante y cobarde
• Ambos deben presentar ofrendas, ayunar, y
luego dar su vida arrojándose a una
hoguera. Nanahuatzin no vacila, pero
Tecuciztécatl falla, por falta de valor. Es por
ello que los dioses, a pesar de que él es
poseedor de gran riqueza, cuando se
transforma en la luna le oscurecen el rostro
golpeándole con un conejo. Por eso la luna
brilla menos que el sol, por eso tiene un
conejo “impreso” en su superficie.
19
20. Otra versión
• Según una tradición proveniente
de la Huasteca potosina, la razón
de que aparezca un conejo en la
luna, es porque un campesino
logró atrapar a un cuatoche o
conejo que se dedicaba a
levantar al amanecer los árboles
que el campesino había tirado la
víspera para sembrar.
20
21. • El conejo, a cambio de su
libertad, le predijo una próxima
inundación y le pidió que hiciera
una caja o barca en donde se
pudieran salvar los dos.
Efectivamente empezó a
llover, y el agua empezó a
subir, hasta que llegó tan alto
que casi tocaban a la luna.
21
22. • En un momento dado el
conejo percibe que el
hombre no va a cumplir
su promesa de salvación
y, aprovechando que
estaban tan alto, brincó
a la luna en donde
podía quedarse seguro
para siempre.
22
23. La luna y el pulque
• La asociación de la luna con los
dioses del pulque es muy fuerte.
Recordemos que el animal
lunar por excelencia es el
conejo, que fue arrojado al
rostro de la luna por
Papáztac, uno de los dioses del 23
24. Los 400 surianos
• Los dioses del pulque son
llamados los Centzon
totochtin "cuatrocientos
conejos", y uno de los
principales se llama Ome
TochtIi "dos conejo".
24
25. Mayahuel
• Estos dioses junto con
Mayahuel, la diosa del
maguey, llevan en su
indumentaria adornos como el
yacametztli, "nariguera de la
luna", y en sus escudos el glifo
lunar. En algunas ocasiones, el
vestido de Mayahuel estaba
adornado con cuartos
crecientes.
25
27. • La historia del universo maya, tal como se
nos narra en el Popol Vuh, se conforma El Popol Vuh
por la aparición de varios soles que, al
igual que los hombres, no son los
verdaderos y por ello también son
destruidos.
• Uno de estos usurpadores es llamado
Vucub Caquix: “Siete Guacamaya” (por
lo general es representado en forma de
ave que le gusta posrse en lo alto de un
árbol, como en esta estela de
Izapa, Chiapas). Su maldad queda
evidente en que a ese árbol por le
general se une un símbolo de destrucción:
un cocodrilo, una serpiente, un alacrán
27
28. • En el Popol Vuh se nos
Vucub Caquix cuenta que Vucub
Caxix, era un ser
soberbio que se
jactaba de ser tanto el
Sol como la Luna:
deseaba estar siempre
en una posición
elevada, por lo que los
gemelos Hunahpú e
Ixbalanqué, con el
poder del aire (es decir,
del espíritu) que sale de
sus cerbatanas, lo
hacen caer de su
encumbrada posición.
28
29. Entre los mayas
• Vucub Caquix y sus hijos corresponden a la edad de los hombres
de madera, en la que no se había alcanzado todavía el orden
cósmico, por lo que son destruidos por los héroes que serán los
dueños del verdadero Sol y la verdadera Luna: Hunahpú “Cazador
con cerbatana”, el Sol diurno e Ixbalanqué “Sol-Jaguar”, el Sol
nocturno o la Luna, tal como es descrito en el vaso K1226.
29
30. Entre los mayas
• Estos dioses gemelos, hijos del dios sol, dios del maíz, quien fue lo más cercano que
tuvieron los mayas al monoteísmo, en mi opinión no son dos dioses sino que en realidad
son advocaciones de dos aspectos de un mismo dios: Hunahpú es el cuerpo del dios
descendente, e Ixbalanqué el espíritu. Ambos deben descender a Xibalbá, la región de
los muertos, allí muere Hunahpú, Ixbalanqué lo resucita, y como seres resucitados ellos
ahora tienen el poder para vencer a los dioses de la muerte. Aquí, en el vaso K578, vemos
a Hunahpú justo antes de destruir a uno de los señores de Xibalbá
30
31. Hun Hunahpú
• En la mitología maya, Hun-Hunahpú (o Hun Nal Ye), que en idioma
maya yucateco significa El Primer Sol, es el dios del maíz, de la
fertilidad y del juego de pelota (de la existencia antes que el mundo
fuese creado). Es El Que Cuenta El Tiempo y padre de los dioses
héroes gemelos Hunahpú e Ixbalanqué.
31
32. Hunahpú e Ixbalanqué
• Desde mi perspectiva personal, los gemelos Hunahpú e Ixbalanqué
(en ambos extremos del plato) representan al cuerpo y al espíritu del
dios hijo. Por eso descienden a Xibalbá a sacrificarse a ellos mismos.
Por eso uno muere y el otro lo resucita, tal como sucede con
Quetzalcóatl y su nahual al descender al Mictlán, ese Xibalbá nahua.
Ambos son un perfecto símbolo del cuerpo y el espíritu del Mesías.
32
33. Hunahpú e
Ixbalanqué
• Una de las más
comentadas
manifestaciones
religiosas del arte maya
es la estela 5 de Izapa,
Chiapas. Un elemento
fundamental de dicha
estela es la
representación de los
dos dioses, los gemelos
preciosos, Hunahpú e
Ixbalanqué, como los
grandes benefactores
del género humano.
33
34. La estela 5 de Izapa
• La estela no ha sido bien cuidada, ha sido demasiado erosionada por el tiempo y el
maltrato humano (por mucho tiempo los guías de turistas marcaban con gis la estela
mientras daban su interpretación del significado de los gráficos), por lo que las
reproducciones pueden diferir mucho entre sí. Pero, con todo, los dos dioses del
centro son fácilmente identificables como los personajes más importantes de la
escena.
34
35. Hunahpú e Ixbalanqué
• A la derecha se encuentra Hunahpú, el
dios descendente, el hijo del dios del maíz.
Su madre fue Ixquic, quien lo concibió sin
haber conocido varón. El dios se
encuentra en actitud de descender a la
tierra. Es el dios que caminó sobre la
tierra, y por ello su pie derecho toca la
ceiba sagrada. Hunahpú es el equivalente
maya del dios Quetzalcóatl, que
desciende a la región de los muertos, y allí
muere y resucita, a fin de que los hombres
puedan tener vida.
• Los dos dioses portan máscaras
porque, según el Popol Cuh fue de esa
manera como ellos lograron dar muerte a
los señores de Xibalbá. 35
36. Hunahpú e Ixbalanqué
• A la izquierda se encuentra Ixbalanqué. Es el equivalente
al dios Xólotl, al nahual de Quetzalcóatl. Entre los mayas
hay una dualidad cuerpo-masculino / espíritu-femenino.
Por ello, este dios aparece en su advocación femenina.
Su máscara tiene los atributos del dios Ehécatl, el dios del
viento, porque en la religión mesoamericana y en la
mayoría de las lenguas mesoamericanas, los conceptos
espíritu y viento emplean una sola palabra. La idea de
que Ixbalanqué es el espíritu de Hunahpú se ve reforzada
por otros dos elementos: 1. Sobre su cabeza se
encuentran dos colibríes, que representaban los espíritus
de los guerreros que morían en combate. 2. De su boca
emerge una vaharada de aire, de espíritu, hacia el
hombre de maíz, el hombre del quinto sol, que nace del
árbol de la vida, con el casco del juego de pelota, vale
decir, el hombre recibe el soplo de vida al llegar del
mundo premortal. 36
37. El conejo
• Hunahpú e Ixbalanqué descienden a Xibalbá a jugar al juego de
pelota. Ello no es un mero deporte o entretenimiento: simboliza que
nos encontramos en un tiempo antes del tiempo. Allí se enfrentan a
los dioses nocturnos, los dioses de la muerte. Hunahpú muere, pero
Ixbalanqué, con la ayuda de un conejo que le ayuda a recuperar la
cabeza de su gemelo, le devuelve la vida y ambos derrotan a los
señores de Xibalbá (el vaso K2776 nos muestra, grabado, la caótica
vida en Xibalbá).
37
38. El conejo
• La idea es interesante: el conejo es el medio por
el que el espíritu, o la sabiduría (Ixbalanqué) logra
recuperar la vida del cuerpo (Hunahpú) y, desde
entonces, el conejo estará asociado a la luna.
38
39. Hunahpú e Ixbalanqué
• Dice el Popol Vuh que después de su victoria en el
Inframundo y de salir “de las fauces del monstruo de la tierra”
(es decir, de la muerte),
– «Luego subieron en medio de la luz y al instante se elevaron al
cielo. Al uno le tocó el Sol y al otro la Luna. Entonces se iluminó la
bóveda del cielo y la faz de la tierra. Y ellos moran en el cielo»
• Nótese que el texto indica que el sol y la luna les fueron dados
a ellos, no que ellos se volvieron el sol y la luna.
39
40. Los estudios de Edward
Thompson
• Dejando de lado al
Popol Vuh, Thompson
hace un estudio de las
diferentes diosas lunares
mayas y entre ellas
encuentra las siguientes
características comunes
40
41. Puntos en común:
• l. Era la esposa (a veces la hermana) del
sol.
• II. Era la patrona de los trabajadores
textiles y presumiblemente inventó el
tejido (todavía hoy, quienes fabrican los
sombreros panamá, trabajan sólo en el
interior de cenotes, bajo la luz de la luna
llena, a fin de que eso, de alguna
manera, dé a los sombreros la
flexibilidad que es propia de ellos).
41
42. Puntos en común:
• III. Presidía la procreación y el
nacimiento y fue la primera
mujer que tuvo relaciones
sexuales.
• IV. Era licenciosa.
• V. Como la primera mujer
era considerada como
'Nuestra abuela' o 'Madre de
los dioses'.
42
43. Puntos en común:
• VI. En la tradición
mexicana, y probablemente
también en la maya, ella era
también la madre de la tierra
y madre del dios del maíz.
• VII. Estaba asociada con el
conejo y la embriaguez.
• VIII. Estaba relacionada con
el agua, específicamente
con la lluvia.
43
44. El maguey como ofrenda sagrada entre los nahuas
LUNA, PULQUE Y CONEJOS
44
45. El maguey
• Es una planta adaptada a
climas secos, por lo que dentro
de sus pencas concentra agua
y azúcares para poder
sobrevivir largas temporadas
de sequía. De su centro, nace
una larga vara con flores que
se alimenta de los azúcares de
las pencas.
45
46. El maguey
• Los seres humanos aprendieron
que si se corta esta vara, el
quiote, que es el corazón del
maguey, éste sigue decantando
la savia rica en carbohidratos y
se puede recolectar por varios
meses, pero la planta muere al
ser capada. Este líquido se
conoce como aguamiel.
46
47. El pulque
• El aguamiel se fermenta y se
transforma en pulque. El pulque es
de color blanco lechoso y de
consistencia espesa (por eso llega
a ser un símbolo del semen de los
dioses). El pulque fue representado
por los mesoamericanos en jarras y
jícaras, con espuma en el borde y
algunas veces como un símbolo
lunar. Los puntitos en la boca del
jarro representan la espuma.
47
48. La luna y el pulque
• Los pueblos nahuas
veían a la luna como
una inmensa olla
llena de pulque-
semen-lluvia-líquido
sagrado dador de
vida y alegría, el cual
fertilizará a la tierra.
48
49. • Espuma
• Luna-olla
• El conejo de la luna
• Semen- lluvia-
pulque que gotea
o escurre de la luna
49
50. ¿Puedes ver los mismos
elementos en estas
imágenes?
• La luna como olla o jícara
• Derrama un líquido que se
derrama en forma de rayas o
torrentes
• El líquido es espumoso.
• La figura está rodeada de
pequeños ojos, que son gotas
de lluvia (lágrimas) que caen
de la luna.
• La luna llama a la serpiente
acuática de la lluvia. 50
51. Nada viene gratis.
• A veces esa olla en vez de tener al conejo lunar,
portaba un cuchillo de pedernal dentro, indicando
que los dioses de la luna necesitaban sacrificios
humanos para seguir viviendo. La luna era símbolo del
ciclo vida-muerte. Como “moría” y “renacía” cada 28
días, estaba íntimamente relacionada con el sacrificio
y la muerte.
51
52. Nada viene gratis.
• Nótese el símbolo que se encuentra en los adornos para la
nariz que portan los dioses y sacerdotes relacionados con el
pulque y el culto lunar: es una luna en cuarto creciente, que
derramará su semen-lluvia si la diosa o el sacerdote recibe a
cambio sacrificios humanos.
52
53. Veamos la imagen en detalle.
• Quiote. El
• Mayahuel corazón del • Maguey
maguey
• Vasija con
pulque
• Nariguera que
representa la luna
en cuarto
creciente
• Espinas de
maguey para el
autosacrificio que
propiciará la lluvia
53
54. La divina embriaguez
• Si bien era cierto que beber el pulque era beber el semen de los
dioses, vale decir, era llenarse de una feliz influencia divina, ello
requería una estricta preparación física y mental. Si alguien era
descubierto en estado de embriaguez sin que dicho estado
formara parte de algún acto ritual, a dicha persona, fuera
noble o civil, se le condenaba a muerte por apedreamiento.
54
55. Un ejemplo concreto.
• El legendario rey tolteca, Ce Acatl Topiltzin
Quetzalcóatl, en la cima de su
reinado, comete el error de
embriagarse, por lo que tuvo que
abandonar, deshonrado, su reino.
Embriagarse fuera del ámbito religioso
nunca era una virtud.
55
56. Un animal con personalidad bien definida
VÍNCULOS CON EL CONEJO
56
57. El Conejo
• Se le consideraba un animal desinhibido y
prolífico sexualmente. Los pueblos
mesoamericanos observaron que los
conejos hacían sus madrigueras en
lugares oscuros e inaccesibles, como los
magueyales, donde abundaban. De ahí
que lo relacionaran con el pulque, con la
luna, con la muerte. He aquí algunas
vasijas en forma de conejo, hechas ex
profeso para beber pulque.
57
58. El tochtecómatl
• En las ceremonias al dios
Patécatl, por ejemplo, se
preparaban grandes tinajas con
forma de conejo llamadas
Ometochtecómatl o
simplemente tochtecómatl en
náhuatl, de las que los
sacerdotes ingerían el pulque
con popotes, tal y como lo
relatan las fuentes escritas y
dibujadas.
58
59. El horóscopo azteca
• Se eligió al conejo
para nombrar a
uno de los días del
calendario
mesoamericano y
se pensaba que
quienes nacían
bajo su signo
tendrían una
inclinación a
beber.
59
60. El horóscopo azteca
• Tochtli significa
conejo en náhuatl.
No deja de ser
significativo que el
nombre del dios del
pulque sea Ome
Tochtli (dos
conejo).
60
61. • En la parte inferior
de este
códice, que tiene
el horóscopo
azteca, con
respecto a los
que nacían en el
día conejo: “los
que nacían aquí
habían de ser
borrachos”.
61
62. La luna, la muerte y el conejo entre los mayas
EL CONEJO ESCRIBA
62
63. El conejo escriba
• En la mitología maya es
frecuente la aparición de
un conejo amanuense,
asociado a uno de los
dioses de la muerte y a la
diosa de la luna. Un conejo
muchas veces dibujado
hermosamente en vasos.
63
64. El conejo
escriba
• Destaca, en ese sentido, el famoso
vaso Princeton, que nos describe
una escena del conejo escriba y el
dios L, uno de los dioses de la
muerte en el reino de Xibalbá, en el
mundo de los muertos, bajo la
tierra. Xibalbá es algo que es y no
es nuestra visión cristiana de lo que
entendemos como “el infierno”.
• A continuación, una fotografía que
“desenvuelve” al vaso y lo explica.
64
66. • La acción transcurre en el Xibalbá, la
región de los muertos, que de alguna
manera funciona con las normas y
procedimientos de esta tierra. Es una
continuación de esta existencia.
• En Xibalbá es presentado un
prisionero. Sabemos que se trata de
un prisionero porque a) está debajo
del nivel del suelo, b) está sentado en
una posición de sumisión, c) Tiene las
manos atadas a la espalda d) Ha sido
desprovisto de todo ornamento. Todo
ello nos indica que ha sido capturado
en guerra y va a ser sacrificado.
66
67. • Los dos seres que lo custodian llevan
cubierto el rostro por una máscara
zoomórfica. Llevan un atuendo hecho
de piel de jaguar, lo cual indica su
rango, pero también nos señala dónde
estamos: el jaguar es un emblema de la
tierra, y nos encontramos en un mundo
bajo tierra.
67
68. • Los dos enmascarados son los dioses
Hunahpú e Ixbalanqué quienes, al final
del Popol Vuh, se presentan disfrazados
como un dúo de artistas errantes que
deleitaron a los habitantes de Xibalbá
realizando proezas de magia, como
sacrificio de sí y luego resucitarlo. La
escena nos muestra un instante antes
de que el dios L sea derrotado y
ofrecido en sacrificio.
68
69. • Mientras tanto del lado
derecho, vemos al dios
L, dios del comercio, la
hechicería y la
guerra, sentado en una
suerte de escaño (es el
personaje más importante
en la pintura) con un
dosel, sobre el que se
encuentran dos
jaguares, lo que simboliza
que se encuentran por
debajo de la tierra.
69
70. • En la pintura, se ve al dios
L siendo atendido por, y
en actitud de coquetear y
ser atendido por cinco
jóvenes, sin imaginar que
su fin está tan cerca. Dos
de las jóvenes incluso le
sirven chocolate de una
jarra en un vaso, aunque
una de ellas no le presta
atención y centra su
mirada en el prisionero
que va a ser ejecutado.
70
71. • Abajo, el conejo
amanuense toma nota
sobre un códice forrado
de piel de leopardo, lo
que indica que, de
alguna manera, el conejo
no sólo es quien lleva los
registros del inframundo,
sino que es el mismísimo
autor del Popol Vuh.
71
72. • El resto del Popol Vuh
nos narra la
apoteosis de
Hunahpú e
Ixbalanqué. Nos dice
que el dios L fue
muerto por los dioses
gemelos, los dioses
duales que son uno
solo.
72
73. • Tal vez no huelgue decir que el dios L es el dios más
poderoso de todo Xibalbá, tal como queda registrado
en el vaso k702, es el único que puede portar fuego en
las oscuridades de Xibalbá
73
74. • O, como vemos en el vaso K7750, él (en la extrema derecha)
es quien, sentado sobre su trono, preside sobre los seis señores
de Xibalbá al tiempo que contemplan la creación del mundo.
74
75. • Y es precisamente en esta mitología
que nos narran los vasos mayas, en
donde se nos muestra que el dios L no
muere a manos de Hunahpú e
Ixbalanqué sino que, una vez que fue
despojado de sus ropas, joyas y
sombreros, es humillado por el dios del
maíz resucitado y sus hijos, los Héroes
Gemelos. Veamos estos otros vasos.
75
76. • En este, el vaso K 1560, vemos una variante del mito
narrado en el Popol Vuh. Leyendo de derecha a
izquierda, como se leían los mitos, tenemos lo siguiente:
Hunahpú, Ixbalanqué y su padre, el dios del
maíz, resucitan en Xibalbá, derrotan a los dioses de la
muerte y los someten.
76
77. • Los tres dioses están desnudos, lo que representa
que ese resucitar es un poco como nacer de
nuevo. El hecho de que la resurrección es un
hecho glorioso se manifiesta en el hecho de
que, a pesar de estar desnudos, sus cuerpos están
cubiertos de joyas; se han vuelto “preciosos”.
77
78. • Uno de los gemelos sostiene al dios L, quien está
completamente desnudo. En Mesoamérica, la
desnudez completa en los hombres es un signo de
derrota completa. El presentar al dios de la muerte
absolutamente desnudo indica que la muerte ha
perdido por completo su poder.
78
79. • La idea es reforzada porque se muestra al dios del
maíz enojado gritando y pisando a un señor de
Xibalbá. Recuerda a nuestra mente occidental la
frase: “mas él tendrá poder para aplastarte la
cabeza”.
79
80. • En Mesoamérica, los enanos y los jorobados son una advocación del
gemelo Xólotl, lo que refuerza la idea de que los gemelos son dos
aspectos de un mismo dios. Llama la atención que en esta escena
un enano le exija al dios L que le entregue sus atavíos, es decir, su
poder. En este vaso el dios de la muerte pierde por completo sus
poderes, y son entregados aparentemente al dios del maíz y a los
gemelos preciosos.
80
81. • El relato continúa en el vaso K1398, proveniente de la región de
Naranjo, Guatemala. Allí, empezando por la derecha, el conejo
celebra la posesión de un paquete en una mano y un bastón y un
tocado en la otra.
81
82. • Vale la pena subrayar el hecho de
que los objetos que sostiene el
conejo son los mismos que sostenía
el enano en el vaso anterior.
• El conejo está de pie sobre un
monstruo montaña o tierra delante
de Dios L (en su aspecto divino), el
cual parece estar pidiendo al
conejo que le devuelva sus bienes
82
83. • Este argumento es
aparentemente inútil, como lo
demuestra la escena a la
izquierda: el dios L suplica al
dios Sol: el discurso que
emana de su boca dice que
el conejo ha robado sus
posesiones y le pregunta al
dios Sol si ha visto al ladrón. El
dios Sol lo niega, y se dirige al
dios L como "abuelo".
• ¿Ya lo notaste? El conejo en
realidad está escondido
detrás del dios del sol. 83
84. • Este vaso es de gran valor porque nos
muestra, entre otras cosas, que los mayas tenían
un excelente sentido del humor.
84
85. • No sabemos exactamente cómo termina esta historia. El
último de los vasos, el K5166, nos muestra al conejo siendo
aprehendido y presentado ante el indignado dios L, que
sigue desnudo y esperando que le devuelvan sus atributos.
En tanto el conejo es el protegido de la diosa Ixchel, una
advocación de la luna, acaso es buena idea explicar
quién es esta diosa, antes de ver el final de la historia.
85
87. Ixchel
• Posterior, y muy
independientemente al
libro sagrado del Popol
Vuh, surge el mito de la
diosa Ixchel.
• La figura de la diosa
Ixchel tiene tal poder que
perdura hasta nuestros
días, en forma de
leyenda y, en algunas
partes, fusionándose con
la virgen de
Guadalupe, planteando
que, incluso, ella es la
madre de Dios.
87
88. • “Ix”, significa mujer, y “chel”,
significa claro, resplandeciente, Ixchel
blanco, pero también arcoíris. Lo
cual tiene sentido: ella es la
“mujer arcoíris”, porque es la
dadora de lluvia y es “la del rostro
blanco, resplandeciente”, porque
es la luna.
• A la diosa Ixchel se le atribuyen
los fenómenos relacionados con
la luna, la preñez, el tejido y las
inundaciones. Como vemos aquí,
la lluvia es su menstruación y el
sudor de sus axilas. 88
89. Ixchel
• En tanto es la luna, tiene dos advocaciones:
• La diosa Chac Ixchel es la luna llena, es anciana, es la dadora
de lluvia y diosa del tejido, de los enseres domésticos. Es la
advocación generosa de esta diosa..
• La diosa zac Ixchel es la luna nueva, es joven, voluptuosa, es
la diosa de la procreación y la voluptuosidad. Suele estar
acompañada de un conejo, símbolo de la fertilidad. Suele ser
la advocación cruel de esta diosa.
89
90. Ixchel, la gran diosa
madre
• En esta advocación, es diosa de la
medicina, los partos y las labores propias
de ese sexo, como el tejido. Es diosa de
la energía que propicia la
fertilidad, tanto de la tierra y los animales
como de los hombres, y que regula el
ritmo cíclico de la vida.
90
91. Ixchel, la gran diosa madre
• A la diosa Ixchel se le
atribuyen los fenómenos
relacionados con la luna, la
preñez, el tejido y las
inundaciones; por eso se le
celebraba en el mes zip,
(agosto-septiembre).
91
92. Ixchel como luna nueva
• Pero, como diosa joven, Ixchel representaba la fertilidad estrechamente ligada con la
tierra, ya que son los ciclos de la luna los que rigen los tiempos de siembra y cosecha. Era
adorada en la Isla de Cozumel y allí las jóvenes casadas hacían peregrinaciones para
pedirle hijos. Era representada como una mujer joven, sumamente voluptuosa
92
93. Ixchel como luna
nueva
• Y en todas está acompañada de este glifo, que
representa a la luna que crece, y usualmente
está acompañada por un conejo, que es el
conejo de la luna, sí, pero también es un símbolo
de la fertilidad.
93
94. • Volvamos al último vaso de la historia del conejo y retomemos la
narración: El dios de la muerte ha sido derrotado por Hunahpú e
Ixbalanqué, quienes le quitaron sus atavíos, su poder. El conejo (la
fecundidad y la procreación) se hace de ellos, y los dioses lo permiten.
94
95. • En éste, el vaso K5166,
tenemos el último
registro maya de esta
historia. Los diferentes
dioses de Xibalbá
acompañan al dios L,
ataviados con el
símbolo de la luna,
para presentarse ante
la diosa Ixchel y pedirle
que les devuelvan el
poder que tienen sobre
la muerte.
95
96. • Iniciando por la derecha, en este vaso
vemos a diosa
Ixchel, voluptuosa, sentada sobre un
trono cuyo asiento tiene la forma de
un caracol cortado a la mitad
transversalmente, es decir un trono
con el glifo de la eternidad. Es
decir, que se sugiere que esta escena
se repite una y otra
vez, ininterrumpidamente. Sabemos
que la diosa representa a la luna por el
glifo como una C invertida que tiene a
su espalda. Parado sobre su regazo, el
conejo-fertilidad sostiene los emblemas
del dios de la muerte. 96
97. • El conejo todavía tiene el
sombrero y la capa del dios
L, el cual todavía no recupera
sus poderes.
• El dios L está
semiarrodillado, en actitud de
súplica.
• Ante la presión de todos los
señores de Xibalbá, con el
recordatorio de que también
son seres de la luna, seres
nocturnos, con toda
probabilidad, el conejo se
verá obligado a devolverle
97
98. • Para presionar a que le
devuelvan al dios L sus
atavíos, se presentan los
diferentes señores de
Xibalbá. Todos ellos llevan
los emblemas de la
luna, lo que recuerda a la
diosa Ixchel que todos son
de alguna manera seres
de la noche, y nos
recuerda a los
espectadores que muerte
y vida son dos caras de
una misma moneda.
98
99. • ¿El conejo es castigado en este episodio? Probablemente no: no
se trata de una cuestión moral: se trata de mostrarnos que la
noche es muerte y también procreación; que la vida y la muerte
son parte de un ciclo: la muerte pierde su poder en tanto hay
fecundidad, y la vida se regenera continuamente: La luna siempre
cargará a su fértil conejo con ella, como veremos en el siguiente
vaso.
99
100. • Aquí, La sumamente sensual
diosa Ixchel sentada en su
trono, deja asomar uno de
sus senos. A su espalda, el
glifo de la luna. Frente a ella,
un glifo fitomorfo hacia el
que se precipita el conejo,
que parece ser el quiote de
un maguey. Entre sus piernas,
la diosa sostiene la olla-luna
llena de polque-lluvia. 100
101. • El vaso K 559 nos
muestra a la diosa
Ixchel una vez que ha
dado a luz al conejo
de la luna, quien aquí
es sostenido por una
alegre partera.
101
102. • Tal vez toda esta historia, toda esta presentación, se puede resumir en esta hermosa y
última imagen de Ixchel como diosa del amor, siempre acompañada del conejo,
símbolo de la fecundidad y la procreación. El mensaje último de toda esta historia es
que el amor, la vida, siempre podrán vencer a la muerte, por encima de todas las
muertes, por encima de todos los dioses.
102
103. Referencias
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