2. ¿Qué es la salud emocional?
Según la Organización Mundial de la Salud
(OMS), la salud emocional se define como el
estado de bienestar, entendiéndose este bienestar
como la situación que le permite a las personas
ser conscientes de sus auto-capacidades,
gestionar las dificultades normales de la vida diaria
y llevar a cabo trabajos productivos
3. La depresión y el estrés afectan nuestra
salud emocional y generan todo tipo de
consecuencias, como la falta de
productividad en el trabajo y en las aulas,
dolores musculares, disminución de la
autoestima, aumento de la ansiedad y otros
problemas graves, que van desde la
pérdida de apetito (con lo que se originan
otras enfermedades), daño neuronal y
hasta la muerte.
4. Tener una salud emocional óptima significa que
puedes comprender, superar y controlar estos
problemas.
Además, poseen relaciones saludables con quienes
los rodean.
Las emociones afectan directamente a tu organismo.
Una persona muy ansiosa puede sufrir de presión alta
o úlcera estomacal. Las emociones son respuestas
psicofisiológicas que luego se transforman en
sentimientos.
5. Es así que una persona con buena salud
emocional es capaz de regular estas
descargas o emociones cortas sin perder el
control para no verse afectada. Por ejemplo,
al perder el empleo o desaprobar un curso
puedes entrar en un periodo de ansiedad o
depresión, o bien superarlo y comprender
que es momento de un cambio para mejorar
tu situación.
6. Consejos prácticos que te servirán para mejorar
tu salud emocional. Por ejemplo:
Dormir lo suficiente, entre siete a ocho horas de
sueño.
Tener una correcta nutrición. Te dará más energías
y mejorará tu estado de ánimo.
Realizar ejercicio. Es una buena forma de liberar
tensiones y ansiedad.
Caminar por lo menos 15 minutos al día. Despeja
tu mente de las cosas negativas.
Limita los estimulantes como el café o las bebidas
energéticas. A largo plazo tienen consecuencias
negativas para tu organismo.
Adicionalmente, es importante conversar con la
gente que te rodea y lograr un estado de paz.
7. Hay seis emociones básicas: miedo,
aversión, sorpresa, alegría, ira y tristeza.
Sin embargo, no podemos dividirlas entre
emociones buenas y malas, ya que dependen
de nuestras experiencias anteriores y el
momento presente.
Todas son válidas desde el momento en que
son nuestras y, como tal únicas. Saber
gestionarlas es la clave para lograr alcanzar
el bienestar emocional.
8. Todos somos conscientes de la necesidad de cuidar
nuestro cuerpo con ejercicio y una alimentación
saludable, pero desatendemos nuestro interior y
tenemos comportamientos que nos alejan de
llevar una vida equilibrada. Estos son algunos
rasgos que nos indican que no estamos trabajando
nuestro bienestar emocional:
1. Estamos siempre a la defensiva
2. Somos excesivamente críticos e inflexibles
3. Nos sentimos cansados y desinteresados
4. No queremos que nada cambie
9. ¿Cómo podemos lograr el bienestar
emocional?
El bienestar emocional no es innato. No nacemos con él
y no se mantiene en el mismo nivel a lo largo de nuestra
vida.
Estas son algunas técnicas que podemos poner en
marcha para lograr un mejor bienestar emocional:
Identifica tus emociones: Conocerse a uno mismo es
fundamental para sentirnos en paz.
Momentos para ti: Permítete 10 minutos de no hacer
nada. Puedes mirar por la ventana, sentarte al sol,
soñar despierto o meditar.
Ten y comparte ocio: Existe un ocio individual que nos
llena, como puede ser la lectura de un libro o la visita a
un museo.
10. Disfruta de las cosas cotidianas: Potencia tu
espontaneidad, tu curiosidad, tu asombro, tu sentido
del humor y tu capacidad de juego.
Libera energía y estrés: Baila, ríe a carcajadas,
disfruta de un paseo por el parque o en la montaña,
etc.
Vive el presente: No te aferres al pasado ni le des
muchas vueltas al futuro.
Sé agradecido y generoso: Intenta ser consciente de
todo lo bueno que te rodea y procura ser generoso con
los demás.
Pide ayuda cuando lo necesites: Siempre hay
momentos en que sentimos que todo nos sobrepasa.
Ámate a ti mismo: Quiérete y perdónate.
11. Contar con bienestar emocional te capacita
para saber manejarte en tu vida cotidiana y
ver el mundo de forma positiva. Te permite
tener confianza para enfrentar los desafíos
diarios, tener más salud, aprovechar las
oportunidades y disfrutar de la vida.