Factores ecosistemas: interacciones, energia y dinamica
Lo metodos anticonnceptivos
1. LO METODOS ANTICONNCEPTIVOS
Dispositivos de control de la natalidad
Los dispositivos de control de la natalidad se diseñan para
evitar la fecundación. Algunos, como los condones,
diafragmas, esponjas contraceptivas y tapones cervicales,
proporcionan una barrera física que evita que los
espermatozoides y los óvulos entren en contacto. Otros son
métodos químicos: las píldoras anticonceptivas contienen
hormonas que modifican el revestimiento uterino para
impedir la implantación, evitar que los ovarios femeninos
liberen óvulos maduros, o espesar el mucus cervical para impedir que los espermatozoides puedan penetrar. Las cremas y
los geles espermicidas destruyen directamente a los espermatozoides. El dispositivo intrauterino (DIU) está ideado para
interferir en la implantación del óvulo en las paredes del útero.
ANTICONCEPTIVOS
ORALES
Hay dos tipos principales de anticonceptivos orales que alteran el equilibrio de las hormonas que actúan sobre el aparato
reproductor humano. Se podría decir que la introducción de la píldora combinada en 1956 revolucionó la actitud de las
personas en lo referente al sexo, ya que era más segura que cualquier forma previa de control de natalidad. Durante la
década de 1960 las mujeres pudieron mantener relaciones sexuales sin riesgo de quedar embarazadas.
La píldora combinada contiene estrógenos y progesterona y evita la ovulación (el óvulo nunca sale del ovario). Aumenta
de forma notable los niveles de estrógeno y progesterona en la sangre, con lo cual suprime la liberación en la hipófisis
anterior de hormona luteinizante y de hormona foliculoestimulante. Estas hormonas son esenciales para que se lleve a cabo
el proceso de la ovulación. También altera el pH y la consistencia del mucus vaginal, de manera que el ambiente de la
vagina es hostil para los espermatozoides, y produce cambios en el endometrio que impiden la implantación del embrión.
La píldora que sólo contiene progesterona permite que tenga lugar la ovulación, pero altera el mucus vaginal y el
endometrio con el fin de impedir la fecundación o la implantación. Los dos tipos de píldora se toman a diario durante la
mayor parte del ciclo menstrual.
Condón El preservativo o condón es uno de los métodos anticonceptivos
más usado en todo el mundo. Está catalogado dentro de los llamados
métodos barrera; proporciona una barrera física que imposibilita que
espermatozoides y óvulos entren en contacto.
PRESERVATIVO MASCULINO
El preservativo masculino se utiliza desde hace miles de años; ya en el antiguo Egipto los hombres se cubrían el pene con
fundas de colores. Se utilizaron por primera vez para evitar las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y el
2. embarazo en el siglo XVII; en aquella época, el rey Carlos II de Inglaterra utilizaba preservativos de intestino de
cordero. Las primeras versiones del preservativo actual se desarrollaron y popularizaron en el siglo XVIII.
En el uso normal, el preservativo tiene una eficacia anticonceptiva del 84 por ciento.
El preservativo masculino debe colocarse en el pene erecto antes de la penetración. Sólo puede usarse una vez y debe
retirarse inmediatamente después de la eyaculación para evitar que el esperma o el propio preservativo se salgan.
Casi todos los preservativos masculinos son de látex, aunque en Estados Unidos se comercializan unos pocos tipos
fabricados con tejidos animales, como membranas de cordero. Sólo los de látex proporcionan protección contra las ETS,
incluido el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida
(SIDA).
El preservativo masculino se vende sin receta en farmacias y otros establecimientos. Se presenta seco o lubricado y con o
sin espermicida (una espuma o un gel que destruyen los espermatozoides). El espermicida mejora la protección frente al
embarazo, sobre todo en caso de deslizamiento o rotura accidental; también pueden aumentar la protección frente a las
ETS. Los lubricados no aumentan la protección frente a las ETS, pero tienen menos probabilidades de romperse
durante el coito. Los secos se pueden lubricar con productos a base de agua o con espumas o geles espermicidas, pero nunca
con productos grasos, como la vaselina de petróleo, pues debilitan el látex y hacen que el condón se rompa.
Durante el coito, el preservativo se puede romper, rasgar o salir. Si se guarda cerca del cuerpo (en el bolsillo del pantalón,
por ejemplo) tiene más probabilidades de fallar, porque el calor daña el látex. La pareja debe interrumpir
momentáneamente la actividad sexual para que el varón se coloque el preservativo antes del coito. Hay también casos de
alergia al látex que imposibilitan el uso del condón.
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PRESERVATIVO FEMENINO
Actúa como una barrera formando una funda entre el pene y la vagina que impide a los espermatozoides alcanzar el
óvulo y fecundarlo. Como es de plástico, admite lubricantes al agua y oleosos. Al igual que el masculino, se debe usar sólo
una vez y retirarse inmediatamente después de la eyaculación. Utilizado normalmente, tiene una eficacia anticonceptiva
del 79 por ciento. No está claro el grado de protección frente a las ETS que proporciona.
Se vende sin receta en farmacias. Puede insertarse en la vagina varias horas antes del coito. A algunas mujeres les resulta
difícil su colocación. Además, el anillo exterior puede deslizarse al interior de la vagina, de modo que el preservativo se
arruga durante el coito. En algunos casos causa irritación del pene o de la
vagina.
Dispositivo intrauterino
El dispositivo intrauterino o DIU es un método anticonceptivo utilizado
por la mujer para evitar el embarazo. El DIU actúa reduciendo la
capacidad de fecundación de los espermatozoides e interfiriendo la
3. implantación del óvulo en las paredes del útero.
Esterilización quirúrgica
La esterilización quirúrgica es un método muy seguro de control de la natalidad, y es también el único realmente
definitivo. En la esterilización masculina, denominada vasectomía, se cortan los dos conductos deferentes, y se evita que los
espermatozoides puedan llegar al pene. El concepto es el mismo que en la esterilización femenina, en la cual se cortan las
trompas de Falopio, de manera que los óvulos maduros no pueden entrar en contacto con los espermatozoides. Estos
procedimientos no afectan a la capacidad de los pacientes de seguir produciendo espermatozoides u óvulos, y es raro que
produzcan efectos secundarios.
Dispositivo intrauterino
El dispositivo intrauterino o DIU es un método
anticonceptivo utilizado por la mujer para evitar el
embarazo. El DIU actúa reduciendo la capacidad de
fecundación de los espermatozoides e interfiriendo la
implantación del óvulo en las paredes del útero.
Dispositivo intrauterino (DIU), pequeño dispositivo que se inserta en el útero de la mujer para evitar el embarazo.
Existen dos modelos de DIU que se comercializan actualmente: el de cobre, que es una estructura en forma de T hecha de
plástico que tiene incorporado un hilo de cobre enrollado a lo largo del eje central, y otro modelo similar que además libera
un progestágeno. El dispositivo de cobre impide el embarazo porque reduce la capacidad que tienen los espermatozoides de
fecundar al óvulo. El sistema inmunológico identifica el DIU como un cuerpo extraño y produce gran número de
leucocitos, unas células inmunitarias que lo atacan y que de este modo destruyen los óvulos y espermatozoides presentes en el
útero. También se ve afectado el revestimiento uterino, impidiendo la implantación del óvulo fecundado. Este dispositivo se
mantiene activo durante seis años como máximo.
El dispositivo que incorpora un progestágeno, también en forma de T, actúa liberando continuamente en el útero
pequeñas cantidades de una sustancia que produce efectos biológicos similares a los de la hormona progesterona. Ésta
engrosa la capa de mucus que reviste el cuello del útero, una estructura anatómica que comunica el útero con la vagina,
impidiendo así que los espermatozoides penetren en el interior de aquél. Este tipo de DIU debe cambiarse una vez al año.
Todos los DIU están provistos de un cordón de plástico que cuelga del cuello uterino para que la mujer pueda comprobar
si el dispositivo está bien colocado.
Correctamente utilizado, el DIU tiene una eficacia anticonceptiva del 96 por ciento.
Esta forma de control de la gestación fue inventada, hace unos 3.000 años, por los pueblos que habitaban en el desierto,
que colocaban guijarros lisos en el útero de las camellas para evitar que quedasen preñadas durante las largas expediciones.
Más tarde, Hipócrates propuso que las mujeres utilizasen también este método. Se ensayaron diversos materiales, como
marfil, madera, vidrio y algunos metales preciosos.
En Estados Unidos, el DIU se autorizó como método de control del embarazo en la década de 1960. El dispositivo gozó
de popularidad hasta que a principios de la década de 1970 se comercializó uno llamado Dalkon Shield, que provocaba la
4. enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), una infección del aparato reproductor que puede causar esterilidad y embarazos
ectópicos (un tipo de embarazo que puede ser mortal y que se caracteriza por la implantación del óvulo fecundado fuera
del útero). En algunos casos, la EIP puede también ser mortal. Más de 10.000 mujeres demandaron a A. H. Robins, la
empresa fabricante del Dalkon Shield, que se retiró del mercado en 1974. En 1980, A. H. Robins aconsejó formalmente
a los médicos que retirasen el dispositivo a las mujeres que todavía lo utilizaban.
Los estudios realizados con los modelos actuales han demostrado que las mujeres a las que se les implanta tienen pocas
probabilidades de desarrollar la EIP. Al contrario, se ha demostrado que el uso prolongado de este dispositivo disminuye
el riesgo de desarrollar EIP. El peligro es máximo durante los cuatro meses siguientes a la inserción del DIU, sobre todo
para las mujeres expuestas a un riesgo elevado de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS).
El DIU no requiere ninguna intervención por parte de la usuaria antes del coito. También se puede emplear durante la
lactancia. No protege de las ETS ni del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de la
inmunodeficiencia adquirida (SIDA). El dispositivo debe colocarlo y retirarlo un especialista. En los primeros meses
después de la colocación, la mujer puede tener hemorragias más abundantes de lo normal, experimentar sangrados entre
menstruaciones y sufrir calambres. Muchas mujeres pueden sufrir ligeras molestias o experimentar sangrados en las
primeras horas tras la colocación del DIU. No
es un método anticonceptivo recomendable para mujeres que no han tenido hijos. La investigación ha demostrado que en
este caso hay cierto riesgo de expulsar el DIU y este dispositivo causa más dolores y hemorragias que en mujeres que ya
han sido madres. Otros posibles efectos secundarios son reacción alérgica al cobre y perforación del útero.
Diafragma (anticonceptivo). Dispositivo circular hecho de
caucho o látex y en forma de copa con un reborde flexible que sirve para evitar el embarazo. Antes del coito, el diafragma
se debe llenar de espermicida (crema o espuma que destruye los espermatozoides) y colocarse en la vagina de la mujer de
forma que cubra el cuello del útero (pequeño órgano que conecta el útero con la vagina). Esto evita que los
espermatozoides alcancen al óvulo y lo fecunden. Si se usa normalmente, tiene una eficacia anticonceptiva del 82 por
ciento.
El diafragma actual lo inventó un médico alemán en 1880. Se popularizó rápidamente en Alemania y Holanda (de
aquí el nombre de ‘gorro holandés’ que se le da en algunos países). Sin embargo, la idea de cubrir el cuello del útero para
evitar el embarazo no era nueva. Las mujeres del antiguo Egipto utilizaban un diafragma hecho de excremento de
cocodrilo seco y miel; en el siglo XVIII se usaba con el mismo fin la mitad de un limón parcialmente vaciado. El ácido del
jugo mejoraba la protección, ya que repele a los espermatozoides.
El diafragma puede insertarse en la vagina hasta seis horas antes del coito. Antes de cada nuevo coito hay que aplicar más
espermicida en el interior de la vagina. También es necesario comprobar la correcta colocación del diafragma antes de
cada acto. Después del coito, la mujer debe mantener el diafragma en su posición durante al menos 6 horas, pero nunca
durante más de 24 horas.
Con el diafragma sólo se pueden utilizar lubricantes acuosos. Los de base oleosa, como la vaselina, pueden dañar la
estructura del caucho y provocar desgarros y perforaciones. El diafragma se lava con jabón y agua después de cada uso y
a continuación se aclara escrupulosamente, pues el jabón podría deteriorar el caucho. Se debe examinar con regularidad
mirándolo al trasluz o llenándolo de agua para comprobar si tiene algún orificio. Hay que cambiarlo cada dos años
aproximadamente y siempre que se ganen o se pierdan más de 9 kg de peso, después de un embarazo y después de
cualquier intervención de cirugía de la pelvis.
5. El diafragma proporciona cierta protección frente a las enfermedades de transmisión sexual (ETS), pero no frente al
virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Puede
aumentar el riesgo de contraer infecciones urinarias (es decir, de la vejiga o la uretra). Las mujeres que sufran infecciones
urinarias cada vez que usen diafragma, deben buscar otro método anticonceptivo.
El diafragma se comercializa en distintas tallas y debe prescribirlo un médico, quien comprobará su correcto ajuste. El
espermicida provoca en algunas mujeres irritación vaginal.
Espermicida. Sustancia química que impide el
embarazo inactivando y destruyendo los espermatozoides. Se presentan en varias formas, como espumas, geles, cremas,
películas y óvulos. El principio activo es casi siempre el compuesto monoxinol-9. Alcanzan su máxima eficacia
anticonceptiva cuando se utilizan junto con otro método, como el preservativo, el diafragma o el preservativo femenino.
Cuando se utilizan solos, los espermicidas tienen una eficacia anticonceptiva del 70 por ciento.
Una de las primeras menciones a estos compuestos figura en el Ebers Papyrus, un tratado médico escrito el año
1550 a.C., que propone un tampón de hilas impregnado en una mezcla de hojas de acacia (véase Acacia), dátiles y miel.
Las hojas de acacia se descomponen y liberan ácido láctico, cuyas propiedades espermicidas están comprobadas. Con
idéntico fin se han empleado muchas otras sustancias, como zumo de limón, vinagre, soluciones jabonosas, manteca de
cacao y excrementos de cocodrilo y elefante.
Para ser eficaz, el espermicida debe aplicarse a la vagina cerca del cuello del útero (un pequeño órgano que conecta aquélla
con éste). La aplicación debe repetirse antes de cada coito. Algunas presentaciones, como las películas, los comprimidos y
los óvulos, deben insertarse diez minutos antes del coito para que se disuelvan y empiecen a actuar.
En las farmacias se venden espermicidas sin receta. Protegen frente algunas enfermedades de transmisión sexual (ETS),
aunque no frente al virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del síndrome de la inmunodeficiencia
adquirida (SIDA).
Pueden irritar la vagina o el pene, pero conviene probar distintas marcas, porque no todas son iguales a este respecto. Hay
personas que no pueden utilizar los espermicidas porque son alérgicas a estos productos.