El suelo se forma a partir de la desintegración de las rocas en la corteza terrestre, creando un hábitat para la microbiota. El suelo tiene diferentes horizontes (O, A, B, C, D) y se forma cuando las rocas son meteorizadas en el mismo lugar donde afloran, creando un manto rico en nutrientes. Contiene minerales como cuarzo, feldespatos y minerales de arcilla.