2. PERFIL DEL DIRIGENTE
CATÓLICO.
No del
ideario de
la
asociación
o grupo en
el que
colabore.
Debe
actuar en
coherencia
con la
doctrina
social de la
Iglesia.. .
3. EL AMOR AL PRÓJIMO.
La esencia de
la religión
Católica:
practicar
efectivamente
el amor hacia
todos.
7. 1
Saber oír.
El arte de oír
no consiste sólo en escuchar,
sino en oír sin contradecir
ni molestarse;
oír amable y pacientemente;
pensar maduramente,
y luego hablar y actuar
con prudencia.
8. 2
Saber pensar.
Los dirigentes deben ser
ni lentos, ni irresolutos,
ni olvidadizos;
pero tampoco muy
rápidos, prevengámonos
contra nuestra propia
índole y si no deberemos
decir siempre:
«Lo pensaré».
9. 3
Saber valorar.
Las personas que se
quieren a sí mismas saben
cómo valorar a las
personas mucho más
fácilmente que las que
no saben valorarse
a sí mismas.
10. 4
Saber hacerlo.
En la dirigencia es
fundamental el saber
cómo hacer las cosas,
el dominio de la teoría y
la técnica a aplicar y
se requiere, más que
cualquier otra actividad
humana, la habilidad o
destreza en el oficio
11. 5
Saber alegrar.
Aprendamos de la
dirigencia de Dios:
no hay contento como el
que Dios da a los suyos
que quieren obedecerle.
Es ley universal, lo mismo
si se manda a niños
que a soldados,
o que a dirigentes.
12. 6 Saber no sobrecargar.
La excesiva ocupación
es mala para el cuerpo,
porque se agotan
las fuerzas;
y mala para el espíritu,
porque se pierde
el ánimo y el gusto.
16. El arte
de
saber
negar.
Negar es cosa
necesaria y
desagradable
a la vez,
y un modo
indiscreto en
el negar hará
infame al
dirigente.
17. El arte
de
innovar.
Es inevitable que
haya dirigentes
malos, y es
natural que las
deficiencias de
esos dirigentes se
deban corregir por
los nuevos.
20. 1. Prudencia.
Es una virtud
de la razón,
no especulativa,
sino práctica:
la cual es un
juicio, pero
ordenado a una
acción concreta,
nos ayuda a
reflexionar.
21. “Sencillos como palomas
y astutos como serpientes”.
La prudencia
debe
establecerse
tanto en las
obras
como en las
palabras.
22. Lo imprudente en las obras.
• Por falta de visión.
• Por falta de esfuerzo.
• Por falta de tenacidad.
• Por falta de consejo.
• Por falta de vocación.
23. Lo imprudencia en las palabras.
• Por precipitación o pasión.
• Por exageración o vanidad.
• Por credulidad o volubilidad.
24. 2. Conocimiento del hombre.
Tan rara como
excelente y tan
necesaria, que sin
ella no hay
dirigente posible,
y que con ella
casi sola,
habría buenos
dirigentes.
25. 2. Sentido realista.
Sentido de lo real
es la visión de las
cosas tales como
son ellas,
no como nos las
representa la
fantasía o el
entendimiento.
26. 4. Equilibrio.
Equilibrado es el
sujeto en que
ninguna facultad
avasalla a las demás;
sereno, tranquilo,
juicioso, siempre
muy pacífico,
de pasiones
y fantasías
moderadas.
28. 6. Observación.
No se nace
con espíritu
observador
para todos
igualmente, sino
para aquello a
que se tiene
inclinación
natural.
29. 7. Caracter.
Es necesario para el
orden, para exigir el
deber, para aplicar
la pena, para
prevenir las faltas,
para lograr la
armonía en la
convivencia.
30. 8. Bondad.
La bondad no está
reñida con la
energía, cuando es
precisa; antes
dejaría de serlo si
no se uniese con
ella, pasando
así a ser
simplicidad.
31. 9. Sencillez.
Cristo nos manda
ser sencillos como
palomas y astutos
como serpientes.
Pero ser sencillos
es cosa distinta
de ser
simples.