1. Trabajo en equipo
De igual manera nos ha hecho creativos, nos ha dado dones y talentos para
realizar su obra, ¿y qué mejor que unir esos dones y talentos para realizarla con
excelencia? (Efesios 4:11-13)
Es hermoso poder trabajar en equipo, donde cada uno aporta sus ideas y dones
para el bien común. Si eres líder del ministerio infantil prueba a pedir opinión e
ideas a los maestros, establece una meta para el Departamento Infantil y
comienza a trabajar y a involucrar a los maestros para alcanzarla. Y si eres
maestro, aporta lo que Dios te da, para el bien común.
Trabajar en equipo implica relacionarse activamente con los demás hermanos del
ministerio teniendo en cuenta que todos deben tener la misma meta, todos con
los ojos puesto en el mismo objetivo.
La meta debe ser alcanzable, clara y con fecha determinada y todos deben
comprometerse a luchar por ella, sin mantenerse al margen y dejando que sean
otros los que trabajen, sino involucrándome en el equipo.
Debemos gozarnos y alegrarnos por los dones y talentos que tienen otras
personas, y no entrar a juzgar o envidiar el trabajo de mi hermano sino todo lo
contrario, gozándome y aportando mi parte para que todo salga adelante,
respetando la manera de trabajar de los demás.
2. Al trabajar en equipo no debo ir por libre, sino hacer mis aportaciones al grupo,
con humildad, dispuestos a enseñar lo que se y a aprender lo que no se.
No subestimes nunca a los demás, todos tenemos mucho que aportar y juntos
haremos la obra para el Señor
El amor a Dios, a la obra de Dios, a mis hermanos, y a mis alumnos debe ser lo que
me guíe para hacer las cosas excelentemente. Recuerda que la gloria solo debe
ser para el Señor, ¡cuanto menos se nos vea a nosotros, y más a Cristo, mejor!
Cuando un hermano mío esté cansado, abatido, debo levantar sus brazos,
animarle y orar juntos para seguir adelante.
Desde aquí les animamos a que pongan una meta en común en las clases, por
ejemplo que al terminar el trimestre, los niños sean capaces de una “Obediencia
inmediata” y todos trabajar en la misma dirección, para ello es necesario orar
juntos, reunirse para aportar ideas e ir valorando el trabajo que se va
produciendo en clase y los resultados, no solo en el aula, sino también en casa de
los alumnos
Para ello el encargado del Departamento Infantil debe hablar con los padres de
los alumnos para saber si están poniendo en práctica todo lo aprendido.
No te desalientes ni te desanimes si no obtienes los resultados deseados en el
tiempo previsto, recuerda que trabajas con almas, y que cada persona es
diferente, que en muchas ocasiones hay que orar y ayunar y seguir trabando para
verlos crecer y madurar en Dios, así que ánimo, adelante, y TODOS JUNTOS
AVANZAMOS HACIA UNA ENSEÑANZA EFICIENTE QUE ACERQUE A LOS NIÑOS Y
ADOLESCENTES A DIOS.