TEMA 14.DERIVACIONES ECONÓMICAS, SOCIALES Y POLÍTICAS DEL PROCESO DE INTEGRAC...
Erick fromm el miedo a la libertad
1. MONROY PEREZ CINTHYA BERENICE
GRUPO 2453
EL MIEDO A LA LIBERTAD
INTRODUCCION
Nos daremos cuenta del aporte que efectúa Erich Fromm a la psicología social, precisamente
al haber analizado las distintas formas de adaptación dinámica por las que atravesó el carácter
social de las clases desde el fin de la Edad Media, en particular, el examen de las sucesivas
adaptaciones efectuadas por la pequeña burguesía durante el Renacimiento y la Reforma y, en
Alemania, en el periodo transcurrido entre las dos guerras mundiales. Aporte que también
conoceremos del estudio efectuado por nuestro autor sobre la trascendencia del fascismo.
DESARROLLO
I.- LIBERTAD COMO PROBLEMA PSICOLÓGICO
Erich Fromm en este capítulo refiere que la historia moderna europea y americana se centra en
el esfuerzo por alcanzar la libertad en detrimento de las cadenas económicas, políticas y
espirituales que aprisionaba a los hombres. Las luchas por la libertad fueron sostenidas por los
oprimidos que buscaban nuevas libertades, en oposición con los que tenían privilegios que
defender; sin embargo, las clases que en una determinada etapa habían combatido contra la
opresión, se alineaban junto a los enemigos de la libertad cuando ésta había sido ganada y les
era preciso defender los privilegios recién adquiridos. En esas luchas, el hombre creía mejor
morir por obtener libertad, que seguir oprimido.
Además, menciona, que el hombre fue fijando los principios del liberalismo económico, de la
democracia política, de la autonomía religiosa y del individualismo en la vida personal; y para
obtener la libertad del individuo era necesario la abolición de la dominación exterior.
Refiere que la naturaleza humana no posee un dinamismo propio, y los cambios psicológicos
deben ser entendidos en términos de desarrollo de nuevos hábitos, como adaptaciones o
nuevas formas culturales. Posee ciertos mecanismos y leyes inherentes, cuyo descubrimiento
constituye la tarea de la psicología.
La adaptación estática es una forma de adaptación de las normas que deje inalterada tanto la
estructura del carácter e implique simplemente la adopción de un nuevo hábito. Ejemplo.- El
abandono de la costumbre china en las maneras de comer, a cambio de la europea, que
requiere el uso de tenedor y cuchillo. Pero tal adaptación tendrá en sí misma un débil efecto
sobre su personalidad; no ocasiona el surgimiento de nuevas tendencias o nuevos rasgos del
carácter.
La adaptación dinámica consiste en aquella especie de adaptación que ocurre, por ejemplo,
cuando un niño se somete a las órdenes de un padre severo y amenazador – porque le teme
demasiado para proceder de otra manera, se transforma en un buen chico. Puede desarrollar
hostilidad hacia su padre y reprimirla, puesto que sería peligroso expresarla o aún tener
2. MONROY PEREZ CINTHYA BERENICE
GRUPO 2453
conciencia de ella; esa hostilidad reprimida, constituye un factor dinámico de la estructura de su
carácter, porque puede crear una nueva angustia y conducir así a una sumisión aún más
profunda. Toda neurosis es un ejemplo de este tipo de adaptación dinámica.
Aquellas tendencias y rasgos del carácter por los cuales los hombres difieren entre sí muestran
un alto grado de elasticidad y maleabilidad: amor, propensión a destruir, sadismo, tendencia a
someterse, apetito de poder, indiferencia, deseo de grandeza personal, pasión por la economía,
goce de placeres sensuales y miedo a la sensualidad. Ninguna es fija y rígida.
Hay tendencias que constituyen una parte indispensable de la naturaleza humana que han de
hallar satisfacción de manera imperativa como el hambre, sed, sueño, etc. Y es imposible
tolerar su falta de satisfacción, constituyen necesidades fisiológicas que se resumen en una
necesidad de auto conservación.
La falta de conexión con valores, símbolos o normas, que podríamos llamar soledad moral, es
tan intolerable como la soledad física, o más bien la soledad física se vuelve intolerable tan sólo
si implica también soledad moral. La conexión espiritual con el mundo puede tomar distintas
formas, la religión y el nacionalismo si logran unir al individuo con los demás, constituyen
refugios contra lo que el hombre teme con mayor intensidad; el aislamiento.
El hombre, cuanto más gana en libertad, en el sentido de su emergencia de la primitiva unidad
indistinta con los demás y la naturaleza, y cuanto más se transforma en individuo, tanto más se
ve en la disyuntiva de unirse al mundo en la espontaneidad del amor y del trabajo creador o
bien de buscar alguna forma de seguridad que acuda a vínculos tales que destruirán su libertad
y la integridad de su yo individual.
II.- LA EMERGENCIA DEL INDIVIDUO Y LA AMBIGÜEDAD DE LA LIBERTAD.
Refiere que un niño nace cuando deja de formar un solo ser con su madre y se transforma en
un ente biológico separado de ella, pero desde el punto de vista funcional, permanece unido a
su madre durante un periodo considerable. El individuo carece de libertad, pero al estar unido a
su madre le da seguridad y el sentimiento de pertenecer a algo y de estar arraigado en una
parte. Estos vínculos que existen antes del proceso de individualización los llama vínculos
primarios.
Liberado de esos vínculos tiene una nueva tarea: orientarse y arraigarse en el mundo y
encontrar la seguridad. Pero el niño muestra un egocentrismo, los padres o la autoridad
correspondiente, no son todavía considerados como una entidad definitivamente separada:
integran el universo del niño.
El proceso de la individualización creciente tiene dos aspectos:
1. El niño se hace más fuerte, desde el punto de vista físico, emocional y mental. Aumenta la
actividad y la integridad en cada una de esas esferas. Al mismo tiempo. Ellos se integran cada
3. MONROY PEREZ CINTHYA BERENICE
GRUPO 2453
vez más. Se desarrolla una estructura organizada, guiada por la voluntad y la razón
individuales.
2. Aumento de la sociedad, los vínculos primarios ofrecen la seguridad y la unión básica con el
mundo exterior a uno mismo. Se convierte en entidad separada de todos los demás y crea un
sentimiento de angustia y de impotencia antes de enfrentar al mundo.
III.- LA LIBERTAD EN LA ÉPOCA DE LA REFORMA
1.- La sociedad medieval y el renacimiento.
La edad media ha sido deformada de dos maneras:
a).- El racionalismo la ha considerado sobre todo como un periodo de oscurantismo. Señala
falta general de libertad personal, despojo de la gran masa de población por parte de una
pequeña minoría y el predominio de la superstición y la ignorancia.
b).- Ha sido idealizada, sobre todo por los filósofos reaccionarios y, en ciertos casos, también
por algunos críticos progresistas del capitalismo. Se ha señalado el sentido de la solidaridad; la
subordinación de las necesidades económicas a las humanas; el carácter directo y concreto de
las relaciones entre los hombres; el principio supranacional de la iglesia católica y el
sentimiento de seguridad característico del hombre medieval.
Lo que caracteriza a la sociedad medieval, en contraste con la moderna, es la ausencia de
libertad individual. La vida personal, económica y social se hallaba dominada por reglas y
obligaciones a las que prácticamente no escapaba esfera alguna de actividad. Poseía desde su
nacimiento un lugar determinado, fuera de toda discusión, dentro del mundo social, se
encontraba arraigado en un todo estructurado y, de este modo, la vida poseía una significación
que no dejaba ni lugar ni necesidad para la duda, lo que proporcionaba un sentimiento de
seguridad y pertenencia, pero existía un grado considerable de individualismo concreto dentro
de la vida real, es decir, disfrutaba libertad para expresar su yo en el trabajo y en su vida
emocional. Había mucho sufrimiento y dolor, pero estaba la iglesia que los hacía más tolerables
al explicarles como consecuencia del pecado de Adán y de los pecados individuales de cada
uno.
El renacimiento fue una altura de ricos nobles o ciudadanos y su actividad económica les
proporcionaba su sentimiento de libertad y de individualidad; eran más libres, pero más solos.
Usaron poder y riqueza para obtener placeres, pero al hacerlo emplearon despiadadamente
todos los medios, desde la tortura física hasta la manipulación psicológica. El individuo es
absorbido por un egocentrismo apasionado e insaciabilidad de poder y riqueza. Hay aumento
del sentimiento de fuerza y aislamiento, duda y, como consecuencia angustia.
2.- El periodo de Reforma.
4. MONROY PEREZ CINTHYA BERENICE
GRUPO 2453
La Reforma, fue esencialmente una religión de las clases urbanas medias y bajas y de los
campesinos. El desarrollo capitalista provoca un aumento en la división entre ricos y pobres y
en el descontento que imperaba entre estos últimos. El hombre se encuentra amenazado por
fuerzas poderosas y supra personales, el capital y el mercado. Sus relaciones con otros
hombres son lejanas y hostiles, debido a que ahora cada uno es un competidor potencial; es
libre y solo.
Al no poseer la riqueza o el poder que tenía el capitalista del Renacimiento, y habiendo perdido
también el sentimiento de unidad con los otros hombres y el universo, se siente abrumado por
su nulidad y desamparo individuales. La nueva libertad está destinada a crear un sentimiento
profundo de inseguridad, de impotencia, de duda, de soledad y de angustia.
En la Reforma surgió el Luteranismo y el Calvinismo como nuevas religiones, dirigidas a las
clases medias urbanas, pobres de las ciudades y campesinas. Por medio de sus enseñanzas
aumentaron y, al mismo tiempo, ofrecieron soluciones capaces de permitir al individuo hacer
frente al sentimiento de inseguridad, que de otro modo hubiera sido insoportable.
La teología de Lutero expresó los sentimientos de la clase media que luchaba contra la
autoridad de la iglesia, y se mostraba resentida contra la nueva clase adinerada. Dio al hombre
independencia en cuestiones religiosas, despojo a la iglesia de su autoridad, otorgándosela al
individuo; su concepto de la fe y de la salvación se apoyó en la experiencia individual subjetiva,
según la cual toda la responsabilidad cae sobre el individuo y ninguna sobre una autoridad
susceptible de darle lo que el mismo es incapaz de obtener. Esto contribuyó al desarrollo de la
libertad política y espiritual de la sociedad moderna.
Lutero presumía la existencia de una maldad innata en la naturaleza humana. Dice que el
hombre puede obtener la certidumbre de su salvación si tiene fe, que es otorgada por Dios, en
la que lograba acallar en cierta medida sus dudas, pero estas nunca desaparecieron, lo que se
lograría hasta que el hombre superara su aislamiento y hasta que su lugar en el mundo
adquiriera un sentido expresado en función de sus humanas necesidades.
La teoría de Calvino, mostró el mismo espíritu que la de Lutero, tanto teológico como
psicológico. Enseñó que el hombre debería humillarse y esta auto-humillación es el medio para
obtener la seguridad de la fuerza divina. Que el individuo no debería sentirse dueño de sí
mismo. Niega que las buenas obras puedan conducir a la salvación. Expresó sentimiento de
libertad pero también de insignificancia e impotencia individuales; y enseño que la completa
sumisión y auto-humillación podría el hombre tener la esperanza de hallar una nueva forma de
seguridad. Alude a la predestinación, en la que supone que Dios no solamente predestina a
algunos hombres como objetos de la gracia, sino que también decide la condenación eterna de
otros. Él y sus seguidores se consideraban de los elegidos desde su nacimiento. Niega la
igualdad humana y la solidaridad entre los hombres y expresó odio profundo hacia el resto de
5. MONROY PEREZ CINTHYA BERENICE
GRUPO 2453
los hombres, el cual habían atribuido a Dios. Experimenta su resurgimiento más vigoroso en la
ideología nazi: el principio de la desigualdad básica de los hombres.
El Calvinismo y el Luteranismo se dirigieron a la clase media, la cual se sentía amenazada y
frustrada, lo que produjo su hostilidad; ello atento al lujo y poder que podía permitirse y ostentar
el pequeño grupo de capitalistas, incluso los altos dignatarios de la iglesia.
IV.- LOS DOS ASPECTOS DE LA LIBERTAD PARA EL HOMBRE MODERNO.
Aquí, Fromm refiere que las doctrinas protestantes prepararon psicológicamente al individuo
para el papel que le tocaría desempeñar en el moderno sistema industrial. El hombre es más
independiente y más crítico, con una mayor confianza en sí mismo; pero también más sólo,
aislado y atemorizado.
La libertad religiosa constituye una de las victorias definitivas del espíritu de la libertad.
Aumentó la libertad política, lo que creó progreso económico, a lo que contribuyeron las
grandes revoluciones de Inglaterra y Francia y la lucha por la independencia norteamericana.
La culminación de la libertad política la constituyó el estado democrático moderno, fundado en
el principio de igualdad de todos los hombres y la igualdad de derechos para todos los
ciudadanos para participar en el gobierno por medio de representantes libremente elegidos.
El Capitalismo no sólo liberó al hombre de sus vínculos tradicionales, sino que contribuyó al
aumento de libertad positiva, de crecimiento de un yo activo, crítico y responsable; pero hizo al
hombre más sólo y aislado y le inspiró un sentimiento de insignificancia e impotencia, pues
abandonó al individuo, lo que hacía y como lo hacía, si tenía éxito o dejaba de tenerlo, eso era
asunto suyo; esto es, el hombre en la sociedad moderna, ha llegado a ser el centro y el fin de
toda la actividad, todo lo que hace lo hace para sí mismo.
Existe el principio de que el hombre debe trabajar para invertir y acumular capital y el hecho de
que trabaje para fines extra personales, lo ha transformado en el esclavo de aquella máquina
que él mismo construyó y, por tanto, le ha dado el sentimiento de insignificancia e impotencia
personales. Existe el hombre egoísta que se desprecia, que no está satisfecho de sí, se haya
en una angustia constante con respecto a su propio yo, debe preocuparse de sí mismo, ser
codicioso y quererlo todo para sí y carece de seguridad y capacidad para alcanzar la
satisfacción.
El hombre moderno cree que sus acciones están motivados por el interés personal, pero en
realidad su vida se dedica a fines que no son suyos. El egoísmo de los modernos, representa la
codicia originada por la frustración del yo real.
V.- MECANISMOS DE EVASIÓN.
6. MONROY PEREZ CINTHYA BERENICE
GRUPO 2453
El libro refiere que las principales formas colectivas de evasión en nuestra época están
representados por la sumisión de un líder, como ocurrió en los países fascistas, y el
conformismo que prevalece en nuestra democracia; siendo las siguientes:
1.- El Autoritarismo. Es un mecanismo de evasión de la libertad que consiste en la tendencia a
abandonar la independencia del yo individual, para fundirse con algo o alguien exterior, para
adquirir la fuerza de que el yo carece. Tiene tendencia a la sumisión y denominación, como son
los impulsos sádicos y masoquistas, y existen en distinto grado en la persona normal y en la
neurótica, respectivamente.
La persona normal es aquella capaz de cumplir con el papel social que le toca y alcanza el
grado óptimo de expansión y felicidad individuales y, la persona neurótica, no está dispuesta a
someter completamente su yo en la lucha.
Las formas más frecuentes del masoquista están constituidas por los sentimientos de
inferioridad, impotencia e insignificancia individual.
Hay tres especies de tendencias de carácter sádico: a) Se dirige al sometimiento de los otros;
b) Impulso tendente no sólo a mandar de manera tan autoritaria sobre los demás; sino también
a explotarles, robarles; y c) Deseo de hacer o ver sufrir a los demás. Las tendencias sádicas
son menos conscientes y más racionalistas que los impulsos masoquistas, éstos son
irracionales y patológicas.
Asimismo, Fromm sostiene que la tendencia a transformarse en el dueño absoluto de otra
persona y la tendencia masoquista, constituyen el resultado de una necesidad básica única que
surge de la incapacidad de soportar el aislamiento y la debilidad del propio yo. El poder sobre
alguien significa dominación o bien, potencia.
En el caso de los impulsos sadomasoquistas, la incapacidad de subsistir sólo y de expresar
plenamente las propias potencialidades individuales origina la tendencia a despojarse del yo
individual, pasando la persona a depender del auxiliador mágico.
2.- La destructividad. Es una tendencia que se encuentra constantemente en potencia dentro
del individuo, quien espera la oportunidad de exteriorizarla. En la mayoría de los casos los
impulsos destructivos son racionalizados y la destructividad representa una forma de huir de un
insoportable sentimiento de impotencia, dado que se dirige a eliminar todos aquellos objetos
con los que el individuo debe compararse.
Las fuentes de la destructividad son el aislamiento, impotencia, angustia y frustración de la vida.
3.- La conformidad automática. Este mecanismo de evasión de la libertad consiste en que el
individuo deja de ser él mismo y adopta por completo el tipo de personalidad que le
proporcionan las pautas culturales, y se transforma en un ser exactamente igual a todo el
mundo y tal como los demás esperan que él sea. La persona se despoja de su yo individual y
7. MONROY PEREZ CINTHYA BERENICE
GRUPO 2453
se transforma en un autómata, pierde su personalidad. La pérdida del yo arroja al individuo a
un estado de inseguridad. Se siente obsesionado por las dudas, ha perdido, en cierta medida,
su identidad. Para superar esa pérdida, se ve obligado a la conformidad más estricta, a buscar
su identidad en el reconocimiento e incesante aprobación por parte de los demás.
VI.- LA PSICOLOGÍA DEL NAZISMO.
En este capítulo, Fromm sostiene que el nazismo constituye un problema psicológico, que debe
ser comprendido y moldeado por causas socioeconómicas.
Refiere que una parte de la población se inició en el régimen nazi sin presentar mucha
resistencia, y sin admirar la ideología ni la práctica política nazis; se constituía por la clase
obrera y por la burguesía liberal y católica; otra parte del pueblo se sintió atraída por esta nueva
ideología y se vincularon fanáticamente.
Las capas inferiores de la clase media, compuesta de pequeños comerciantes, artesanos y
empleados, acogieron con gran entusiasmo la ideología nazi y su atracción consistió en un
anhelo de sumisión y su apetito de poder.
Hitler justificó su apetito de poder diciendo que su dominación de otros pueblos se dirige a su
mismo bien y se realiza a favor de la cultura mundial; la voluntad de poder se encuentra
arraigada en las leyes eternas de la naturaleza y él no hacía más que reconocer y seguir esas
leyes: él mismo obra bajo el mando de un poder superior –Dios, Destino, Historia, Naturaleza-;
sus intentos de dominación constituyen actos de defensa contra los intentos ajenos de
dominarlo a él y al pueblo alemán. Él desea únicamente paz y libertad.
Fromm sostiene que en el nazismo existe el deseo de someterse a un poder de fuerza
abrumadora, de aniquilar su propio yo, y existe deseo de ejercer poder sobre personas que
carecen de él, y sentirse orgulloso de participar de la gloria y fuerza de tal poder.
VII. LIBERTAD Y DEMOCRACIA.
1. La ilusión de la individualidad.
En este capítulo, Fromm alude que el derecho de expresar nuestros pensamientos, tiene
significado si somos capaces de tener pensamientos propios.
Asimismo, Fromm refiere que dentro de nuestra cultura, la educación conduce con demasiada
frecuencia a la eliminación de la espontaneidad y a la sustitución de los actos psíquicos
originados por emociones, pensamientos y deseos impuestos desde afuera.
Refiere carencia de originalidad en el pensamiento, la emoción y la voluntad, debido a que el
hombre moderno está dispuesto a enfrentar peligros para lograr los propósitos que se supone
sean “suyos”, pero teme asumir el riesgo y la responsabilidad de forjarse sus propios fines.
8. MONROY PEREZ CINTHYA BERENICE
GRUPO 2453
Que en nuestra época, la conciencia ha sido sustituida por la autoridad anónima del sentido
común y la opinión pública, en su carácter de instrumentos de conformismo. Nos hemos
transformados en autómatas que viven bajo la ilusión de ser individuos dotados de libre
albedrío. El yo del individuo se ha debilitado, de manera que se siente impotente e inseguro. El
hombre piensa, siente y quiere lo que él cree que los demás suponen que él deba pensar,
sentir y querer, en este proceso pierde su yo, que debería constituir el fundamento de toda
seguridad genuina del individuo libre. La pérdida del yo ha aumentado la necesidad de
conformismo, dado que origina una duda profunda acerca de la propia identidad.
2. Libertad y espontaneidad
Aquí, Fromm se refiere a la libertad positiva que contempla como la actividad espontánea de la
personalidad total integrada. La actividad espontánea no es compulsiva, pero sí consecuencia
del aislamiento e impotencia del individuo; tampoco es la actividad del autómata. Es libre
actividad del yo (ejercicio de la libre voluntad). La libertad positiva implica también el principio
de que no existe poder superior al del yo individual, y se identifica con la realización plena de
las potencialidades del individuo, así como con su capacidad para vivir activa y
espontáneamente.
La incapacidad para obrar con espontaneidad, para expresar lo que verdaderamente uno siente
y piensa, y la necesidad consecuente de mostrar a los otros y a uno mismo un falso yo,
constituyen la raíz de los sentimientos de inferioridad y debilidad.
También señala que si el individuo logra superar la duda básica respecto a sí mismo y de su
lugar en la vida, si está relacionado con el mundo comprendiéndolo en el acto de vivir
espontáneo, entonces aumenta su fuerza como individuo, así como su seguridad.
CONCLUSIONES Y ALICACIONES
Como apreciamos del resumen anterior, Erich Fromm describe de una manera clara el conflicto
que enfrenta el individuo moderno con las exigencias de la sociedad en la que se desenvolvió y
desenvuelve, e indica los motivos que originaron los peores males del siglo anterior, siendo el
peor de ellos, en mi concepto, el nazismo.
Considero que Fromm realiza un estudio excelente y, en mi opinión, con acierto, del
individualismo mediante la psicología social, donde advertimos, entre otros aspectos, la
sumisión y aislamiento que ha padecido el hombre a través de la historia; esto es, intenta
explicar los aspectos de la crisis contemporánea de la civilización occidental, relacionados con
la libertad del hombre; dicho estudio lo considero adelantado a la época en que Erich Fromm
escribió el libro en cuestión.
9. MONROY PEREZ CINTHYA BERENICE
GRUPO 2453
Con este libro, nos podemos dar cuenta de las frustraciones del hombre con respecto a la
libertad, e incluso me he identificado en algunas descripciones del pensamiento de Fromm,
pues incluso yo también he experimentado en algunos casos, la soledad o aislamiento al que
se hace alusión en tal libro; de ahí, que estimo que su contenido se encuentra adelantado para
su época en que se escribió, entre las guerras mundiales, pues incluso, considero que de cierta
manera se describe la época actual, mediante la psicología social.