Planificacion Anual 4to Grado Educacion Primaria 2024 Ccesa007.pdf
Tema 2 la nutrición sexto texto completo
1. LA NUTRICIÓN ( y II) Los otros tres procesos de la nutrición: respiración, circulación y excreción
LA RESPIRACIÓN
El aire es una mezcla de gases que nos envuelve. Contiene el oxigeno, que los seres vivos necesitamos para vivir. El
aparato respiratorio debe de incorporar esta sustancia porque es imprescindible para la función de nutrición.
Además de esta misión, el aparato respiratorio se encarga de eliminar el gas tóxico producido como resultado de las
reacciones químicas que tienen lugar en el interior de las células. Este gas es el dióxido de carbono.
En resumen, el aparato circulatorio es el encargado del transportar el oxigeno a la células y de recoger el dióxido de
carbono y llevarlo a los pulmones para ser eliminado.
El aparato respiratorio.
El aparato respiratorio es el conjunto de órganos que nos permite respirar,
se encuentra en la cabeza, cuello y caja torácica y está formado por las vías
respiratorias y los pulmones.
• Las vías respiratorias son una serie de tubos con ramificaciones que
comunican la nariz y la boca con los pulmones. Son las fosas nasales, la
faringe, la laringe, la tráquea, los bronquios y los bronquiolos.
• Los pulmones son dos órganos muy esponjosos, formados por millones de
saquillos microscópicos llamados alvéolos pulmonares. El derecho tiene tres
lóbulos y el izquierdo solo dos, ya que debe dejar espacio para alojar el
corazón y los grandes vasos sanguíneos que entran y salen de él.
La circulación del aire se realiza gracias a dos movimientos, la inspiración y la espiración. Con la inspiración los
pulmones se llenan de aire y con la espiración el aire sale de los pulmones.
El aire lleno de oxigeno que inspiramos entra por las fosas nasales (la nariz), en donde el aire se calienta y se filtra. El
calentamiento del aire se realiza debido a la cantidad de vasos sanguíneos que hay en las paredes de la nariz, el
filtrado del aire es la retención de partículas que contiene el aire, estas partículas quedan retenidas por los pelos y
las secreciones de moco de las fosas nasales. A continuación el aire pasa a la faringe, después pasa a la laringe y
sigue por la tráquea hasta los bronquios. Desde los bronquios el aire pasa a unos tubos de menos diámetro, que son
los bronquiolos. Al final de los bronquiolos más finos se encuentran los alvéolos pulmonares. Los alvéolos son
pequeños saquitos recubiertos de capilares sanguíneos, en donde sucede algo muy importante: el oxigeno del aire
pasa a la sangre, y ésta libera otro gas, el dióxido de carbono, que pasa al alveolo y empieza a recorrer el camino de
salida para ser expulsado al exterior.
Durante la salida del aire a través del aparato respiratorio se origina la voz. Se produce en unos repliegues
musculosos de la laringe a través de los cuales pasa el aire: las cuerdas vocales. Los músculos de las cuerdas vocales
abren o cierran de distinto modo la abertura por la que pasa el aire. Esto produce sonidos distintos, el aire sigue
ascendiendo hacia las fosas nasales y la boca. La boca actúa como caja de resonancia, de manera que amplifícale
sonido. Los dientes, la lengua y las fosas nasales modulan los distintos sonidos.
El sistema respiratorio es una de las mayores vías de entrada de virus y bacterias en el cuerpo humano. Existen
acciones preventivas para evitar las enfermedades, como inspirar por la nariz, en lugar de por la boca para que el
aire entre templado y filtrado. Así se evitan infecciones de garganta. También es importante ventilar diariamente las
habitaciones, pues se evita la acumulación excesiva de dióxido de carbono y permite la renovación de aire. El aire y
los rayos de sol destruyen algunos microbios y virus causantes de enfermedades respiratorias. Debemos evitar
lugares con mucho polvo y humo, ya que el exceso de partículas en el aire produce irritación en la faringe y en la
laringe; esta irritación favorece las infecciones. Por supuesto es fundamental no fumar, pues así se reduce el riesgo
de padecer enfermedades muy graves, como la bronquitis, el cáncer de pulmón y otras.
2. LA CIRCULACIÓN
Una vez que aparato digestivo ha hecho llegar las sustancias nutrientes que necesitamos para vivir a la sangre y el
aparato respiratorio ha hecho lo mismo con el oxigeno, necesitamos que estas sustancias se repartan y lleguen a
todas las células de nuestro cuerpo. Para eso necesitamos el aparato circulatorio, que además recoge las sustancias
de desecho que podrían ser peligrosas si se acumulan.
El aparato circulatorio está formado por el corazón, los vasos sanguíneos y la sangre.
El corazón
Es un órgano musculoso situado en la parte izquierda del pecho, entre
los pulmones. Está hueco, de manera que la sangre pude entrar en su
interior. Los músculos de sus paredes hacen que pueda contraerse y
relajarse para impulsar la sangre. El corazón tiene cuatro cavidades:
dos cavidades superiores; las aurículas y dos cavidades inferiores; los
ventrículos. El corazón está dividido a lo largo de un tabique en dos
mitades, de modo que a cada lado queda una aurícula y un ventrículo.
La aurícula y el ventrículo de cada lado del corazón se comunican ente
si por una válvula, que deja pasar la sangre de la aurícula al ventrículo,
pero no al revés.
Es el órgano que impulsa la sangre por los vasos sanguíneos a cualquier
punto del cuerpo. Actúa como una bomba, en virtud de movimientos
de contracción y relajación denominados sístole y diástole, respectivamente. Durante la sístole el corazón se contrae
e impulsa la sangre hacia las arterias. Durante la diástole, el corazón se relaja y se llena con la sangre que llega por
las venas.
Los vasos sanguíneos
Los vasos sanguíneos son los conductos por los que
circula la sangre. Forman una extensa red de tubos de
diámetro variable. Son de tres tipos: arterias, venas y
capilares.
Las arterias son gruesos vasos por los que la sangre se
dirige, desde el corazón, hacia todo el cuerpo llevando
el oxigeno y las sustancias nutritivas que las células
necesitan. La única arteria que sale de corazón con
dióxido de carbono es la arteria pulmonar. A medida
que las arterias se alejan del corazón, se van
ramificando y estrechando, y se forman vasos cada vez
más delgados.
Los capilares son las últimas ramificaciones de las
arterias, unos tubos muy finos, presentes en todo el
cuerpo. En los capilares es donde las sustancias nutritivas y el oxigeno pasan de la sangre a las células, y donde el
dióxido de carbono y otros desechos pasan de las células a la sangre.
Las venas son vasos por los que la sangre regresa al corazón, cargada de dióxido de carbono y sustancias de desecho.
La única vena que lleva oxigeno es la vena pulmonar que va de los pulmones al corazón. Las venas mas pequeñas se
forman cuando se reúnen varios capilares. Estas venas se van juntando unas con otras y, a medida que se acercan al
corazón son más gruesas. Las venas se comunican con las arterias por los capilares.
3. La sangre
La sangre es un líquido rojo que esta en continuo movimiento por nuestro organismo. En el cuerpo de una persona
adulta hay alrededor de 5 litros . El componente líquido de la sangre es el plasma, constituido principalmente por
agua. En él flotan los glóbulos rojos, los glóbulos blancos y las plaquetas
Los glóbulos rojos o hematíes son las células más abundantes. Son de color rojo y tienen forma de de disco aplastado
por el centro. Proporcionan su color característico a la sangre. Su misión consiste en distribuir el oxigeno desde los
pulmones a todas las células del cuerpo y recoger el dióxido ce carbono desde las células hasta los pulmones para
ser expulsado.
Los glóbulos blancos o leucocitos no tienen color, son más grandes que los hematíes, pero menos abundantes. Su
función es defendernos de los microbios que entran en nuestro cuerpo.
Las plaquetas son pequeñas y su número es superior al de leucocitos. Su función es taponar las heridas. El tapón que
forma se llama coágulo.
La circulación de la sangre
El conjunto de las venas, arterias y capilares forman un circuito cerrado. La sangre la recorre continuamente una y
otra vez. Durante su recorrido va dejando en las células de nuestro organismo las sustancia nutritivas que proceden
de la digestión y el oxigeno de los pulmones y va recogiendo las sustancias de desecho.
En el ser humano la circulación de la sangre tiene tres características, es cerrada, doble y completa. Es cerrada
porque la sangre circula siempre por el interior de los vasos sanguíneos o por el interior del corazón. Es doble ya que
se pueden observar dos circuitos, uno menor o pulmonar que va desde el corazón a los pulmones y de vuelta al
corazón, y uno mayor o sistémico que va del corazón al cuerpo y luego al corazón. Es completa, porque la sangre
oxigenada no se mezcla con la que lleva dióxido de carbono.
La circulación sanguínea consta de dos circuitos diferentes; el pulmonar y el general. La circulación pulmonar es el
recorrido de la sangre entre el corazón y los pulmones. En la circulación pulmonar se producen estos pasos: la sangre
con dióxido de carbono y sustancias de desechos pasa de la aurícula derecha al ventrículo derecho. De ahí, sale a
través de la arteria pulmonar y va hacia los pulmones. En los pulmones, las arterias se van dividiendo en vasos cada
vez más pequeños, hasta que se convierten en capilares que llegan a los alvéolos pulmonares. Allí, la sangre se carga
de oxigeno y suelta el dióxido de carbono que llevaba. La sangre con oxigeno vuelven al corazón a través de las venas
pulmonares que entran en la aurícula izquierda. Aquí comienza la circulación general. La sangre pasa de la aurícula
izquierda al ventrículo izquierdo y sale del corazón para llegar a todas las células del cuerpo usando la red de arterias
y capilares. Para volver al corazón usa la red de capilares y venas que le permiten volver a la aurícula derecha, donde
vuelve a comenzar la circulación pulmonar.
4. LA EXCRECIÓN
Las sustancias de desecho que fabrican nuestras células son recogidas por la sangre, de donde hay que eliminarlas
pues son sustancias de desecho que si se acumulan, producen daños. Las principales sustancias de desecho son:
dióxido de carbono, ácido úrico y sustancias tóxicas ingeridas.
Estas sustancias de desecho son conducidas por la sangre, hacia los órganos que se encargan de conducirlas al
exterior y esto es lo que constituye la excreción. Aunque habitualmente se identifica la excreción con el aparato
urinario, en la excreción de los productos de desecho intervienen varios órganos y aparatos:
Aparato respiratorio: retira de la sangre y expulsa al exterior dióxido de carbono, además proporciona oxigeno a la
sangre.
Hígado: elimina los productos resultantes de la destrucción de la hemoglobina de los glóbulos rojos. Estos productos
forman parte de la bilis y, junto a ella, son vertidos al intestino y de allí expulsados al exterior. El hígado también
elimina algo de colesterol y algunas sustancias tóxicas que llegan a nuestro cuerpo.
Aparato urinario: es el más importante, por lo que, a veces, se le llaman simplemente, aparato excretor. Elimina
productos de desecho a través de la orina.
Glándulas sudoríparas: se encuentran en la piel y se eliminan las sustancias de desecho mediante el sudor.
El aparato urinario
Es el conjunto de órganos encargados de expulsar al exterior las sustancias de
desecho, está formado por los riñones, los uréteres, la vejiga urinaria y la
uretra. Los riñones son dos órganos con forma de judía, de color marrón,
situados en la parte posterior del abdomen, a ambos lados de la columna
vertebral. Cada riñón está constituido por más de un millón de pequeños tubos
que se encargan de filtrar la sangre y fabricar la orina. Los uréteres son dos
tubos estrechos de unos 28 cm de longitud, que salen uno de cada riñón y van a
parar a la vejiga urinaria. Por ellos circula la orina formada en los riñones. La
vejiga urinaria es una bolsa de paredes elásticas que almacena la orina hasta el
momento de su expulsión. Para que la orina no salga continuamente, existe un
músculo llamado esfínter, que cierra la vejiga. La uretra es un conducto por el
que circula la orina desde la vejiga hasta el exterior. Al final de este tubo hay un
esfínter para expulsar la orina fuera del cuerpo.
Proceso El aparato urinario está situado cerca de los vasos sanguíneos más gruesos del organismo, recibiendo sangre
en abundancia, limpiándola de sustancias de desecho. La sangre llega a los riñones que filtran la sangre y forman la
orina. La sangre cargada de sustancias tóxicas y recorre una extensa red de capilares que funcionan como filtros. Los
desechos que transporta la sangre se quedan retenidos en el riñón y se forma la orina que sale del riñón mediante la
arteria renal. La orina es un liquido amarillento, ligeramente salado, compuesta por agua, sales minerales y
sustancias de desecho. Cuando sale de los riñones recorre los uréteres, que son dos conductos que transportan la
orina hasta la vejiga. Ésta es un músculo elástico en forma de bolsa, que almacena la orina que llega continuamente
de los riñones. Para que la orina no salga de la vejiga hay un músculo, el esfínter, que cierra la salida. Cuando la
vejiga empieza a estar llena, el esfínter se relaja y la orina sale por la uretra que es un tubo que comunica la vejiga
con el exterior. En la uretra hay otro esfínter que podemos controlar a voluntad para que la orina no salga al
exterior.
Las glándulas sudoríparas La glándulas sudoríparas de la piel colaboran en la excreción, fabrican el sudor, que es
muy parecido a la orina. Cada glándula termina en un poro por donde sale el sudor al exterior. El sudor es un líquido
claro, de gusto salado, compuesto por agua y sales minerales.