Fernando Daquilema fue un líder indígena ecuatoriano nacido en 1848 que encabezó un levantamiento en 1871 en contra de la opresión y explotación de los indígenas por parte de los blancos y mestizos. Fue elegido por su pueblo como su jefe debido a su coraje y decisión. Reunió un ejército de más de 500 caballos y miles de hombres y mujeres para luchar por los derechos e igualdad de los indígenas.
1. Fernando Daquilema
Fernando Daquilema fue un líder indígena ecuatoriano, considerado un héroe
por la lucha de los derechos de su pueblo.
Fernando Daquilema nació en 1848, su padre fue Ignacio Daquilema, quien
trabajaba en la hacienda “Tungurahuilla” y su madre era María Ruiz, ambos
descendientes de la raza Puruhá. Daquilema se casó con Martina Lozano, se
desconoce si tuvieron descendencia. Entre los años 1860 se produjo una
sobreexplotación de la fuerza de trabajo de los indígenas de la jurisdicción del
cantón Riobamba. La parroquia de Yaruquíes, donde se gestó la sublevación de
Fernando Daquilema, fue de las que más sufrió una drástica reducción de sus
efectivos demográficos y uno de los mayores incrementos proporcionales en el
pago del diezmo, entre 1870 y 1873.
En diciembre de 1871, llegó al máximo la indignación de los pueblos indígenas
ante la opresión que sentían a través del aún existente cobro de los diezmos.
Fernando Daquilema, descendiente de los Duchicelas, encabeza el
levantamiento en Cacha (hoy la primera parroquia indígena del Ecuador),
desconociendo el gobierno apreciado como de blancos que reprime y explota;
aspirando a formar un nuevo gobierno que considere a los indígenas en igualdad
de condiciones que los blancos y mestizos. Cerca a la laguna de Kápak-kucha
(laguna del rey), en la plazoleta de la capilla de El Rosario, que en la actualidad
queda en la Comunidad de Cachatón San Francisco (Hatun cacha), fueron
convocados los indígenas a una gran asamblea con la finalidad de elegir a un
jefe para los objetivos que tenían. Todos eligieron a Daquilema como su jefe,
porque vieron en él coraje, templeza, decisión y firmeza. Tocaron la campana, la
bocina, churus y la gente gritó: "Ñucanchi Jatun Apu" (Nuestro Gran Señor); y,
tomando un manto y la corona de San José, le nombraron rey. Daquilema, joven
de 26 años, inició su misión conformando, con gran estrategia y sabiduría, un
ejército compuesto por una caballería que sobrepasaba las 500 unidades y por
miles de hombres y mujeres dispuestos a luchar cuerpo a cuerpo con las
autoridades, enfrentando a las fuerzas del ejército.